Oct 012010
 

 Julio Fernández-Sanguino Fernández.

1.  INTRODUCCIÓN

Fidel Domínguez Páez editó en Talavera de la Reina, Toledo, Cartas cantan en 1902 como un “epistolario edificante” al precio de 10 céntimos el número suelto y 1,50 pesetas la suscripción trimestral, confeccionándose en la imprenta local de L. Rubalcaba. En los seis primeros ejemplares se indicó únicamente el número de la serie y en el inicial el director ofreció sus respetos a los lectores en una nota fechada el 5 de junio de 1902. Inicialmente, no se puede considerar como una publicación periódica, caracterizándose por ser más bien proclamas en las que los artículos se centraban en poner de manifiesto “los horrores del Panamá de Plasencia”, así como el “caciquismo bestial” que imp raba en esa ciudad. Además, se recogían reseñas de otros medios de comunic ción que también hacían alusión a las irregularidades que se denunciaban1.

En el sexto ejemplar se indicaba en otra nota al público que empezaría Cartas cantan a publicarse como semanario y con variados contenidos, ofreciendo el director su domicilio en el número 32 de la calle San Francisco de Talavera. De este modo, la publicación emprende su nueva andadura el 24 de julio de 1902, saliendo los sábados y empezando a marcarse el periódico con referencia al número 7 en el ejemplar de este día. Posteriormente, su director indicaría que se imprimía en Toledo, figurando menciones a la Imprenta y Librería de la Viuda e Hijos de J. Peláez, Comercio 55 y Lucio 8. A partir del 22 de noviembre de 1902 figura como nuevo domicilio de la publicación la Calle del Oro número 2, también de Talavera.

Domínguez Páez se instaló en Talavera por ser una ciudad abierta y liberal, donde pudo editar su periódico para denunciar las numerosas irregularidades que, a su juicio, se estaban produciendo en Plasencia. Mediante el ferrocarril podía distribuir la publicación en su localidad natal, a la que se desplazó en alguna ocasión, y al mismo tiempo podía viajar sin problemas a Madrid, lo que le permitía mantener sus contactos con otros directores de periódicos y frecuentar los círculos literarios. Su semanario iba ganando calidad y se afianzaba entre los lectores, ya que, como se puede leer el 13 de septiembre de 1902, la tirada del número anterior había pasado de mil ejemplares, cantidad muy importante para la época, aludiendo también la reseña que algunos números anteriores ya se habían agotado. Esta tirada mencionada era independiente de otros mil ejemplares que se imprimieron como propaganda de un anunciante, pues hasta el 6 de septiembre de ese año no figuró publicidad en este medio, reservándose toda la página cuatro de este número, la última, al anuncio indicado. A partir de esta fecha se pueden apreciar uno o dos anuncios en la última página del semanario2.

Cartas cantan comienza 1903 informando a los lectores sobre la introducción de algunas reformas y mejoras en la publicación, que se empiezan a observar en el segundo número de ese año con un nuevo sumario de los contenidos. El periódico se había consolidado y, como indicó su director, se recibieron “muchas cartas de adhesión y el semanario traspasó los límites regionales”. El ejemplar del 18 de enero de ese año aparece con un espléndido formato propio de periódicos actuales, estrenando una nueva y artística cabecera confeccionada en Madrid en la que aparece la representación de la Justicia con carteles alegóricos que indicaban: “Guerra al caciquismo”, “Patriotismo”, “Moralidad” y “Justicia”.

Informaba en este tercer número del año 1903 que se estaban manteniendo contactos tendentes a conseguir un contrato para publicar en el periódico caricaturas de un famoso dibujante parisién dentro de un apartado gráfico que se iba a crear. Además, en su última página figuran trece anuncios, logrando por primera vez una colaboración importante de anunciantes. Sorprendentemente, éste es el último número del que se tiene constancia, pudiéndose leer en La Idea, semanario republicano de Toledo, el 14 de febrero de 1903 que se había recibido en la redacción un ejemplar del nuevo periódico toledano Tribuna Pública que desde Talavera de la Reina informaba Fidel Domínguez, director que fue del semanario desaparecido Cartas cantan3.

2.  NACIMIENTO DE TRIBUNA PÚBLICA

Fidel Domínguez Páez iniciaría a principios febrero de 1903 su actividad periodística en Toledo con el semanario Tribuna Pública, definiéndole en su cabecera como “Periódico Democrático Ilustrado” y añadiendo en su publicidad “y de Intereses Morales y Materiales”. De formato de 48 x 35 cm. y con cuatro páginas, su precio fue de 10 céntimos el número suelto y 1,50 pesetas la suscripción trimestral.

El director se instalaría definitivamente en la capital de la provincia el 9 de julio de 1903, en la Plaza de las Capuchinas número 2 donde establece la redacción del periódico, y anuncia que su publicación saldría todos los jueves. A partir del 4 de octubre de ese año saldría los domingos, aunque su delicado estado de salud y sus compromisos políticos motivaron algunos retrasos en la impresión del semanario. Se confeccionaba inicialmente en la Imprenta y Librería de la Viuda e Hijos de J. Peláez y a partir del 6 julio de 1904 se estamparía en la Imprenta de la Viuda de Lara, también en Toledo.

De esta publicación figuran digitalizados en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura los números 18, de 9 de julio de 1903, al 75, de 31 de diciembre de 1904, aunque faltan los números 29, 37 al 39 y 73. Del análisis de los ejemplares disponibles se han obtenido las consideraciones que seguidamente se indican4.

image002

3. CUESTIONES POLÍTICAS Y SOCIALES TRATADAS EN EL PERIÓDICO

El semanario solía comenzar con editoriales de la actualidad del momento, dedicando inicialmente una especial atención al Partido Democrático con nume- rosas alusiones a Canalejas, a quien se le denominaba el Jefe. De este ilustre político demócrata-liberal el periódico incluyó consideraciones sobre su actividad e ideología, transcribió sus discursos e, incluso, dedicó un número monográfico para reproducir el mitin que pronunció el 11 de septiembre de 1904 en Pamplona. El 29 de noviembre de 1903 dedica su editorial al nacimiento del Partido Liberal Democrático con Monteros Ríos a la cabeza, que el director reconoce y acata, “respondiendo á lo que la propia convicción nos dicta y secundando los nobles designios de don José Canalejas” y precisando que Tribuna Pública sería el órgano del citado partido en la provincia de Toledo, por lo que a partir de este número cambia su cabecera para denominarse “Periódico Liberal Democrático”.

Son frecuentes las reseñas o comentarios hacia políticos de la época, como Maura, Moret o Romanones; sin embargo, Joaquín Costa sería uno de los personajes del momento con el que tendría una especial sintonía el director, incl yendo en el periódico varias obras suyas, de las que se pueden destacar el trabajo social “El problema agrario-obrero en Andalucía”, el boceto “Obreros y soldados vegetales”, dedicado a los niños de Ricla en su fiesta del Árbol, y el pensamiento “Los árboles”, así como reproduciendo artículos que el ilustre político publicaba en otros medios. Con estos escritos, el director continuó en su semanario toledano la labor emprendida en su anterior periódico talaverano Cartas cantan, ya que no se puede entender este último periódico, ni otros de esta época, sin adentrarnos en los aires renovadores y laicos en la enseñanza en España, cuyo máximo exponente fue la Institución Libre de Enseñanza de la que saldrían las más relevantes figuras españolas, figurando colaboraciones de algunas de ellas en los dos periódicos mencionados de Fidel Domínguez Páez, y los valores democráticos y republicanos de principios del siglo XX, siendo la figura de Joaquín Costa una de más representativas. Este insigne personaje ingresaría en 1903 en la Unión Republicana de Nicolás Salmerón, con la que saldría elegido Diputado, aunque no llegó a ocupar su escaño. Desengañado en su lucha por mejorar la España que le tocó vivir, en 1905 vuelve cansado y enfermo a su tierra oscense, falleciendo en 1911, un año antes del asesinato de Canalejas.

Tribuna Pública nos ilustra sobre las cuestiones políticas de esos años, tanto de la capital como de la provincia de Toledo y, aunque dedicó una especial atención al Partido Democrático, también informó sobre otros partidos y de sus eventos, como el promovido por la Comisión organizadora del Partido Republicano de Talavera, que celebraría una convención el 23 de agosto de 1903 con asistencia de una Comisión de Madrid, o el mitin socialista de diciembre de ese año celebrado en el teatro Rojas de Toledo, precisando que “no pudo asistir el compañero Pablo Iglesias” por hallarse en otra asamblea. Del mismo modo, informó acerca de las reuniones en la Casa del Pueblo y de los diversos actos republicanos, en  los que se cantaba La Marsellesa en aquella época.

En relación con las elecciones a Cortes de 1903, sigue con la misma línea informativa plural, si bien dedica su apoyo y atención a los candidatos demócra- tas de la capital de la provincia. Al informar sobre la candidatura democrática de Toledo, indicaría que acudían a los comicios que se iban a celebrar “coaligados con las demás fracciones monárquicas, por habérselo impuesto así deberes del Partido y el instinto de conservación como monárquicos: frente á los republicanos, que igualmente han depuesto sus diferencias”. Después de estas ele ciones señalaría que el triunfo de los republicanos en Toledo fue completo e indiscutible y que lucharon contra el soborno, la coacción y hasta la bravuconería oficial, señalando con honestidad democrática que la batalla había sido bien ganada por ellos. Seguidamente, se preguntaba de quién había partido la idea de la coalición con los monárquicos que les habían llevado al fracaso en esas elecciones.

También figuran referencias a candidatos de otros lugares de la provincia, especialmente del representante del distrito por Talavera D. José Luis Gallo al que le dedicaría posteriormente una especial atención por su delicado estado de salud, publicando una amplia esquela en primera página para anunciar su fallecimiento el 16 de febrero de 1904 seguida de un amplio editorial sobre este insigne Diputado a Cortes y reseña del duelo que tuvo lugar presidido por Canalejas. Dos meses más tarde informaba de las elecciones en Talavera para cubrir la vacante y expresaba el temor de la mayoría de los liberales de ese distrito, que inicialmente habían decidido no tomar parte en los comicios tanto por respeto a la memoria del Sr. Gallo como “por verdadera y natural repugnancia á las intrigas de toda índole que se están poniendo en juego”. Al comentar el triunfo del Sr. Beruete “por la friolera de tres mil y pico de votos» con respecto al candidato del Gobierno Sr. Delgado, manifestaba que éste no merecía que se le tratase con tanta dureza y que se consolase “pensando que el derrotado aquí es el propio Ministro de la Gobernación, y hasta si se quiere el mismísimo Sr. Maura”.

Las posiciones políticas de Fidel Domínguez Páez las podemos ver en su editorial “Los dos fanatismos” publicado el 24 de agosto de 1904 con motivo del Congreso Internacional Socialista celebrado en Amsterdam, donde flotaba el espíritu de Marx y se cerró con la Internacional. Indicaba que triunfó el fan tismo, pero confiaba en que seguirían soplando vientos de tolerancia. Con res- pecto a España, señalaba el abismo que se había producido entre los republicanos y los socialistas, para finalizar:

“Es el momento nuestro, de los verdaderos demócratas, para en los próxi-mos días de Gobierno, tan próximos que ya se tocan, tener preparada una la-bor legislativa, eficaz y fecunda en pro de la clase obrera, que preferirá seguir el camino recto y seguro de la evolución al azaroso y remoto de la revolución social. “¡Cuán glorioso el triunfo del partido liberal democrático al predicar con el ejemplo, batiendo y aniquilando á los dos fanatismos: al rojo, símbolo de un provenir quimérico, y al negro, legado triste de siglos y siglos de ignominiosa castración de conciencias!…”

Las cuestiones sociales tuvieron una importante cobertura con numerosos artículos que ponen de manifiesto la tendencia del periódico y nos ilustran sobre interesantes temas tratados hace un siglo y que siguen estando de actualidad. En “La Cuestión Obrera” T. Orbe señalaba que “la miseria y las crisis comerciales é industriales, los dos grandes obstáculos para el progreso del bienestar y de la civilización, tienen una sola causa: el reparto injusto de las riquezas”, para puntualizar que la elevación de los salarios era de utilidad general.

Del mismo modo, se pueden observar escritos con posiciones en favor de mejorar las condiciones de los trabajadores, como la necesidad de hacer casas para ellos, o reseñas abordando otros asuntos relacionados de actualidad en aquellos momentos, destacando la huelga de panaderos en la ciudad o la detención en Madrid de Pablo Iglesias. Al hablar de las crisis, señalaría que la más negra era la del trabajo, tratando este asunto en diversos artículos, algunos de ellos firmados por “Juan Proletario”. La angustiosa situación de la clase obrera toledana en esos años traspasaría las fronteras regionales y el semanario se hace eco de su tratamiento en el periódico barcelonés La Nación. Para poder informar adecuadamente sobre lo que estaba ocurriendo en la ciudad, animó a los trabajadores a que mandasen al periódico sus vivencias para incluir los escritos recibidos en la sección “La vida del obrero en Toledo”.

La incultura de la época fue otra cuestión que el semanario puso de manifiesto, señalando en un artículo A. Aguilera y Arjona que “tiene para mí, una importancia extraordinaria, decisiva, la difusión de la cultura entre las clases desheredadas”. El director, consciente de este problema, escribió a Canalejas, publicando el periódico el 29 de marzo de 1904 la siguiente contestación del político español: “Mi querido amigo: En el acto de recibir su carta, le contesto para manifestarle que reanudaré mis gestiones para que le sea concedida al Centro obrero la Biblioteca popular que desea”.

Por último, señalar que el semanario toledano publicaba réplicas de los lec- tores dentro de su imparcialidad periodística, destacando en el contexto tratado en este apartado la carta incluida el 31 de mayo de 1904 de la sociedad de obreros albañiles La Progresiva, que editaba un Boletín “en el que se leen muy acertados trabajos de doctrina social”, para defenderse de los ataques de El Castellano, periódico del Arzobispado de Toledo.

En temas religiosos, Fidel Domínguez Páez siempre se mostró respetuoso. En su anterior periódico Cartas cantan defendió públicamente al Obispo de Plasencia ante las acusaciones de estar implicado en algunas de las irregularidades que se estaban produciendo en la ciudad, señalando que había sido “una víctima más del execrable robo del Colegio de San Calixto”, mostrándose en contra de la “campaña calumniosa realizada contra el venerable prelado de Plasencia, verdadero apóstol de la caridad cristiana”.

En Tribuna Pública se puede apreciar esta misma línea en las reseñas sobre actos religiosos, informaciones sobre el Arzobispado de Toledo o en los acontecimientos que recogía, como “La peregrinación á la Virgen del Valle”. Igualmente, se ve esta postura en otras noticias, destacando el artículo sobre la muer- te de León XIII con frases como “lamentamos con dolor profundo”. Es signifi- cativo que escribiese en el aniversario de la muerte de su madre: “dama modelo de la perfecta cristiana, cuya caridad era tan grande como su corazón”.

Ahora bien, su profesionalidad e independencia informativa le hacía ser crítico con las posturas intransigentes o extremas de otros medios de comunicación. En el artículo “Libelistas neos” criticaba las falsedades que algunos perió- dicos vertían, ya que “llevados los difamadores a los Tribunales, de la misma manera que antes escurrieron el bulto, escudándose en sus creencias para disculpar la cobardía, tratan ahora de eludir responsabilidades. Semejante proceder será todo lo nocedalino que se quiera; pero no es grato á Dios y le rechazan todos los hombres bien nacidos. Los vehículos de la difamación se llaman El siglo Futuro y La Lectura Católica”.

Del mismo modo, se pueden ver en la publicación toledana protestas por informaciones desmedidas e injustas, que estimaba como impropias en relación con una mínima cortesía hacia las personalidades que visitaban la ciudad, siendo representativa la siguiente cita que figura en el último ejemplar conservado:

“El semanario de literatura y de enseñanza, como antes se decía, ó simplemente católico, como él se dice ahora, cierra contra los republicanos con motivo del mitin verificado en Rojas (teatro de Toledo), y al que asistieron los Diputados Sres. Menéndez Pallarés, Anglés, Lerroux, Nogués y Junoy, ciuda- danos ilustres y sobre todo dignísimos. Protestamos de la violencia de la arremetida, tanto por estimarla injusta como por la dureza de los calificativos. Nada tan voluntario como la religión, ha dicho San Pablo. Nada tan feroz co- mo un fanático, so capa de defensor de esa misma religión, símbolo de la caridad en toda su excelsitud. Compadezcamos al semanario instructor católico, pues en el pecado lleva la penitencia. Y deploremos su lamentable concepto acerca de los deberes que la hospitalidad impone”.

image003

4. OTROS CONTENIDOS HABITUALES DEL SEMANARIO TOLEDANO

En relación con las noticias cotidianas de la actualidad del momento, el semanario dedicaba su mayor atención a informaciones sobre la ciudad dentro de sus apartados “Toledo al día” o “Cuestiones locales” e incluía secciones fijas para tratar sobre determinados asuntos habituales, como las reseñas sobre el Ayuntamiento en “Jornadas municipales”, los señalamientos de la “Audiencia Provincial” o los datos relativos al “Registro Civil” para referir los nacimientos y defunciones, informando igualmente de los acontecimientos relevantes que se producían en la población con artículos y referencias escritos tal efecto, destacando los relativos a las ferias, las corridas de toros, las elecciones municipales, los actos relacionados con la Academia Militar o las visitas de personas ilustres a la ciudad.

El periódico completaba su información con otras cuestiones de interés p ra sus lectores, destacando los temas médicos que se incluían en la Sección “Higiene popular” con artículos relativos al baño de los niños, consejos a las madres en la cría de los hijos, las virtudes de la fruta en la alimentación, la lucha contra la tuberculosis y otros consejos médicos. Del mismo modo, los temas agrícolas estuvieron presentes con frecuentes reseñas para informar sobre los diversos mercados de productos agrícolas y ganaderos, incluyendo  también artículos relacionados dentro de la sección “Guía del Agricultor”, entre los que se puede destacar “El mejor remedio contra la langosta” de Arturo Soria, y trabajos acerca de guías para los vinicultores, consejos para trasplante de frutales, mejoras en la producción de las cebollas, abonos de cultivos, calendario hortícola y otros temas similares.

Las noticias internacionales se podían ver en el apartado “De todos para todos”, en donde se recogían en notas cortas informaciones curiosas y anecdóticas del exterior, figurando algunas otras por su importancia en reseñas independientes, como la guerra entre Rusia y Japón. En “Ecos de la Provincia” se agrupaban las informaciones enviadas por los corresponsales con noticias de Talavera, Cebolla, Valdeverdeja, Torrijos, Oropesa, Illescas y otras localidades de la provincia.

En su amplia y variada oferta, el periódico incluyó una sección femenina denominada “Carnet de las damas” en la que se ofrecían consejos sobre cocina, limpieza del hogar, moda y confección de prendas, entre otras cuestiones de interés para sus lectoras que enviaban preguntas al periódico y eran contestadas por la redactora de este apartado con la firma de “Terina”. Incluyó también apartados de “Carnet de la moda”, suscrito inicialmente por Mme. Robert desde París y posteriormente por Elisa Daudet, y “Ecos de la moda”, enviado desde San Sebastián por Honoria.

El periódico ofreció su concurso y ayuda para obras benéficas, destacando las colonias escolares para niños pobres de la capital dentro de la “humanitaria iniciativa de los señores Hoyos y Besteiro” y secundada por el Alcalde de la ciudad, con reseñas posteriores de la feliz realización del proyecto. Es de señalar que Julián Besteiro llegó a Toledo en 1898 como profesor del Instituto y en 1903 ingresa en la Unión Republicana de Salmerón y Lerroux y sale elegido Concejal. Aunque Fidel Domínguez Páez militaba en el Partido Liberal Democrático, daba su apoyo en el periódico a los dos concejales mencionados, llegando a señalar a Besteiro como “nuestro buen amigo particular” y precisar el 30 de noviembre de 1904 que contase “con nuestro concurso, ya que sabe somos veteranos en la busca y captura de caciques”.

Por último, destacar que el semanario dedicaba una hoja a la publicidad de establecimientos y negocios de Toledo capital e incluía esquelas de fallecimientos. Entre éstas, destaca la publicada el 17 de septiembre de 1903 relativa al aniversario del fallecimiento en Plasencia de la madre del director, Doña Micaela Páez Iñigo.

image005

5.  REFERENCIAS A EXTREMADURA EN TRIBUNA PÚBLICA

Al trasladarse a Toledo, Fidel Domínguez Páez siguió incluyendo en su nuevo periódico noticias relativas a su tierra, aunque con menos proliferación que en su anterior semanario talaverano. Se debe destacar que las frecuentes citas a Extremadura constituyen una de las características de la prensa histórica editada en Talavera de la Reina por motivos diversos5.

En Tribuna Pública, observamos que en la habitual sección correspondiente a los mercados agrícolas y ganaderos se indican frecuentemente los precios de productos en ciudades extremeñas, tales como Cáceres, Badajoz, Logrosán, Trujillo, Almendralejo o Zafra. En ocasiones, se hace una especial referencia a las lanas de Extremadura o las notas se extienden a otras cuestiones afines, como la feria de Aldeanueva de la Vera. El 29 de marzo de 1904 dedica una amplia reseña a detallar las condiciones del nuevo mercado de Trujillo creado con el fin de fomentar las transacciones de toda clase de ganados en esa comarca, que sería quincenal en los meses centrales del año y se celebraría el primer jueves de los meses restantes.

image007

Plasencia seguiría teniendo un protagonismo especial y el 23 de julio de 1903 señalaría que “después de manifestar á mis paisanos que por motivos de salud y por razón de mis trabajos políticos durante las pasadas elecciones vime en el trance de suspender esta laboriosa cruzada, vuelvo á la brecha dispuesto, como siempre, á romper lanzas en pos de la justicia”. En el ejemplar de ese día se incluyen tres reseñas sobre irregularidades en su ciudad, empezando por la referente a “Robo de un millón de pesetas”. En números siguientes seguiría abordando las irregularidades denunciadas en artículos con títulos como “El Panamá de Plasencia”. También se aprecian sus gestiones para el indulto de “Los reos de Plasencia”, figurando el 10 de diciembre de 1904 una reseña con manifestaciones de Canalejas implorando por ellos.

En ocasiones incluye informaciones de la actualidad de la zona, destacando la que bajo el título “De interés regional” señalaba: “uno de estos días se reunirá en Jarandilla el Consejo general de la Liga de la Vera, y enseguida se convocará una reunión magna en Plasencia, en la que ha de tratarse del ferrocarril, del Sesmo y de allanar las dificultades que los dueños ponen á la expropiación de terrenos que ha de atravesar la carretera de Plasencia a Oropesa”. Ofrece seguidamente otras noticias de la comarca, sobresaliendo la que hace referencia a que la Liga Verata se ofreció a ejecutar por su cuenta la prolongación del ferrocarril de Madrid a Villa del Prado recorriendo la Vera hasta terminar en Plasencia.

También incluyó noticias sobre actos luctuosos, transmitiendo los pésames por la muerte del hijo del colaborador D. José González de Castro, médico del Guijo de Santa Bárbara, o por la de su amigo D. Luis Pérez Aloe de Trujillo. El 23 de enero de 1904 dedica una emotiva necrología por el fallecimiento del gran pensador y crítico González Serrano, señalando que “la provincia de Cáceres no cumplirá con menos que con erigirle un monumento que perpetúe la fama de tan preclaro hijo suyo”. A continuación incluye su estudio literario y filosófico El Beso.

6. APORTACIÓN A LA CULTURA TOLEDANA
A pesar del aparente tremendismo de Cartas cantan, posiblemente la faceta más característica del anterior periódico de Domínguez Páez haya sido su aportación a la cultura talaverana. El director mantenía contactos en Madrid con otros colegas y escritores de la época que posibilitó que pudiera publicar una serie de trabajos literarios de jóvenes autores que posteriormente ocuparían las más altas cimas de las letras españolas. El “Álbum” de este periódico se inicia con una poesía de Juan Ramón Jiménez, incluyendo a continuación obras de Rubén Darío, Manuel Machado y otras composiciones de jóvenes escritores que posteriormente se encuadrarían en la llamada generación del noventa y ocho. Del mismo modo, pudo publicar en su semanario importantes colaboraciones en prosa de Ramón del Valle Inclán, Jacinto Benavente, Eça de Queiroz, Ramiro de Maeztu y otros ilustres escritores que empezaban.Fidel Domínguez Páez continuaría esta faceta literaria en Tribuna Pública y dentro del apartado “Álbum” de su nuevo periódico se pueden leer poesías de Emilio Bobadilla, Salvador Rueda, Francisco Villaespesa, Rubén Darío, Manuel Machado, Joaquín dicenta y otros ilustres escritores, como se puede apreciar en el Anexo 1 que se ofrece al final de este estudio y en donde figuran las obras aportadas con las fechas en que se publicaron.Del mismo modo, podemos ver en los diferentes números del semanario toledano interesantes colaboraciones en prosa de bocetos literarios, cuentos, relatos cortos y otros trabajos firmados por interesantes literatos del momento, como se puede apreciar en el Anexo 2, destacándose a Pío Baroja, Pedro Morante Mateos, José González de Castro, Casimiro Prieto o A. Riera.A partir de febrero de 1904, ante la ausencia temporal del director por enfermedad, se aprecia un esfuerzo de los participantes locales por aportar más trabajos literarios al no contarse con las habituales colaboraciones que Fidel Domínguez Páez conseguía, llegando Emilio Bueno a escribir “Vamos á hacer aunque mal la revista semanal” en su habitual columna de “Renglones cortos” en donde con distendidas inspiraciones trataba aspectos cotidianos.Igualmente, el semanario para completar su espacio tuvo que incluir composiciones y trabajos de notables personalidades publicadas en otros medios o traducciones de algunas obras de ilustres literatos, destacándose a Concepción Arenal, Victor Hugo o Amicis.

En “Nuestro folletín” se ofrecía cada día unas hojas de obras literarias para que los lectores las pudiesen recortar con el fin de encuadernarlas y poder tener el libro completo. En los ejemplares analizados figuran La Caja de Ahorros de Auerbach, La copia de oro de Carit Etlar, Expiación de Rau, Interior de Mauricio Maeterlinck y las siguientes obras de Miguel de Cervantes, dentro de la adhesión del periódico al homenaje a nuestro inmortal escritor con motivo del centenario de El Quijote, La ilustre fregona, El licenciado Vidriera y Riconete y Cortadillo.

image009     image008

Como complemento a la notable aportación a la cultura de la ciudad, en este periódico también podemos ver reproducciones de interesantes artículos, como “El oleaje en la industria” de José Echegaray o “El banco y los cambios” de Ramiro de Maeztu a quien el director le denominaba querido amigo, reseñas de los libros que se publicaban u otras informaciones relacionadas, destacando la satisfacción del director por saludar en Toledo al eminente novelista Blasco Ibáñez o la presencia de Galdós en la Semana Santa toledana.En relación con este último escritor, señalar que el semanario el 29 de marzo de 1904 manifestaba su satisfacción por el homenaje a Galdós que iba a realizar la prensa española y precisaba que hacía un año aproximadamente, cuando el periódico publicó el retrato y la firma autógrafa del literato, se lanzó la idea de glorificar pública y solemnemente al insigne novelista y dramaturgo. Aunque el ejemplar mencionado no se ha conservado, esta última cita es representativa de la existencia del periódico en la época indicada.

7. FIDEL DOMÍNGUEZ PÁEZ

Fidel Domínguez Páez en el número de Cartas Cantan correspondiente al 6 de diciembre de 1902 detalla en un artículo con el título “Quien soy yo” su actividad profesional y literaria para dejar claro su currículum y que no se le confundiera con otros directores de la época con los que mantenía duras disputas dialécticas.

Había nacido en Plasencia el 10 de noviembre de 1859, ciudad donde colaboró en El Extremeño y en La Voz de Plasencia y fue redactor y fundador del Eco Lusitano. Este prolífico periodista colaboró, según pone de manifiesto, en los más importantes diarios de la capital de España y provincias, siendo director literario del diario de Madrid El Independiente y redactor de El Pabellón Nacional, de El Paréntesis, de la Ilustración Nacional y de la Izquierda Dinástica. Del mismo modo, publicaría los siguientes periódicos: El Sufragio Universal, El Mensajero Antillano, El Financiero Hispano-Americano y El correo de Extremadura, para el que en otra reseña se obtiene la fecha de 1886. Su dinamismo e inquietud hizo que en 1899 se escapase al “otro mundo”, fundando en La Habana La Prensa que alcanzaría un excepcional éxito, desarrollando una interesante actividad en América donde ganaría “honra y dinero”. En otra nota publicada en el número correspondiente al 18 de octubre de 1902 en el semanario indicado, se puede ver que se había hecho cargo de la dirección y confección de un nuevo periódico en la capital de España denominado El Obrero de Ferrocarriles y Tranvías de Madrid, aportando sus conocimientos y esfuerzo en favor de los obreros. También detalla en el artículo del 6 de diciembre de 1902 su abundante obra literaria y sus posiciones políticas, con una referencia a que fue nombrado para un cargo de confianza cerca del embajador de España en París y que no pudo desempeñar a causa del retorno al poder de los conservadores. Por ultimo, precisaba que su entretenimiento favorito era la caza de los caciques.

Esta reseña del director es muy ilustrativa y pone de manifiesto, además de lo indiciado, las dificultades propias de la época, ya que con toda naturalidad indica: “cuando fue preciso batirme, me batí; me pegaron y pegué”. Fidel Domínguez Páez en Cartas cantan se definía como “propenso a la anarquía” y su posición crítica hizo que no mantuviese buenos amigos entre sus compañeros de la prensa, incluso de la misma tendencia política. Es muy significativo que firmase todos sus artículos y manifiestos, asumiendo la responsabilidad de sus escritos. En el número correspondiente al 13 de septiembre de 1902 del semanario talaverano mencionado se puede leer que “peleé siempre a pecho descubierto”, teniendo palabras muy duras para los anónimos en la prensa, a los que calificaba como la “vileza del cobarde”, y respondiendo a los mismos con frases muy ásperas, como la dedicada al “miserable que se ha atrevido a ladrarme desde lejos”.

Como se ha expuesto, Fidel Domínguez Páez se instaló en 1902 en Talavera de la Reina para editar Cartas Cantan y denunciar las irregularidades de su ciudad natal, teniendo una vida provinciana y tranquila que le llevaría a expresar en su periódico: “Vivimos en el mejor de los mundos posibles”. Su idea venía de antes, pues el 30 de mayo de 1899 había obtenido la aprobación para editar un periódico en Talavera titulado La Prensa; sin embargo, en 24 de julio de ese año publicó un diario con ese mismo nombre en La Habana6.

Seguramente, intentó establecerse en Talavera para conseguir sus objetivos sobre Plasencia y al surgirle la oportunidad de editar un periódico en Cuba publicó La Prensa en La Habana sin haberlo hecho en Talavera, pues no le dio tiempo material para ello; además, en esta ciudad no existe constancia de que se editase el periódico realmente. Cuando regresó a España retomó su vieja aspiración y creó Cartas cantan sin hacer referencia a la publicación anteriormente mencionada ni citándola posteriormente al documentar su actividad periodística. Una vez cumplido su objetivo, aunque siguiese residiendo temporalmente en Talavera, fundó Tribuna Pública en Toledo que tenía una importante prensa local, pues contaba con diez periódicos a principios del siglo XX mientras que en Talavera sólo estaría Cartas cantan a la vista de los datos que se han podido manejar7.

Finalmente, se trasladaría a Toledo para poder desarrollar su militancia democrática desde la capital de la provincia, figurando su nueva publicación en el estudio realizado por Moraleda entre los periódicos editados en la imperial ciudad en 19038.

En la reseña “Buen viaje”, firmada por Magdaleno de Castro en el ejemplar de Tribuna Pública del 23 de enero de 1904, se informaba a los lectores de la partida para el sanatorio de Bussot de Fidel Domínguez Paéz y “con ella su temporal abandono de las pesadas tareas periodístico-literarias”. Le calificaba de luchador infatigable del periodismo desde los dieciocho años y señalaba que desde muchachuelo leyó sus célebres folletos y sus estudios biográficos- políticos del General Serrano y de otros personajes importantes.

El articulista nos sigue ilustrando sobre su director y señalaba que en La Habana al lado del General Salamanca fundó y dirigió el diario La Prensa, “el primero y más popular y batallador rotativo de la isla”. En relación con su estado de salud en Cuba, indicaría que “el vómito acabó con sus campañas y estuvo a punto de acabar con su vida obligándole á reembarcarse aún convaleciente”.

Prosigue señalando que “achaques de temperamento, la valentía de su espíritu audaz é inquieto y su propio gran talento, hicieron su vida accidentada de una labor intelectual incesante, aniquiladora”. En relación con su actividad al frente del semanario, señalaba que hacía un periódico de política; pero con una información variada, pues se esforzaba en ofrecer la complejidad de gustos e inclinaciones de sus lectores, incluyendo quince o veinte secciones y poniendo “sustancia ideológica, fibra mental, sin garrulla hojarasca ni insustanciales amplificaciones de relleno”.

Precisaba que su empresa había sido “dura y laboriosa en demasía” y por ello le sobrevino “al batallador periodista la neurastenia que há cuatro meses le trae postrado y abate su pensamiento”. Concluye su nota deseando al director un feliz viaje y que volviese pronto restablecido y con su antiguo natural vigor. Habría que esperar hasta el 6 de marzo de 1904 a que figurara un editorial en el periódico firmado por Fidel Domínguez, retomando la publicación a partir de esta fecha su estilo habitual.

En otra reseña del 16 de julio de ese año se indicaba que por ausencia del director con motivo de unos viajes se hacía cargo momentáneamente del periódico José Romasanta y Charro. En consecuencia, la publicación tuvo que sufrir varios retrasos e interrupciones, tanto por la enfermedad del director como por su actividad política, pues vemos que el 29 de octubre siguiente se indicaba “que el Director de Tribuna Pública se ha constituido en Madrid para exponer hasta el mismo Maura, como ya lo ha efectuado repetidas veces durante el pre- sente mes, las tropelías de que son víctimas los liberales demócratas, huérfanos de representación parlamentaria en la provincia de Toledo”. Estas cuestiones propiciaron que en 1904 únicamente se editasen treinta y tres números del semanario en lugar de los cincuenta y dos que hubiesen correspondido en ese año.

Posteriormente, en el periódico talaverano El Criterio de 22 de julio de 1905 figura una reseña titulada “Duro y a la cabeza” en la que se indicaba que “copiamos de Tribuna Pública”, transcribiendo que el Gobernador Civil de la Provincia se proponía “batir enérgicamente a todos los Municipios que viven fuera de la ley y que, notoriamente, son verdaderos cubiles de la inmoralidad”, finalizando: “Adelante, Sr. Gobernador, adelante y caiga quien caiga”. El contenido de esta nota es el habitual utilizado por Domínguez Páez, confirmando esta información que el periódico toledano seguía publicándose en 1905. En otra reseña posterior de El Criterio, publicada el 21 de abril de 1906, se puede leer: “Ha sido nombrado Jefe superior de Administración civil honorario el ilustrado periodista ex Director de Tribuna pública, de Toledo, D. Fidel Do- mínguez, nuestro estimado amigo” 9.

8.  FIN DE TRIBUNA PÚBLICA
La anterior cita indicada puede justificar los motivos de la desaparición del semanario toledano Tribuna Pública.El último número conservado de este periódico corresponde al 31 de diciembre de 1904 y en él su director deseaba a los lectores feliz salida y entrada de año. Fidel Domínguez Páez inicia este ejemplar con el editorial “Recapitulación” donde evoca “el recuerdo de la labor realizada en cumplimiento del programa que sirvió de fe de vida” del semanario, señalando, dentro de la ardorosa defensa del crédito democrático en la línea definida por Canalejas, sus objetivos de reforma de las leyes provincial y municipal, “como base de administración autónoma y norte seguro para llegar á la depuración del sufragio”, y su resuelta y enérgica defensa de otras cuestiones, destacando la revisión del arcaico sistema arancelario, el planteamiento del servicio militar obligatorio y la necesidad de presupuestos racionales y sinceros para que se invirtiesen en su mayor parte en el fomento de la Instrucción y de la Agricultura.Seguidamente pone de manifiesto “lo irritante de las injusticias sociales, más evidentes cuanto más agudos los conflictos económicos” y recalca que su espíritu de independencia era “firme garantía de toda campaña en pro de la moralidad. En caso de benevolencia, caeremos siempre del lado de los humildes”. Concluye señalando que “finalizamos hoy nuestra tarea, para reanudarla con mayores bríos, si cabe, rindiendo culto siempre á la razón y teniendo por oriente la justicia”.No se han apreciado alusiones relativas al final de la publicación, que pudo seguir en 1906 hasta el nombramiento político de Fidel Domínguez Páez. El hecho de que no se hayan conservado los posibles últimos ejemplares editados en ese año no es representativo, ya que podría haber ocurrido igual que con los números conocidos que inexplicablemente no se han preservado, tanto de los diecisiete primeros de 1903 como los que salieron en 1905, pues al analizar la prensa histórica de la zona se observa que muchos periódicos fueron destruidos, especialmente después de la Guerra Civil, y determinados ejemplares de otros han desaparecido porque no interesaba perpetuar por sus contenidos, principalmente los correspondientes a periódicos republicanos y socialistas.Por último, señalar que en Tribuna Pública se ponen de manifiesto los principios liberales, democráticos y sociales de una parte de los políticos españoles de principios del siglo pasado, de carácter progresista y en clara sintonía con los republicanos, cuestión que en nada se parece a la versión distorsionada que algunos nos ha querido transmitir de una parte de nuestra Historia, especialmente después de la Guerra Civil. El esfuerzo, altruista y generoso, de estos verdaderos patriotas por conseguir una España mejor propició su asesinato, como le sucedió a Canalejas, o les llevaría a la desesperación o a la enfermedad, como el caso expuesto de Joaquín Costa, existiendo un posible paralelismo entre lo que fue este ilustre personaje con respecto a la política y Fidel Domínguez Páez con el periodismo.El semanario analizado en este trabajo está a disposición de todos a través de Internet y es significativo que, en muchas ocasiones, al ojear sus ejemplares tengamos dudas de no estar leyendo un periódico actual.Tabla1-11

Tabla2-11

Tabla3-11

Tabla4-11

image001

1 FERNANDEZ-SANGUINO FERNÁNDEZ, Julio. “Cartas cantan, epistolario edificante en 1902” en Revista científica, literaria y artística del Ateneo de Cáceres, núm. 7, febrero 2008, ps. 35 a 43. (http://www.ateneodecaceres.es/Documentos/RevistaAteneo7.pdf)

Cartas cantan, 1902 y 1903, con 27 y 3 números, respectivamente. Faltan  los números 15, de 20-9-1902, y 29, de 27-12-1902. http://www.mcu.es/prensahistorica/es/consulta/busqueda.cmd

La Idea, núm. 187 de 14-2-1903. http://www.mcu.es/prensahistorica/es/consulta/busqueda.cmd.

Tribuna Pública, 1903 – 1904. http://www.mcu.es/prensahistorica/es/consulta/busqueda.cmd.

5   FERNANDEZ-SANGUINO FERNANDEZ, Julio. “Especial referencia a Extremadura en la prensa de Talavera de la Reina en el periodo 1842-1936”, en Revista científica, literaria y artística del Ateneo de Cáceres, número 8, dic. 2008, ps. 48 a 53.

La Prensa, julio-agosto de 1899, La Habana, Cuba. Hemeroteca Municipal de Madrid.

7   FERNANDEZ-SANGUINO FERNANDEZ, Julio. Cien años de luces y sombras en la prensa talaverana, 1842-1936. Excmo. Ayuntamiento de Talavera de la Reina, 2009.

8   MORALEDA Y ESTEBAN, Juan. Historia y evolución de la prensa toledana y misión de la misma en el orden social. Rafael Gómez Menor, Toledo, MCMVIII, p. 33.

El Criterio, 1905-1906, http://www.mcu.es/prensahistorica/es/consulta/busqueda.cmd.

El contenido de las páginas de esta web está protegido.