Oct 172013
 

 Manuel Rubio Andrada.

 EL  POBLAMIENTO  DEL  AVION

 

SITUACION Y GENERALIDADES

    Se localiza en el mapa topográfico 1:50000, hoja 705 correspondiente a Trujillo, edición de 1958.  Tiene de coordenadas con respecto al meridiano de Madrid: longitud W 2º 10´ 30´´ y de latitud N 39º 25´ 35´´.

     Para visitar los restos de este poblamiento hay que marchar desde Trujillo al río Magasca por la carretera N-V; pasado éste se toma el camino que parte inmediatamente y remonta el valle  por su margen izquierda; llegados a la autovía continuareis el camino hasta el cordel donde podéis dejar el vehículo; un bello puentecillo os ayudará a cambiar de margen; ascended brevemente hacia el N; enseguida a vuestra derecha veréis una puerta que da entrada a la finca del Avión; ya dentro, si continuáis por el camino de la casa, podréis observar a vuestra izquierda una pequeña elevación salpicada de numerosos bolos graníticos; en la parte que mira al S, más que verse se intuyen las ruinas del recinto defensivo.

 

    Su descubrimiento, como en el caso anterior, fue debido a una de las muchas prospecciones familiares que hicimos por esta solana del berrocal trujillano hace ya algunos años. Nos llamó la atención una extensa superficie de granito que contenía una vieja cantera y tras ella unos soberbios bolos de la misma materia; entre estos observamos unas cuantas cerámicas de factura manual que nos alertaron del emplazamiento en una mesetilla casi escondida de la parte alta.  El lugar presenta numerosos factores que determinaron su asentamiento: una pradera ribereña de inmejorables tierras tanto para pastos como para cultivos, el amplio valle de Bajohondo proyectado hacia el interior del berrocal que como siempre ofrece abundante caza menor, una fuente de agua muy próxima en la finca de La Viña -a la otra parte del cordel-; sobre todo, es un punto de control inmediato de la vía natural de comunicaciones proyectada de N a S por el valle medio del río Guadiana. Sus restos no se ven fácilmente desde el exterior por estar la mesetilla que le sustenta en una zona granítica de caprichosa distribución, un tanto laberíntica, lo que despista en las primeras visitas.

 

 

LAS DEFENSAS

 

    Su construcción se llevó a cabo sobre la parte superior de una de las enormes masas graníticas que emergen en esta parte del berrocal trujillano en dirección próxima al N-S, las  irregularidades, fragmentaciones y espacios huecos fueron cuidadosamente nivelados con piedras y tierra hasta lograr una meseta rectangular bastante uniforme situada a 6 u 8 metros de altura que permitía la construcción del hábitat en dos terrazas a diferente nivel; la situada más al S ocupa un plano unos 2 metros más baja, por esto, en zonas reducidas, el relleno debe alcanzar varios metros.

 

    Ya he dicho que este espacio está inmerso en la parte alta de una gran masa granítica fragmentada superiormente de forma bastante caótica y ocupada también por algunos bolos que allí se depositaron; estos constituyen una irregularidad que suele facilitar los asentamientos elementales. En su adaptación al medio el hombre hubo de variar el tamaño y forma de sus construcciones ayudándose parcialmente de la roca, el espacio así logrado resulta demasiado pequeño para un poblado; la docena de chozas parece incluso un número excesivo ya que cada cabaña necesita externamente de una superficie mínima donde desenvolverse. Estas observaciones inducen a suponer algún tipo de construcción colectiva o bien que la superficie fortificada estuviera reservada a un grupo especial del poblado o que este fuera solamente una parte de un complejo defensivo mayor. Una buena excavación quizás podría aclararnos algo más en estos sentidos.

 

     Actualmente el sistema defensivo que posee no se extiende por la parte N en donde no hay dificultades naturales para su acceso. Fue levantado en general con piedras de granito cuya masa supone solamente un trabajo individual muy pequeño -tal vez mujeres y niños- cuyo número supongo no fue muy grande, entre 25 y 50 personas. En ocasiones se recurre a apuntalar con grandes piedras cuyo movimiento presupone un trabajo mas fuerte y  colectivo ayudándose para su colocación posiblemente de la palanca, pequeñas rampas etc. (fig 3).

 

    La superficie nos ha llegado completamente arrasada y no es posible ver a simple vista su técnica de construcción; puede observarse una tendencia general a lograr superficies rectangulares; excepto en el N, el talud exterior fue realizado con piedras generalmente pequeñas aunque no faltan las medianas; ya indiqué que en lugares muy puntuales se sostuvo esta fábrica con grandes piedras para impedir los deslizamientos desde la parte alta. Todo aparece alineado con mucha perfección. El resultado es un castillete perfectamente defendido, excepto en la parte N, donde el poblado parece se presenta menos definido,  aquí su vulnerabilidad es manifiesta por ser el mismo nivel que el terreno externo  y resulta una cuestión difícil de explicar salvo que posteriores manipulaciones hubieran retirado los materiales de allí. El enorme esfuerzo de elevación en la mayoría del recinto, su nivelación, etc, son soluciones que en el punto N y NE no tienen aplicación; aquí sería necesario la elevación artificial del terreno acompañado o no de un foso externo cuestiones poco aplicadas en la época de su construcción. Ello evidencia que los ataques eran esperados preferentemente desde el SE, S y W, en general desde la línea que ocupa el cordel, en la zona que mira hacia la cuenca del río Magasca. En términos de hipótesis podemos admitir la existencia de un poblado mayor en la zona central de los berrocales,  donde hoy se asienta la ciudad de Trujillo, que no es visible desde allí. De este poblado mayor sería esencialmente un arrabal y una avanzadilla de control militar con una ostentosa muralla hecha entre otras finalidades  para impresionar a los viajeros del S y situada a no más de media hora de carrera del poblado principal. Por el momento la realidad solamente nos ofrece su pequeñez y parcial indefensión.

 

LAS CERAMICAS

     La parte situada en el NE tiene una pequeña zona que ofrece mayor facilidad para la defensa natural por existir diferentes volúmenes de granito con los que habría sido posible conseguir un talud exterior, observándose una corta diferencia de nivel aparentemente natural que induce a considerar este espacio como integrado en las defensas; es aquí donde más restos de cerámicas se observan y donde presentan mayor personalidad. Cabe preguntarse si era un basurero en una zona en proyectada expansión, en donde cotidianamente se vertían tierra, piedras, desperdicios etc, con el fin de elevar interiormente el terreno.

 

CAZUELAS CARENADAS

 

   Siguiendo con el mismo índice utilizado en el poblamiento del Acebuche los restos de cerámica observados aparentemente no presentan ninguna variedad de platos de borde almendrado, su lugar está ocupado por fragmentos de otro tipo de recipientes denominados cazuelas carenadas que son generalmente de poca altura, gran diámetro y una carena bien marcada situada  algo superiormente a la parte central de la pared lateral.

 

Nº 1.- Es un fragmento de color pardo con poco desgrasante de mediano tamaño siendo su factura manual y la cocción mixta; el ancho es de unos 7 mm siendo algo mayor en el ángulo de carena, el diámetro debía estar entre 20 y 30 cm y las superficies de sus caras se alisaron algo. El borde se terminó afilándose un poco y la parte superior termina de forma redondeada (fig 4) .

 

Nº 2.- Fragmento de cerámica de color pardo con escaso desgrasante de mediano tamaño; factura manual y cocción mixta; tienen de ancho sus paredes en torno a los 10 mm siendo algo mayor en el ángulo de carenación, el diámetro debía estar entre los 20 y 30 cm terminándose externamente sus caras con un buen alisamiento. Para realizar el borde se disminuyó un poco el grosor y se redondeó su extremo superior (fig 4).

 

Nº 3.- Fragmento de cerámica de color pardo; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 11 mm y perteneció a un recipiente de diámetro muy ancho -más de 30 cm-, sus caras se terminaron con un buen alisado. Acaba superiormente con un borde afilado en la cara interna y redondeado en la parte superior (fig 4).

 

Nº 4.- Fragmento de cerámica de color pardo acompañado de poco desgrasante de pequeño y mediano tamaño; su factura fue manual y la cocción mixta; el ancho de sus paredes estaba en torno a los 10 mm perteneciendo a una vasija de gran diámetro más de 30 cm, sus caras se terminaron con un alisado corriente. El borde superior se terminó disminuyendo un poco la cara externa y redondeando la parte superior (fig 4).

 

Nº 5.- Fragmento de color pardo algo claro acompañado de poco y pequeño desgrasante;  factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 10 mm perteneciendo a un recipiente de diámetro bastante grande, su caras se terminaron por un alisado. El borde es algo disminuido y superiormente termina de forma redondeada (fig 4).

 

Nº 6.- Fragmento de cerámica de color pardo algo claro con poco y pequeño desgrasante; factura manual y cocción mixta; tiene de grueso 8-12 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro era muy grande, la parte externa de sus caras se alisó con esmero. El borde se consiguió por disminución y más afilado en la parte interna, la parte superior se remató de forma redondeada (fig. 4).

 

Nº 7.- Fragmento de color pardo claro con poco y mediano desgrasante; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 10-11 mm y el diámetro del recipiente al que pertenecía era muy grande, sus caras se terminaron externamente con un mal alisado en la parte interna  y algo mejor en la externa. Se hizo un borde disminuido e interiormente más afilado, la parte superior se acabó de forma redondeada (fig. 4).

 CUENCOS

Nº 8.- Fragmento de color gris-pardo con poco y mediano desgrasante; factura manual y cocción eminentemente reductora; su ancho es de 5 mm y perteneció a un recipiente que debía tener entre 12 y 18 cm de diámetro de abertura, sus caras se acabaron algo alisadas. El borde se realizó muy afilado y con la terminación superior redondeada (fig. 4).

 

Nº 9.- Fragmento de cerámica de color gris-pardo con escaso y menudo desgrasante; factura manual y cocción mayormente reductora; tiene de ancho unos 5 mm y perteneció a un recipiente que debía tener entre 8 y 12 cm de diámetro en su boca, las caras se terminaron muy bien alisadas. El borde se realizó afilando un poco las paredes del recipiente y redondeando la terminación superior (fig. 4).

 

Nº 10.- Fragmento de cerámica de color pardo rojizo con algunos desgrasantes gruesos y pequeños, de factura manual y cocción mixta; su ancho es de 5 mm y debió pertenecer a un cuenco cuyo diámetro superior estaría entre 12 y 18 cm, sus caras se acabaron con un simple alisado. La parte superior se remató con un borde algo afilado y su terminación superior redondeada (fig. 4).

 

Nº 11.- Fragmento de cerámica de color gris acompañado de pequeño desgrasante, realizado con factura manual y cocción reductora; tiene de ancho 5 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro debía tener entre 12 y 18 cm, sus caras se terminaron algo alisadas. El borde superior se terminó de forma afilada, algo doblado hacia el interior y la parte superior redondeada (fig. 4).

 

Nº 12.- Fragmento de cerámica de color pardo rojizo con pequeño y escaso desgrasante; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 6 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro estaba entre los 12 y 18 cm. Sus caras se terminaron de algo alisadas. El borde se terminó simplemente redondeando la parte superior (fig. 4).

 

Nº 13.- Fragmento de color castaño con pequeño y escaso desgrasante, realizado manualmente y posiblemente con cocción mixta; tiene de ancho 6 cm y el diámetro del recipiente al que perteneció debía tener unos 20 cm de diámetro, sus caras se terminaron por un alisado bastante simple. La parte superior del borde acaba de manera plana y redondeada (fig. 4).

 

Nº 14.- Fragmento de cerámica de color pardo rojizo acompañado de escaso y pequeño desgrasante; se realizó manualmente y su cocción debió ser mixta; el ancho es de 7 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro estaba sobre 20 cm, sus caras se terminaron con un alisado normal. El borde se terminó algo afilado al interior y con la parte superior algo redondeada (fig. 4).

 

Nº 15.- Fragmento pardo rojizo con escaso y pequeño desgrasante; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 5 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro desconocemos, sus superficies se presentan bien alisadas. La parte superior se terminó de manera plana con los ángulos redondeados (fig. 4).

 

Nº 16.- Fragmento pardo rojizo acompañado de poco y pequeño desgrasante; tiene factura manual y cocción mixta aunque parece predominar una atmósfera oxidante; el fragmento presenta un ancho de 6 mm y su diámetro nos resulta desconocido, las dos caras se presentan alisadas. Se realizó el borde afilando ligeramente la superficie exterior y redondeándole (fig. 4).

 

Nº 17.- Fragmento de color pardo y gris con escaso y pequeño desgrasante; tiene factura manual y cocción predominantemente oxidante, el ancho es de 7 mm y perteneció a un recipiente que debió tener 15-20 cm de diámetro, las caras se presentan alisadas. El borde se terminó recto y superiormente redondeado (fig. 4).

 

Nº 18.- Fragmento de cerámica de color gris en el interior y pardo claro en el exterior con escaso y pequeño desgrasante; factura manual y cocción mixta. Su ancho es de 6-7 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro debía ser de 15-20 cm, las caras se terminaron de manera alisada. Superiormente se terminó algo afiladas sus caras y redondeando la parte superior (fig. 4).

 

Nº 19.- Fragmento de cerámica de color gris-pardo en compañía de desgrasante escaso y pequeño; factura manual y cocción mixta, tiene de ancho 6 cm y su diámetro tiene 15-20 cm , ambas caras se terminaron alisadas. El borde se realizó afilando algo sus caras y redondeándola parte superior (fig. 4).

 

Nº 20.- Fragmento de color gris con algún desgrasante de tamaño mediano; factura manual, la cocción fue realizada en atmósfera reductora; tiene de ancho este fragmento 6 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro estaba entre 12 y 18 cm, la cara interna se terminó bien alisada algo más deficiente se presenta la parte externa. Para realizar el borde se adelgazó un poco las caras y se redondeó la parte superior (fig. 4).

 

Nº 21.- Fragmento de color pardo claro con desgrasante muy fino y escaso; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 8-9 mm y su diámetro debió estar muy próximo a los 20 cm, la cara interna se alisó con normalidad y la externa con mayor fineza. El borde se terminó afilando un poco la cara interna y redondeándolo superiormente (fig. 4).

 

Nº 22.- Fragmento pardo y gris con escaso y pequeño desgrasante, de factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 6 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro debía tener entre 18 y 25 cm, sus caras están alisadas aunque la externa presenta un mal acabado. El borde se realizó adelgazando algo la parte interna y redondeando la parte superior (fig. 4).

 

Nº 23.- Fragmento pardo rojizo acompañado de numerosos y pequeños desgrasantes; su factura es manual llena de irregularidades y la cocción es bastante oxidante; el ancho de sus paredes no pasa de los 6 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció debía estar en los 25 cm, el acabado de sus paredes es alisado. El borde superior se terminó redondeando la terminación superior (fig. 4).

 

Nº 24.- Fragmento de color gris acompañado de pequeños desgrasantes; su factura es manual con bastante irregularidades y la cocción es reductora; tiene de ancho 9 mm y pertenecía a un recipiente cuyo diámetro rondaba los 20-25 cm, ambas caras se presentan mal alisadas. El borde se terminó algo afilado y redondeado (fig. 4).

 

Nº 25.- Fragmento de cerámica de color pardo con poco y grueso desgrasante, de factura manual y cocción eminentemente reductora; el ancho es de 10 mm y el diámetro del recipiente al que pertenecía era de unos 25 cm, se terminaron ambas caras con buen alisado. El borde se realizó afilando ambas caras y dejando la parte superior de forma lisa (fig. 4).

 

Nº 26.- Fragmento de cerámica de color pardo grisáceo acompañado de pequeños y medianos desgrasantes, de factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 7 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro tenía sobre 20 cm, ambas caras están alisadas. El borde se realizó sencillamente con la parte superior redondeada (fig. 4).

 

Nº 27.- Fragmento de cerámica de color pardo con escasísimos y pequeños desgrasantes; fue realizado de forma manual y cocción mixta; el ancho no pasa de los 7 mm y el diámetro está sobre 20-25 cm; la cara interna está muy rodada y la externa se presenta alisada. El borde se realizó rebajando algo la cara interna y terminándolo superiormente de manera redondeada (fig. 4).

 

Nº 28.-Fragmento de cerámica de color gris, aparentemente sin desgrasante, de factura manual y cocción reductora; tiene de ancho 7 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció estaría entre los 20-25 mm, la superficie de la cara interna está muy rodada y la externa presenta un buen alisado. El borde se realizó rebajando algo la cara externa y redondeando la parte superior (fig. 4).

 

Nº 29.- Fragmento de cerámica de color pardo con pocos y pequeños desgrasantes; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 10 mm y su diámetro debió ser más bien grande, sus caras se terminaron con un buen alisado. El borde se realizó rebajando la cara interna y la parte superior redondeada (fig. 4).

 

Nº 30.-Fragmento de cerámica de color pardo rojizo acompañada de pocos y pequeños desgrasantes; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 9 mm y desconocemos el diámetro del recipiente al que perteneció, sus caras se terminaron bien alisadas. El borde se realizó disminuyendo escasamente la parte superior y redondeándolo (fig. 4).

 

Nº 31.- Fragmento de cerámica de color gris con pocos desgrasantes de tamaño mediano; factura manual y cocción principalmente reductora; tiene de ancho 7 mm y perteneció a un recipiente de unos 10 o 12 cm de diámetro, la terminación de ambas caras es simplemente alisadas. El borde se realizó con la parte superior redondeada (fig. 4).

 

Nº 32.-Fragmento de cerámica de color gris con algunos granos gruesos de desgrasantes; factura manual y cocción reductora; tiene de ancho 7 mm y su diámetro parece que fue grande, las dos caras se presentan alisadas. Se terminó superiormente de forma redondeada (fig. 4).

 

Nº 33.- Fragmento de cerámica de color gris con algunos desgrasantes de mediano tamaño, de factura manual y cocción eminentemente reductora; tiene de ancho unos 8 mm y su diámetro parece que fue grande, las caras se terminaron de forma alisada. Se realizó el borde con un buen afilado desde un par de centímetros (fig. 4).

 

Nº 34.- Fragmento de cerámica de color gris con abundantes y pequeños desgrasantes; factura manual y cocción principalmente reductora; tiene 8 mm de ancho y perteneció a un recipiente cuyo diámetro estaba entre 15 y 20 cm, sus caras se terminaron por alisado. El borde se realizó disminuyendo la pared por ambas caras y redondeando la parte superior (fig. 4).

 

Nº 35.- Fragmento de cerámica de color pardo acompañado de desgrasantes de variado tamaño, su factura es manual y la cocción mixta; tiene de ancho 11 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro tenía entre 20 y 25 cm de diámetro, la cara interior se alisó normalmente y la externa presenta peor acabado. El borde se realizó disminuyendo algo la cara exterior y redondeando la superficie superior (fig. 4).

 

Nº 36.- Fragmento de cerámica de color gris acompañada de escasos desgrasantes de variado tamaño; la factura fue manual y la cocción esencialmente reductora; tiene de ancho 10 mm y perteneció a un recipiente que tenía entre 20 y 25 cm de diámetro, las superficies se terminaron por alisado. El borde se realizó afilando un poco las paredes y redondeando ligeramente la parte superior (fig. 4).

 

Nº 37.- Fragmento de cerámica de color pardo acompañada de desgrasantes de variado tamaño; tuvo una factura manual y su cocción fue mixta; el grueso es de 9 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro desconocemos pero que intuyo fue de más de 20 cm. El borde se realizó redondeando simplemente la parte superior (fig. 4).

 

Nº 38.- Fragmento de cerámica de color gris acompañadas de pequeños desgrasantes; su factura fue manual y la cocción fue esencialmente reductora; tiene de ancho 10 mm y el diámetro del recipiente al que pertenecía era de 15-20 cm, sus caras se terminaron por alisado. El borde se terminó redondeando la superficie superior (fig. 4).

 

Nº 39.- Fragmento de cerámica de color naranja con escasos desgrasantes de mediano tamaño;  factura manual y cocción predominantemente oxidante; tiene de ancho 10 mm y el recipiente  al que perteneció tenía de diámetro entre 25 y 30 cm, la cara interna se terminó bien alisada peor acabado presenta la cara externa. El borde se realizó reduciendo ligeramente el grueso de la pared y redondeando la parte superior (fig. 5).

 

Nº 40.- Fragmento de cerámica de color pardo claro en el interior y castaño en las partes externas acompañado de gruesos desgrasantes; fue realizado con factura manual y cocción irregular; tiene de ancho 11 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro era muy grande, sus caras se terminaron muy bien alisadas. El borde se realizó disminuyendo un poco la parte externa y redondeando la superficie superior (fig. 5).

 

Nº 41.-Fragmento de cerámica de color variado entre pardo y gris con abundantes desgrasantes de tamaño mediano; fue realizado con factura manual y cocción irregular aunque con claro predominio reductor; tiene de ancho 10 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro era muy grande, sus caras se terminaron bien alisadas. El borde se terminó simplemente redondeando la superficie superior (fig. 5).

 

Nº 42.- Fragmento de cerámica de color pardo rojizo acompañado de desgrasantes de mediano tamaño; se realizó con factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 10 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro desconocemos aunque intuimos que era muy grande, su cara interna se terminó alisada, peor acabado muestra la externa. El borde se realizó disminuyendo la pared desde 2 cm y redondeando la superficie superior (fig. 5).

 

Nº 43.- Fragmento de cerámica de color pardo en el exterior y gris en el interior, con pocos desgrasantes de mediano tamaño; su realización fue manual y la cocción irregular,  preferentemente reductora; el ancho de su pared es de 4 mm y el diámetro de 13 cm, la cara interna está muy bien alisada y peor acabado ofrece la cara externa. El borde se realizó disminuyendo escasamente la pared y redondeando la superficie superior (fig. 5).

 

Nº 44.- Fragmento de cerámica de color gris en el interior y pardo rojizo en las caras con numerosos desgrasantes de mediano tamaño; fue realizado en factura manual y cocción irregular; tiene de ancho 12 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció debía tener entre 20 y 25 cm; su cara interna está simplemente alisada estando muy rodada la superficie externa. El borde se realizó redondeando la parte superior (fig. 5).

 

Nº 45.- Fragmento de cerámica de color pardo claro con algunos desgrasantes de mediano tamaño; factura manual y cocción reductora; tiene de ancho 6 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció estaba entre 12 y 18 cm, la cara interior se realizó muy bien alisada y la exterior está simplemente alisada. El borde se hizo disminuyendo algo la pared interna y redondeando la parte superior (fig. 5).

 

Nº 46.- Fragmento de cerámica de color rojizo en la parte interna y pardo claro en la externa con abundante material desgrasante de mediano tamaño; tiene factura manual y la  cocción fue mixta; el ancho de su pared es de  6 mm y perteneció a un recipiente que tenía entre 12 y 18 cm de diámetro, su superficie interna esta algo alisada y la exterior rodada lo que no presenta problema para observa una decoración consistente en siete líneas circulares, separadas entre si unos 4 mm y paralelas al borde, realizadas con la técnica de punto en raya. El borde se realizó disminuyendo algo las paredes y con la superficie superior redondeada y oblicua a la parte interna (fig. 5).

 

Nº 47.- Fragmento de cerámica de color pardo con caras externas claras y acabado a la «almagra» con pocos desgrasantes de tamaño medio; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 11 mm y desconocemos el diámetro del recipiente al que perteneció; ambas caras se alisaron finamente antes de ser pintadas. El borde se realizo con un rebaje de los dos cm superiores de la pared, algo más marcado en la cara externa, la superficie superior redondeada (fig. 5).

 

Nº 48.- Fragmento de cerámica de color pardo-castaño acompañada de algo de desgrasantes de mediano y pequeño tamaño; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 15 mm y su diámetro estaba entre los 35 y 45 cm, su cara interna está muy bien alisada y la externa se acabó con menor esmero. El borde es simplemente la terminación plana  con un engobe o quizás pintura negra. Fue un gran cuenco o plato (fig. 5).

 

Nº 49.- Fragmento de cerámica de color pardo con abundantes desgrasantes de tamaño grande; factura manual y cocción eminentemente reductora; tiene de ancho 13 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro estaba comprendido entre 25 y 35 cm, sus caras se terminaron de manera alisada. El borde superior se terminó de manera plana. Fue un plato o cuenco grande (fig. 5).

 

VASOS

 

Nº 50.- Fragmento de cerámica de color ocre claro en la parte interna y naranja en las caras externas con algunos  desgrasantes de mediano y pequeño tamaño; aparentemente tiene factura manual y cocción preferentemente oxidante; el ancho de sus caras es de 6 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro era de 8 o 10 cm, ambas caras se terminaron muy bien alisadas. El borde se hizo afilando la parte superior y redondeando la cara superior (fig. 5).

 

Nº 51.- Fragmento de cerámica de color pardo-gris con muy escasos desgrasantes de tamaño fino; factura manual y cocción  preferentemente reductora; su cara tiene de ancho 7 mm como máximo y su diámetro estaba en los 10-14 cm, sus caras se terminaron bruñidas. El borde se acabó afilando el extremo superior. El fragmento parece pertenecer a un vaso de forma globular (fig. 5).

 

Nº 52.- Fragmento de cerámica marrón con las caras claras y escasos desgrasantes de pequeño tamaño; factura manual y cocción en atmósfera predominantemente reductora; tiene de ancho 5-6 mm y el recipiente al que perteneció tenía de diámetro 5-7 cm, sus paredes se terminaron con un buen bruñido. El borde se realizó a partir de un cuello doblando al interior desde 3 cm; su parte superior busca la vertical terminando de forma redondeada con pequeño rebaje interior. El recipiente debió ser un vaso hemisférico con pequeño cuello (fig. 5).

 

Nº 53.- Fragmento de cerámica de color pardo con desgrasantes de mediano tamaño y algunos grandes; factura manual y cocción reductora; el ancho de sus caras es de 6-7 mm y el diámetro del recipente  tuvo sobre 12-16 cm de diámetro, sus caras se terminaron por un alisado bastante simple. Se realizó el borde disminuyendo el grosor de la pared y volviéndola ligeramente al exterior; la parte superior se realizó de forma redondeada. Perteneció seguramente a un vaso de forma globular y cuello apuntado (fig. 5).

 

Nº 54.- Fragmento de cerámica de color ocre claro en el interior y  caras naranjas con pocos desgrasantes de pequeño tamaño, de factura manual y cocción preferentemente oxidante; tiene de ancho 6,5 mm y el recipiente al que perteneció tenía unos 8-10 cm de diámetro, sus caras se terminaron bien alisadas aunque la cara externa nos ha llegado bastante rodada. Para conseguir el cuello se dobló la parte superior hacia el interior y  después buscando  la vertical, finalmente se redondeó después de afilar un poco la pared (fig. 5).

 

Nº 55.- Fragmento de cerámica de color marrón con abundante desgrasante de pequeño tamaño; factura manual y cocción mixta; el ancho es de 4 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció tiene un valor desconocido, sus caras se remataron por alisado. El borde se realizó engrosando ligeramente la pared desde 1 cm y redondeando la parte superior con ligera disminución en la cara externa (fig. 5).

 

Nº 56.- Fragmento de cerámica de color marrón claro y caras anaranjadas con algún  desgrasante de tamaños muy grueso y pequeño; factura manual y cocción preferentemente mixta; tiene de ancho 7 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció estaba entre 12 y 15 cm, sus caras se acabaron de manera alisada. El borde se terminó de manera redondeada (fig. 5).

 

Nº 57.- Fragmento de cerámica de color pardo con bastantes desgrasantes de variados tamaños; factura manual y cocción mixta, su ancho oscila entre 3 y 7 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro estaba entre 12 y 18 cm, ambas  caras se terminaron mal alisadas. El borde se realizó de manera afilada por rebaje de la cara interna (fig. 5).

 

Nº  58 .- Fragmento de cerámica de color pardo acompañada de pequeños y medianos desgrasantes; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 6,5 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro estaba entre 12 y 16 cm, las dos caras se terminaron externamente de manera alisada. El borde fue realizado con la parte superior redondeada y la cara interna algo disminuida (fig. 5).

 

Nº 59.- Fragmento de cerámica de color gris con algunos desgrasantes de tamaño grande y pequeño, de factura manual y cocción reductora; tiene de ancho 9,5 mm y el diámetro de recipiente al que perteneció aparenta tener 10-14 cm, sus caras se presentan alisadas. El borde se realizó con la parte exterior algo disminuida y la superficie superior redondeada (fig. 5).

 

Nº 60.- Fragmento de cerámica de color gris con algunos de desgrasantes de pequeño y gran tamaño; su factura es manual y la cocción reductora; el ancho oscila entre 4 y 6 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció estaba comprendido entre 14 y 18 cm, tanto la cara interna como la externa se presentan muy rodadas. El borde se realizó ligeramente vuelto, engrosado y redondeado desde unos 8 mm (fig. 5).

 

Nº 61.- Fragmento de cerámica de color marrón con algunos desgrasantes de pequeño y mediano tamaño; factura manual y cocción predominantemente oxidante; tiene de ancho 7,5 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro  era de 11-15 cm, las dos caras se presentan alisadas. El borde se hizo con la parte superior redondeada (fig. 5).

 

Nº 62.- Fragmento de cerámica de color naranja con algunos de desgrasantes de mediano tamaño; factura manual y cocción oxidante; tiene de ancho 7 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció medía entre 13 y 16 cm , la cara interna se presenta bien alisada y la externa muy bien alisada. El borde se realizó sencillamente por la terminación superior redondeada (fig. 5).

 

nº 63.- Fragmento de cerámica de color pardo-gris muy alterado con abundantes desgrasantes de mediano tamaño; factura manual y cocción predominantemente reductora; por deterioro su ancho oscila entre 4 y 11 mm, tenía un diámetro de 10-14 cm; la cara interna se presenta alisada y la externa muy deteriorada. El borde se consiguió redondeando la parte superior (fig. 5).

 

Nº 64.- Fragmento de cerámica de color gris y pardo con numerosos desgrasantes de mediano tamaño; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 7 mm y desconocemos el diámetro del recipiente al que pertenecía, las caras se presenta alisadas. El borde está ligeramente vuelto al exterior, disminuido  y redondeada su parte superior (fig. 5).

 

Nº 65.- Fragmento de cerámica de color pardo claro, algo rojizo con numerosos desgrasantes de tamaño grande; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 9-10 mm y el diámetro del recipiente al que pertenecía es de 18 cm, sus caras se terminaron de manera alisada. El borde se realizó con la parte superior redondeada (fig. 5).

 

Nº 66.- Fragmento de recipiente de color pardo con algunos de desgrasantes de mediano tamaño; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 7 mm y el diámetro de recipiente estaba entre 24 y 28 cm, sus caras se presentan alisadas. El borde se realizó simplemente con la parte superior plana (fig. 5).

 

Nº 67.- Fragmento de cerámica de color pardo con algunos desgrasantes de tamaño grande y varios medianos; factura manual y cocción mixta; su ancho es de 8 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció era de 20-25 cm, ambas caras se alisaron externamente. El borde se realizó de forma redondeada con ligero abultamiento al exterior (fig. 5).

 

Nº 68.- Fragmento de cerámica de color pardo y gris con abundantes desgrasantes de mediano y pequeño tamaño; factura manual y cocción preferentemente reductora; tiene de ancho 10 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció estaba entre 28 y 32 cm, la cara interna nos ha llegado mal alisada y algo mejor la externa. El borde fue realizado de forma redondeada con rebaje de la parte interna y un ligerísimo abultamiento al exterior marcado de manera muy tenue desde 1 cm (fig. 5).

 

Nº 69.- Fragmento de cerámica de color naranja con escasos desgrasantes de muy pequeño tamaño; factura manual y cocción oxidante; tiene de ancho 7 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció era de unos 16-20 cm, sus caras se presentan alisadas. El borde se realizó de manera redondeada desde 5 mm. Este fragmento presenta una decoración irregular por ungulación en torno a la boca (fig. 5).

 

Nº 70.- Fragmento de cerámica de color naranja con algunos desgrasantes de mediano tamaño y numerosos más pequeños; su factura es manual y la cocción oxidante; tiene de ancho 10 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció estaba comprendido entre 18 y 24 cm, sus caras se presentan mal alisadas. El borde se realizó algo afilado y con la parte superior redondeada. Presenta una decoración por ángulos en torno a la boca (fig. 5).

 

Nº 71.- Fragmento de cerámica de color gris en el interior y naranja oscuro en sus caras con numerosos desgrasantes de mediano tamaño y algunos grandes y medianos; factura manual y cocción irregular; tiene de ancho 11 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció estaba entre 16 y 20 cm, sus superficies se presentan alisadas. El borde se realizó afilando la cara externa desde unos tres cm y con la parte superior redondeada. Este fragmento presenta un pequeño mamelón cerca del filo del borde (fig. 6).

 

Nº 72.- Fragmento de cerámica de color pardo con pequeños y medianos desgrasantes; factura manual y cocción mixta; tiene 8 mm de grueso y el diámetro estaba entre 28 y 32 cm, sus caras están alisadas. El borde se realizó afilando externamente la pared desde 5 mm. Presenta un pequeño mamelón cerca de la boca (fig. 6).

 

Nº 73.- Fragmento de cerámica de color gris, castaño y pardo con abundantes desgrasantes de mediano tamaño; factura manual y cocción irregular; su ancho oscila entre 9 y 11 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció era grande, ambas caras se presentan alisadas. El borde se realizó redondeando la parte superior (fig. 6).

 

Nº 74.- Fragmento de cerámica de color castaño  con abundantes desgrasantes de mediano tamaño y algunos mayores; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 11-12  mm y el diámetro del recipiente al que pertenecía era grande, su cara interna está algo bruñida aunque mayor perfección presenta la externa. El borde se realizó afilando algo al exterior desde unos 8 mm y redondeando la parte superior (fig. 6).

 

Nº 75.- Fragmento de cerámica de color pardo con numerosos desgrasantes de pequeño tamaño y algunos grandes; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 10-15 mm y el diámetro del recipiente al que pertenecía  estaba entre 16 y 20 cm, sus caras se terminaron de manera alisada. El borde se realizó afilando algo sus caras desde 1 cm y redondeando la parte superior (fig. 6).

 

Nº 76.- Fragmento de cerámica de color gris, pardo en la cara exterior, con algún desgrasante de mediano tamaño y muy numerosos más pequeños; factura manual y cocción irregular aunque preferentemente reductora; tiene de ancho 12-14 mm y el recipiente al que pertenecía debía tener de diámetro más de 35 cm, ambas caras se terminaron de manera alisada. El borde se realizó con ligero abultamiento en las dos caras y la parte superior plana (fig. 6).

 

Nº  77.- Fragmento de cerámica de color gris con algún desgrasante de mediano tamaño y numerosos más pequeño; factura manual y cocción reductora; tiene de ancho 13-14 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció debió pasar de los 35 cm, ambas caras se presentan alisadas. El borde se terminó de forma redondeada en la parte superior con algo de rebaje en la cara interna desde 1 cm; la cara externa ofrece una incisión muy superficial en torno al borde y desde esa misma distancia (fig. 6).

 

Nº 78.- Fragmento de cerámica de color gris con numerosos desgrasantes de mediano tamaño acompañados de algunos grandes; factura manual y cocción predominantemente reductora; tiene de ancho sobre 10 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció tenía entre 18 y 24 cm, ambas caras están muy mal alisadas. El cuello está señalado por un estrechamiento y vuelta al exterior de la parte superior de la pared desde unos 5 cm y se acentúa en el último centímetro, la terminación superior es redondeada. Presenta un mamelón situado a unos 6 cm del labio superior (fig. 6).

 

Nº 79  Fragmento de cerámica de color oscilante entre el pardo y el rojo con escasos desgrasantes de pequeño y mediano tamaño, de factura manual y cocción irregular; su ancho oscila entre los 10 y 12 mm, el diámetro del recipiente al que pertenecía era de más de 30 cm, la cara interna está mal alisada y algo mejor la externa. Este fragmento pertenece a un recipiente tendente a tener una forma esférica. El borde está vuelto al exterior desde el último centímetro bajando un poco de la horizontal, su parte superior es redondeada. Tiene una decoración incisa formada por una banda situada a 1 cm del borde y paralela al mismo; ésta contiene cinco líneas, dos superiores y tres inferiores con un espacio intermedio de unos dos cm; en éste se trazaron series alternante de cuatro  tracitos verticales de 4 y 8 mm. La línea inferior de esta banda se ve limitada por una serie de zig-zag que forman con ella triángulos de unos 4 cm de altura, estos se rellenaron de líneas verticales separadas unas de otras un par de milímetros. Pertenece a un recipiente de almacén, posiblemente una tinaja. (fig. 6).

 

Nº 80.- Fragmento de cerámica de color pardo aparentemente sin desgrasantes, de factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 5 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció estaba entre 12 y 16 cm, sus caras están externamente mal alisadas. Este fragmento nos ha llegado sin borde, se observa una incisión gruesa y superficial posiblemente cerca y paralela al mismo (fig. 6).

 

Nº 81.- Fragmento de cerámica de color gris con escasos desgrasantes de mediano tamaño; factura manual y cocción reductora; tiene de ancho 5-6 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció debía ser pequeño, la cara interna esta muy bien alisada y la externa se terminó con mayor simpleza. El fragmento no presenta borde pero por la curvatura se puede afirmar  que es un pequeño recipiente con un cuello bien marcado (fig. 6).

 

 

FRAGMENTOS CAMPANIFORMES

 

Nº 82.- Fragmento de cerámica de color gris y pardo en su cara externa con numerosos desgrasantes de pequeño tamaño; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 3 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció era  de 20 a 25 cm, sus caras están bien alisadas. El borde se realizó afilando y redondeando la parte superior de sus caras. La decoración ofrece una banda formada por tres circunferencias horizontales próxima al labio; bajo ella comienza otra formada por tres líneas en zig-zag, de éstas, la superior es un inciso muy superficial y lleno de tracitos verticales, todo ello muy borroso. Este fragmento presenta también una línea igualmente incisa en la parte inferior. Esta decoración es campaniforme Ciempozuelos (fig. 7).

 

Nº 83.- Fragmento de cerámica de color gris acompañada de algún desgrasante de mediano tamaño y numerosos pequeños, de factura manual y cocción reductora; tiene de ancho 7 mm y perteneció a un recipiente que tenía un gran diámetro, la cara interna nos ha llegado rodada y la externa alisada . Desconocemos la forma del borde. Su decoración puntillada está formada por una banda de tres circunferencias horizontales; una línea superior en zig-zag inmediatamente por la parte de arriba e inferiormente otra semejante pero con los zig-zag más extendidos (fig. 7) .

 

Nº 84.- Fragmento de cerámica de color pardo con algunos desgrasantes de pequeño tamaño; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 5 mm y no sabemos la medida del diámetro del recipiente al que pertenecía, sus caras se acabaron por alisado. Desconocemos la forma del borde.  Ofrece parte de una decoración puntillada a base de dos ángulos, posible banda en doble zig-zag, y en la parte superior cinco tracitos verticales (fig. 7).

 

Nº 85.- Fragmento de cerámica de color pardo en el interior y naranja en el exterior, aparentemente sin desgrasantes, de factura manual y cocción predominantemente oxidante; presenta un ancho de 5 mm y el diámetro del recipiente al que perteneció nos es desconocido, sus caras se presentan alisadas.  Se desconoce la forma de su borde. Su decoración por incisión presenta una serie de cinco bandas paralelas formadas por cuatro circunferencias (fig. 7).

 

Nº 86.- Fragmento de cerámica de color gris con numerosos desgrasante de mediano tamaño; factura manual y cocción reductora; tiene un ancho de 5-6 mm y se desconoce el diámetro del recipiente al que perteneció, su  cara interna se presenta alisada y la externa algo rodada. Desconocemos la forma del borde.  Se observa una decoración puntillada formada por una banda de seis circunferencias y un zig-zag superior (fig. 7).

 

Nº 87.- Fragmento de cerámica de color gris con algunos desgrasantes de mediano tamaño; factura manual y cocción reductora; tiene su pared un ancho de 11 mm y se desconoce su diámetro, sus caras se alisaron. Desconocemos la forma del borde.  En cuanto a su decoración se observa una banda formada por cuatro circunferencias horizontales realizadas por puntillado (fig. 7).

 

Nº 88.-  Fragmento de cerámica de color castaño con numerosos desgrasantes de pequeño tamaño; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho entre 5 y 10 mm, se desconoce el diámetro del recipiente al que perteneció, sus caras se alisaron. Se desconoce la forma de su borde. Su decoración consta de una banda formada por tres circunferencias horizontales por puntillado (fig. 7).

 

Nº 89.- Fragmento de cerámica de color pardo y gris en la cara interna con algunos desgrasantes de gran tamaño y numerosos finos; factura manual y cocción mixta; tiene un ancho de 8 mm y se desconoce su diámetro, la cara interna se terminó con un buen espatulado y la externa se alisó. Desconocemos la forma del borde superior. En su decoración puntillada se observa una banda formada por cuatro circunferencias horizontales y paralelas (fig. 7).

 

Nº 90.- Fragmento de cerámica de color pardo con algúnos desgrasantes de pequeño tamaño; factura manual  y cocción mixta; tiene de ancho 3 mm y desconocemos la medida del diámetro del recipiente al que perteneció, sus caras se terminaron de manera alisada. Se desconoce la forma del borde. Se observa una decoración puntillada formada por un zig-zag superior e inferiormente dos líneas circulares (fig. 7).

 

Nº 91.- Fragmento de cerámica de color gris -pardo en la cara externa-, con numerosos y pequeños desgrasantes; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 3 mm y perteneció a un recipiente cuyo diámetro desconocemos, sus dos caras se presentan externamente alisadas. Desconocemos la forma del borde. Su decoración ofrece dos franjas alternantes con otra lisa, la superior ofrece líneas oblicuas y paralelas y la inferior un reticulado; la técnica empleada es el puntillado (fig. 7).

 

Nº 92.- Fragmento de cerámica de color pardo en la parte interna y rojizo en las caras, se observan algunos desgrasantes de tamaño pequeño; su factura es manual y la cocción fue mixta; tiene de ancho 5 mm y desconocemos la medida de su diámetro, las caras se terminaron de manera alisada. Se desconoce la forma del borde. Su decoración consta de dos líneas incisas, bastante gruesas, en zig-zag paralelos (fig. 7).

 

Nº 93.- Fragmento de cerámica de color pardo siendo algo más claro en la cara interna con algúnos desgrasantes de mediano tamaño y numerosos más pequeños; fue realizado  de manera manual siendo su cocción mixta; tiene un ancho de 7 mm y se desconoce su diámetro, las caras se terminaron de manera alisada. Su decoración está formada por los restos de una banda formada por siete circunferencias horizontales y realizadas con la técnica del puntillado (fig. 7).

 

Nº 94.- Fragmento de cerámica de color gris en el interior y pardo en sus caras, aparentemente sin desgrasantes; factura manual y cocción preferentemente reductora; tiene de ancho 6 mm y se desconoce su diámetro, las dos caras se terminaron por alisado. No sabemos la forma del borde. La decoración que nos ha llegado esta formada por una banda de al menos tres líneas circulares y paralelas al borde y un zig-zag inferior (fig. 7).

 

Nº 95.- Fragmento de cerámica de color pardo con numerosos desgrasantes de pequeño tamaño; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 6 mm y se desconoce su diámetro, sus caras se terminaron de manera alisada. Desconocemos igualmente su borde. Consta su decoración de cinco líneas circulares y paralelas, como siempre muy próximas; las dos superiores en zig-zag y las tres inferiores horizontales (fig. 7).

 

Nº 96.- Fragmento de cerámica de color pardo en el que no se observan desgrasantes, de factura manual y cocción mixta; tiene de ancho de 7 a 9 mm y se desconoce su diámetro, las dos caras se terminaron muy bien alisadas especialmente la interna. Desconocemos la forma del borde. Su decoración presenta tres bandas: una  puntillada superior formada por tres circunferencias horizontales; centralmente otra lisa e inferiormente una más compuesta por cinco líneas paralelas formadas en zig-zag. Se observan restos de pasta blanca (fig. 8).

 

Nº 97 Fragmento de cerámica de color gris y pardo claro en la cara interna, no se observan desgrasantes; su factura fue manual y la cocción mixta; tiene de ancho 5 mm y se desconoce su diámetro, ambas caras se acabaron de manera alisada. Se desconoce la forma del borde. Su decoración está formada por una línea incisa horizontal e inmediatamente bajo ella seis puntos horizontales (fig. 8).

 

Nº 98.- Fragmento de cerámica de color pardo y gris en la cara interna con algunos desgrasantes gruesos y numerosos pequeños; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho unos 5 mm y se desconoce su diámetro, sus caras se terminaron de manera alisada -la externa nos ha llegado rodada-. Desconocemos la forma del borde. Su decoración se realizó con una serie de cuatro líneas incisas y convergentes, las más internas forman un ángulo agudo (fig. 8).

 

Nº 99.- Fragmento de cerámica de color pardo en el interior y algo más claro en sus caras,  con numerosos y medianos desgrasantes, de factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 11 mm y su diámetro nos es desconocido, las dos caras se presentan alisadas. Su borde se realizó rebajando la parte alta de la cara interna y redondeando la parte superior. La decoración que nos ha llegado consta de dos líneas puntilladas horizontales (fig. 8).

 

Nº 100.- Fragmento de cerámica de color pardo, algo más claro en la cara interna, no se observan desgrasantes; su factura es manual y la cocción es mixta y su diámetro nos es desconocido, ambas caras se terminaron de manera alisada. Se desconoce la forma del borde. Este fragmento nos ha llegado muy rodado y solamente nos ofrece dos líneas puntilladas y horizontales (fig. 8).

 

 Nº 101.- Fragmento de cerámica de color pardo con escasos desgrasantes de pequeño tamaño; factura manual y cocción mixta; tiene de ancho 6 mm y se desconoce el diámetro del recipiente al que perteneció, sus caras se terminaron de manera alisada decorándose la parte externa; el fragmento presenta tres bandas: una superior, puntillada, formada por tres circunferencias horizontales; en los 29 mm de la banda central se realizaron por incisión cuatro líneas en zigzag circulares y paralelas al borde denotando con ello un perfecto dominio del espacio; en la banda inferior fueron trazadas cuatro circunferencias igualmente puntilladas (fig. 8).

 

CERAMICA A LA ALMAGRA

 

Nº 102.- Fragmento de cerámica de color gris con algún desgrasante muy pequeño; factura manual y cocción reductora; tiene de ancho 8 mm y se desconoce el diámetro del recipiente al que perteneció, su cara interna se presenta muy deteriorada y la externa se pinto a la almagra. El borde del cuenco se realizó afilando la pared lateral desde un par de centímetros y se remató de forma redondeada (fig. 8).

 

 

INDUSTRIA OSEA

 

Nº 103.- Fragmento de hueso tendente a la forma prismática triangular -posible costilla-, de 55  X 15 X 10 mm, fue decorado en su cara menor por una serie de incisiones de 9 mm, alternativamente horizontales e inclinadas hacia el lado izquierdo (fig. 8).

 

INDUSTRIA LITICA

 

     Se caracteriza por su escasez y poca definición formal lo que traduce aparentemente una corta personalidad en este sentido.

 

Nº 104.- Lasca de forma irregular, color negro brillante. Parece ser un fragmento de un bello cuchillo trapezoidal (fig. 8).

 

Nº 105.- Lasca de cuarzo blanco tendente a la forma triangular rectangular con un cateto dentado por retoque de una de sus caras (fig. 8).

 

Nº 106.- Canto rodado en forma de esfera de cuarcita de 43 mm de diámetro (fig. 8).

 

Nº 107.- Fragmento de canto rodado de cuarcita de 68 mm de alto; presenta forma de pico aunque no tenemos testimonio de su utilización como tal (fig. 8).

 

Nº 108.- Fragmento de canto rodado de cuarcita de 77 mm de alto; presenta forma de pico aunque no sabemos si fue utilizado (fig. 8).

 

 

 

CAZOLETAS

 

      Los volúmenes de granito más significativos, cercanos al poblado, ofrecen en algunas superficies de su base numerosas cazoletas cuyos dibujos ofrezco en las figuras 9, 10 y 11 . Estos grabados acompañan algunos  poblados de  nuestra Comunidad de cultura semejante aunque  no hay publicación alguna sobre ellos. Parece ser que no tienen una cronología muy definida; en nuestro caso veremos que no son propias del Calcolítico pleno y si pueden serlo de sus inicios o finales ( 1).

 

    Las cazoletas fueron realizadas en cuatro espacios distintos siendo el común de ellos el estar protegidos de manera aviserada por los grandes bolos de  granito que forman pequeños abrigos o covachas destacando  por su aspecto caprichoso, su volumen etc.

 

    El soporte sobre el que se realizaron es de granito con una variedad muy granulosa, dura y bastante compacta. El primero de ellos, grupo A, está situado en el W del poblado a unos 200 pasos; la superficie sobre la que se asienta ofrece una clara fragmentación en la parte N lo que nos hace suponer que el conjunto de cazoletas no nos ha llegado completo. Este  está formado unicamente por cuatro cazoletas de profundidad y tamaño diferentes. La nº 1 tiene de diámetro 80 mm y 20 mm de profundidad; la nº 2, 75 mm x 12 mm; la nº 3, 57 mm x 15 mm y la nº 4,  55 mm x 10 mm, todas situadas de manera más o menos paralela al racheado límite de la fragmentación (fig. 11).

 

     El segundo grupo es el B, se situó en una superficie  bajo otro enorme bolo  que se encuentra  90 pasos al N del poblamiento, en este caso las cazoletas parecen estar completas aunque la erosión pueda haber terminado con algunas; el conjunto lo forman 69 unidades habiendo significativas diferencias entre ellas. La más llamativa ocupa la parte  alta de la superficie que tiene una ligera inclinación; tiene de dimensiones 65 mm x 25 mm y presenta un perfecto acabado interno gozando el granito de un fino pulido. Solamente dos cazoletas están situadas más al S de la enumerada, que parece ser la principal por los motivos apuntados; el resto se extiende por la parte situada al N y NW como puede apreciarse en el dibujo de la figura 10; sus dimensiones son de 35-50 mm X 0.5-25 mm. Todas las cazoletas se agrupan pareciendo formas estelares aunque sin aparente relación con las constelaciones actuales (fig. 9).

 

     Los grupos 3º y 4º, grupos C y D, se observan en dos superficies bajo el mayor bolo granítico de esta zona que está situado unos 85 pasos al E del reseñado anteriormente. La enorme roca se encuentra sostenida caprichosamente en tres lugares dejando bajo ella un espacio hueco muy propicio para ser aprovechado como pequeño hábitat, al parecer no fue así ya que no se observan restos significativos en sus inmediaciones. Esta enorme roca rezuma agua inferiormente durante algunos días posteriormente a haber llovido observándose algunas grietas hacia el N que terminarán arruinándola. Para realizar los grupos de cazoletas se eligieron dos rocas de la base en granito bastante granuloso; la situada a la izquierda tiene 19; dos de ellas son doble; otras dos son algo mayores 60 mm X 20 mm, y están situadas al N y E del grupo; la última de la izquierda -en sentido N- es claramente de inferior tamaño, 35 mm x 10 mm; el resto presenta unas dimensiones semejantes comprendidas entre 45-50 mm x 10-15 mm (fig. 11).

 

     El cuarto grupo se realizó sobre otra superficie rocosa situada a la derecha del mismo covacho; está formado por 43 cazoletas;  hay una muy pequeña de sólo 30 mm x 10 m; el resto tiene unas dimensiones comprendidas entre 40-80 mm x 10-35 mm. En este último conjunto aparecen las cazoletas en grupos mejor definidos por existir un mayor distanciamiento entre ellos. Algo separadas del grupo anterior, hacia el S se distingue un subconjunto de 9 cazoletas (fig. 10).

 

    En la parte N del interior del poblado se hicieron tres orificios cilíndricos en la roca del suelo, de unos 25 cm de ancho por 30 de profundidad, que debieron ser utilizados como morteros para machacar, triturar e incluso moler. Su corto número indica cierto colectivismo en su uso.

 

 

CONCLUSIONES

 

    Los fragmentos del 1 al 7 pertenecen a un tipo de vasijas denominadas cazuelas  carenadas; por sus diámetros, casi siempre grandes, deducimos que eran recipientes de uso común bien para la presentación de los alimentos y su posterior distribución en otros más pequeños como puedan ser los cuencos. La poca altura que poseen estos recipientes ha hecho que sean considerados como verdaderas paelleras, nombre con el que también son conocidos, pudiendo realizarse en ellos un buen número de platos cocinados generalmente a fuego lento. También puede utilizarse como recipiente de pequeño almacenamiento, tueste, secado, etc. La manufactura y acabado nos habla de su pertenencia a una vajilla modesta pero cuidada, posiblemente de uso cotidiano.

 

    Su  número aunque escaso es muy  significativo ya que constituyen un tipo de recipiente común en numerosos poblados del SW. En el espacio provincial están presentes en la sierra de La Pepa, La Cumbre, Cáceres ( 2), en Los Barruecos de Malpartida de Cáceres, Cáceres ( 3), faltando en el Campo Arañuelo y La Jara cacereña     ( 4). Su uso tampoco está generalizado entre los poblados de la provincia de Badajoz estando presentes en los poblados de Araya, Sta Engracia, Camino de Meriendas, Carrascalejo y El Lobo ( 5); todos ellos englobados en una cultura más amplia imperante , como antes se dijo, en el SW peninsular de la que uno de los poblados conocidos más representativos es posiblemente el de Papas Uvas en Huelva ( 6).

 

      Por los  estratos inferiores de Zambujal, en los que aparecen cazuelas carenadas, sabemos con certeza que sus comienzos fueron muy prematuros, antes quizás del tercer milenio a. C., tendiendo a finalizar su uso en torno al 2.600-2.500 a. C. ( 7). Pero además se conservan dos fragmentos de cerámica a la almagra, nº 47 y 102, y uno decorado con punto y raya -fig 8, nº 46-, los tres de claro apogeo tardo neolítico, por lo que la filiación temprana, Neolítico final-Calcolítico inicial, de todas estas cerámicas ofrece escasas dudas.

 

    Los cuencos, casi todos de diámetro inferior a 25-30 cm, nos indican que son de uso individual a excepción de los fragmentos representados en los nº 48 y 49 -el primero con pintura negra en su borde- y un excelente acabado interior que pertenecen a grandes platos de un diámetro mayor, ambos parecen más propios del Calcolítico medio y están  presentes en el poblamiento del Acebuche, ya enumerado; su fragmento número 8 corresponde al borde almendrado de un gran plato con un tipo  de pintura semejante al ahora reseñado con el número 48. Por otra parte el fragmento número 2 de aquel poblado es formalmente semejante al número 48 de aquí. Es decir, aunque en corto número, hay correspondencias culturales que nos indican claramente el cambio de hábitat a la parte alta a comienzos del Calcolítico pleno.

 

    Todos los cuencos son recipientes de uso general por lo que resulta muy difícil asegurar por ellos la cronología del poblado; sus acabados, en general algo más toscos, denotan igualmente su pertenencia a una vajilla de uso cotidiano.

   

   Los vasos como los cuencos no suelen señalar con claridad una cronología, los observados en este poblado presentan dentro de la unidad de su forma una gran variedad. Hay dos fragmentos -51 y 52-, que presentan un buen bruñido en pastas bastante cuidadas, aunque la cocción del número 51 parece ser muy buena, la del 52 no lo es tanto; ambos hubieron ser objetos de cierta estima. Pese a la pequeñez de los fragmentos, la mayoría pertenecen a vasos de forma redondeada, globulares. Los números 50, 51, 56, 58, 59, 61, 62, 64, 65, 66, 68, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76,77, y 79 no tienen cuello, ni siquiera su inicio, mientras que en los 52, 53, 54,  55, 60, 67 y 78 se observa más o menos desarrollada la estrechez correspondiente; el resto, por su deterioro, no permite clasificarlos debidamente. Unicamente los números 78 y 79 de la fig. 6, nos informan de verdaderos recipientes de almacén y ambos parecen señalar épocas tardías quizás muy próximas a la Edad del Bronce.

                                         

    Ya he reseñado la importancia de la decoración de Boquique -punto en raya- de la forma 46, fig.8, para datar los comienzos del poblado hacia el Neolítico final. Hay también un corto número de vasos globulares, nº 69 y 70, que aparecen decorados con una  serie pequeña de motivos incisos muy populares y por ello comunes a diversas  épocas; fueron realizados a base de ungulaciones logrando formas circulares paralelas a la boca y muy cerca de ella; estos poco pueden aportar a fijar cronologías generales aunque si pueden contribuir a  comparaciones de unos poblados con otros dentro del área que ahora estudiamos para buscar semejanzas tendentes a igualar o separar  fenómenos sociales, culturales etc.

 

   Resultado diferente ofrecen los fragmentos procedentes de vasos campaniformes que contribuyen a fijar una cronología firme en cuanto a su aparición y posterior abandono, esto debió coincidir con el fin de la habitabilidad de este poblamiento. Este tipo de cerámicas está representado por las formas número 82, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 98, 99, 100 y 101. Dentro de la clasificación que de ellas se hace -Marítimo, Palmela y Ciempozuelos-, solamente los números 82 -Ciempozuelos- y 91 -Marítimo- ofrecen una pureza técnica y decorativa para poder ser debidamente agrupadas, el resto de las decoraciones de esos fragmentos, la mayoría también por su pequeñez, me obliga a clasificarlos como híbridos de las diferentes tipologías.

 

  Fragmentos campaniformes se encuentran también en el batolito de Plasenzuela, en el poblamiento del cerro de La Horca, prácticamente de todas las tipologías ( 8); también he observado un fragmento de cuenco campaniforme inciso, rellenado de pasta blanca en la superficie del «Fortín» cercano al poblamiento del Castillejo  por lo que hay que suponer que éste debe poseer dicha cerámica de finales del Calcolítico si bien los estudios que hay sobre el mismo no  reseñan nada semejante ( 9). En Los Barruecos de Malpartida de Cáceres apareció el campaniforme marítimo en los niveles superficiales prehistóricos (10). Desconozco si en la parte de Valencia de Alcántara apareció ésta cerámica en el poblado del Jardinero debido a la poca divulgación que su excavación ha tenido. En los numerosos poblamientos de la Jara cacereña y Campo Arañuelo, no aparece este tipo de cerámica aunque si está presente en  enterramiento -solo en el famoso dolmen de Guadalperal, Peraleda de la Mata, Cáceres (11)-.

 

    Entre los poblamientos de la provincia de Badajoz, en su zona central cercana a Mérida encontramos fragmentos semejantes en La Pijotilla,  Badajoz; La Palacina, Alange; y una presencia superficial de tipo testimonial avalada por escasos fragmentos  en Vista Alegre y Los Corvos en Villagonzalo; El Apeadero, Zarza de Alange. En la zona de Llerena se observan en Huerta de Dios, Casas de Reina; El Pedrosillo, Llerena; Cerro Cabril, Valencia de las Torres y Los Palacios en Valverde de Llerena (12). De los 71 yacimientos calcolíticos localizados en la provincia de Badajoz solamente nueve o diez tienen cerámica campaniforme que, por sus esmeradas características debían ser  un producto de lujo en esta época; de esos nueve o diez poblados siete u ocho tienen una presencia testimonial con uno o dos fragmentos en superficie. De los que tienen buena presencia de campaniforme sólo dos están en el Guadiana medio, el gran poblado de La Pijotilla, de más de dos km de diámetro -parcialmente arrasado en el verano de l996 por el trazado del gaseoducto (13)-, y el más modesto de La Palacina. Por lo tanto nuestro asentamiento, junto con el cerro de La Horca en Plasenzuela tiene unas características, al menos de pervivencia, que les une a los más impotantes yacimientos de finales del Calcolítico peninsular como puedan ser Los Millares, Santa Fé de Mondujar,  Almería;  Valencina de la Concepción, Sevilla;  Zambujal, Torres Vedras, Portugal, etc. Es en la época final de estos grandes poblados cuando el nuestro también parece agonizar;  en ella parece que la mayoría de esos setenta y un poblamientos de la provincia de Badajoz ya habían dejado de estar habitados ya que sus cerámicas no evolucionaron y parecen detenerse en momentos precampaniformes. Cabe reseñar la ausencia de cerámicas repujadas en nuestros poblamientos -cronológicamente le correspondería al Acebuche- presentes en los coetáneos de la sierra de Plasenzuela (14), La Pijotilla (15) y en La Jara cacereña (16).

 

     La escasez de objetos procedentes de la industria o sea y lítica poco puede aportar ya que son objetos que se utilizan durante largo tiempo en algunos yacimientos dando la impresión que cada grupo humano buscaba solucionar sus problemas cotidianos mediante una forma determinada a veces incluso muy elemental cual es el caso de las puntas de cuarcita que la proximidad del río Magasca surtiría de estos útiles de apariencia tan tosca y primitiva; semejante cuestión ocurrió en el poblado del Lobo en un ambiente cultural del Calcolítico pleno (17) e incluso en la solana del castillo de Alange de la época del Bronce (18).

 

    En cuanto a las cazoletas poco se puede decir en lo referente a sus contenidos, ni tan siquiera su filiación a una determinada cultura ya que son comunes a diferentes poblaciones en épocas muy diversas. Una tríada de ellas se encuentra en nuestro campo de S. Juan, en la parte S del edificio correspondiente al mercado regional de ganados; otras son fácilmente visibles en la parte  alta de la sierra de Sta Cruz, Sta Cruz de la Sierra, Cáceres. También se asocian a algunos poblados de La Jara cacereña como los de Navaluenga y el Castillo; falta su reseña en los trabajos de la sierra de Plasenzuela, Malpartida de Cáceres y Valencia de Alcántara. Igualmente están ausentes en las descripciones de los materiales correspondientes a los poblados de la provincia de Badajoz que cito a lo largo de este estudio. De ello se deduce que su valoración ha debido ser oscilante aunque conocidos sus contenidos durante largo tiempo, tal vez hasta época medieval; hoy no nos queda ningún vestigio para saber sus fondos.

 

    Con la anterior panorámica la cronología del Avión estaría comprendida entre un Neolítico final-Calcolítico inicial representado esencialmente por el fragmento de punto en raya, las decoradas a la almagra y los fragmentos de cazuelas carenadas con una fechas de comienzo en torno al 3000 a. de C. y un término del 2600-2500 a. de C.; es manifiesta la ausencia de cerámicas que representen al Calcolítico pleno por lo que debemos admitir su despoblamiento entre estas fechas y el 2000 a. de C.  Renace de nuevo más o menos a partir del -2000, en los finales del Calcolítico -época campaniforme-. Posiblemente pervivió un poco durante el Bronce;  la existencia, aunque escasa, de grandes recipientes de almacén, ver los nº 78 y 79, y sobre todo la decoración de este último que parece una decoración tipo Ciempozuelos aplicado a recipientes no campaniformes parece apuntar una época tardía, no pudiendo dar fechas aproximadas para esta finalización pero que debió ser anterior al 1500 a. de C.

 

BIBLIOGRAFIA

 

( 1) González Cordero A. y Quijada González D. (1991): Los orígenes del Campo Arañuelo y La Jara Cacereña y su integración en la Prehistoria Regional, pág 148 y 149. Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata, Cáceres.

 

( 2) González Cordero A., Castillo Castillo J. y Hernández López M. (1991): La secuencia estratigráfica en los yacimientos calcolíticos del área de Plasenzuela (Cáceres). E. A. II, pág 20. Consejería de Educación y Cultura  de la Junta de Extremadura y Universidad de Extremadura.

 

( 3) Sauceda Pizarro M. I. (1991) : La secuencia cultural de «Los Barruecos». Malpartida de Cáceres. Cáceres. E. A. II, pág 34.  Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Extremadura. Universidad de Extremadura.

 

( 4) González Cordero A. y Quijada González D. (1991): Obr. cit., pág 126.

 

( 5) Enríquez Navascués J. J. (1990): El Calcolítico o Edad del Cobre en la cuenca extremeña del Guadiana: Los poblados., pág 194. Museo Arqueológico Provincial de Badajoz. Publicaciones 2. 

 

( 6) Martín de la Cruz J. C. (1985): Papas Uvas I, Aljaraque, Huelva. Campaña 76-79. E. A. E. 136, pág 183.

 

( 7) Enriquez Navascués J. J. (1990): Obr. cit., pág 192.

 

( 8) González Cordero A., de Alvarado Gonzalo M., Municio González L. y Piñón Varela F. (1988): El poblado del cerro de la Horca (Plasenzuela, Cáceres). Datos para la secuencia del Neolítico tardío y la Edad del Cobre en la Alta Extremadura. T. P. 45.

 

( 9) González Cordero A. y otros (1988): Obr. cit.

 

(10) Sauceda Pizarro M. I. (1991):Obr. cit.

 

(11) González Cordero A. y Quijada González D. (1991): Obr. cit., pág 81.

 

(12) Enríquez Navascués J. J. (1990): Obr. cit., pág 187 y ss.

 

(13) Aroca J. L. (1996): Diario Hoy, 20-8-96.

 

(14) González Cordero A. y otros (1991): Obr. cit., pág 19.

 

(15) González Cordero A. y otros (1988): Obr. cit., pág 98.

 

(16) González Cordero A. y Quijada González D. (1991): Obr. cit., pág.

 

 

 

 

    

 

 

 

 

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