Sep 222013
 

ACTOS CELEBRADOS

Día 27 de septiembre

Hora 20,30 Salón de Sesiones del Excmo. Ayuntamiento.

Apertura de los coloquios

Palabras del Presidente del Centro de Iniciativas y Turismo D. Agustín Villanueva Blanco.

Salutación del Sr. Alcalde de Trujillo, D. Jacinto de Tapia García.

Algunas consideraciones del P. Crescencio Palomo Iglesias sobre orientación de los Coloquios.

Presentaron trabajos:

D. Alfonso Naharro Riera «Grabados prehistóricos en la Comarca de Trujillo».

D. Ramón Núñez «Fundaciones benéficas trujillanas, siglo XX».

Día 28, sábado

Hora 10,00 Biblioteca Municipal: Sesión de trabajo.

Intervienen:

D. Narciso Sánchez Morales «Tanatodoxia Hispana».

D. Valentín Soria Sánchez «Nuevos hallazgos arqueológicos en Extremadura».

P. Crescencio Palomo Iglesias «Un nuevo Santo extremeño»: Beato Juan Macías.

D. Carmelo Solís Rodríguez «El desaparecido retablo de Puebla de la Calzada», obra de Morales.

D. Xavier de Salas, Director del Museo del Prado, toma parte en el coloquio comentando brevemente algunos puntos de la obra de Morales.

Hora 17,00 Biblioteca Municipal: Sesión de trabajo.

Se da lectura a los siguientes:

D. Manuel Rubio Andrada «Estudio de las pinturas esquemáticas de la Cueva Larga del Pradillo en Trujillo».

D. Teodoro Fernández Sánchez «Treinta y siete sacerdotes que rigieron la Parroquia de Sta. María de Cáceres». «Gran matemático y fecundo poeta, Arsenio Gallego Hernández.»

D. Carlos Callejo Serrano «El extraño sino de la Ermita de la Berrocosa en Jarandilla».

D. Carmelo Solís Rodríguez «Apuntes para la Historia del Órgano en Extremadura».

D. Elías Diéguez Luengo «Cómo Trujillo respondió al Alcalde de Móstoles».

D. José Lozano Ramos «Extremadura y especialmente Trujillo en la Guerra de la Independendia».

D. Juan Antonio Muñoz Gallardo «Apuntes históricos de la Sede Metropolitana de Mérida».

D. Eleuterio Sánchez Alegría «Delegación de Amigos de Guadalupe en Trujillo. Su ilustre promotora Gregoria Collado».

D. Ángel Paule Rubio «Dios Padre y su fiesta».

Fray Patricio Guerín Betts, O. C. S. O. «Un obispo benedictino de Badajoz».

Se presentan «Indices» onomástico y cronológico de la obra de D. Juan Tena Fernández; «Trujillo Histórico y Monumental», por  D. José Mª Muñoz Claro y D. José Lozano Ramos, respectivamente.

Termina la Sesión con unas palabras de D. Manuel Sanabria Escudero, Alcalde de Mérida, sobre el Bimilenario de su Ciudad.

Día 29, domingo

Hora 9,30 Excursión a las Villuercas, por los valles del Almonte, Santa Lucía, Ruecas y Berzocana, visitando las localidades del trayecto.

14,30 Comida ofrecida por el Centro Iniciativas y Turismo en Berzocana.

17,00 Sesión de clausura.

Intervienen:

D. José Mª Muñoz Claro «Notas para un estudio sobre la evolución del nombre y el casco urbano de Trujillo».

D. Carmelo Solís Rodríguez «Noticias inéditas sobre el Trujillo de hacia 1.500».

D. Narciso Sánchez Morales pronuncia unas palabras de clausura.

19,00 Visita a la Villa de Berzocana y regreso a Trujillo.

Sep 222013
 

Alvárez Ruiz, Fernándo: «Trujillo y la Orden Agustiniana»

Bueno Rocha, José: «La primera evangelización de Extremadura»

Fernández Serrano, Francisco: «Las escuelas de Cristo en Extremadura»

Fernández Serrano, Francisco: «Prehistoriografía trujillana. Trujillo en la Historia y Anales de Fray Alonso Fernández O.F.S.»

Guerín Betts, Patricio: «D. Pedro Gómez de la Torre, Obispo de Plasencia»

Moreno Lázaro, Juan: «Guía turística de Trujillo»

Muñoz Gallardo, Juan Antonio: «Fray Alonso Mateos de Torres y Tapias»

Muñoz Gallardo, Juan Antonio: «Caminos de Santiago en Gascuña en el siglo XIII»

Naharro y Riera, Alfonso: «Culturas célticas en Extremadura»

Núñez Martín, Ramón: «Alguna personalidades trujillanas del siglo XVI»

Palomo Iglesias, Crescencio: «Convento de Santa Catalina en Aldea Nueva de la Vera»

Paule Rubio, Angel: «Yo tambien fui quinto»

Rodríguez Cerezo, Josefa: «Doña Catalina Arroyo, una precursora»

Sánchez Alegría, Eleuterio: «Por qué se prefirió Yuste para residencia de Carlos V»

Sánchez Morales, Narciso: «El centrismo jerónimo hoy»

Sánchez Rodilla, Magdalena: «Mujeres en la guerra de la Independencia en Extremadura»

Solís Rodríguez, Carmelo: «El Monasterio de religiosas de Santa María y de la Magdalena»

Soria Sánchez, Valentín: «Noticias arqueológicas recientes de Extremadura»

Soria Sánchez, Valentín: «Noticias de Monasterios en los archivos de Casa Tejada, Collado y Tejeda»

Sep 222013
 

Álvarez Ruíz, Fernando: «Una Piedad de Gregorio Hernández»

Bueno Rocha, José: «La cuestión del obispo Nepopis de Mérida»

Bueno Rocha, José: «Sepulturas pétreas en Los Arenales de Cáceres»

Fernández Serrano Francisco: «La religiosidad del Doctor Sorapán yRieros»

Fernández Serrano, Francisco: «El doctorado teológico del historiador Solan de Figueroa»

González Ramos, Vicente: «El obispo Fray Francisco Barbado Viejo»

Guerín Betts, Patricio: «Los obispos cistercienses de Badajoz»

Jiménez Priego, Mª Teresa: «Documentos de la Colegiata de Zafra»

Martín Vizcaíno, José: «La Cofradía de la Virgen del Puerto en Madrid»

Muñoz Gallardo, Juan Antonio: «Apuntes históricos de la sede Metropolitana de Mérida»

Muñoz Gallardo, Juan Antonio: «Biografía de D. Vicente Barrantes Moreno»

Núñez Martín, Ramón: «D. Juan Tena, Hijo Ilustre de Trujillo»

Paule Rubio, Ángel: «Villanueva de la Sierra y la primera fiesta del árbol»

Rodríguez Amores, Lorenzo: «Un pueblo trujillano: Navalvillar de Pela»

Sánchez Alegría, Eleuterio: «El ascetismo español, factor decisivo en la retirada de Carlos V a Yuste»

Sánchez Morales, Narciso: «Los desiertos carmelitanos. San José de las Batuecas»

Soria Sánchez, Valentín: «Monjes y Monasterios de Jarandilla»

Sep 222013
 

TRUJILLO (Santa Cruz de la Sierra, Guadalupe). 1971 DÍAS: 30 septiembre – 1, 2 y 3 de octubre  ORGANIZA: Centro de Iniciativas y Turismo de Trujillo PATROCINA: Dirección General de Promoción del Turismo

TRABAJOS PRESENTADOS:

1.- El Convento de la Encarnación de Trujillo. – J. Moreno Lázaro.

2.- La muerte en Extremadura – en Coria – del teatino padre Jerónimo Abarrátegui. – A. Veny Ballester.

3.- Historia, arquitectura y restauración del colegio provincial de San Francisco de Cáceres, antes San Francisco el Real. – R. Hurtado de San Antonio.

4.- Nota histórica de la Casa-Misión de los PP. Paúles en Badajoz. – V. Jiménez, C. M.

5.- Real capilla e imagen del Cristo de Zalamea. – J. A. Muñoz Gallardo.

6.- Biografía del obispo de Plasencia don Diego de Arce y Reineso. – J. A. Muñoz Gallardo.

7.- Un extremeño universal, el P. Santiago Morillo, S. I., precursor del ecumenismo. – F. Albarracín, S. I.

8.- Un colegio de jesuítas proyectado para Garciaz en vida de San Ignacio de Loyola. – F. Fernández Serrano.

9.- El obispo de Constantina, benedictino, párroco de Escurial en el siglo XVII. – F. Fernández Serrano.

10.- Evocaciones pretéritas y elogio de dos sacerdotes cacereños. – V. González Ramos.

11.- Claretianos catalanes en Extremadura. – E. Fort y Cogull.

12.- Una legión de Claret en la Extremadura de los Conquistadores. – E. Sánchez Alegría.

13.- La Casa de Santiago en Trujillo. – R. Núñez Martín.

14.- El berzocaniego Fr. Tomás Escobar de San Fulgencio, vicario general de la recolección agustiniana. – M. Carceller, A. R.

15.- Conventos franciscano, agustino y dominico de Jarandilla. – V. Soria Sánchez.

16.- Monasterios de Jarandilla. – V. Soria Sánchez.

17.- Apuntes inéditos sobre el P. Manuel Amado, O. P. – C. Palomo Iglesias.

18.- Datos para la historia de los Dominicos de Plasencia. – C. Palomo Iglesias.

19.- La casa de Fernando el Católico en Madrigalejo. – L. Rodríguez Amores.

20.- Los esclavos de María y de los Pobres, institución de nuestros días en Alcuéscar. – L. Galán Barrena.

21.- Futurología religiosa. – N. Sánchez Morales.

22.- Ocaso inmortal de un coloso, fr. Ángel Manrique, obispo de Badajoz. – P. Guerin Betts.

23.- Los premostratenses y Extremadura. – T. Moral, QSB.

24.- Convento de frailes franciscanos en Garrovillas de Alconétar. – F. Bravo Bravo.

25.- El monacato romano y visigodo de Extremadura. – J Bueno Rocha.

26.- Semblanza del padre Arcángel Barrado Manzano, OFM. – F Trenado y Trenado.

Sep 172013
 

Resúmenes 1988

Arez Martín, Isabel. «Arquitectura Civil en Cáceres intramuros»

El carácter de esta ciudad es el de fortaleza y todos los elemen­tos urbanísticos que lo forman están sujetos al mismo.

Al principio la defensa se hace al exterior, existe el peligro de volver a ser atacada por los moros. Más tarde la defensa es interior, los nobles luchan de almena en almena, desde sus propias casas incrementando las luchas con los años.

La villa se divide en dos colaciones en torno a sus parroquias. Alrededor de éstas se van abriendo las calles que se van ajustando a la estructura topográfica del terreno. Suben, bajan, sin plan ni con­cierto alguno. No estuvieron empedradas hasta el siglo XVI. Eran estrechas por tradición árabe, pero sobre todo, por medidas defensi­vas y por la escasez de terreno dentro del recinto amurallado.

Poco a poco se van levantando fortalezas ciudadanas erizadas con torres y aspilleras con fines defensivos.

Cuando la Reina Católica pacificó la ciudad de las luchas nobi­liarias estas casas pierden el carácter de fortaleza y se transforman en palaciegas, las saeteras se convierten en decorativas ventanas, por ejemplo. Las fachadas aparecen decoradas aunque muy simple­mente.

La arquitectura civil cacereña exigía, por medios defensivos o de protección exterior y las constantes luchas intestinas nobiliarias, una arquitectura civil con fines eminentemente militares y defensi­vos.

A partir del siglo XV con pacificación de la nobleza cacereña cambia la fisonomía típica militar de esta arquitectura, que se va transformando en palaciega y cortesana.

ARROYO MATEOS, Juan Francisco «BREVE HISTORIA, EPISCOPOLOGIO Y SANTORAL DE LA ANTIGUA ARCHIDIOCESIS EXTREMEÑA DE MERIDA»

Pocas veces se han dicho tantas y tan interesantes cosas a cerca. La excavación pretendió ser una primera aproximación estratigráfica dado el carácter de urgencia que nuestra labor tiene en las tierras que serán cubiertas por las aguas del ya casi ultimado panta­no de Alange. En los cuatro profundos cortes excavados, los niveles de relleno aparecían dispuestos horizontalmente y se alternaban ca­pas fértiles con otras más finas totalmente estériles. Los abundantes y variados materiales exhumados nos permiten aproximar una cronología que no se alejará mucho del bronce 1. Algunas piezas de bronce tienen una clara filiación orgánica mientras que las cerámicas son asociables al llamado «bronce del sudoeste». La economía del poblado debió ser, a la vista de los restos faunísticos y vegetales, agrícola-ganadera.

En los últimos días de la campaña iniciamos la labor de planimetría y sondeo en «El Almadén», situado en la margen izquier­da del río Matachel. «El Almadén» es uno de los yacimientos que, en el transcurso de las prospecciones de 1984, había ofrecido una mayor concentración de materiales de época romana en superficie. Se deli­mitaron dos zonas diferentes que presentan características también distintas. Una primera zona de fábrica de piedras y barro que corres­ponde a las dependencias de servicios y talleres del edificio. La se­gunda zona, de muros y piedra y cal, la interpretamos como la parte propiamente habitable.

La quinta campaña (Agosto-Septiembre de 1988) se ha centrado en la excavación en extenso de «El Almacén». La zona de servicios está conformada por una gran nave (17×11 m.) compartimentada en dependencias más pequeñas con hogares y depósitos. Junto a ella otra gran nave, más estrecha (15×8’5 m.) a la que se adosan distintas habitaciones cuya funcionalidad es difícil de determinar. La «zona noble» se estructura en torno a un patio abierto en el que hemos ex­cavado un pozo y una serie de depósitos para recoger agua. A partir de este patio se desarrollan las distintas habitaciones unas pavimen­tadas con opus signinum y otras con baldosas. Desgraciadamente, las profundas labores agrícolas, han destruido gran parte de los res­tos. Al lado de estas dependencias hemos excavado varias tumbas de inhumación sin a juar. Se trata de una villa rústica cuya vida debe iniciarse en los primeros años del imperio y debió tener una larga pervivencia, quizá hasta época medieval.

CARICOL SABARIEGO, Milagros «UNA FUENTE PARA EL ESTUDIO SOCIO-PROFESIONAL EN EL PERIODO MODERNO: LOS LIBROS DE BAUTIZA­DOS DE LA PARROQUIA DE ACEBO»

El objetivo del presente trabajo es aclarar el grado socio-profesional que reflejan los Libros de Bautizados y ponerlo en rela­ción con la estructura económica y social de un lugar concreto: Ace­bo, aldea situada en la Sierra de Gata extremeña.

La anotación de las profesiones de padres y padrinos en las par­tidas de bautismo de los años 1650 a 1750, permite establecer el estu­dio atendiendo a tres sectores de actividad: primarias (agrícolas y ga­naderas), secundarias (sector artesanal) y terciarias (servicios). En es­te último se ha incluido al estamento eclesiástico.

La cuantificación de individuos ofrece porcentajes que nos indi­can la representatividad que el párroco concedía a algunas profe­siones. A partir de ella, el estudio cualitativo reproduce la especialización de algunas familias en determinados oficios, la exogamia por afinidad de economía y costumbres, y fundamentalmente la seculari­zación que se produce en todos los órdenes de la vida y que influye en las preferencias de cada sector al tener que establecer vínculos de parentesco.

CANCHO SÁNCHEZ, José María «RAFAEL GARCÍA PLATA DE OSMA Y EL MUNDO ESCO­LAR INFANTIL DE SU TIEMPO»

De un trabajo más extenso en el que se pretenden estudiar todas las composiciones relacionadas con la vida de los niños a principios de este siglo (oraciones, supersticiones, juegos, costumbres…) que Rafael García-Plata de Osma (1870-1918), escritor y folklorista extre­meño, fue publicado en la multitud de artículos que fueron saliendo a la luz en la prensa y revistas de su tiempo en las que escribió, se han extraído las producciones populares en las que se contempla una re­lación con el mundo escolar infantil de primeros de siglo, o bien con algunas de las etapas de su desarrollo. Se aportan de esta manera, también, algunas canciones de las que se recitan a los niños más pe­queños, que aún no están en edad escolar y que tienen como finali­dad la de estimular sus movimientos o la adquisición de vocabulario. El trabajo finaliza con varios refranes, extraídos de la colección de se­tecientos que fueron publicados bajo el título genérico «Los Sanchicos de Alcuéscar», y que también tienen una temática similar a la que queremos ofrecer.

CARRASCO MONTERO, Gregorio «ANECDOTARIO DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN SIERRA DE GATA»

Limítrofe en muchos kilómetros con la frontera portuguesa tuvo muchos visitantes de uno y otro bando. El Duque del Parque estable­ce su cuartel general en Sierra de Gata. Un canónigo Villamelano es nombrado Vicario Capitular de la Diócesis de Ciudad Rodrigo en la misma Sierra que atraviesa el Guerrillero y brigadier «El Charro» que sería jefe de guerrillas entre el Tajo y el Duero. El Tesoro de la Cari­dad, monasterio premostratense, es trasladado a Gata y en Hoyos es fusilado el único obispo de aquella contienda.

CORBACHO CORTES, Carolina «IMÁGENES METAFÓRICAS EN EL FOLKLORE POPULAR»

El folklore popular contiene entre sus diversos caracteres un rico y extenso caudal de imágenes simbólicas y metafóricas enraizadas en la cultura y las tradiciones del pueblo. Tales rasgos, asimismo, es­tán ligados al desarrollo histórico de la poesía como arte verbal.

El objetivo de esta comunicación es codificar una serie de estructuras metafóricas en las canciones de temática amorosa (Can­ciones de Ronda y Canciones de Boda) recopiladas de los Cancione­ros extremeños para estudiar qué grado de vinculación poseen con el folklore tradicional español y con la poesía cultural. Expresiones como «prisión de amor», «mal de amor», «mal de ausencias», etc., res­ponde a una serie de recurrrencias metafóricas que pertenecen al acervo poético tradicional, ya culto ya popular. Igual sucede con los calificativos laudatorios que se dirigen los amantes («rosa del rosal», «clavel de la clavelera», «palomita blanca», «ramito de hierbabuena»).

Recopilar tales estructuras, ordenarlas e investigar su elabora­ción constructiva (semejanzas y diferencias con determinados tópi­cos amorosos de la poesía) es el análisis que ofrece este estudio.

DOMÍNGUEZ MORENO, José María «ETNOGRAFÍA TRUJILLANA: ESTUDIO SOBRE SU COS­TUMBRISMO A PRINCIPIOS DE SIGLO»

En el año 1901 el Ateneo de Madrid realizó una encuesta, la más importante jamás hecha en el campo de la etnografía, en relación con el nacimiento, el matrimonio y la muerte. Aunque su difusión fue grande, muy pocos la remitieron a la sociedad madrileña. El total de pueblos que contestaron en toda la Península se estima en 357. De ellos, 10 responden a la provincia de Cáceres y 9 a la de Badajoz. Ac­tualmente estas fichas se hallan en el Museo Etnológico de la capital de España.

No hace mucho hemos localizado una serie de papeletas, no incluidas en las cifras anteriores por estar catalogadas entre las de Salamanca, a pesar de referirse a Trujillo y a su partido. Y, a pesar de todo, son de las más importantes de las conservadas de Extremadu­ra. Su redactor fue un tal Filemón Blázquez, quien, por el tratamiento que da al interrogatorio (adopciones, testamentos…), debió ser secre­tario o notario, habiendo ejercido en alguna población de la comarca trujillana. Era natural de alguna localidad de la Sierra de Béjar, ya que con esta nominación encabeza todas sus respuestas.

Filemón Blázquez nos presenta la exposición que hace una per­sona foránea sobre comportamientos que a él le sorprenden y que, sin embargo, carecerían de interés, pasándolos por alto, a quien estu­viera familiarizado con ellos. Al mismo tiempo sirven de punto comparativo con costumbres similares del ciclo de la vida recogidos por el mismo informante en la Sierra de Béjar. Estas fichas nos dan a conocer maneras del ser y del sentir de una comarca cacereña esca­samente estudiada desde el punto de vista folklórico.

ENCINAS CERRILLO, F «DON JUAN TENA, EL ULTIMO CRONISTA DE TRUJILLO»

Dedicado a recordar el centenario del nacimiento (1-12-1888), de este esclarecido sacerdote trujillano, que ejerció, con entrega plena y generosa, entre otras, las tareas de investigador, archivero, cronista e historiador de su ciudad y, tras su fallecimiento (4-1-1967), mereció su nombramiento de Hijo Predilecto, una estatua en uno de sus más bellos jardines y el nombre a una plaza.

«TRUJILLO ANTE EL V CENTENARIO DEL DESCUBRI­MIENTO»

Escrito en e! que se estudian y analizan importantes hechos his­tóricos protagonizados en esta universal ciudad, cuyos esclarecidos hijos tuvieron una intervención especial y única en el Descubrimien­to, Colonización y Evangelización de América, contribuyendo de mo­do muy sobresaliente a crear el mestizaje hispanoamericano y ha da­do lugar a la comunidad de raza, idioma, religión y cultura.

FERNANDEZ MÁRQUEZ, Antonio SÁNCHEZ RUBIO, Rocío «EL FENÓMENO ESCLAVISTA EN LA SOCIEDAD TRU-JILLANA DEL SIGLO XVI»

Para los historiadores de la Edad Moderna la esclavitud en la Península durante el siglo XVI es un tema pendiente. El comporta­miento del mercado esclavista, así como la situación de los cautivos manumitidos en España, distaba mucho de asemejarse a las estruc­turas y al trato a que se venía sometiendo el esclavo de las colonias.

Nuestro estudio pretende ser una aportación al conocimiento de la realidad de la condición esclava peninsular tomando como marco el caso de la ciudad trujillana. El completo vaciado de los protocolos notariales conservados y custodiados en el Archivo Municipal de Trujillo nos ha ofrecido una importante documentación que permite vislumbrar la realidad a la que anteriormente aludíamos. Los protoco­los notariales nos ofrecen la diversidad de transacciones realizadas con esclavos. Además de operaciones de compraventa aparecen car­tas de donación, trueque, permuta, de libertad, de poder, de cesión, etc…

El esfuerzo de examinar todos los legajos se ha visto recompen­sado por la valiosa información que contenían. Del esclavo hemos obtenido datos cualitativos referidos a su nombre, edad, origen, cualidades físicas, defectos, fidelidad, rebeldía, también conocemos el nombre de los propietarios, su profesión, vecindad y el precio abo­nado al adquirir a sus sirvientes.

En definitiva nuestro trabajo de aproximación al mundo del esclavo coopera en desvelar la compleja trama social y la complicada red de relaciones existentes en el siglo XVI.

FERNANDEZ PERDIGÓN, José«JUAN APARICIO QUINTANA. SU OBRA EN DON BENITO»

En el siguiente estudio, nos acercamos a la figura clave del arte pictórico dombenitense de la primera mitad del siglo XX. Analizare­mos su amplio y variada obra en esta localidad, y sacaremos del olvi­do a una gran figura de la pintura extremeña.

Con este estudio nos proponemos; por un lado rescatar del olvi­do a este magnífico pintor a través del estudio y análisis de su obra;

por otra parte pretendemos dar a conocer la influencia que tiene sobre pintores posteriores, como Cañamero o los Martín Romo, y por último, apuntar la existencia de una «Escuela de Don Benito».

GARCÍA VIVAS, M.a Antonia «EL IMAGINERO BERRUGUETE Y ÉL RETABLO DE LA IGLESIA DE SANTIAGO DE CÁCERES»

El insigne maestro de la escuela española ?D. Alonso de Berruguete?, vino a traer fama y gloria a nuestra Iglesia de Santiago, colocación extramuros fundada por los Fratres de Cáceres o primiti­vos santiaguistas, de donde tomará posteriormente nombre esta Igle­sia.

Originariamente de traza Románica, se nos presenta ahora, ya reconstruida desde el siglo XVI por el arquitecto no de menos fama don Rodrigo Gil de Hontañón, como una gran mole gótica acogiendo en ella el Retablo Mayor, sito en la parte central del ábside.

Fue contratado por los Carvajales al maestro en 1557, aunque fue corriendo ya el año de 1570 cuando subió al lugar que ahora ocu­pa, tras antecederle una serie de desperfectos por causa de unos pleitos habidos entre los patronos de la capilla y la familia de Berruguete (éste murió en 1561 cuando el Retablo aún no estaba concluido); siendo el resultado no la obra esperada, sino más la labor de un conjunto, entre el cual Berruguete era el que dirigía y menos hacía, por lo que pienso que la fama y la firma debieron ser comparti­da ¿no les parece?.

GARRAIN VILLA, Luis José «PEDRO CIEZA DE LEÓN EN LLERENA»

Pedro Cieza de León, «Príncipe de los Cronistas de Indias», y autor de las «Crónicas del Perú», es uno de los personajes más intere­santes y apasionantes de cuantos Extremadura puede aportar y reivindicar como señuelo ante la celebración del «V Centenario del Descubrimiento de América».

Natural de Llerena, nacido entre 1518 y 1521, hijo de Lope de Le­ón, Abogado de la Corte de Carlos V, y Leonor de Cazalla. Toda su fa­milia residió en Llerena, recogiéndose en el trabajo que se presenta, todos los aspectos de su vida y el entorno donde transcurrió su juven­tud antes de embarcar para el Nuevo Mundo, y las relaciones fami­liares que mantuvo tras su llegada del Perú.

Su obra, las Crónicas del Perú, son de vital importancia, y es con­siderada como indispensable para conocer la historia de América precolombina, y fundamentalmente el antiguo reino del Perú.

WILLIAM GOZA WILLIAN MAPLES ROBERT BENFER HUGO LUDEÑA «VIDA Y MUERTE DE DON FRANCISCO PIZARRO: UN CA­SO DE CIENCIAS APLICADAS A LA INVESTIGACIÓN DE UN PERSONAJE HISTÓRICO DEL SIGLO XVI»

Las innumerables obras que se han escrito en torno a D. Francis­co Pizarro revelan que su vida ha estado permanentemente rodeada de debates y polémicas durante más de 450 años. Parecería que un si­no trágico siempre rodeó a su persona y que hubiera estado destina­do a ser el centro de discusiones sin fin.

Este informe trata de como, después de exhaustivas investiga­ciones científicas, los restos mortales de don Francisco Pizarro fueron identificados y desde Enero de 1985 descansan definitivamen­te en paz en la Catedral de Lima (Perú), conforme a su última volun­tad.

Entre 1977 y 1983 se hicieron investigaciones científicas en el Perú y en varios países extranjeros de los restos óseos de don Fran­cisco Pizarro que fueron encontrados ocultos en el nicho central de la cripta de la Catedral de Lima.

Dos comisiones de científicos llegaron a la conclusión, indepen­dientemente, de que se trataba de los restos auténticos del Fundador de la Ciudad de Lima, en base a evidencias materiales y a abundante documentación histórica relacionada con su muerte y a la ubicación y cuidado de sus restos en la Catedral de Lima.

Las comisiones de científicos recomendaron que antes de llegar a una conclusión final era indispensable someter al mismo tipo de exámenes de laboratorio al cuerpo momificado que desde 1891 había sido atribuido a don Francisco Pizarro y que se exhibía en su capilla.

Durante siete años se hicieron gestiones, sin ningún resultado, ante el Concejo Municipal de Lima, para poder examinar ese cuerpo momificado y poder estudiar las lesiones y heridas que se describían en los informes que fueron publicados en Lima en 1891 por los docto­res José A. de los Ríos y Manuel A. Muñiz, los cuales habían sido tra­ducidos, ampliados y publicados al año siguiente en la revista American Anthropologist por el Dr. McGee.

GUTIÉRREZ MACÍAS, Valeriano «EL LÉXICO EXTREMEÑO»

La comunicación del que suscribe, de este año, para los XVII Co­loquios Históricos de Extremadura, versará sobre el léxico extreme­ño, que los estudiosos tenemos obligación de conocer en busca de nuestras raíces, y destacar su importancia, pues, en parte, el hombre, al fin y al cabo, es producto de su lenguaje. Del léxico popular extre­meño era entusiasta Miguel de Unamuno (1864-1936), que muchas ve­ces se lamentaba de que hubiesen desaparecido tantas palabras expresivas del más hondo significado. La señera figura de la intelec­tualidad española, vinculada a la docta Salamanca, por su dilatada actuación, animó al ilustre poeta campesino José María Gabriel y Ga­lán (1870-1905), para que hiciese un vocabulario extremeño. Lo propio puede decirse del insigne polígrafo Ramón Menéndez Pidal (1869-1968), quien también invitó al sereno poeta de los llanos para que hi­ciese un vocabulario extremeño. Asimismo el maestro Menéndez Pi­dal sostuvo abundante correspondencia con el investigador y acadé­mico de las Buenas Letras de Sevilla y correspondiente de la Españo­la, Rafael García-Plata de Osma, (1870-1918), en torno al vocabulario y peculiaridades de la tabla de Alcuéscar. En la Baja Extremadura, el recio poeta Luis Chamizo (1894-1945), se distinguió por el cultivo de un viril dialecto. Ahí están «El miajón de los castúos, su canto a Extre­madura y, sobre todo, «La nacencia», para la mejor comprensión del vocabulario badajocense. Todo esto, las características del habla de Extremadura, estudio de la modalidad dialectal y de cuantos han abordado el tema, así como la inclusión de un breve vocabulario del terruño, con voces que generalmente no figuran en las publicaciones al uso, será objeto de consideración en el ensayo que sometemos a los Coloquios Históricos Trujillanos, acontecimiento que representa la alta calidad de las reuniones, en un suceso cultural que pregona la pujanza de la región.

 

GUISADO GONZÁLEZ, Pedro «LA ESTRUCTURA DE POBLACIÓN EN LA COLONIZA­CIÓN DE LAS VEGAS ALTAS DEL GUADIANA»

La estructura de población de los «pueblos nuevos» de las Vegas del Guadiana es determinada por las condiciones de selección im­puestas por la Ley de Colonización de Zonas Regables de 1949, selec­ción, que lleva consigo una estructura peculiar, en la que se priman condiciones de edad, situación familiar, hijos varones, etc., de conse­cuencias inevitables en el proceso colonizador, si bien poco previs­tas.

La pirámide de edades de 1965, es reflejo de esta situación: 1) al­ta proporción de población joven, sobre todo masculina, que descien­de al subir en el grupo de edades, 2) numerosa población adulta supe­rior a los 40 años, en que ha sido cubierto el ciclo de procreación. 3) escasa proporción de población superior a 65 años y entre 25-40 años.

La progresión en 1981 ha sido hacia la corrección de desajustes demográficos, dentro de una evolución con tendencia al fuerte creci­miento, sobre todo a medio plazo, y un marco económico y social cerrado, que ha sido resuelta por 1) la transformación de los compor­tamientos demográficos tradicionales y 2) por la aparición de fenó­menos de emigración, sobre todo entre la población joven.

LUENGO BLAZQUEZ, José «EL CRISTIANISMO. CAÍDA DE ROMA. INVASIONES BAR­BARAS Y SU ASENTAMIENTO EN LA PENÍNSULA»

Según Tácito «se llama así por un tal Cristo que fue condenado a muerte por Poncio Pilato, durante el reinado de Tiberio».

El Cristianismo como fenómeno sociohistórico y no simplemen­te religioso, se superpone en el Imperio a la gran crisis del Siglo III, vi­niendo a constituir un elemento más.

La primera referencia al cristianismo entre los historiadores antiguos se halla en la persecución ordenada por Nerón contra los prime­ros cristianos, descrita por Tácito (hacia el año 100).

La Hispania romana de los inicios del siglo V presentaba un pa­norama desolador, por la inocultable pobreza de sus habitantes can­sada por la gran depresión económica que los llevó a odiar el peso de los impuestos del centralismo romano.

La invasión bárbara, según conjeturas nos hace pensar que no ascendería a mucho más de cien mil hombres y entre ellos unos quin­ce mil o veinte mil suevos, pueblo que junto con los alanos y vándalos habían emprendido su marcha hacia Hispania desde orilla del Danu­bio en el año 405.

LOZANO RAMOS, José «POR QUE SE VENDIÓ LA PLAZA DE TOROS DE TRUJILLO PARA CONVERTIRLA EN MATADERO»

Más que un trabajo concienzudo es una pregunta que hago. Ante dicho hecho contrastado por la documentación que aporto.

Por lo insólito y poco conocido este hecho es por lo que me atre­vo a presentarlo.

Me gustaría aclarar dicho hecho, pero para mí, es uno de esos casos que pasan de una mano a otra por medios aunque legales y si­no se denuncian por una de las partes siguen igual. Por mi parte en este caso, creo que fue un acierto el que se vendiera al Ayuntamiento y no se lleara a realizar por lo que se vendió.

«CALLEJERO TRUJILLANO».

Por ser un trabajo largo y de muchas facetas, como el número de calles, calles sin nombre, calles que han desaparecido, calles que han tenido más de un nombre, etc., etc.

Es por lo que al no tener tiempo material es por lo que he dividido dicho trabajo.

Aunque nos parezca antiguo esto de las calles es relativamente nuevo, ya que en Trujillo el nombre de las calles o mejor dicho cuan­do se rotularon es de 1862, y como anécdota, algunas calles han teni­do hasta cuatro nombres oficialmente y seis con otros nombres, con tres y cuatro hay varios.

Sirvan estas notas para darles un adelanto de este trabajo.

MARTÍN LOBO, Manuel «CARLOS V Y AMÉRICA: EL TESTIMONIO DEL ÚNICO EM­PERADOR DE AMBOS MUNDOS»

La obra del Emperador Carlos V en cuanto Carlos I de España, Señor de las Indias, se suele olvidar incluso por los especialistas, enfrascados en las colosales empresas europeas en que tomaba par­te incluso como soldado.

Tal olvido no es razonable y, además, injusto, y el propio Francis­co López de Gomara en su «Historia General de las Indias» (1552) cae en él en forma casi de reproche, en la dedicatoria que hace del libro al Emperador.

Aunque tenía razón López de Gomara al decir que bastaba la pa­labra del Emperador sin que fuera necesaria su presencia física. Y es­ta palabra sí que la dio el Emperador sobradamente…

Carlos V da su palabra cuando apoya a Magallanes y gracias a ello y a Sebastián Elcano se da la primera vuelta al Mundo en nobre de Carlos V. Cuando apoya a Hernán Cortés, cuando da su primera Cé­dula relativa a las Indias (1518), cuando constituye el Consejo de In­dias (1524), cuando da las Ordenanzas de Granada (1526), cuando da las Leyes nuevas de 1542, cuando dona al Nuevo Mundo un idioma común, cuando…

En su reinado se penetra y puebla (1519 a 1545) desde Nebraska a la Tierra de Fuego (100 grados de meridiano, más que un cuadrante de la Tierra…), México, Perú, más de 100 ciudades, Reales Audien­cias, Universidades,… Palmares y testimonio de Carlos V en América.

MONTANO DOMÍNGUEZ, Clemente «LOS SEPULCROS MEGALITICOS DE LA ZONA DE AL­CÁNTARA»

Esta comunicación pretende expresar la gran importancia que adquiere el conjunto de sepulcros megalíticos de la Zona de Alcánta­ra, por ofrecer la posibilidad de plantear unos objetivos comunes pa­ra el conocimiento del megalitismo; por otro lado, la proximidad de estos dólmenes, con los de Portugal y Valencia de Alcántara, se constata y con las nuevas aportaciones del C.14 y la Termoluminis-cencia es un atractivo para esta zona, además de la variedad en for­mas y lugares de ubicación.

Sería necesario la excavación de éstos para poder establecer comparaciones, y obtener cronologías que verificasen hipótesis co­mo la de representar este grupo, por su situación, un papel destacado como vía de difusión y lugar de encuentro entre el foco portugués de la Beira Alta y Alentejo con el foco salmantino y meseteño a través del cauce del Alagón y Tajo. Las semejanzas estructurales de los mo­numentos con estas dos áreas así nos lo hace suponer.

El estudio lo hemos seguido atendiendo a una serie de variables:economía de la zona, ubicación, tipología de los megalitos y material de construcción.

La idea la de poder ver posibles relaciones entre variables que nos permitiesen fijar el acercamiento al estudio del habitat y, con ello, a los factores que pudieron influir en la erección de estas estruc­turas en la Zona de Alcántara.

MONTERO CURIEL, Pilar «BRUJAS Y ALCAHUETAS EN MADROÑERA A PRINCI­PIOS DE SIGLO»

La hechicería femenina, según revelan varias encuestas orales, se desarrolla con especial fuerza en los primeros años del siglo XX en Madroñera: la figura de la bruja y la creencia en ciertos seres míticos es casi familiar entre las personas ancianas de la localidad, que re­cuerdan, con bastante recelo todavía, múltiples detalles sobre male­ficios, magia amorosa, magia medicinal y adivinación.

El amoroso es el principal radio de acción de las actividades brujeriles recogidas en Madroñera; le sigue el medicinal, con numerosas prácticas, algunas de ellas pintorescas y absurdas. En la opinión po­pular todo se confunde bajo el término hechicería y, en ocasiones en­cantamiento, con acepciones semejantes.

MURO CASTILLO, Matilde P.- ZUBIZARRETA, M.a Teresa «RESTAURACIÓN DEL EXVOTO HALLADO EN SANTA MA­RÍA LA MAYOR DE TRUJILLO»

La reciente restauración de un lienzo que estaba depositado en la Sacristía de la Iglesia de Santa María de Trujillo, ha permitido el descubrimiento de la inscripción original en dicho lienzo que había sido repintado e incluso cortado, reduciendo sus dimensiones.

Se trata de un exvoto que reaviva el conocimiento de una historia que los avatares y el tiempo habían hecho desaparecer.

NAHARRO RIERA, Alfonso «LAS HURDES O GUERRA A LA PIZARRA»

Cinco municipios con cuarenta y una alquería componen el territorio hurdano que vamos a intentar describir en cuerpo y alma. Cinco territorios con tanto taifa interterritorial como familias componen los microterrenos de los terrenos territorio.

San Francisco de Asís a su regreso de Portugal en su paso por Sierra de los Angeles mandó a sus frailes construir un convento cu­yas ruinas hoy pueden verse por debajo y a un lado del Chorritero. Una doncella Santa de Sequeros anuncia en místico arrebato la inmi­nente aparición de una imagen de la Virgen y Simón Vela ?un fran­cés cruzado? encuentra diez años después la imagen enterrada, base del monasterio de la Peña de Francia y origen del culto a la Virgen.

Recientemente los hechos humanos que más han influido en el territorio fueron la visita del rey Alfonso XIII y una apertura a la infor­mación sobre este territorio con la película de Buñuel.

«LAS HURDES O GUERRA A LA PIZARRA»

A pesar de las intransigencias neuróticas hay un grupo de hurdanos que trabajan por el futuro y acaban de clausurar el II Congreso de Hurdanos y Hurdanófilos. La asociación cultural Las Hurdes pro­pone como primera medida la creación de un parque natural que reservaría el territorio de Batuecas Hurdes y Granadilla, generando un coto atractivo para el turista y una industria natural y artesana.

El Santuario de Las Hurdes estaría en la alquería de la Horcajada que aún se conserva tal cual instalándose el Museo de las Hurdes a lo que nosotros añadiremos algo más en este trabajo que presentare­mos en los acreditados Coloquios Históricos de Extremadura.

NUÑEZ MARTÍN, Ramón «FRANCISCO DE ORELLANA: «EL QUIJOTE DE LOS AN­DES»

¡Qué verdad es que lo que no se conoce no se aprecia y no se ama!

Una de las figuras históricas, no demasiado conocida ni apre­ciada entre nosotros, es la de Francisco de Orellana, a pesar de ser uno de los hijos más ilustres de nuestra ciudad de Trujillo y de estar considerado como uno de los más grandes descubrimientos de la Tierra.

Este hombre, de robusta y atrayente personalidad, hasta hace unos años ha sido injustamente postergado y en gran parte olvidado. No tiene una estatua como Francisco Pizarro, ni una calle como García de Paredes, ni una institución que llevase su nombre como los dos anteriores, hasta que al hacerse el nuevo instituto de segunda enseñanza se tuvo el acierto de darle el nombre de tan insigne des­cubridor.

Al aproximarse la conmemoración del V Centenario del descubri­miento de América se impone el estudiar y dar a conocer a los gran­des hombres nacidos en este solar extremeño, y Orellana está entre los primeros.

En este trabajo referido a Orellana, a quien varias naciones de América le dan el título de «El Quijote de los Andes», se pretende en la primera parte dar a conocer su interesante biografía. Nacido en Trujillo, en la calle de las Palomas, partió muy joven hacia América, realizó su misión y murió joven a los 35 años. En la Antigüedad Clásica se decía que los dioses mueren jóvenes», Orellana, en la segunda parte, se refiere a su gesta gloriosa digna de ser cantada por Hornero: el descubrimiento del Amazonas.

Si han llegado hasta nosotros el conocimiento de esta hazaña in­mortal ha sido gracias a otro trujillano, el dominico fray Gaspar de Carvajal, que fue anotando día a día todo lo que pasó en aquella haza­ña realizada por 55 hombres y en un año, narrándolo en el libro: «Diario de una expedición», con gran exactitud y amenidad.

La tercera parte se refiere al mensaje trascendente y alecciona­dor para todos nosotros, pero esencialmente para la juventud.

NUÑEZ SECOS, Luis «LA REAL DEHESA DE LA SERENA»

Su origen y sus distintas relaciones con Trujillo, reglamento de dicha dehesa hasta su enajenación en el reinado de Fernando VI co­mo medida para sanear la hacienda española.

PABLOS ABRIL, Juan

I. Bofetada a Extremadura y a la Isla de la Gomera. Fueron con Guadalupe los sitios más importantes del Descubrimiento.

II. Itinerario Religioso de cómo llegó a América el Catolicismo ya creado hacía siglos en Jerusalén y en Europa.

PÉREZ REVIRIEGO, Miguel «FREGENAL DE LA SIERRA: ¿ACINIPO?»

Varios autores señalan Fregenal como Acinipo (de «acinus»: gra­no de uva), colonia fenicia en la Beturia Céltica fundada por mercade­res sidonios hacia el siglo VI a.n.e. Según esta hipótesis, Fregenal se llamó Fragín (sinónimo de «acinus») en época céltica. Romanizada la zona, el nombre se latiniza: Fraxinus (fresno).

En las fuentes más antiguas, Acinipo es citado por Plinio y Ptolomeo que la sitúan en la Bética y más concretamente en la jurisdic­ción del «conventus hispalensis». El asentamiento debió tener cierta importancia a la vista de los restos encontrados en Valderrocines, Valera y otros lugares del término.

Los historiadores locales relacionan la mayor parte de estos ar­tefactos como procedentes de la cercana Nertóbriga, situada unos 6 Km. al SE del actual núcleo urbano de Fregenal, lo que determina un grave vacío arqueológico que, lamentablemente, impide el se­guimiento histórico de la villa hasta mediados del siglo XIII.

«FREGENAL DE LA SIERRA: ERMITAS RURALES»

Desde el siglo VIl se documentan en Fregenal diez ermitas si­tuadas fuera del núcleo urbano: San Antón (los historiadores locales la señalan como «cuarta parroquia» de la villa), San Benito, San Juan Bautista, Nuestra Señora de la Concepción (después San Ginés), los Santos Mártires, San Lázaro, San Fructuoso, Nuestra Señora de Rociana, San Miguel y Nuestra Señora de los Remedios.

Este número tan elevado no implica necesariamente que todas estuvieran abiertas al culto en un determinado momento. Don Ansel­mo Morales las relaciona en 1754 para el Cabildo de Sevilla, pero sin indicar su estado de conservación ni si se encuentran o no abandona­das.

De estas diez ermitas, sólo la de Nuestra Señora de los Reme­dios ha llegado hasta nosotros, como centro mariano local y sede del patronazgo de la ciudad. De las de San Fructuoso y San Miguel se conservan algunos restos en avanzado estado de ruina. Todas las de­más han desaparecido sin que queden vestigios materiales de su fábrica.

PINA LLERA, Luisa GARRIDO DÍAZ, M.a Pilar «ESTUDIO DE LA REVISTA «ZAFRA Y SU FERIA» (1924-1987)»

La revista «Zafra y su Feria» es una publicación anual local con motivo de la celebración de las fiestas de San Miguel de Zafra y que consta de artículos literarios y anuncios publicitarios.

Motivadas por la tradición e historia de la revista hemos rea­lizado el presente trabajo estructurado en diversos índices: de revis­tas (imprenta que la imprime, número de páginas, formato, etc.), de sumarios, de autores y de artículos (ordenados estos dos últimos al­fabéticamente). A continuación elaboramos una clasificación sobre el contenido de los artículos, en la que establecemos la diferencia existente entre éstos (históricos, literarios, económicos,…) adjuntan­do un lacónico resumen de los artículos, además de otros datos con­juntos, como fecha de realización, fotografías, etc. El tema referente a los anuncios lo hemos tratado utilizando otra clasificación que in­tenta abarcar tanto el número de entidades publicitadas como la di­versidad de las mismas a lo largo de estos años. Para finalizare! estu­dio hemos dedicado un apartado de algunas conclusiones incluyen­do un pequeño apéndice con algunas gráficas de los temas expues­tos.

En definitiva, se trata de una guía-resumen de la revista «Zafra y su Feria» a lo largo de más de seis décadas y con miras a su posible utilización en futuros estudios.

POLART PLISNIER, Josiane «LA FUNDACIÓN DEL MONASTERIO DE NUESTRA SEÑO­RA DE LA MERCED DE TRUJILLO»

Desde el principio del descubrimiento del Perú encontramos reli­giosos de Nuestra Señora de las Mercedes Redención de Cautivos unidos a las hazañas de los Pizarros, según declaraciones de testigos de la época esos frailes Mercedarios vivían pobremente y sin am­biciones, eran queridos por su trabajo, humildad, desinterés y espíritu de caridad. (Uno de ellos, el Padre Provincial Fray Francisco de Bobadilla actuó en 1537 como juez árbitro en las diferencias entre el Gobernador don Francisco Pizarro y el Adelantado Diego de Al­magro).

En 1570 la Orden de la Merced tenía 26 casas pobladas en el Perú. En Trujillo de Extremadura los primeros Mercedarios quienes in­tentan fundar convento (en 1590) fueron Diego de Sotomayor y Juan Pizarro.

PULIDO CORDERO, Mercedes y Montaña «NOTICIA DE DOS LIBROS QUE DEBIERON QUEDAR INÉ­DITOS»

Tomás Pulido transcribió la parte correspondiente del Archivo Histórico de Cáceres referente a los protocolos de esta Villa. Precisa­mente, de esta labor de investigación, hemos entresacado el docu­mento, carta de poder, que proporciona la noticia de dos libros, Recreación y Alivio de Trabajadores, en verso, y Orden y Manera de Beneficiar las Viñas, en prosa, que escritos por Cristóbal de Soto Holguín, en los finales del siglo XVI, tal vez quedaran inéditos.

QUESADA DURAN, Angeles «EVOLUCIÓN DEL PLANO URBANO DE LA CIUDAD DE TRUJILLO»

Dicho trabajo consiste en hacer la evolución, no histórica (aun­que es un aspecto a tener en cuenta), sino urbanística del plano de la ciudad de Trujillo.

Se tendrán en cuenta aspectos diferentes como son la Morfología, la Estructura y las Funciones Urbanas que cada época y grupo social han ido dando a la ciudad a través de las diferentes etapas por las que esta ha ido pasando hasta conformar el plano actual.

RAMOS RUBIO, José Antonio «CRISTÓBAL COLON, EL GRAN INICIADOR DE LA AVEN­TURA AMERICANA»

El propósito más importante al realizar este trabajo sobre la vida de Cristóbal Colón, no ha sido otro que el de valorar a un personaje que fue juzgado severamente por sus contemporáneos y elevado en la actualidad como bien se merece, ofreciendo una serie de aporta­ciones documentales obtenidas de varios archivos españoles: Archi­vo Real Monasterios de Guadalupe, manuscrito del extracto hecho por el Padre Las Casas sobre el Diario de Viaje de Colón (Biblioteca Nacional), Archivo Municipal de Sevilla, Depósito Moñino (Biblioteca Pública, en Cáceres), algunos números del Bol. Real Academia de la Historia y aportaciones bibliográficas; con el fin de esclarecer una serie de datos que no poseían una respuesta sólida, como es el caso del lugar de nacimiento de Colón o las visitas que realizó a Guadalu­pe.

En estos XVII Coloquios Históricos de Extremadura, con la apro­ximación del V Centenariao del Descubrimiento de América, es imprescindible que rindamos todos los honores, aunque sean tan so­lo con una comunicación, al Almirante del Océano y Virrey de las In­dias, a un experto marino y cartógrafo, a un hombre que fue abando­nado en los últimos años de su vida a pesar de haber sido el gran ini­ciador de la aventura americana.

«LA ALCAZABA MEDIEVAL DE TRUJILLO»

Poco a poco, estamos aportando datos cada vez más fehacien­tes en estos Coloquios Históricos consultando los Archivos munici­pales o parroquiales y el Nacional, en Madrid, sin olvidar la bibliografía existente más coherente, con el fin de dar a conocer nuestro Arte, y nuestra Historia con verdadera aportación documen­tal, no basándonos sólo en conjeturas.

Una alcazaba, es un recinto fortificado situado dentro del perímetro de una población amurallada. En Extremadura tenemos va­rias alcazabas medievales que a lo largo de estos coloquios iremos desarrollando con el fin de que su conocimiento sea mayor y del gus­to de todos los asistentes y participantes.

He querido comenzar con Trujillo, porque es la ciudad en la que se celebran los coloquios y por otras razones que no vienen al caso, para pasar en años venideros al estudio de las alcazabas medievales de Cáceres y Badajoz.

Un estudio histórico-artístico de los monumentos más importan­tes que se encuentran dentro del perímetro amurallado y extendién­dome a algunas edificaciones importantes que se levantaron extra­muros o en el berrocal a raíz de la reconquista definitiva del 25 de enero del 1232.

RAMOS RUBIO, José Antonio MIGUEL SÁNCHEZ, Juan Manuel «TRUJILLO MARIANO»(La Virgen María en la iconografía trujillana de todos los tiem­pos).

Es Trujillo ciudad eminentemente mariana.

La devoción de las feligresías parroquiales y comunidades con­ventuales dio lugar a hermosas representaciones de María, conserva­das con celo a lo largo de los siglos.

Santa María la Mayor, San Francisco de la observancia, la Con­cepción Jerónima… guardan bajo sus muros un rico patrimonio ico­nográfico mariano, de alto valor histórico y artístico, que trataremos de descubrir al hilo de, la vida y misterio de la Virgen de Nazaret.

DEL RIO SÁNCHEZ, María del Henar «LA PLUMA DE UN HISTORIADOR EN LA RUTA MARIANA DE SU PUEBLO»

La fecunda labor histórica del Sacerdote D. Juan Tena Fernán­dez, hijo predilecto de Trujillo, lleva la impronta de su acendrado amor a la Virgen Nuestra Señora. Su documentada pluma ha recogido múltiples testimonios del amor filial del pueblo trujillano a su Celes­tial Patrona, a través de los siglos.

Homenaje de las Religiosas Hijas de la Virgen de los Dolores a su Padre Fundador en el Primer Centenario de su nacimiento, en cola­boración con los XVII Coloquios Históricos de Extremadura, es este modesto trabajo; apretada síntesis de esos testimonios con los que el Historiador presenta a Trujillo «Ciudad Eminentemente Mariana».

RIVERO DOMÍNGUEZ, Francisco «EL DESASTROSO PATRIMONIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LAS BROZAS»

El pueblo de Las Brozas, cuna de Fray Nicolás de Ovando, primer gobernador de la isla La Española por orden de los Reyes Católicos, es un lugar histórico por excelencia y con amplias miras sobre la ce­lebración del V Centenario.

Precisamente por ser el pueblo donde nació Ovando, el primer conquistador extremeño que impuso el sistema de Encomiendas a los colonos y dio educación a los hijos de los jefes indios, Las Brozas (por cierto habría que recuperar el artículo «Las») debe estar llamada a un mayor protagonismo en esta conmemoración. Ya hay algo al sa­ber la embajada de la República Dominicana nuestro interés por her­manar la villa de Las Brozas con una de las muchas villas que fundó allí Ovando.

Pero el tema central de esta ponencia es el de dar a conocer el la­mentable estado en que se encuentra el patrimonio histórico-artístico de Las Brozas. Restos prehistóricos y romanos abundan por doquier. Hay intención de formar un museo arqueológico local con las piezas halladas por don Carlos de la Torre, un capitán de la Guar­dia Civil ya fallecido y gran experto en esta materia. Desde aquí urgi­mos a las autoridades a realizar una labor cultural por el bien de to­dos. Hay monumentos históricos y artísticos arruinados, como son el castillo y los tres conventos. La Casa de la Encomienda esta prácti­camente destrozada de su original, aunque rehabilitada como vivien­da moderna. El Ministerio de Cultura recomienda restaurar la ermita de San Juan por considerar que, con poco dinero, se recuperaría un artístico monumento brocense.

RODRÍGUEZ PULGAR, M.a del Carmen «EL DISTYLO SEPULCRAL ROMANO DE LA ANTIGUA IULIPA (ZALAMEA DE LA SERENA, BADAJOZ)»

Lulipa fue un municipio romano a comienzos del siglo II d. de C. Al parecer, está ubicado dentro de la región de Baeturia, comarca de la Bética que lindaba con la Lusitania. Se han encontrado buena par­te de restos romanos en la actual población de Zalamea dentro de la comarca pacense de La Serena, sobre todo muestras epigráficas, una cisterna romana, y el monumental dístylo, edificio sepulcral romano restaurado en el año 62 del presente siglo.

El monumento fue conocido y analizado por primera vez por los Humanistas del Renacimiento y ha despertado el interés de los inves­tigadores desde este momento hasta la actualidad.

Sobre un basamento y un ático, se levantan dos columnas corin­tias con una altura de 14’78 Mtrs., columnas que configuraron el mo­numento conmemorativo.

Su estilo está dentro de los cánones arquitectónicos seguidos en la estética Lusitana pero con un claro paralelismo con los monu­mentos siríacos del mismo orden, aunque éstos tienen unas dimen­siones más reducidas.

RUBIO GARLITO, M.a Avelina «CAUSAS DE MORTALIDAD EN TRUJILLO DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX»

Siguiendo una línea de investigación que ya hemos presentado en años anteriores, el presente trabajo se ocupa de analizar las causas de mortalidad que afectaron a la población trujillana durante la segunda mitad del pasado siglo; es decir, pretendemos conocer de qué y por qué moría el trujillano de la etapa decimonónica.

Esto nos va a permitir constatar las razones que frenaron el de­sarrollo demográfico del siglo XIX, tanto a nivel local como nacional y subrayar, una vez más, el subdesarrollo económico y social en el que se hallaba sumida la mayor parte de la población en el Antiguo Régi­men.

PAULE RUBIO, Ángel «VILLANUEVA EN LAS CORTES DE CÁDIZ»

D. Antonio de Oliveros Sáez, nació en Villanueva de la Sierra (Cá­ceres), el día 17 de enero de 1764. Llegó a ser hombre ilustre por su actuación como ideólogo en las Cortes de Cádiz, de las que fue secretario. Electo por la provincia de Extremadura en la sesión del 24 de septiembre de 1810, celebrada en la Real sala de León.

SÁNCHEZ GARCÍA, Rosa María «LAS MANIFESTACIONES RELIGIOSAS EN LA LUSITANÍA. LAS ESCULTURAS DE DIVINIDADES EN EMÉRITA AUGUSTA»

Un estudio sobre las religiones existentes en la Península Ibéri­ca durante el dominio romano es un trabajo amplio y complejo. Sin embargo, en este análisis limitado a la Lusitania extremeña es obser­var la convivencia de credos muy variados: los prerromanos o autóc­tonos de una zona concreta como Lux Divina o Ma-Bellona en la anti­gua Turgalium, los cultos orientales introducidos en Hispania por mi­litares, esclavos o por el simple tráfico comercial; y la religión oficial romana que acoge a las divinidades del panteón clásico grecorroma­no y al emperador, persona divinizada, como medio de unificación de todos los territorios dominados por el poderoso Imperio Romano.

Es Mérida por su importancia política ?capital de la Lusitania?, social y cultural la ciudad que manifiesta la existencia de cultos diversos que llegan a un sector determinado de su cosmo­polita sociedad. No obstante, existen zonas con peculiaridades im­portante en el aspecto religioso, tal es el caso de Turgalium en cuyo término se veneraron deidades de las que no tenemos noticias fuera de su territorio.

El ejemplo de estos dos núcleos: Emérita Augusta y Turgalium nos ofrece la imagen de una Lusitania que se adapta a las nuevas reli­giones introducidas por romanos y orientales, a la vez que sabe con­servar sus creencias autóctonas.

Las manifestaciones religiosas que contiene este trabajo son principalmente obras escultóricas centradas en Mérida, aunque las inscripciones esparcidas por toda la Lusitania nos aportan datos in­teresantes sobre las divinidades y sus cultos.

SÁNCHEZ GONZÁLEZ, Juan «EXTREMADURA Y AMÉRICA EN LA ERUDICIÓN E HISTO­RIOGRAFÍA EXTREMEÑA CONTEMPORÁNEA: UN IN­TENTO DE SISTEMATIZACIÓN»

En esta comunicación se analizan las diferentes valoraciones e interpretaciones que la presencia de Extremadura en América ha sus­citado en intelectuales y eruditos extremeños durante ésta y la ante­rior centuria.

Evidentemente no pretendemos ser exhaustivos, en el sentido de traer a colación todo lo producido sobre este tema, pero deseamos, con el apoyo documental preciso, construir el armazón sobre el que descansan las distintas ideologías, las diferentes versiones que en torno a este tema han circulado y continúan circulando; multiplici­dad de versiones que nos informan de un apasionado, justificado, interpretativo, que necesita ya ser abordado desde posicionamientos científicos, exentos, cuando menos, de atavismos y condicionantes que no sean los del propio objeto de estudio.

Para ello, y después de haber consultado un número conside­rable de autores y obras que versan sobre esta temática, abordare­mos aspectos puntuales, que son de común referencia y objeto, no pocas veces, de posturas enfrentadas: La sicología y carácter del extremeño y de los conquistadores. Explicaciones sobre el protago­nismo extremeño en Indias. Los conquistadores y el ideal de extremeñidad, Guadalupe y el hispanoamericanismo. El Adormecimiento de Extremadura.

SERRANO FERNANDEZ, Josefina «ALGUNAS APORTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LOS ÍDOLOS PLACAS DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE BA­DAJOZ»

Entre las manifestaciones muebles de la Edad del Cobre, los ídolos constituyen un objeto arqueológico de sumo interés para el es­tudio del contexto social y funerario de la época. Vinculados hasta hoy, al mundo de las creencias, presentan numerosas variantes o ti­pos. El tipo que aquí nos ocupa, es el tipo VIII: ídolo-placa según M.J. Almagro Gorbea.

Se trata de piezas planas de pizarra o esquisto, de formas rectan­gulares o trapezoidales, lisos o decorados, con bordes rectos o redondeados, con perforaciones o sin ellas, cuyas medidas oscilan entre los 24 y 4 cms. de alto por 18 y 1,5 de ancho variando el espesor entre los 1,2 y1,5, el color va desde el verde negro hasta el azul, gris y ocre claro.

Característica peculiar de los ídolos-placas son los motivos lineales formando decoraciones geométricas.

Geográficamente se distribuyen por el sureste, suroeste y zona catalana.

Aparecen en abundancia en ajuares dolménicos junto a puntas de flechas, hojas-cuchillos de silex, cerámica, etc. (Granja de Céspe­des, Badajoz).

Decíamos que algunas placas llevan perforaciones, lo que avalaría la interpretación de colgantes. Es posible que se tratara de dioses lares de devoción o protección individual o familiar que tras su desaparición se depositó junto al cadáver.

SOLIS RODRÍGUEZ, Carmelo «MÚSICOS PORTUGUESES EN LA BAJA EXTREMADURA»

Habituados a mirar la historia artística de Extremadura como un capítulo castellano-andaluz (influencia castellana en la provincia de Cáceres, andaluza en la de Badajoz), se ha olvidado en el estudio del arte bajo-extremeño el papel desempeñado por numerosos artistas portugueses que a lo largo de más de tres siglos (XVI-XVIII) salpica­ron de «lusismos» el mapa artístico pacense. La frontera de Caya nunca fue obstáculo para las relaciones artísticas entre España y Portugal, sino la vía de fecundos contactos: mármoles de Estremoz, Borba o Vilavicosa ornamentan nuestras iglesias y sirven de autoriza­da solería a espacios urbanos de algunas ciudades; arquitectos tan prestigiosos como Gaspar Méndez, Juan Bautista Machado o Alfon­so de Ladera, entre otros, trasvasan a pueblos pacenses aires del «manuelino» o de su peculiar barroco. Contrapunto a estos influjos lusitanos, Luis de Morales pinta tablas de devoción para la aristocra­cia portuguesa o se desplaza a Evora y Elvas para dejar en ellas muestras de su labor retablística.

Este mutuo trasvase (ampliable a otros capos artísticos) se de­tecta aún más intenso en el terreno musical, como ya señalara San­tiago Kastner en su estudio sobre «La Música en la Catedral de Bada­joz (1520-1769)» al poner de relieve los múltiples contactos entre mú­sicos portugueses y pacenses como lazo de unión entre la música es­pañola y lusitana. En esta línea se mueve la presente comunicación, que recoge una lista, no exhaustiva, de maestros de capilla, cantores, ministriles, organistas y organeros portugueses, presentes en la Ca­tedral de Badajoz y en pueblos de la provincia, significando su pecu­liar aportación, a veces singular, al desarrollo de la música en la Ba­ja Extremadura y, por redundancia, a la más amplia Historia de la Mú­sica en la Península Ibérica.

SORIA SÁNCHEZ, Valentín «APELLIDOS PARA LA HISTORIA DE EXTREMADURA»

1. En Roma se ha introducido la causa de canonización de los beatos franciscanos martirizados en Georgia en septiembre de 1597:

Blas Rodríguez de Cuacos de Yuste, cuya partida de bautismo tengo fotocopiada, Antonio de Badajoz, natural de la Albuera, Pedro de Cor­pas de Villabilla, Alcalá de Henares, Francisco de Berascola, Vizcaya y Miguel de Anón, Huesca.

2. El 21 de julio de 1587 marchan a América los franciscanos:

Pedro de Corpas, del convento de Astorga, Juan Manzano del conven­to de S. Francisco de Cáceres, Diego y Alonso de Sta. María de Garro-villas. El 21 de marzo de 1588 marchan a Sto. Domingo Francisco de Jaraíz y Vicente de Ponte del convento de Borja, y Juan de Jaúregui del convento de Huesca.

3. Auto de Fe en la Plaza Mayor de Madrid en 1680: Juan Miguel de Villanueva de la Vera y vecino del lugar de Miajadas, de oficio va­quero de edad de veinte y nueve años, salió al Auto en forma de peni­tente con coroza e insignia de casado dos veces, abjuró de leví, se le dieron doscientos azotes por las calles públicas y está desterrado de Madrid, Llerena y Miajadas por diez años y los cinco primeros a las galeras de S. Majestad a remo y sin sueldo.

SUAREZ DE VENEGAS SANZ, José «EPIGRAFÍA LATINA DE EXTREMADURA: NUEVAS APOR­TACIONES»

Estudio de tres Estelas Funerarias inéditas. Dos de ellas proce­den de Villamesías (Cáceres) y una de Don Benito (Badajoz).

TENA DE VADILLO, María de los Ángeles «PROGRAMA DE ACTOS QUE SE CELEBRARON EN TRU-JILLO EN EL IV CENTENARIO DE LA MUERTE DE FRAN­CISCO PIZARRO, 26 DE JUNIO DE 1941»

Actas que por acuerdo del Excmo. Ayuntamiento y con aproba­ción y cooperación del Consejo de la Hispanidad, celebró la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Trujillo, para exaltar la memoria de su gran Patricio Marqués don Francisco Pizarro, conquistador y coloni­zador del Perú, en el IV Centenario de su muerte, el día 26 de junio de 1941.

VIVAS MORENO, Agustín «LA HISTORIA DE EXTREMADURA COMO UNA HISTORIA DE LAS MENTALIDADES»

Se va a intentar hacer en esta ponencia una reflexión, al menos en uno de sus aspectos, sobre el tan traído y llevado término: historia. Realmente, ¿son los hechos sólo la historia, como algunas veces puede parecer? Evidentemente, la historia es algo más, y como tal, la de Extremadura, no corresponde exclusivamente a los hechos, ya sean de extremeños o no.

Extremadura, su pueblo, su gente ha gestado distintas mentali­dades a través del tiempo. Es la sucesión de éstas, y no otra cosa, la que ha creado y hecho posible una historia en y de Extremadura.

También se pretenderá, desde mi corta visión, dar una mínima «estructura» de la labor de todo historiador. Si la historia es la suce­sión de las mentalidades y no simplemente los hechos, el historiador de Extremadura será más fiel a su misión cuanto más se acerque al estudio de las mentalidades del pueblo de Extremadura a lo largo de la historia. El historiador, por otra parte, no debe olvidar su posición inevitablemente subjetivista, por estar «incrustado» en un tiempo y en una mentalidad concreta.

Creo que esto ayudará a hacer despertar en el resto del orbe, el sentido verdadero de la historia de Extremadura, para llevar a nuestra región al lugar que le corresponde en el V Centenario del Descubri­miento de América.

VIVAS MORENO, Manuel «PENSAR Y QUERER EXTREMADURA: SOBRE LA NECESI­DAD DE UNA SOCIEDAD ABIERTA Y UNA ETICA CIVIL»

Nuestro propósito en la presente comunicación es, simplemen­te, reflexionar sobre la necesidad de elaborar un proyecto que guíe los pasos de Extremadura hacia su configuración como una sociedad abierta, basada en una ética civil, en su afán de encontrar su nueva identidad (como la encontró antaño), para, de ese modo, saberse y afirmarse a sí misma como determinada comunidad de gentes y cos­tumbres, en el marco de la Europa de las comunidades de finales del Siglo XX. Saberse y encontrarse a sí misma, en aras también, del inicio de un nuevo diálogo con la América hispana. Hacemos, a tenor del sentido de la comunicación, nuestras las siguientes palabras del profesor Glez. de Cardenal: «Para que la respuesta a la amenaza co­lectiva sea personal y colectivamente eficaz a un tiempo, es necesa­rio cultivar dos valores hoy urgentes: una ética civil y una sociedad abierta. Ellas cobijan y afirman al individuo frente a todo dogmatismo de políticas y religiones»… (Glez. de Cardenal. El poder y la concien­cia. Madrid, 1984).

 

Oct 012007
 

Antonio Manuel Barragán-Lancharro.

Licenciado en Historia.

Resumen:

A finales del siglo XVIII, el rey Carlos IV creó la Real Audiencia de Extremadura. Nada más echada a funcionar, se decidió realizar un informe del estado de los pueblos y ciudades de su jurisdicción. Por esta razón, se llevó cabo una serie de encuestas que debían cumplimentar las Justicias Concejiles. La información obtenida de los expedientes de los pueblos del antiguo Partido de Mérida -conservada en torno al cuarenta por ciento- ha ofrecido en su conjunto unas conclusiones interesantes sobre el estado de las atribuciones y competencias municipales. Hacia 1790 en los pueblos pertenecientes a este partido, como en los demás del Reino de Castilla, concurrían unas estructuras políticas superpuestas fruto de la lógica evolución de las instituciones. No obstante, y no existe lugar a dudas, la actual organización política local española hunde sus raíces en la tradición municipal castellana.

I. Algunas consideraciones sobre la Real Audiencia.

A finales del siglo XVIII se creó, para el ámbito jurisdiccional de la Provincia de Extremadura, una Real Audiencia que tuvo su sede en la villa de Cáceres. Sus límites jurisdiccionales están descritos, grosso modo, en la Pragmática-Sanción de 30 de mayo de 1790: «El territorio de esta Audiencia, en que ha de ejercer su jurisdicción, así civil como criminal, y todas las demás funciones, encargos y regalías de un tribunal superior de provincia, ha de ser desde la línea del Reyno de Toledo a la parte de Oriente, por el puerto y sierra de Baños al Norte, siguiendo hasta el Reyno de Portugal al Poniente, y volviendo de allí al medio día hasta las cumbres de Sierra Morena, en donde terminan los Reynos de Sevilla y Córdoba». Sin embargo, se iniciaba esa pragmática con los motivos que movió a Carlos IV para promover su creación:

«Por las ciudades y villas de voto en Cortes de Badajoz, Mérida, Plasencia y Alcántara, de la provincia de Extremadura, se representaron al mi Consejo los perjuicios y agravios que padecían aquellos naturales por el costoso y distante recurso a los tribunales superiores constituidos fuera de la provincia, y propusieron para remedio de estos daños el establecimiento de una Audiencia Territorial a imitación de las de Galicia y Asturias. Examinado este asunto en mi Consejo, al mismo tiempo que lo hizo del respectivo a la ampliación del territorio de la Audiencia de Sevilla, conformándome en todo con lo me propuso, y teniendo por necesario y conveniente el establecimiento de dicha Audiencia en Extremadura para la más pronta, efectiva y cómoda administración de justicia civil y criminal en ella». Ley I del Título VI (De la Real Audiencia de Extremadura), del Libro V (De las Chancillerías y las Audiencias del Reino, sus ministros y oficiales) de la Novísima Recopilación de las leyes de España (Madrid, 1805).

Tras la caída del Antiguo Régimen en el siglo XIX, se transformó esta institución en la Audiencia Territorial de Cáceres, manteniendo parte de sus competencias. En ese momento, éstas eran estrictamente judiciales para el ámbito de las recientes -entonces- provincias creadas de Cáceres y Badajoz. Antes de 1791, los pueblos y villas situados al norte o al sur del río Tajo, acudían o recibían órdenes administrativas y judiciales de las Reales Chancillerías de Valladolid, de Granada, o de la Audiencia de Sevilla. Las grandes distancias a estos centros no eran salvadas por los rudimentarios medios de transporte, y alargaban años y años los trámites, o las órdenes y notificaciones se recibían a deshora.

Nada más establecida la Real Audiencia de Extremadura, la primera misión encomendada a los oidores fue la dar publicidad del establecimiento de esta institución a los pueblos afectados. Además, se requirió de todos los ayuntamientos la contestación de una serie de preguntas o materias que formaban, en conjunto, un interrogatorio. Conocidas las respuestas, el oidor encargado de recoger la información del partido correspondiente, realizaba un informe reservado en el que se exponían las características de las villas, así como las irregularidades o necesidades de cada una de ellas. Esa pesquisa individual servía de base a otro dictamen que se hacía sobre el partido. Lo recopilado era después leído en la Real Audiencia, teniéndose en consideración todos los datos recogidos, y atendiendo a las necesidades de cada lugar de su jurisdicción se exponían posibles soluciones.

Las preguntas del interrogatorio se articulaban operativamente, pesquisando información de todo tipo, y cuyo precedente más inmediato era el cuestionario de las Preguntas Generales de la Introducción de la Única Contribución o Catastro de Ensenada, de 1750. Sin embargo, la naturaleza fiscal del Catastro de Ensenada condicionó mucho la información. En cambio, el Interrogatorio de la Real Audiencia recogió datos de temática diversa: Antecedentes económicos o de naturaleza jurídica del municipio, pasando por la información religiosa, o la pesquisa sobre antiguas poblaciones desaparecidas, la existencia de bibliotecas, o instituciones benéficas y hospitales, por ejemplo.

Afortunadamente, a pesar de las diferentes purgas que se hicieron en tiempos de la Audiencia Territorial en su abundante documentación, muchos fondos contemporáneos a la fundación de la misma se han conservado, entre ellos los expedientes del Interrogatorio. No obstante, del Partido de Mérida se han perdido un buen número de documentos. La trascripción que se hizo a principios de la década de 1990, y su posterior publicación por la Asamblea de Extremadura, ha agrupado a las villas según el criterio de la pertenencia a un partido determinado. Esta obra ha puesto al alcance de cualquier interesado una información importantísima, contrastada, clara en muchas ocasiones, en la que se puede relacionar fácilmente la información de un pueblo con la de otro, y de un partido con otro diferente.

II. El Partido de Mérida.

Del Partido de Mérida se ha tenido la mala fortuna, como ya se ha citado, de haberse perdido buena parte de los expedientes referidos a los pueblos que la componían, circunstancia que condiciona cualquier estudio global sobre dicho partido. Pero a nivel local, gracias a los expedientes existentes, se pueden hacer algunos estudios pormenorizados. El Interrogatorio recoge íntegramente quince poblaciones, faltando veinticinco. Destacan entre éstas Montánchez y Mérida como entidades de cierta importancia en la época. Ha desaparecido, aproximadamente, el 60% de la información sobre el antiguo Partido de Mérida. Utilizando la obra Estremadura, de Tomás López, según pesquisa recogida en 1764, se puede conocer la totalidad de los pueblos del Partido de Mérida, que eran los siguientes:

Mérida, Calamonte, Alange, Palomas, Puebla de la Reina, Oliva de Mérida, Villagonzalo, Zarza de Alange, Torremejía, Fuente del Maestre, Aceuchal, Almendralejo, Arroyo de San Serván, Lobón, Montijo, Puebla de la Calzada, Arguijuela, Garrovillas, Esparragalejo, La Nava, Cordobilla, Carbonita, San Pedro, Don Álvaro, Trujillanos, Montánchez, Mirandilla, Carrascalejo, Aljucén, Villafranca de los Barros, Casas de Don Antonio, Torremocha, Albalá, Botija, Benquerencia, Valdefuentes, Torre de Santa María, Salvatierra de Santiago, Zarza de Montánchez, Valdemorales, Almoharín, Arroyomolinos, Alcuéscar, Valverde (Barrientos Alfageme, 1991, pp. 299 – 302).

De todos los interrogatorios conservados, excepto dos -los de Valverde y de Villafranca de los Barros- las demás localidades aparecían vinculadas al Gobernador o Alcalde Mayor de Montánchez, del cual recibían instrucciones políticas. Sin embargo, para asuntos fiscales, las órdenes llegaban desde Mérida. La información emanada de Salvatierra de Santiago lo ha dejado claro: «Deviendo hazer presente como está sujeta por lo respectivo a rentas reales, positos, real cavallería de el reyno y órdenes comunicadas por el señor Yntendente de esta provincia al cavallero gobernador de la ziudad de Mérida, como magistrado de dicho partido; y por lo que haze a montes y plantíos y demás órdenes comunicadas por las superioridades al alcalde maior de la villa de Montánchez» [Interrogatorio de la Real Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de Mérida. Asamblea de Extremadura, Mérida, 1994, pp. 363 y s., en adelante «IRAE»).

Las órdenes del señor Intendente de Extremadura, residente en Badajoz, se trasmitían a los pueblos de Albalá, Alcuéscar, Almoharín, Arroyomolinos, Benquerencia, Botija, Casas de Don Antonio, Salvatierra, Torre de Santa María, Torremocha, Valdefuentes, Valdemorales y Zarza de Montánchez, por el Gobernador de Mérida. No obstante, los mandatos de tipo político y judicial se recibían en estos pueblos por conducto del Alcalde Mayor de Montánchez, como se especificó en la información de la segunda respuesta de Botija, por ejemplo, y que consta casi de forma similar en todas esas localidades: «La elección de los sujetos para la administración de justicia se hace en virtud de real probisión que cada quinquenio se gana del Real Consejo de las Órdenes, y biene cometida al alcalde maior de la villa de Montánchez» [IRAE, p. 196].

Sin duda, este desdoblamiento de jurisdicciones, que se da atípicamente en el Partido de Mérida -y que si se estudian otros partidos no ocurre esa circunstancia- pudo ser debido a la superposición y anexión de jurisdicciones nuevas y antiguas. No hay que olvidar que Montánchez fue una importante Encomienda santiaguista en la Baja Edad Media y en los primeros siglos modernos (Maldonado Fernández, 2000, p. 920). Fue -junto a Mérida, Alange, Hornachos, Reina y Montemolín- una de las principales cabeceras de dicha Orden, proyectándose jurisdiccionalmente sobre todo su entorno. En cambio, Torremocha, del antiguo Partido de Montánchez expresó que pertenecía al Partido de Mérida. También constaba como afirmación implícita en algunos pueblos vecinos, aunque dependiendo en algunos asuntos del Gobernador de Montánchez: «Reconoze por cabeza de Partido a la ziudad de Mérida en lo concerniente a rentas reales, pósitos, ramo de cavallería, y demás zircularmente se comunica por el señor Yntendente General de esta provincia, y por lo que respecta a montes a la villa de Montánchez» [IRAE, p. 311]. Botija es «villa eximida y dista de la ciudad de Mérida, cabeza de partido nuebe leguas» [IRAE, p. 195].

Más de lo mismo contestó como primera respuesta los regidores de Zarza de Montánchez: «Este lugar de la Zarza es pueblo reputado por aldea de la villa de Montánchez, distante de la ziudad de Mérida, cabeza de partido ocho leguas (…) deviendo hacer presente como está sujeto por lo conzerniente a rentas reales, positos, real cavallería del reino, y órdenes sueltas; y por lo que mira a montes, plantíos, y demás órdenes comunicadas por las superioridades al señor alcalde mayor de la villa de Montánchez» [IRAE, p. 437]. Con respecto a Salvatierra de Santiago, esta información es exactamente igual a las villas referidas, es decir, recibía las órdenes fiscales desde Mérida, y desde Montánchez las administrativas y judiciales [IRAE, p. 251]. Benquerencia también respondió en la línea anterior: «Distante de la ziudad de Mérida, caveza de partido ocho leguas» [IRAE, p. 171].

Así pues, los pueblos agrupados en este volumen, excepto algunos -Torremocha, Botija, Zarza de Montánchez, Salvatierra de Santiago y Benquerencia-, y los otros dos referidos al principio -Villafranca de los Barros y Valverde- los demás aparecían como integrantes del Partido de Montánchez. Ni siquiera mencionan a Mérida ni en la relación de distancias:

a) Albalá: Este pueblo es pedáneo de la villa de Montánchez, caveza de partido» [IRAE, p. 49].

b) Alcuéscar «Es villa del Partido de Montanchez, dista de la caveza de partido una legua» [IRAE, p. 65].

c) Almoharín: «Esta villa es eximida de la de Montánchez, cabeza de partido» [IRAE, p. 115].

d) Arroyomolinos: «Este pueblo es villa eximida, dista de la capital, que es Montánchez, cabeza de este partido una legua» [IRAE, p. 141].

e) Casas de Don Antonio: «No es caveza de partido, y si en quanto a montes y plantíos está sujeta a la capital, de Montánchez» [IRAE, p. 219].

f) Torre de Santa María: «Aldea de Montánchez, que es su cabeza de partido» [IRAE, p. 285].

g) Valdefuentes: «Este pueblo es villa, distante de la caveza de partido una legua [Montánchez], y de la subdelegazión siete [Mérida]» [IRAE, p. 339].

h) Valdemorales: «Aldea sujeta a el señor governador de la villa de Montánchez» [IRAE, p. 363].

Además, Montánchez y Mérida contaban con Oficio de Hipotecas. Según el Diccionario Escriche era «una oficina establecida en cada cabeza de partido para tomar razón de las escrituras que se otorguen ante los escribanos de los pueblos del distrito; con el objeto de que puedan llegar a noticia de todos, las compras, ventas, hipotecas, censos, tributos y cualesquiera otros gravámenes de los bienes raíces, evitándose así ocultaciones y fraudes, y de que en el caso de perderse los protocolos y originales, puedan sacarse otras copias que las reemplacen» (Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia, de Joaquín de Escriche, Madrid, 1876, tomo IV, p. 354).

Así, en la respuesta de Casas de Don Antonio se afirmó «no haver en ésta Oficio de Ypotecas, por subsistir éste en la capital de Montánchez» [IRAE, p. 221]. Similar fue la respuesta que ofreció el Concejo de Zarza de Montánchez: «No hai Ofizio de Hipoteca alguno por hallarse éste en la villa de Montánchez, como es prevenido por repetidas reales órdenes» [IRAE, p. 439]. El otro Oficio de Hipotecas se encontraba en la ciudad de Mérida. Además, Montánchez era sede de una administración de correos, circunstancia que se justificaba por su entidad superior. Así quedó reflejado en una información de Valdemorales: «Al administrador del correo de la villa de Montánchez, ciento y cinco reales» [IRAE, p. 365].

Existe, pues, una confusión entre las dependencias jurisdiccionales, por un lado entre las poblaciones anejas de la antigua Encomienda de Montánchez, que decían pertenecer al partido de este último, pero que expresan, a efectos fiscales, depender de Mérida. En la obra de Tomás López se verificó que todas las localidades conformaban el Partido de Mérida. La falta de los expedientes de Montánchez y Mérida no aclara algunos extremos de estas contradicciones. La explicación más ajustada a la realidad ya ha sido defendida, y es la superposición o agregación de unas jurisdicciones antiguas, inoperantes las más, a otras modernas. Incluso podía tener un origen eclesiástico, pues en el antiguo Provisorato de Mérida, de la Orden de Santiago, el Provisor de Mérida tenía competencias sobre el Partido de Montánchez, como el de Llerena lo era de los partidos de Segura de León y Hornachos, que además fueron en su día destacadas Encomiendas de Santiago (López y López, 2002, p. 316).

Así con respecto a esto último, es elocuente la información que proporciona el Diccionario geográfico-estadístico de Madoz. A mediados del siglo XIX, los pueblos que habían formado el antiguo Partido de Mérida pertenecían al Provisorato de Mérida, encuadrándose estas mismas localidades en los diferentes partidos judiciales -Almendralejo, Mérida y Montánchez-. Esto significó una confusión de las jurisdicciones eclesiástica con civil. Así, el recuerdo en el ámbito civil quedaría reflejado en una jurisdicción eclesiástica el resto del siglo XIX. Los pueblos del antiguo Partido de Mérida pasaron en el siglo XIX unos a la provincia de Badajoz y otros a la de Cáceres. Al mismo tiempo, se crearon unos partidos judiciales cuya estructura jurisdiccional se ha conservado hasta la actualidad.

 

Pueblo Provincia Partido Judicial
Almendralejo Badajoz Almendralejo
Aceuchal Badajoz Almendralejo
Arroyo de San Serván Badajoz Mérida
Alange Badajoz Mérida
Almoharín Cáceres Montánchez
Alcuéscar Cáceres Montánchez
Arroyomolinos de Montanchez Cáceres Montánchez
Albalá Cáceres Montánchez
Aljucén Cáceres Mérida
Benquerencia Cáceres Montánchez
Botija Cáceres Montánchez
Calamonte Badajoz Mérida
Casas de Don Antonio Cáceres Montánchez
Cordobilla Badajoz Mérida
Don Álvaro Badajoz Mérida
Esparragalejo Badajoz Mérida
Lobón Badajoz Mérida
La Garrovilla Badajoz Mérida
La Nava Badajoz Mérida
La Oliva Badajoz Mérida
Mérida Badajoz Mérida
Montijo Badajoz Mérida
Montánchez Cáceres Montánchez
Mirandilla Badajoz Mérida
Puebla de la Reina Badajoz Mérida
Puebla de la Calzada Badajoz Mérida
Palomas Badajoz Almendralejo
Salvatierra de Santiago Cáceres Montánchez
San Pedro Badajoz Mérida
Torremejía Badajoz Mérida
Trujillanos Badajoz Mérida
Torremocha Cáceres Montánchez
Torre de Santa María Cáceres Montánchez
Torremayor Badajoz Mérida
Valdefuentes Cáceres Montánchez
Valdemorales Cáceres Montánchez
Valverde de Mérida Badajoz Mérida
Villagonzalo Badajoz Mérida
Villafranca de los Barros Badajoz Almendralejo
Zarza de Montánchez Cáceres Montánchez
Zarza de Alange Badajoz Mérida
(Madoz, 1848, tomo XI, p. 388)

Posiblemente, este Partido de Montánchez a que se refiere en 1791 pueda ser un corregimiento. Un plano de 1829, procedente del Archivo Histórico Provincial de Cáceres (referencia: ES AHP MPD 016) sobre el arreglo del Corregimiento de Montánchez puede ser la clave. Aparece en un lateral de aquél los pueblos de su corregimiento, y otros que se intentan agregar, que son, exceptuando Torrequemada, Carmonita, Cordobilla, Miajadas y Escurial, todos los que decían pertenecer, en 1791, al Partido de Montánchez. Eran los que varios años después, exceptuando estos últimos mencionados, integraron el Partido Judicial de Montánchez. Es decir, Albalá, Alcuéscar, Almoharín, Arroyomolinos, Benquerencia, Botija, Casas de Don Antonio, Montánchez, Salvatierra de Santiago, Torre de Santa María, Torremocha, Valdefuentes, Valdemorales, Zarza de Montánchez (Madoz, 1848, tomo XI, p. 521).

III. Jurisdicción eclesiástica.

Si en el ámbito civil existe cierta confusión, no es así en el ámbito eclesiástico. Todas las localidades enmarcadas en el Partido de Mérida afirmaron pertenecer a la Orden de Santiago. Valga el ejemplo de Zarza de Montánchez: «Este therritorio no es de diózesis [ordinaria] alguna, a virtud de ser comprehendido en lo therritorial a la Orden de Santiago, y tener en la jurisdizión eclesiástica el ylustrísimo señor Prior de León, vere nulius, sin embargo, sus alzadas y apelaziones en los juizios corresponden al sacro y Real Consejo de Órdenes Militares» [IRAE, p. 438]. Otro ejemplo, fuera del entorno de Montánchez, puede ser Valverde, «que en lo eclesiástico es el territorio de la Orden de Santiago, y Priorato de LeónNulius» [IRAE, p. 383]; o Villafranca de los Barros: «Todas [las villas aledañas y Villafranca] comprehendidas en el territorio de la Orden de Santiago, a quien corresponde» [IRAE, p. 419].

Es importante dedicarse a este asunto, pues todavía a esta altura del siglo XVIII la Orden de Santiago poseía en la vida eclesiástica -y porque no, en la civil- una gran influencia en este territorio. En cuestiones civiles, como fue la elección de oficios concejiles, la autorización emanaba del Consejo de Órdenes Militares, no de la Real Chancillería de Granada o de la Audiencia de Sevilla, o después de la Real Audiencia de Extremadura como era lógico. Ejemplo sería la villa de Alcuéscar, villa realenga, que como las demás, seguía un tortuoso proceso administrativo para renovar los oficios del concejo, y que la primera autorización venía del dicho Consejo, no de la Real Chancillería de Granada: «Las elecciones de justicia se hazen por el Governador o Alcalde Maior de la caveza de este Partido [de Montánchez], con licencia del Supremo Consejo de Órdenes» [IRAE, p. 66].

Estas irregularidades -en la que se mezclaban las realidades eclesiástica y civil- deben entenderse en su contexto histórico y en la evolución dela Orden de Santiago. Nacida ésta en la Edad Media, y por recompensa por los servicios en la Reconquista le fueron cedidos numerosos territorios enla Mancha y en Extremadura fundamentalmente. Tuvo en sus primeros siglos una independencia casi total de la Corona. En el siglo XVI, la Monarquía hispánica consiguió la administración de la misma, así como la facultad de proveer los cargos eclesiásticos en su territorio. El hito cronológico de esta disposición se produjo el 4 de mayo de 1523, fecha en la que fue concedida la bula por la que se convirtió el rey de Castilla y de León en Gran Maestre y administrador perpetuo (López y López, 2002, p. 307.

De esta manera, todas las villas pasaban a ser dependientes del Rey, y serían por tanto villas realengas. De los expedientes consultados, sólo Valdefuentes es villa de señorío, perteneciente al Duque de Abrantes. Era frecuente en la época moderna la enajenación de territorios de realengo a favor de los señores jurisdiccionales, aunque no se indica en la pregunta correspondiente -segunda- el origen del señorío de Valdefuentes. Aunque, fue enajenada, pertenecía todavía en lo eclesiástico al Priorato de León [IRAE, p. 339]. Felipe II la vendió el 11 de julio de 1588 a favor de Álvaro de Sande, I Señor de Valdefuentes (Rubio Rojas, 1992, tomo X, p. 67). Más tarde, en 1616, Felipe III le nombró I Marqués de Valdefuentes. Por el matrimonio de Ana de Sande con Alfonso de Lancáster, I Duque de Abrantes, se vinculó al marquesado de Valdefuentes el ducado de Abrantes, convirtiéndose por su política matrimonial en uno de los linajes más prósperos del ámbito extremeño (Sánchez Marroyo, 1992, p. 68).

Inmediatamente después del Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura, al Prior de León se le invistió de la dignidad episcopal. Desde 1797 residiría en Llerena, dirigiendo desde allí todo este vasto territorio (López y López, 2002, pp. 312 y s.). Casi todos los pueblos del Partido de Mérida pertenecieron al Provisorato de Mérida. El provisor era teniente de vicario general en el territorio de su jurisdicción. A su vez, el cargo de vicario general fue creado en 1600 para suplir en la provincia la ausencia del Prior de San Marcos de León, pues no residía en Extremadura (López y López, 2002, pp. 315 y s.). Esta jurisdicción eclesiástica fue suprimida en 1873, integrándose este territorio en el Obispado de Badajoz. Esta decisión no fue acogida favorablemente entre muchos clérigos y provocó un episodio cismático muy conflictivo (Cfr. Barragán-Lancharro, 2003).

IV. La administración municipal en el Partido de Mérida según el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura.

De entre los pueblos que se conservan expedientes se pueden clasificar, atendiendo a su naturaleza jurídica, de tres formas:

1. Villas realengas, en el caso del Partido de Mérida, antiguas dependientes del Señorío de la Orden de Santiago, que después pasaron a la Corona. Eran consideradas totalmente realegas, pero con ciertas irregularidades, como era la dependencia del Consejo de las Órdenes Militares. En este caso estaban las localidades de Alcuéscar, Almoharín, Arroyomolinos, Botija, Casas de Don Antonio, Salvatierra de Santiago, Torre de Santa María, Torremocha, Valverde y Villafranca de los Barros.

2. Pueblos pedáneos, dependientes de una entidad mayor, teniendo sus funciones muy condicionadas por las decisiones que se tomaban desde el concejo del que dependían. Este es el caso de Albalá, Benquerencia, Valdemorales, y Zarza de Montánchez; dependientes todas de Montánchez.

3. Villa sujeta al régimen señorial, antiguamente de carácter realengo, y que por voluntad real cambió de condición jurídica. El único caso que se da es el de Valdefuentes, en el que su señor el «excelentísimo señor Duque de Abrantes, marqués de ésta, quien sólo es dueño de la jurisdicción» [IRAE, p. 339].

Para el estudio de la composición de los concejos en el Partido de Mérida se ha analizado detenidamente la información emanada de la pregunta segunda del interrogatorio. En las villas realengas, la máxima autoridad era el Alcalde Mayor o Gobernador, siempre nombrado «por su majestad a consulta del Real Consejo de las Órdenes Militares, sin tener comisión ni subdelegazión alguna» [IRAE, p. 312]. El gobernador o alcalde mayor de una villa de señorío era nombrado por el titular del mismo, y sólo llevaba a efecto la representación política de su superior. En Valdefuentes, aparte de no residir en la villa, provocaba, cuando estaba allí, roces con los alcaldes ordinarios cuando éstos aplicaban o supervisaban algún caso: «Su alcalde [ordinario] exerze la jurisdizión ordinaria sin límite alguno, pero a presenzia del maior, no quiere éste la tenga, y sí corren todo el juzgado verbal y judizial ante él, como se ha experimentado» [IRAE, pp. 339 y s.]. Aunque no formaba parte del concejo, podía presidir sus reuniones, pudiendo así ejercer su influencia sobre el mismo.

El ayuntamiento estaba formado por una serie de oficiales concejiles, y su nombramiento se hacía en nombre del rey, incluso en las villas de señorío. Algunos cargos se elegían por el criterio de mitad de oficios. La respuesta de Valverde especificó la mitad de oficios como la forma de elegir «uno por el estado noble, y otro de por el estado de los hombres buenos [o pecheros]» [IRAE, p. 384]. En cambio, no en todos los lugares había mitad de oficios, a veces por circunstancias relacionadas con la entidad del municipio no existía: Era la circunstancia de Casas de Don Antonio: «Es esta villa realenga, en la que no hay mitad de oficios» [IRAE, p. 220].

Por este criterio de mitad de oficios eran elegidos los dos alcaldes ordinarios, los regidores perpetuos, y los alcaldes de la Santa Hermandad. El número de alcaldes y de regidores variaban según la entidad del municipio. Así, cada municipio tenía un número determinado de alcaldes y regidores, exceptuando Torremocha y Villafranca, en los demás se señaló la existencia de alcaldes ordinarios. Por lo que respecta a los regidores de los pueblos de la influencia de Montánchez, tenían normalmente dos oficios de regidores, excepcionalmente en Torremocha había cuatro. En otra zona, Villafranca contaba con dos, y Valverde con diez oficios, tres de éstos eran regidurías vacantes.

En cuanto a la figura del alcalde ordinario, el Diccionario Escriche dice que era «el que ejercía la jurisdicción ordinaria en algún pueblo, habiendo sido elegido a este fin por sus vecinos. Llamábanse ordinario, porque el orden establecido por derecho, exigía que todos los que habitaban en su distrito, acudiesen a el en sus litigios; siendo preciso, para eximirse de su jurisdicción, manifestar el goce de otro fuero». Además, «los alcaldes ordinarios tenían la misma jurisdicción que los alcaldes mayores, y conocían, por consiguiente, en primera instancia, de las causas civiles y criminales hasta la sentencia definitiva, de oficio o a instancia de parte» (Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia, de Joaquín de Escriche, Madrid, 1874, tomo I, p. 424).

En una reforma del S. XVIII, y por decisión del Consejo de cinco de mayo de 1766 se introdujeron las figuras de los «diputados de abastos» y «síndicos personeros del común». Estaban éstos encargados de «evitar a los pueblos todas las vejaciones que por mala administración o régimen de los concejales padezcan en los abastos, y que todo el vecindario sepa como se manejan…». Así, se implantaron estos oficios como contrapeso a la actuación de la oligarquía tradicional. En la Instrucción del Consejo de 26 de junio de 1766 se señaló su elección anual por los vecinos seculares y contribuyentes. Su cargo era incompatible con cualquier oficio concejil simultáneo.

La mención en las respuestas de cargos por lugares es de la siguiente manera:

1. Albalá: «[En el recuento electoral] se sacan un alcalde y regidor de ambos estados» [IRAE, p. 50]. 2. Alcuéscar: «En la villa de Alcuéscar en los quinze días del mes de marzo de del año de mil setecientos noventa y uno, los señores don Francisco de Cázeres Cordovés, y Miguel Fernández Antillano; don Diego Giménez Retamal y Bizente García Burgos, alcaldes y regidores de ella por su magestad y mitad de oficios» [IRAE, p. 65]. 3. Almoharín: «Cada año se desinseculan dos alcaldes ordinarios y dos rexidores de uno y otro estado noble y general» [IRAE, pp. 115 y s.]. 4. Arroyomolinos «Los alcaldes y dos regidores en cada un año» [IRAE, pp. 141 y s.]. 5. Benquerencia: «Un alcalde y dos rexidores cada año» [IRAE, p. 172]. 6. Botija: «Habiendo cada año dos alcaldes y dos rexidores» [IRAE, p. 196]. 7. Casas de Don Antonio: «Su número en cada año son de dos alcaldes y dos rexidores» [IRAE, p.220]. 8. Salvatierra de Santiago: «Haviendo cada año dos alcaldes y dos rexidores» [IRAE, p. 252]. 9. Torre de Santa María: «Percibe dicho alcalde [pedáneo] y dos regidores cada año, por reglamento, quatro ducados cada uno» [IRAE, p. 286]. 10. Torremocha: «Tiene su ayuntamiento compuesto por quatro regidores» (…) [IRAE, p. 312]. 11.Valdefuentes: «Un alcalde y dos regidores» (…) [IRAE, p. 339]. 12. Valdemorales: «Sólo sirven un alcalde y dos regidores cada un año» [IRAE, p. 364]. 13. Valverde: «Dos alcaldes y diez regidores perpetuos, de los quales tres están vacantes» [IRAE, p. 384]. 14. Villafranca: «Hay mitad de oficios, haciendo el de regidores que se compone de dos, uno por cada estado» [IRAE, p. 419]. 15. Zarza de Montánchez: «Perzibe su alcalde anualmente y dos rexidores cinquenta reales» [IRAE, p. 438].

Aparte de estos cargos municipales, existían otros más variados. En Almoharín «hay un procurador síndico, dos diputados del común, un mayordomo de propios y arbitrios, un depositario y un ynterventor del real pósito, un alguazil mayor, un ministro ordinario, y un peón público» [IRAE, p. 116]. El alguacil era encargado de hacer ejecutar las penas y custodiaba la cárcel real en cada villa, por ello su origen era muy concreto. En Arroyomolinos de Montánchez el «alguazil maior perpetuo con voz y voto en ayuntamiento, con preferenzia a los caballeros regidores según su real título» [IRAE, p. 142].

El concejo se reunía una vez a la semana por lo menos, solía tratar de una serie de asuntos, que después eran anotados en el libro capitular (acuerdos) o en el libro de propios (gestión económica) por el escribano del mismo (Maldonado Fernández, 2000, pp. 937 y s.):

a) Designación de oficiales al servicio del municipio. En Salvatierra de Santiago se nombran «celadores de montes, guardas y veedores de daños y boyada» [IRAE, p. 252].

b) Distribución, explotación y control de las tierras comunales y las concejiles. En Torremocha «dichos regidores tienen salario anual cien reales, y se les faculta para custodiar la oja, acotados y montes, todo con arreglo a la ynstitución de estos ofizios y privilegios de villazgo» [IRAE, p. 312].

c) Organización de comisiones de peritaje para el control de las mojoneras de las tierras del término, de las comunales y las del concejo. En el interrogatorio correspondiente a Villafranca, se cita excepcionalmente este caso: «En la mañana del día veinte y quatro de marzo, en virtud del previo aviso dado a la justicia de la villa de Villafranca, haviendo llegado al sitio llamado del Pilón, por donde principia su término al entrar desde la villa de Alange, comparecieron Diego García Santiago y Joseph Hernández, labradores; Diego Benítes Gallardo, y Juan Gutiérrez de los Casares, pastores; peritos nombrados por esta villa para el reconocimiento de su término» [IRAE, p. 434].

d) Reparto entre el vecindario de los impuestos (alcabalas, servicios reales…) y los gastos del concejo. Quienes llevaban el peso de los impuestos era el estado general. Estaban eximidos de tales cargas el estado noble y el estado eclesiástico. Así, en Salvatierra de Santiago, cuando se contrataban guardas oculares para vigilar los presos, quienes salían perjudicados no eran éstos, sino el estado general que era que sufragaba los gastos: «Haviendo reos de consideración es forzoso custodiarlo con guardas oculares, lo que es mui gravoso al vecindario, y especialmente a los de el estado general que siempre son los que ausilian en semejantes lanzas» [IRAE, p. 253].

e) Convocatoria de las licitaciones para nombrar los abastecedores oficiales del vino, aceite, pescado… Por ejemplo, en Alcuéscar «hay quatro abastos públicos, que son el de carne de macho cabrío, el del vino, jabón, y aguardiente; el de carne no tiene otra pensión que la de paga un quarto en libreta por sí de alcavala; el del vino paga en presente año a beneficio público setecientos veinte reales; el de jabón paga, según costumbre, por razón del quarto en libra mil ciento nueve reales; el aguardiente paga noventa y nueve reales y maravedíes, cuyos importes se imbierten a beneficio del encavezamiento que tiene esta villa echo con el administrador de rentas generales de la ciudad de Mérida» [IRAE, p. 67].

f) Control de las pesas y medidas dentro del municipio, ajustado al Marco de Ávila. Así, la mención que se hace la respuesta dada por Valdemorales es de la siguiente manera: «Los pesos y medidas que se usan son los mismos que usan los pueblos confinantes, con arreglo al Poste de Ávila» [IRAE, p. 364]. Por otro lado, en Valverde «los pesos y medidas de que aquí se usa son conformes con los de la ziudad de Mérida, esto es, la vara de medir arreglada por la de Burgos, la arroba de bino por la de Toledo, y la de granos por la de Ávila, y se nota que la fanega de granos de la Guareña es un quartillo menos que la de ésta, i en los demás pueblos confinantes está conforme con las de esta villa» [IRAE, p. 387].

g) Administración económica del municipio, constituyendo la Junta de Propios. Así los ingresos eran examinados por esa junta y el concejo. En Valdemorales, los ingresos de «este concejo se vale solamente de que dan por las yervas de la dehesa, y del fruto de bellota que da de sí el corto monte de ella, que a corta diferencia por quinquenio se haze cada año mil trescientos reales, de los que se pagan veredas, reales órdenes, copias de ellas, que suelen ascender unos años con otros a la cantidad de seiscientos treinta reales, del situado del señor alcalde quarenta y quatro reales, el fiel de fechos doscientos quarenta y cinco reales, el ministro diez y ocho, al administrador del correo de la villa de Montánchez ciento y cinco reales, y al que recibe las cartas y las reparte veinte reales» [IRAE, p. 365].

h) Tomar medidas referentes al socorro de pobres necesitados, así como el fomento de la higiene pública, mercados públicos…

Los cargos de alcaldes ordinarios y de regidores se renovaban cada anualmente según un proceso electoral que se producía cada cinco años. Las elecciones eran muy restringidas, y el control del concejo en materia de listas de votantes era total. La corrupción política en esos comicios estaba servida de antemano, sobre todo cuando eran concejos con muchos bienes que administrar. El voto se emitía en varias fases según el estamento al que perteneciera el individuo que tenía derecho al sufragio. Este proceso ha quedado bien descrito, a diferencia de otros pueblos, en la respuesta de Valverde:

«Hai en ella mitad de ofizios, la qual se observa en la elección que anualmente se haze de dos alcaldes ordinarios, uno por el estado noble y el otro por el de hombres buenos, y asímismo, de otros dos alcaldes de la Santa Hermandad por sus respectibos estados; los alcaldes ordinarios se nombran por ynseculación que se haze una en cinco años conforme a la ley de este territorio, y en esta forma con testimonio que se remite por medio del caballero governador del partido al señor fiscal del Real Consejo de las Órdenes, de estar evacuado el cántaro y concluida la ynseculación nueva cometida al gobernador de dicha ziudad de Mérida, el qual en virtud de ella se constituie la villa, acompañado de escribano y alguazil, y hace presente su cometido al ayuntamiento, y pide testimonio del vezindario (que se le entrega), con expresión de eclesiásticos, nobles y demás vezinos, manifestando en ellos hacendados con bienes que poseen, y con vista de este documento, llama primeramente a los del estado eclesiástico para que nombren seis personas para alcaldes ordinarios por el estado noble, y otros tantos para dicho empleo por el general; después rezibe los votos de los que componen el ayuntamiento para el propio fin, luego practica igual diligenzia con los del estado noble; y últimamente examina para lo propio del estado de hombres buenos y entre labradores de los más ricos y honrados, y de los pobres hasta el número de quarenta personas; después de rezibidos todos los botos, haze escudriño de las cinco personas en quienes han recaído la pluralidad para dicho empleo de alcaldes ordinario por el estado noble, y forma cinco papeletas que comprehende cada una de ellas el nombre y apellido del sugeto que debe servir dicho empleo por un año, con los votos que ha tenido, la fecha y firma del governador en esta forma: Fulano de tal, alcalde ordinario de esta villa por un año, con quarenta votos, Valberde y maio a 20 de 1780, don Miguel Maldonado.

Estas cinco papeletas se introducen por dicho governador cada una de por sí en unas bolillas de madera abugeradas por medio, y después forma otra papeleta del sugeto que ha seguido en votos a los de las cinco anteriores, y la introduze en otra bolilla, la qual, a diferencia de aquéllas, le rodea un hilo enzerado porzima, y la introduze con las otras cinco en el cántaro de madera de los alcaldes ordinarios por el estado noble; advierto que esta última papeleta y bolilla que enzierra sólo sirve para exerzer el empleo por muerte, ausenzia y u otro legítimo ympedimiento de las personas comprehendidas en las cinco primeras, por cuia razón sólo se extrae en estos casos, y se le nota con la dicha diferencia del hilo, y se estiende también en diversa forma, a saver: Fulano de tal, alcalde ordinario por su estado noble de esta villa en el ylo por ausentes, muertos o legítimamente ympedidos, Valberde y maio, 20 de 1780, don Miguel Maldonado.

En los mismos términos y conformidad forma dicho governador otras seis papeletas para los que ha de servir el empleo de alcalde ordinario de hombres buenos, y las introduze en otro cantarillo; así este como el de los alcaldes por el estado noble tienen su rótulo que los distingue y dize el uno estado noble y el otro estado general; y luego que están introduzidas en cada uno de ellos sus respectivas bolillas, se zierran con sus llaves que recoje el cura párroco, y después se meten estos cantarillos en un arca resguardada con tres llaves, que conservan los dos alcaldes ordinarios y el regidor decano. Todas estas diligenzias las practica el governador y su escribano por sí solos, de modo que en el pueblo no se save que sugetos son los que quedan encantarados, y las remite originales a dicho Real Consejo de las Órdenes.

Llegado el día de año nuevo, se junta el aiuntamiento en la forma acostumbrada, que es a son de campana, y pasa recado de atención al cura párrocho para que concurra con las llaves de los cantarillos, y asista a la desinculazión como un testigo de maior excepción, y no en otro conzepto, y juntos todos se prozede a abrir el arca con las respectivas llaves, de la que se extraen los cantarillos por el regidor decano, ambos a un tiempo, y avierto por dicho cura párroco el del estado noble, por un niño de corta edad, que está prevenido, se extrae una de las bolillas en él contenidas, y la entrega al párroco, quien saca la papeleta que está metida en ella, y la lee públicamente, y da a leer a todos los demás del ayuntamiento para que se certifique, y que el sugeto escrito en dicha papeleta es el alcalde ordinario por el estado noble en todo aquel año; y la misma diligenzia, y en los propios términos se executa la saca de otra bolilla del cántaro de alcaldes ordinarios por el estado de hombres buenos; y en acto continuado, sin disolverse el ayuntamiento, se le pasa recado por medio del ministro ordinario para que vengan a tomar posesión dando las fianzas de la ley, y después se presentan, se les rezibe el juramento acostumbrado, y se les da posesión de sus empleos, entregándoles las varas de justicia, y ocupando los asientos de los que zesan en dichos empleos, con la qual fianza que presta en dicho acto se concluie éste, y se disuelbe el ayuntamiento.

Ello pasa así quando los sugetos contenidos en las bolillas no tienen legítimo ympedimento o se hallan muertos o mudados de vecindad, pues en estos dos últimos casos, o se rompen las bolillas, o se quedan fuera del cántaro, y se pasa a extraer otra; y en el primero de tener legítimo impedimento, y se gradúa por tal por el ayuntamiento, se relanza la papeleta, esto es, se buelve a introduzir en el cántaro, y se saca otra, pero si la persona que tiene ympedimento, y sale por alcalde es en el último año de la ynseculación, en este caso no se relanza su boleta, sino que se queda fuera, y se extrae la de ylo. Los dos alcaldes de la Santa Hermandad, uno por el estado noble, y otro por el general, se nombran asímismo el día primero de cada año por el ayuntamiento a pluralidad de votos, y los dos sugetos o personas a quienes se verifica ésta, son llamados también, y se les da posesión en acto continuado después de la de los alcaldes ordinarios». [IRAE, pp. 384-386].

Todo este proceso tenía su base legal en las leyes que formaron los Capítulos Generales de Madrid y Toledo de 1560 – 1562, por el cual, como se ha podido constatar, imponía un sistema profundamente oligárquico; además de controlar, férreamente, la corona, por medio del gobernador de todo el proceso, así como la vida concejil:

«Don Felipe, por la gracia de Dios, rey de Castilla, León (…), administrador perpetuo de la Orden y Caballería de Santiago (…), a nuestro gobernador, o juez de residencia que sois o fuéredes de la Provincia de León, a cada uno y cualquiera de vos, sabed que habiéndose hecho Capítulo General de la dicha orden, que últimamente se celebró, en el que se hizo una Ley Capitular de la dicha Orden, cerca del orden que se ha de tener en la elección de alcaldes y regidores (…) habemos proveído, y mandamos que aquello se cumpla y se execute inviolablemente, según más largamente, y en la dicha provisión se contiene, su tenor del qual es el que sigue: (…) por quanto por experiencia se ha visto que sobre la elección de los alcaldes ordinarios y regidores de los concejos de las villas y lugares de nuestra Orden ha habido, y hay, muchos pleitos, cuestiones, debates y diferencias, en que se han gastado, y gastan mucha cuantía de maravedíes, y se han hecho y hacen muchos sobornos y fraudes (…) por quanto, por evitar y remediar lo suso dicho, establecemos y ordenamos que de aquí adelante se guarde y se cumpla y tenga la forma siguiente (…) y de cada uno de ellos pondrán se su propia letra en un papelito, y doblado lo meterá dentro de una pelotita de cera, la qual redondeará con una turquesa de bodoque, de manera que todas las pelotillas sean iguales, y echará los que fueren nombrados para alcaldes en un cantarillo de madera, y los que para regidores en otro, cada uno de los quales ha de tener su llave (…) los dichos cantarillos se meterán en un cofre o arca que tengan quatro llaves, y la una ha de tener un alcalde, y la de otro el otro, la otra el regidor más antiguo, y la otra el cura del lugar». (Maldonado Fernández, 2000, pp. 933 y s.).

En cuanto a los escribanos, en todos los pueblos residían estos funcionarios. Daban fe de los actos del concejo, legalizaban las cuentas de propios, tomaban testimonios judiciales, y notificaban cualquier requerimiento. Además es notario público. En el Partido de Mérida existían ciertas reminiscencias del periodo plenamente santiaguista, pues eran proveídas las escribanías, a petición de los concejos, por la Mesa Maestral de la cabeza de partido a aquéllos que tuviesen el título de escribano expedido por el Real Consejo de las Órdenes. Recibían sus estipendios del concejo por los servicios a éste, y cobraba además honorarios por sus servicios de notario según un arancel.

Este es el caso de Albalá: «Aquí la escribanía de ayuntamiento, en que éste nombra a sujeto que obtenga título del Consejo de las Órdenes, y por lo que haze a lo público, la harrienda la Mesa Maestral de la ciudad de Mérida a escrivanos aprobados en dicho Real Consejo de Órdenes, pagándose de propios al escribano de ayuntamiento seiscientos reales anuos, y en defecto de ese se sirve por un fiel de fechos como suzede de presente por el mismo salario; no savemos haya aranzel alguno para sus derechos, y sí siguen llevando lo que sus antecesores» [IRAE, p. 50]. En otros lugares, como en Almoharín, residían dos escribanos, lógicamente con funciones distintas: «El uno de cortes y el otro de reynos, el primero exerze lo público y juzgado nombrado por la Mesa Maestral de la Ciudad de Mérida, a quien perteneze su arriendo; y el otro es del ayuntamiento y pósito, nombrado por dicho ayuntamiento» [IRAE, p. 116].

Además, bajo su responsabilidad se custodiaban todos los documentos del concejo. La justicia ordinaria de la villa tenía la obligación de requerirle los documentos municipales que poseyera en caso de traslado, o a su familia cuando falleciera, de tal forma como se manifiesta en la pregunta sexta del interrogatorio; por ejemplo, en la respuesta de Zarza de Montánchez se pone de manifiesto algunos de estos extremos: «En este lugar, aunque se ha ausentado y fallezido escribanos, las justicias han recogido los protocolos y papeles que se hallavan en su poder, los que se hallan custodiados con la seguridad conveniente sin estravío alguno en el archibo de tres llaves» [IRAE, p. 439].

V. Las casas de ayuntamiento, pósitos y cárceles en el Partido de Mérida.

En cuanto a las casas consistoriales en el Partido de Mérida, el panorama era desolador: Donde no había, el ayuntamiento se reunía en el pósito; y si existían estos edificios, amenazaban completa ruina. Pocas excepciones concurrían en cuanto a esos edificios en condiciones de uso y bien reparados. La casa pública capitular solía albergar varias dependencias: a) La cárcel real existía en todas las localidades. b) El archivo donde se custodiaban los papeles del concejo y los protocolos notariales, malamente en muchas ocasiones, sin prevenir el cuidado. Y c) El pósito, que podía tener además anejo una panera. Podía faltar el ayuntamiento o casas del cabildo, pero nunca la cárcel, el pósito o el lugar para albergar el archivo público. Éste, a falta de casa consistorial, podía ser custodiado en la oficina del pósito. En el archivo se salvaguardaba, bajo tres llaves, los libros de acuerdos, los libros de propios -que solían estar en una arca propia-, y los protocolos notariales, recogidos éstos por la justicia concejil al fallecer o al trasladarse el escribano.

En la Novísima Recopilación, aunque publicada en 1805, recogía las leyes antiguas que establecieron los cimientos del municipalismo. Así, enla Ley I del Título II (De los Concejos y Ayuntamientos de los pueblos) del Libro séptimo (De los pueblos y de su gobierno civil, económico y político). Esta Ley, promulgada por los Reyes Católicos en Toledo en 1480 disponía la construcción de casas públicas capitulares en los pueblos:

«Ennoblécense las ciudades y villas en tener casas grandes y bien fechas, en que fagan sus ayuntamientos y concejo, y en que se ayunten las Justicias y Regidores y Oficiales a entender en las cosas cumplideras a la república que han de gobernar. Por ende, mandamos a todas las Justicias y Regidores de las ciudades y villas de nuestra Corona Real y a cada una dellas, que no tienen casa pública de Cabildo o Ayuntamiento para se ayuntar, de aquí adelante cada una de las dichas ciudades y villas fagan su casa de Ayuntamiento y Cabildo donde se ayunten, so pena que en la ciudad o villa donde no se hiciere, que desde en adelante, siendo por su culpa, los dichos oficiales hayan perdido y pierdan los oficios de Justicias y Regimiento que tuvieren».

La Ley II -promulgada en Sevilla en 1500- se refería otra vez a la construcción de casas consistoriales, además de cárceles y el arca de los libros: «Mandamos a los corregidores que se informen si en la ciudad, villa o lugar donde fueren proveídos, hay casa de concejo, y cárcel qual convenga, y prisiones, y si no las hubiere, den orden como se hagan. Y otrosí, que hagan arca donde estén los privilegios y escrituras del concejo a buen recaudo, que a lo menos tengan tres llaves, que la una tenga la Justicia, y la otra uno de los regidores y la otra el escribano del Concejo, de manera que no se sacar de allí, y que quando hobiese necesidad de sacar alguna escritura, la saque la Justicia y regidores; y que aquel a quien la entregaren se obligue de tornarla dentro de cierto término, y de conocimiento dello, y quede en el arca del Concejo; y que el escribano del Concejo tenga cargo de solicitar que se torne, el qual escribano haga hacer los libros que tenemos mandado que se hagan, según y como se contiene en la ley siguiente, y execute la pena en ella contenida; y haga que en la dicha arca estén las Siete Partidas, y las leyes del Fuero, y este nuestro libro y las más leyes y pragmáticas, porque habiéndolas, mejor se puede guardar lo contenido en ellas».

Los concejos con más posibilidades contaban con sala capitular, donde podían hacer cómodamente las reuniones concejiles. La casa del cabildo no era entendida, de ninguna manera, como centro administrativo estricto, sino simplemente como el lugar de reunión del concejo. Es más,la Ley V del Título II del Libro VII de la Novísima Recopilación -promulgada por Juan II en Madrid en 1435- prohibía tajantemente que persona ajena al Concejo penetrara en el Ayuntamiento: «Mandamos que el corregidor o justicia que consistiere entre en Regimiento a otras personas fuera de los regidores y oficiales y escribano de concejo, que por ese día pierdan el salario que tienen, y sea para el reparo de los muros; y mandamos al concejo de la tal ciudad o villa do esto acaeciere, que se entregue y tome lo que montare el dicho salario y lo gasta en los dichos muros».

En algunos lugares no había casa consistorial, y si no era así, se componía de al menos de una habitación, habiendo excepcionalmente alguna más para el despacho del juez o del alcalde. En cuanto a la cárcel, solía haber varios calabozos, normalmente tres, reservados a cada uno a los tres estamentos. Esto se correspondía además con la diversidad de fueros de justicia según el estado social. Así, en Villafranca se afirmó que aunque existían tres celdas en la cárcel, dos estaban ocupadas por los oficiales carceleros, y en la que queda «se encarcelan toda clase de persona» [IRAE, p. 420], refiriéndose con ello a diferentes rangos sociales. En Alcuéscar existe la mención de la casa de la Encomienda. Era un edificio que tuvo pleno uso en tiempos de la dominación efectiva de la Orden de Santiago en el territorio, y el que habitaban los administradores. El panorama de cada población, expuesta en la pregunta quinta, es el siguiente:

1. Albalá: «En este pueblo no ai casas de ayuntamiento, pero las juntas se zelebran de tiempo ynmemorial en un soportal de el pósito, a el que está unida la cárzel, capaz para custodiar los presos, aunque teniendo causa grave se les conduze a la de la capital [Montánchez]; sin haber otro archivo que el de dicho pósito, donde se custodian todo género de papeles y acuerdos» [IRAE, p. 51].

2. Alcuéscar: «Hay casa de aiuntamiento para la zelebración de acuerdos de esta justicia, su estensión es la de quatro varas de ancho y largo poco más o menos, con su alto de bóveda en donde se conserva el archivo público, y arca de los papeles de propios. Así mismo, hay cárcel para hombres con tres divisiones, que su cavida de cada una es la de quatro varas de longitud y tres de ancho poco más o menos. Dicha cárzel y casas de ayuntamiento se hallan en el día bien reparadas. Hay un edifizio arruinado que ha servido de palazio de la encomienda de esta villa, el qual havitan sus administradores» [IRAE, p. 67].

3. Almoharín: «Hay casas de ayuntamiento, archibo donde se custodian los papeles pertenezientes a esta villa y a sus vecinos, cuias casas consistoriales consisten en una sala que tiene de longitud siete varas, y de latitud quatro, y debajo de ellas se halla la real cárzel, echa de bóveda con tres separaciones, la primera tiene siete varas de longitud y tres de latitud, la segunda de la misma longitud y latitud, y la terzera un quarto que tiene de latitud tres varas y de longitud otras tres varas, sobre el qual se halla un quarto a donde habita el ministro o alcalde de la cárzel; y de todo se nezesita precisos reparos en el día» [IRAE, p. 117].

4. Arroyomolinos: «Hay casas de ayuntamiento y cárzel, aunque estrechas una y otra pieza, pero en tal disposizión una y otra que está arruinándose, sin haver podido lograr su construcción nueba, aunque se han practicado varias diligenzias para ello; tiene archivo de papeles esta villa» [IRAE, p. 143].

5. Benquerencia: «En este lugar no hai casas de ayuntamiento, por los acuerdos que se celebran por su ayuntamiento se ejecutan en el portal del pósito según costumbre; hau una cárzel unida al pósito bastante incómoda y de poca seguridad, pues haviendo reos de considerazión, se trasladan a la de la villa de Montánchez. Ygualmente azemos demostrable como el archivo público donde se custodian los papeles gubernativos del pueblo y pueblo, y protocolos públicos de los escribanos que ha havido en este lugar se halla éste, para maior seguridad en la ofizina y pieza del pósito» [IRAE, p. 173].

6. Botija: «En esta villa ay casas de ayuntamiento, en donde se celebra sus acuerdos según costumbre, ay una real cárzel vajo la panera pública del real pósito, bastante segura. Hay un archivo público en donde se custodian los papeles importantes y gubernativos del pueblo, y protocolos públicos de los escribanos que ha abido en esta villa, y se alla en dichas casas de ayuntamiento» [IRAE, p. 197].

7. Casas de Don Antonio: «Esta villa careze de casas de aiuntamiento, mediante a que para ello se balen de un pequeño quarto, que por su mucha estrechez no se está con la decencia devida, lo primero como ba dicho por su cortedad y mal preparado, careciendo en él de asientos que no tiene; ni menos hay casa alguna para correxidor ni alcalde maior, y sí sólo una cárzel reducida y con dos calavozos, que por sus paredes se hallan nada suficientes ni seguras, sin que haia en ésta otros edificios de que hazer mérito, pero sí hay los archivos correspondientes con sus respectivas llaves para custodia de papeles que en ellos se conservan» [IRAE, p. 221].

8. Salvatierra de Santiago: «En esta villa no hai casas de ayuntamiento, pues los acuerdos que se celebran por su ayuntamiento, se ejecutan en el portal de el pósito según costumbre; hai una cárzel unida a el pósito, bastante incómoda y de poca seguridad, pues haviendo reos de consideración es forzoso con guardas oculares, lo que es mui gravoso al vecindario, y especialmente a los de el estado general que siempre son los que ausilian en semejantes lanzas; igualmente hazemos demostrable como el archivo público, donde se custodian los papeles gubernativos de el pueblo, y protocolos de los escribanos que a havido en esta villa, se halla éste por maior seguridad en la oficina y pieza de el pósito» [IRAE, p. 253].

9. Torre de Santa María: «Hay sala de ayuntamiento, y cárzel junto y bajo de una techumbre, y divisos con el real pósito, las que se hallan nuebamente construidas, su estensión es diez y nueve pasos de lonjitud y cinco de latitud» [IRAE, p. 287].

10. Torremocha: «Esta villa tiene sus casas de ayuntamiento en donde avita el alcalde maior, como también cárzel unida a la misma, aunque tanto la avitación del juez como la cárzel no tiene la menor combenienzia, teniendo preziso esta justicia de poner resguardo a la cárzel quando le ocurren reos de cuidado. Careze esta villa de edificios de nota, y tiene su archivo público trasladado por este alcalde mayor desde una pieza lóbrega donde estaba a la sala capitular, en donde se nota con superiores ventajas» [IRAE, p. 313].

11. Valdefuentes: «Ay casa de ayuntamiento sólo para este exercicio, que tendrán de latitud tres varas, y de longitud diez, también ay cárzel de quasi la misma extensión, que uno y otro se halla vien tratado» [IRAE, p. 340].

12. Valdemorales: «En este pueblo hay un corto quarto de ayuntamiento, ay una cárcel ynmediata a dicho ayuntamiento, ay un mediano archivo» [IRAE, p. 364].

13. Valverde: «Ai casas de ayuntamiento y cárzeles que son una misma, como también para los granos del pósito, sirbiendo para éste y para cárzel lo bajo de ellos, y para ayuntamiento lo alto, y se halla bien reparadas, y son tan estrechas y reduzidas para dichos tres fines que sólo se puede formar caval conzepto, inspeccionándolas ocularmente, pues deverían destinarse únicamente para cárzel, y formar otras nuebas para ayuntamiento y pósito. No hai más archibo que el de la villa, que se reduze a un armario en donde se custodian bajo tres llabes en las casas de ayuntamiento los papeles y documentos de la villa, y de algunos escribanos que han sido de ella» [IRAE, p. 387].

14. Villafranca: «No hay casas de ayuntamiento, ni para el alcalde mayor, y sólo unas de corta estensión destinadas para ello, celebrando los cavildos en unas de sus piezas, y otra insegura y molesta sirve de cárcel en la misma casa, en la que encarcelan toda clase de personas, pues no hay extensión que otras dos piezas, también incómodas, donde havita el peón publico y carcelero, por cuyo hecho todo reo de cuidado se lleva a la caveza de partido, en donde hay la obligación de mantenerlos» [IRAE, p. 420].

15. Zarza de Montánchez: «En este lugar no hai casas de ayuntamiento, pues los acuerdos que se zelebran por su ayuntamiento se zelebran y ejecutan en el portal del pósito, según costumbre; hai una cárcel unida al pósito, bastante incómoda, y de poca seguridad, pues aviendo reos de consideración se traslada a la de Montánchez. Ygualmente hazemos demostrable como el archibo público donde se custodian los papeles gobernatibos del pueblo, y protocolos públicos de los escribanos que ha avido en este lugar, se halla éste para maior seguridad en la ofizina y pieza del pósito» [IRAE, p. 439].

VI. Bibliografía.

BARRAGÁN-LANCHARRO, A. M. (2003): “Aproximación al Cisma de Llerena (1874-75): el caso de Monesterio, en LORENZANA DE LA PUENTE, F. y MATEOS ASCACÍBAR, F. (Coords.), Actas de la III Jornada de Historia de Llerena.

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LÓPEZ Y LÓPEZ, T. A. (2002): “Priorologios de las Órdenes Militares de Santiago y Alcántara en Extremadura”, en XXX Coloquios Históricos de Extremadura, Trujillo.

MADOZ, P. (1848): Diccionario geográfico-estadístico de España y de sus posesiones de ultramar, Madrid.

MALDONADO FERNÁNDEZ, M. (2000): “La Comunidad de las siete villas de la Encomienda de Reina”, en Revista de Estudios Extremeños, Badajoz, tomo LXI, pp. 917 – 963.

Novísima Recopilación de las leyes de España, dividida en XII libros, en que se reforma la Recopilación publicada por el señor don Felipe II en el año 1567, reimpresa últimamente en el de 1775: Y se incorporan las pragmáticas, cédulas, decretos órdenes y resoluciones reales, y otras providencias no recopiladas y expedidas hasta el de 1804, mandada formar por el señor don Carlos IV. Madrid, 1805.

SÁNCHEZ MARROYO, F. (1992): “Marqués de Valdefuentes” en Gran Enciclopedia Extremeña, Vitoria, tomo X, p. 68.

RODRÍGUEZ CANCHO, M. y BARRIENTOS ALFAGEME, G. (editores) (1994): Interrogatorio de la Real Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de Mérida. Asamblea de Extremadura, Mérida.

RUBIO RODRÍGUEZ, A. (1992): “Valdefuentes”, en Gran Enciclopedia Extremeña, Vitoria, tomo X, p. 68 y ss.

Oct 011990
 

ALVARADO GONZALO, Manuel
MATEOS CORTÉS, Manuel 
«CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE TRUJILLO: EVOLUCIÓN, HISTÓRICA Y RECUPERACIÓN DE ELEMENTOS ORIGINALES»

La Escuela Taller de Trujillo se encuentra en estos momentos res­taurando y recuperando parte del convento franciscano de la prime­ra mitad del siglo XVI. Presentamos en esta comunicación un avan­ce de los elementos originales recuperados, del proyecto de recupe­ración que estamos llevando a cabo/ así como una cronología gene­ral de la evolución y usos que se han ido sucediendo sobre el edifi­cio.

ARRANZ CASTELL, Félix
«EL RELOJERO DEL EMPERADOR»

En esta comunicación se trata posiblemente de la única pieza que se conserva del Relojero del Emperador, Juanelo Turriano, que fue llevada a París por un alto mando de las fuerzas francesas que incen­diaron y saquearon el Monasterio de Yuste/ quien lo salvó de las lla­mas para regalárselo a su esposa en París.

Se habla de que es un reloj ofrenda, del cual no se supo hasta fi­nales del siglo XIX, que fue vendido en París en 1893 en una subasta de la colección Spitzer.

BELALCÁZAR (Recopilación histórica)

Se hace una descripción de Belalcázar y su castillo a un tiro de piedra de Cabeza del Buey/ entonces perteneciente a Badajoz/ pasan­do después a Córdoba cuando se replantearon las provincias duran­te el reinado de Isabel II.

Habla de los hijos ilustres/ comenzando por el Duque de Soto-mayor/ Maestre de la Orden de Alcántara/ que conquistó toda Extre­madura y de sus descendientes directos.

También se habla de Sebastián de Belalcázar nacido en esta vi­lla/ conquistador de Nicaragua/ primer gobernador y fundador de la Villa de San Miguel de Piura (Perú)/ conquistador del Reino de Qui­to y fundador de las villas o ciudades de San Francisco de Quito y Santiago de Guayaquil.

ARROYO MATEOS, Juan Francisco
«GIL CORDERO, CACEREÑO DIGNÍSIMO DE URGENTE PROCE­SO DE BEATIFICACIÓN»

Sabido es que Juan Pablo II viajó a Méjico en mayo de este año 1990 y allí/ entre otras cosas/ beatificó al devoto indio Juan Diego/ al que hace siglos se le apareció por allá la Virgen de Guadalupe. Pues bien/ el presente trabajo defiende que/ por semejantes o no inferiores motivos/ debiera también beatificarse al no menos piadoso y virtuo­so Gil Cordero/ pastor cacereño al que mucho antes se le había apa­recido en España la propia Nuestra Señora de Guadalupe. No le fal­tan milagros después de su muerte/ pues Dios le ha favorecido con el privilegio de la incorrupción de su cuerpo/ prodigio éste raro in­cluso para con grandes santos canonizados. Indica el autor el certe­ro lugar de su sepulcro en Extremadura y señala sin equivocación la casa que habitó en Cáceres/ la cual debe ser tratada/ por lo menos des­de ahora -dice-/ como una santa reliquia. ¡Interesantísimo!

 

AVÍS ROL, María Luisa 
(Con la colaboración material del Excmo. Sr. D. Jesús González Jubete, presidente del T.S.J. de Extremadura).
«ACERCA DE LA AUDIENCIA TERRITORIAL EN SU BICENTENARIO, LA PROBLEMÁTICA DE SU UBICACIÓN Y EL RECONOCI­MIENTO DE SU DECISIVO PAPEL EN EL PROCESO DE CONSO­LIDACIÓN HISTÓRICA DE NUESTRA REGIÓN»

La Audiencia Territorial ha sido durante dos centurias una ins­titución al servicio de la región, fomentadora y mantenedora del sen­timiento de extremeñismo.

El aspecto de su ubicación contiene sutilmente encerrados los ele­mentos básicos de la compleja problemática en que se debatieron ins­titución y región en los momentos iniciales (última década del siglo XVIII y primer cuarto del XIX). Ello marca el perfil sociológico de la Real Audiencia, asentada desde su creación en la villa de Cáceres, pe­se a los repetidos intentos de traslado a la ciudad de Badajoz, traslado que nunca se consumó, pese a estar dispuesto por Real Orden de 1800.

Ahora, en 1990, y con el recién nacido Tribunal Superior de Jus­ticia de Extremadura, hemos de mantener -por el bien de nuestra re­gión- una actitud positiva, y apostar por una Extremadura moder­na, progresista y democrática.

AYALA VICENTE, Femando 
«SOCIEDADES Y FORMACIONES POLÍTICAS EN TRUJILLO DU­RANTE LA II REPÚBLICA»

El análisis del comportamiento social en un periodo de aprendi­zaje democrático, es uno de los objetivos que pretende desarrollar es­te trabajo.

Partiendo de una relación de agrupaciones existentes, se ha uti­lizado una metodología que abarca varios campos de las ciencias sociales . Así, hemos interrelacionado, junto a la creación de sociedades y formaciones políticas, aspectos tales como índices demográficos, estructuración social, decantamientoselectorales, distribución de la riqueza.. todo ello en aras de aproximamos a la comprensión del devenir histórico de un periodo de tiempo que resultó especialmen­te complejo y trascendente para el transcurrir futuro.

BAZAGA IBÁÑEZ, Manuel José 
«¿LOS TEMPLARIOS EN AMÉRICA?»

En este trabajo se recogen indicios y datos de que fundadamen­te la Orden Templaría mandó a sus miembros a América para reco­ger en principio la plata y oro que allí se explotaba y para buscar un lugar seguro donde refugiarse cuando el rey Felipe IV El Hermoso/ de Francia/ decretó la suspensión del Temple/ todo ello antes de que Colón descubriera el continente Americano.

CARRASCO MONTERO, Gregorio 
«UN GRUPO DE EXTREMEÑOS PRETENDIERON PONER EN EX­PLOTACIÓN LAS AGUAS TERMALES DE FUENTE SANTA, HOY LLAMADAS TERMAS DE MONFORTINHO»

El 3 de enero pasado se cumplieron 128 años de la conclusión con elegante firma en abreviatura -parece ser y decir Lie Vicente Maes­tre- de un memorial razonado para constituir por un grupo de extre­meños una sociedad que pusiera en explotación las aguas termales de las hoy conocidas y anunciadas Termas de Monfortinho.

Cincuenta y tres folios lo componen y falta la cubierta en la que debería estar el título y otros datos identificativos del grupo al que debería estar dirigido. Y seguro que la personalidad del autor.

Tres apartados plenamente diferenciados tiene:

A) Situación geográfica y descripción de las aguas, tierras, etcé­tera. (También señala en éste los intentos de explotar cal).
B) Presupuesto de edificios indispensables para poner en fun­cionamiento la proyectada explotación, menaje, etcétera.
C) Conclusiones y condiciones.

Nos fijaremos especialmente en las partes primera y tercera.

CHUTY 
«TRUJILLO, LOGO-RITMO»

ENCINAS CERRILLO, Francisco 
«TRUJILLO: PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD»

En este trabajo se contienen importantes hechos históricos, artís­ticos, monumentales y culturales, considerados a juicio del peticio­nario, con méritos más que suficientes para que por la UNESCO se proceda a su nominación con la mayor urgencia.

FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Teodoro 
«PERFIL SOBRE EL GENIAL PÁRROCO DE SERRADILLA, DON FRANCISCO CABELLO CASERO, NATURAL DE SANTA MARTA DE MAGASCA»

Faltan pocos días para que se cumplan los 60 años de la publica­ción de un famoso artículo en el diario cacereño «Nuevo Día», que levantó extraordinario revuelo.

Desde su afortunada titulación, «¡AGRICULTORES DE ESPA­ÑA! ¡MARCHEMOS SOBRE MADRID!»/ hasta su última frase es to­do interesante y sabroso.

Sus ecos tuvieron amplísima repercusión y desde todos los rincones de la geografía hispana llegaron cartas y mensajes felicitando y animando al autor para que divulgase sus ideas, tan excelentes co­mo oportunas.

En las columnas de un diario madrileño se vertieron venenosos comentarios que vomitaban la ponzoña que ensuciaba algunos cora­zones. Las certeras saetas del valiente articulista, abrieron dolorosas heridas que manaban repugnante fetidez.

A los sectarios ateneístas les dolieron algunas frases como ban­derillas de fuego. Acaso el señor Azaña escribió unas palabras satíri­cas en los márgenes del diario «El Sol», y tuvo la atención de enviar un ejemplar al autor extremeño.

FUENTES BAQUERO, Ciríaco 
«LA JUSTICIA ECLESIÁSTICA EN EL SIGLO XVII»

Proceso seguido en Arroyo de la Luz a mediados del siglo XVII para poner en práctica lo mandado en su testamento por el matrimo­nio Femando Alonso Tejado y Juana González, «La Prieta».

El juez eclesiástico, don Alonso Martín Baco Caballero, excomul­ga al alcalde ordinario del Arroyo, Diego Sánchez Bermejo, y decla­ra eclesiástico entredicho en la villa.

GARCÍA ARRANZ, José Julio 
«LAS REPRESENTACIONES HUMANAS EN LA PINTURA RU-PRESTE ESQUEMÁTICA DE LA PROVINCIA DE CÁCERES: TIPO­LOGÍA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA»

Al igual que sucede en toda la Península Ibérica, las reproduccio­nes de la figura humana son muy frecuentes en la práctica totalidad de los yacimientos de pinturarupreste esquemática conocidos en la provincia de Cáceres. El proceso de esquematización más o menos acen­tuada que afectó a todas las manifestaciones plásticas de la Edad de los Metales (cobre y bronce) alcanzó igualmente a las representaciones ruprestres antropomorfas, dando lugar a una serie de motivos tipo de diferentes características que se repetirán insistentemente.

El objeto de la presente comunicación es llevar a cabo una reco­pilación de las representaciones humanas más significativas de la pintura esquemática cacereña, organizadas en diversas láminas se­gún la categoría general de motivos a la que pertenecen, establecien­do una cierta evolución morfológica en su ordenación que es comen­tada con detalle en el texto. Todo ello culmina en un mapa general de la provincia con expresión gráfica de la distribución de los ejem­plos más representativos. Con ello pretendemos dar a conocer un po­co más un fenómeno artístico prehistórico casi desconocido pese a su abundancia por tierras cacereñas.

GARCÍA DE GUADIANA Y MÍGUEZ, Enrique 
«WELLINGTON Y EXTREMADURA»

Las secuelas del motín de Aranjuez, en marzo de 1808, tuvieron especial significado: La caída de un extremeño de campanillas/ Manuel Godoy/ tras muchos años al frente de la dirección del Estado… Antes de llegar Wellington ya se habían producido hechos amenazadores en España y por lo que a nosotros concierne, en Cáceres/ Plasencia, Fuen­te de Cantos, Olivenza y otros sitios. La proclama del alcalde de Móstoles se conoce en Badajoz el día 4 de mayo… A petición de las Juntas Revolucionarias/ Inglaterra envía tropas al mando de Sir Arthur Wellesley… Se crea una Junta Central cuyo organismo central pasó cuatro días en Trujillo y de aquí a Mérida… En diciembre llegan los franceses a Malpartida de Plasencia… Cuesta, que se había establecido en Jarai-cejo y luego en Deleitosa, decide volar el puente de Almaraz… El 10 de junio Wellington y Cuesta se entrevistan en Casas del Puerto… En agos­to el marqués de la Romana sale de Badajoz y ataca a los franceses, que retroceden hasta Zafra y Llerena… El primero de 1811, Soult sale de Sevilla para Extremadura, llegan a Trujillo desde Toledo 3.500 hombres/ el 26 de enero están los franceses ante Badajoz/ el 26 de mayo se libra la batalla de La Albuera.

GARCÍA SÁNCHEZ, Francisco 
«RESUMEN DEL TRABAJO QUE PRESENTÓ A ESTOS COLO­QUIOS SOBRE LA MUERTE DE MOCTEZUMA, ATRIBUIDA POR EL PROGRAMA DE BARCELONA, EN TELEVISIÓN, A HERNÁN CORTÉS, «EL TIEMPO ES ORO». DÍA 24 DE ENERO DE 1990»

Tengo en mi poder unas 25 biografías de Hernán Cortés. Llevo estudiando esta figura histórica más de veinte anos. Tengo críticas favorables y adversas que le ensalzan y que le odian. Tengo delante de mí las cinco «Cartas de Relación de la Conquista de Méjico»/ es­critas por el propio protagonista al emperador Carlos V; «La Histo­ria Verdadera de la Conquista de Nueva España»/ de Bernal Díaz del Castillo/ que es la «biblia» a la que van a beber todos los historiado­res del tema/ por ser testigo ocular de los acontecimientos; tratados de toda garantía como las «DÉCADAS» del Cronista Mayor de su Majestad en las Indias/ Antonio Herrera; biografías críticas y docu­mentadas como la de Salvador de Madariaga/ Ángel Dotor/ extranje­ros como Jon Manchip Whit/ Carlos Pereira/ historiador mejicano/ Mario A. Mena P; Ricardo Majó/ etcétera/ y en ninguno he encontra-qlb a Hernán Cortés como causante de la muerte del Emperador az­teca Moctezuma. En cambio sí he encontrado muchos documentos que acreditan el dolor y las lágrimas que Hernán Cortés derramó al enterarse de la muerte del lapidado y desgraciadoMoctezuma/ re­chazado por su propio pueblo/ en la azotea del palacio.

Como historiador de esta villa de Medellín/ donde naciera el con­quistador de Méjico/ Hernán Cortés/ y con toda la documentación que tengo en mi poder/ quiero salir en defensa de esta verdad de ino­cencia en contra de la «leyenda negra»/ tan fácil/ para denigrar y no reconocer los hechos/ sin pasión y sin malicia.

GARRAÍN VILLA, Luis J. 
«PEDRO LÓPEZ DE CAZALLA, SECRETARIO DE FRANCISCO PIZARRO»

La actuación de extremeños como Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Núñez de Balboa y otros/ en la conquista y colonización del Nuevo Mundo, está ya muy estudiada por los investigadores ameri­canistas de todo el mundo. Pero estos hombres se encuentran acom­pañados, secundados y aconsejados por otros que durante siglos han permanecido en un segundo plano y en el más absoluto de los ano­nimatos.

Ahora, al escudriñar entre los legajos polvorientos crónicas olvi­dadas y libros sobre temas específicos de la época, nos encontramos con muchos de estos hombres que en algunos momentos pudieron ser artífices de sucesos históricos de verdadera importancia.

Uno de estos personajes fue el llerenense Pedro López de Cazalla, secretario del marqués don Francisco Pizarro.

GUTIÉRREZ MACIAS, Valeriano 
«ACTUALIDAD DE LA GASTRONOMÍA. EL BUEN YANTAR CACEREÑO»

La cuchara jereña
y el candilote;
para cuando te cases,
tienes la dote.
(Cancionero arroyaría)

La comunicación del que esto escribe concierne a la actualidad de la gastronomía y al buen yantar cacereño, habida cuenta de la im­portancia del tema en estos momentos, conforme puede desprender­se de la lectura de los periódicos y de todos los hermosos ventanales de los medios de comunicación social.

En el capítulo de la actualidad de la gastronomía se aborda cuanto a la misma se refiere y se pasa revista a todo el panorama existen­te, se registra el triángulo cenobítico formado por los monasterios de Guadalupe, Alcántara y Yuste, con lo que representan para Extrema­dura, conforme es fácil constatar.

Por lo que se refiere al buen yantar, se formula una exposición casi exhaustiva de los platos señeros del territorio cacereño, aunque siempre quede alguno en el tintero.

A lo largo de nuestra trayectoria periodística y de investigación, siempre tentaron al escritor las cuestiones culinarias, que fue agavi­llando y aventando en el periódico y en el ensayo.

Y es que Extremadura, objeto de nuestra atención, presenta una singular riqueza de tipo gastronómico, según se testimonia en este trabajo, cuyos orígenes son remotísimos, pues se remontan a cultu­ras judío-arábigas, que han dejado poso claro en nuestras tierras. Tam­bién se menciona qué comían nuestros antepasados -si no todos, sí los más pudientes- conforme ha llegado a nosotros a través de los papeles de la historia.

La comunicación la sometemos a la consideración de la XIX edi­ción de los Coloquios Históricos de Extremadura, en la ciudad de Trujillo, cuna de Pizarro, creador de un imperio, e inmersa en el fo­mento de la cultura y en el desarrollo intelectual.

LOZANO RAMOS, José 
«CALLEJERO TRUJILLANO»

Tema éste tratado varias veces desde distintos puntos de vista. Yo he procurado darle el punto de vista de los distintos nombres que han tenido las plazas y calles de Trujillo.

Se empieza con la rotulación de las calles, pero con anterioridad se dan los distintos nombres y calles que asistían.

Tema éste muy de actualidad por los cambios políticos, que son en su mayoría los que promueven los cambios de nombres en las dis­tintas épocas actuales y pasadas.

 

En la lista de plazas y calles con sus cambios de nombres añado las no rotuladas/ algunas desde que existen.

JIMÉNEZ MATEOS, Jorge Luis JIMÉNEZ MATEOS, Rufino 
«TRUJILLO ARTE E HISTORIA»

Trabajo documentado con imagen y sonido. Imagen donde se re­salta la belleza artística y monumental de Trujillo y sonido mostran­do una faceta insuficientemente resaltada como es su historia/ rica en hechos y con dimensión universal/ las cuales nunca deben ir separa­das. Todo con el fin de promocionar Trujillo dándolo a conocer a to­dos cuantos nos visitan sacando una imagen exacta de esta villa y ciudad imcomparable y única.

Una aportación más que nos acerque con rapidez a la declara­ción de Trujillo Patrimonio de la Humnanidad.

MARCHANTE, Carlos 
«EL ÚLTIMO HERALDO DE TRUJILLO»

MARTÍN BELTRÁN, Mercedes 
«HERNÁN CORTÉS/ ¿CULPABLE O INOCENTE?»

A través de los siglos la historia sigue dando pábulo a la leyen­da negra que los detractores de Hernán Cortés han vertido sobre es­ta gran persona. Hoy debemos seriamente tratar con objetividad ha­cer ver los hechos acontecidos durante aquella época del siglo XVI.

MARTÍN JIMÉNEZ, Marcela 
«EL ORO EN EXTREMADURA»

Disertación de la autora transcribiendo un artículo de su ya fa­llecido padre, don Tomás Martín Gil (que fuera correspondiente de la Real Academia de la Historia), titulado «El oro» y sacado de su li­bro «Motivos extremeños».

En él se hace referencia al conocimiento de este precioso metal en Extremadura desde la prehistoria.

El juicio que le sugiere el encuentro de los extremeños con él tras la conquista de América.

Usos y costumbres de los naturales y utilización que han hecho a. través de los tiempos del mismo.

MONTERO CURIEL, Pilar 
«LA CULTURA DE LA VID Y EL LÉXICO DEL VINO EN MADRO­ÑERA (CÁCERES)»

En este trabajo se plantea el interés lingüístico que tiene el estu­dio de la cultura de la viña y el vino en el contexto de un habla rural de la región extremeña, a través de un recorrido por los diferentes campos terminológicos que la constituyen: la vendimia, el transpor­te, el lagar, la bodega y el proceso popular de la elaboración del mos­to, el vino y el vinagre.

NUÑEZ MARTÍN, Ramón 
«PERSONALIDAD DE JUAN MORENO LÁZARO Y SU PROYEC­CIÓN EN TRUJILLO»

Con motivo de dedicarse los XIX Coloquios Históricos de Extre­madura a la figura y obras de Juan Moreno Lázaro, por sugerencias del presidente del C.I.T. me he permitido realizar un breve bosquejo de su vida y obras. Juan Moreno, buen amigo/ siempre dedicado a la promoción cultural de Trujillo y Extremadura, fue natural de Torrejoncillo/ aunque de pequeño vino a vivir ya a nuestra ciudad.

Trabajó toda su vida en el comercio que tenía en Trujillo/ en com­pañía de sus padres y hermanos. Fue concejal del ayuntamiento en varias ocasiones/ uno de los principales promotores de los Coloquios Históricos de Extremadura/ presidente del Centro de Iniciativas Tu­rísticas y creador de la Oficina de Turismo de Trujillo. Escribió la Guía de Trujillo/ alcanzando ya su sexta edición.

Hasta su última hora ha estado sirviendo de guía a los numero­sos grupos que visitaban nuestra ciudad. Se dispuso a morir recibien­do los auxilios espirituales de la Iglesia el 25 de octubre de 1989, a los 76 años de edad.

OLMEDO ALONSO, Ángel TRINIDAD MUÑOZ, Antonio 
«EL ATENEO LIBERTARIO: ESTUDIO DE UN CASO CONCRETO, EL ATENEO DE DIVULGACIÓN SOCIAL DE NAVALMORAL DE LA MATA(1931-1933)»

En esta comunicación pretendemos dar a conocer la importancia, que tuvieron los ateneos libertarios como centros de difusión cultu­ral y educativa, al margen de propuestas estatales. Su función era la de sustraer parcelas de poder al Estado, fomentando una cultura al­ternativa dentro de los valores anarquistas.

Centramos nuestro estudio en el caso concreto del Ateneo de Di­vulgación Social de Navalmoral de la Mata, en el período que va des­de el 1 de julio de 1931 al 7 de noviembre de 1933. Dos razones prin­cipales nos incitan a ello:

-La importancia que este núcleo y su zona de influencia tendrá en Extremadura, y concretamente en la provincia de Cáceres.
-El contar con la documentación suficiente para su estudio: el libro de actas de la Junta Directiva y Juntas Generales del Ateneo de Navalmoral.

PASTOR SERRANO, Juan José 
«SANTA CRUZ DE LA SIERRA EN EL SIGLO XVII»

Pleito de agua. Leyendas de la Plaza. Consecuencias de la venta de Santa Cruz. Deslinde de Trujillo. Relicario de la Iglesia Parroquial. Pintar el retablo del Cristo. Problemas del Ayuntamiento. Campana mediana. Casa Parroquial.

PLAZA RODRÍGUEZ, IGNACIO 
1. «INFANCIA Y JUVENTUD DE ISABEL LA CATÓLICA»
2. «LA ABADÍA DE CABAÑAS DEL CASTILLO»

POLART, Josiane 
«PIZARRISTAS Y ALMAGRISTAS (LA GOBERNACIÓN O LA CIU­DAD DEL CUZCO)»

«Efímero el oro de la codicia.
Reducida a cenizas la ambición.
Absurda e inútil la venganza.
Sólo queda en pie la obra de fe y de Amor
de dos Conquistadores don Francisco Pizarro
y don Diego de Almagro».

Muchísimas veces he intentado querer o por lo menos apreciar al Mariscal don Diego de Almagro/ prueba de ello es que he busca­do con interés datos históricos que puedan explicar su participación histórica (poco brillante en la Conquista del Perú según los Pizarristas.)

Al conocer hace unos meses el hermanamiento de la ciudad de Almagro con la de Trujillo he vuelto a estudiar la vida de ese perso­naje, que por lo visto nació en Aldea del Rey, población dependien­te de Almagro en la comarca de Almodóvar.

Su humilde origen y su condición de ilegítimo explican la falta de documentos (sólo por propio testimonio sabemos que nación en 1480), de mozo sirvió como criado en Toledo en la casa del Licencia- . do Luis de Polanco, uno de los cuatro Alcaldes de Cortes de los Re­yes Católicos; por razones oscuras marchó a Sevilla, allí embarcó el 11 de abril de 1514 en la expedición de Pedrarías Dávila, quien va a tomar cargo de su gobernación en Castilla de Oro (Panamá).

En Panamá como otros tantos soldados anónimos después de mi­litar con varios Capitanes se convierte en poblador y es en el repar­timiento de los Caciques e Indios donde le encontramos formando compañía en la misma sociedad de colonos que don Francisco Pizarro (es allí donde se conocen).

En el Perú, a la llegada de los españoles corre el mito de la amis­tad fraternal entre el extremeño y el manchego, pero puede que sea falso ese punto de partida, SÓLO ESTAMOS SEGUROS DE QUE FUERON SOCIOS, EL MARISCAL DON DIEGO DE ALMAGRO Y EL GOBERNADOR DON FRANCISCO PIZARRO.

PULIDO CORDERO, Mercedes
PULIDO CORDERO, Montaña
«DE HISTORIOGRAFÍA: DON JUAN SANGUINO Y MICHEL»

Precisa y documentada sobre cuándo, cómo, qué y quiénes han es­tudiado la historia de la villa de Cáceres. Hemos extraído de la mis­ma la figura de Juan Sanguino yMichel para ilustrarla con datos pro­cedentes del Archivo de Tomás Pulido, de la bibliografía citada y, so­bre todo, con los que propicia el conocimiento de su obra escrita.

RIVERO, Francisco 
«NICOLÁS DE OVANDO, PRIMER GOBERNADOR EXTREMEÑO EN AMÉRICA»

Nicolás de Ovando, natural de Brozas, fue el primer gobernador de las Indias. Llegó a la isla de la Española (hoy la República Domi­nicana y Haití) a propuesta de los Reyes Católicos para poner orden en las continuas escaramuzas entre los servidores de Cristóbal Colón y Francisco de Bobadilla.

En esta ponencia, eminentemente americanista, se da una amplia visión sobre la labor efectuada por Ovando en Santo Domingo, des­de instalar la ciudad a la margen derecha del río Ozama hasta cono­cer su labor constructora y diseñadora de toda la política real en el Nuevo Mundo, sin olvidar sus dos graves incidentes: El ajusticia­miento de la princesa india Anacaona y el permitir salir a Colón cuan­do se anunciaba tormenta.

Desde aquí y desde ahora se pretende recuperar esta figura im­portantísima de la historia de Extremadura con el fin de darla a co­nocer al gran público de cara al año 1992.

La ponencia se presenta con diapositivas, tras un viaje del autor por la República Dominicana y una visita turística a la zona colonial de la capital. Santo Domingo, donde tantos recuerdos aún quedan de este personaje, como su palacio, hoy convertido en hotel de lujo, el hospital San Nicolás de Bari, o la torre de la fortaleza. Sin duda alguna. Ovando fue el gran impulsor de Santo Domingo, país pri­mado en muchas de las actividades que los españoles llevaron a América.

RODRÍGEZ AMORES, Lorenzo 
«CONFLICTO O INTENTO DE DESMEMBRAMIENTO DEL PUE­BLO DE ZORITA DE LA CIUDAD DE TRUJILLO»

RODRÍGUEZ ÁVILA, Ana Isabel 
«DE LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN SOCIAL Y CULTU­RAL DE LOS CONQUISTADORES»

La formación social y cultural de los conquistadores extremeños es necesaria para una buena comprensión, no sólo de la conquista de América y lo que esto supone, sino también de la situación coyuntural de Extremadura en el siglo XVI.

Es por ello, por lo que haciéndose un análisis minucioso, no de la conquista sino de las personas que la llevaron a cabo, estudiamos la sociedad y la cultura en la que éstas estaban integradas.

De esta manera, es la misma historia de Extremadura la que va a ser interpretada; y ello porque del mismo modo que fueron sujeto de la historia los conquistadores, también lo fueron los que no viaja­ron ni conquistaron América, y a su vez imprescindibles para la com­prensión de los primeros.

RUBIO GARLITO, María Avelina 
«PROBLEMÁTICA DEL CAMPO TRUJILLANO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX: LAS CRISIS DE SUBSISTENCIAS»

En la pasada edición de estos coloquios presentábamos un tra­bajo en el que se intentaba estudiar la problemática que afectaba al campo trujillano durante la pasada centuria.

Analizábamos, entonces, parte de esta problemática, en concre­to: las plagas de langostas y las sequías.

Faltaba otro aspecto importante e imprescindible para comple­tar este estudio: las crisis de subsistencia, aspecto del que vamos a ocupamos en la presente edición.

Al hablar de crisis de subsistencia nos referimos a una serie de fenómenos que son debidos, fundamentalmente, a las malas cose chas y catástrofes naturales que restringen drásticamente las dispo­nibilidades alimenticias, con la consiguiente subida del precio de los productos de primera necesidad, el encarecimiento de los mismos y el debilitamiento de los organismos humanos al no recibir el aporte de alimentos necesarios.

Queda así dibujada una panorámica que nos permite conocer y comprender los caracteres esenciales de una importante época de nuestra historia.

SÁNCHEZ LILLO, Jorge 
«DIEGO DE ALMAGRO ESTÁ HOY CONSIDERADO COMO LA IN­SIGNE FIGURA MANCHEGA EN LA «ÉPOCA AMERICANA»»

Diego de Almagro está hoy considerado como la insigne figura manchega en la «epopeya americana»; un personaje que posee una vida rebosante de aventuras e increíbles hechos humanos como ja­más uno puede imaginarse. Y al hablar de él debemos tener presen­te dos épocas: la primera, desde su nacimiento hasta el año 1514 que embarcó hacia las Indias y, la segunda, desde esa fecha hasta el mo­mento que fue ejecutado (8 de julio de 1538).

Los sucesos que Diego de Almagro vivió en territorios america­nos dan pruebas más que suficientes para conceptuarle como un buen soldado, persona hábil y diplomática y, sobre todo, un extraordina­rio capitán, donde más tarde destacaría.

Aún reconociendo que Diego de Almagro nunca estuvo presen­te, junto con Francisco Pizarro, en ninguno de los momentos cum­bres del descubrimiento y de la conquista del Perú, también es cier­to que todo hecho tiene una causa; no lo decimos para justificar la fi­gura de Diego de Almagro, sino ateniéndonos a los hechos y testimo­nios escritos relacionados con él y Francisco Pizarro.

Reconociendo también que Diego de Almagro tuvo un papel in­ferior al de su amigo y compañero Francisco Pizarro en el descubrimiento y conquista del Perú, entendemos que se debe borrar la ima­gen de que sólo fue éste el «proveedor de víveres en la expedición» mientras que Pizarro la dirigió con el título de Capitán; sino que fue el fiel compañero de esta magna empresa, sobre todo en el desarro­llo de la primera etapa.

Por consiguiente, teniendo en cuenta que la figura de Francisco Pizarro está situada en la cúspide del descubrimiento y conquista del Perú, consideramos que es de justicia que Diego de Almagro debe es­tar en un lugar más destacado al que hoy tiene; porque cuanto se di­ga de Francisco Pizarro y de la conquista del Perú, también debe ser atribuido a nuestro personaje.

SENDÍN BLÁZQUEZ, José 
«SÍMBOLOS Y MITOS DE UN SOMBRERO»

SORIA SÁNCHEZ, Valentín 
«DICCIONARIO EPIGRÁFICO DE EXTREMADURA»

Siruela: AEKOELOTAORTAORTAAUULO. 2 línea. TATAA-LIOLNENLLIPENLIPENION, NANAPEKEOOAITAA.
Almoroqui, Madoñera: AKESIESNAMKEKLNBA.
Cañamero: TARIRA o ARI-RAT.
Montfragüe: KONKOLTIRU.
Pizarra: ANBABIA.
Cerca de Ma­drigal: KANLAKE.
Medellín: EREAE.
Monedas de Cáceres: 1. NTIARKESI. 2. NKABAKUNN. 3. KEBAKARA. 4. NUSIA. 5. AA-LLISKERATIN. 6. IALBOTUITU.
Trujillo: RESCH, YOD, HAYIN, TAU, QOF, KAF, JET, MUM, YOD, PE. 2 Línea: ALEF, YOD, NUN, HAYIN, MEM, YOD, KAF, ALEF, RESCH. 3 línea: TET, LAMED, RESCH, ALEF, SHIN, ZAHIN/JERT, SHIN.
Trujillo: EL RABINO RSELOMOH, BEN, ATTRAR.
Trujillo: YOD, HE, HE, SHIN, HAYIN, RESCH, LAMED, TSADE, RESCH/ WAU, QOF, YOD, SAMER, YOD, DALET, ALEF/ KAF, WAU.
Alcuéscar: inscripción hebrea difícil de leer.
Trujillo: Inscripción estudiada por M.a Pérez y J. L. Sánchez Alabal: LAYLAT/SABAN, SANAT/TAMANIYAT, WAIRS/INWA-JAMS/MIAT.NOCHES, SABAN DEL AÑO QUINIENTOS VEIN­TIOCHO. SOLANA DE LOS BARROS: ETOYSOI/YPOATE-YON/TOC/TOKLA/TOYCEOY/EROYITA/LIKON. Plasencia: MHTHRGAIH/NAHPHIO/OCTICODEYC/HGEIR/PCSHAH/ NCYGNPGATPHC/OCZENEIPCA/LOLOFYRANE/NOIMIIPOIEP/IHNGAPEMOI/ MJEICELOMOCO/YPAHRHCOYO/NOMIOYLIAN/OCP.
Plasenzuela: ENZAKATAKIS/TEMAXIMIANA/NIKOLAQUEKOPI/MEZE (NI) NOE (BR) (IOU)/IEEMERAPOARA (S) KE (YE)S/ERAXIG.
Trujillo: Luna/MMV/ ATOM/MT/N.
Cerca de Madrigal: EBVREIN/IVSORUN/DIFCA-RA/ECQVA/LELI/COVSML.
Riolobos: IEA/ETAED/NERIS/ NIIH/EFA/FAMILIA/VV/IA.
Jarandilla: IIIAEAECIAVITAEA-GAL (ERIA) AIA/MATERFILIAE/KARISSIMAE/ANNORIIII (PSA) S (IBI) (UISQUE) EFFECIT.
Valdeolmos: SACRVMNVMINI/SALVATE/ETPR/VITORIA/LA/CAESORI. Salvaleón: TAN-GI/NOCELTI/IFINTZ/RANIEN/ANLXV.
Casas de Belvís: LVPVS/VEGET I/ ANXXIIESETTL/TOGETATANFILFC.

VIVAS MORENO, Agustín 
«DE LA CONQUISTA A LA REFLEXIÓN: CIEZA DE LEÓN»

Poco se supo durante muchos años, del cronista de India, extre­meño, Cieza de León.

Si la historiografía indiana ofrece ya de por sí nuevas caracterís­ticas que no se habían dado hasta entonces (fruto de la conciencia de una nueva mentalidad), el Príncipe de los Cronistas, supone además de ser el historiador más antiguo que escribe de un modo minucio­so y sistemático sobre los acontecimientos del Perú que implican un gran conocimiento para el mundo incaino, una manera de hacer his­toria con sólido armazón, documentación segura y verídica y con madurez para una comprensión fácil de la historia e instituciones del Imperio.

Por todo ello, es necesario desvelar la importancia que tiene pa­ra Extremadura y su sentir, no ya el conquistador sino al cronista, no ya al pasado activo sino al pasado reflexivo. Y así, que el «mito» de la extremeñidad de los conquistadores (con todo su carácter positi­vo) dé paso a la historiografía de la reflexión de Extremadura en laHistoria.

Un buen ejemplo de todo ello lo puede ser Cieza de León.

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