Oct 012015
 

Jesús Barbero Mateos.

Sabida es la dificultad que entraña poner de manifiesto los acontecimientos acaecidos en tiempos prehistóricos, o en los diferentes periodos de nuestra historia, cuando acontece una ausencia absoluta de documentos escritos a los que acudir para reconstruirlos en un determinado espacio, como es el caso de Torrecillas de la Tiesa.

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Abr 082014
 

 Jesús Barbero Mateos.

Maestro.

 PREFACIO

La historia de los colectivos humanos queda plasmada en los documentos.

En España, con amplia tradición documental, comienzan a proliferar a partir del siglo XVIII. La razón estriba en la influencia que el movimiento Ilustrado ejerce sobre la Monarquía Absolutista, instaurada en la dinastía borbónica.

Uno de los planteamientos clave es el incremento de la prosperidad, el bienestar y la felicidad a la población en general y para alcanzarlo se hace necesario establecer una administración más racional, ordenada y, sobre todo, bien informada.

El primer paso es sondear la situación efectiva de los núcleos poblados del reino y, para ello, la administración comienza a recoger información a través de una serie de cuestionarios locales, denominados Interrogatorios; cuestionarios elaborados y remitidos a los pueblos, que las autoridades civiles y eclesiásticas debían responder.

Las respuestas ofrecidas por pueblos y ciudades son la principal fuente de información para aquilatar los componentes de cada localidad, quienes ejercían el poder o poseían las riquezas, qué actividades económicas se desarrollaban o cuál era el nivel educativo de sus habitantes. Para poner de manifiesto estos extremos, basta analizar y contrastar las informaciones recogidas por la administración, a partir de la década de los años cincuenta.

  Seguramente fueron tres los Interrogatorios en los que mejor y mayor cantidad de información se recogió, a través de las respuestas exigidas.

En primer término se pone en marcha a partir de 1.752, un  Catastro promovido por el Marqué de la Ensenada[1]. Pretendía recoger información especialmente de carácter económico con el objetivo de adoptar medidas políticas en distintas áreas que modernizaran el país (armonización fiscal, reajustes en la propiedad de la tierra, aumento de la productividad agraria…), partiendo de parámetros ciertos respecto de la situación en el reino. Los cargos del concejo serían los responsables de su cumplimentación.

            En 1.787 se confecciona el Censo promovido por el Conde de Floridablanca, referido exclusivamente a datos estadísticos de población y que, en nuestro caso no aporta otros datos significativos.

Otro modelo de recogida de información puesto en marcha, fue un interrogatorio que recogiera amplia información, en este caso sobre las localidades de Extremadura. Es el denominado Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura[2], que fue desarrollado en 1790, al establecerse la Audiencia Territorial de Cáceres. Como va dicho, el objetivo era conocer el estado de los pueblos y ciudades que debían quedar bajo su jurisdicción. Las respuestas eran requeridas a los cargos concejiles.

Finalmente, en 1798, cuando la centuria tocaba a su fin , Tomás López, geógrafo el rey, elabora un nuevo interrogatorio que envía a todos los pueblos de España para publicar un Diccionario Geográfico de España (a partir de ahora López).

Además de la interesante información que recogió, merece destacarse la recopilación de mapas de los términos municipales de todos los pueblos que respondieron, en este caso a través de los curas locales.

  A partir de la información obtenida con estos documentos, trataremos de poner de manifiesto y contrastar la información que hay disponible, sobre la vida de Torrecillas de la Tiesa en la segunda mitad del siglo XVIII, tomando en consideración las respuestas dadas por las autoridades municipales y/o eclesiásticas.

Presentamos los más interesantes datos agrupados por temas, para una mejor organización de la información.

  Es preciso advertir que los datos que se presentan, puede no ser todo lo objetivos que debieran. No podemos perder de vista que cada individuo responsable de responder a los cuestionarios, podía reaccionar de forma dispar a estas preguntas por motivos diversos: regidores temerosos de mostrar la verdadera situación económica ante la administración;  alcaldes ostentosos para mostrar un nivel de desarrollo superior o inferior al verdadero, por motivos de prestigio o por deseo de recibir ayuda económica; justicias avariciosos o dados a ocultar conflictos internos, para evitar que las autoridades externas se inmiscuyeran en su gobierno; eclesiásticos apáticos, podían ofrecer versiones y datos distorsionados y no ajustados a la realidad…

Con esta advertencia presente, pasamos a describir la situación de Torrecillas de la Tiesa en el periodo analizado.

  DENOMINACIÓN

  Es el interrogatorio de Tomás López, respondido en diciembre de 1785 por don Josef González Santos de San Pedro, “cura theniente de la parroquial de Santa Catalina de esta villa de Torrezillas, el único que hace referencia al nombre de la localidad, afirmando: “esta villa de Torrezillas está situada en una tiessa y zerro, que por esso los antiguos la nominan de la Tiessa”.

  JURISDICCIÓN

  Desde la Edad Media hasta la implantación del denominado Estado Liberal del siglo XIX,  hombres y tierras pertenecían a uno de estos tres tipos de jurisdicción:

  • Ø  Realengo, cuando estaban bajo la jurisdicción directa del Rey.
  • Ø  Señorial, si se encontraban bajo el control de un  noble o señor.
  • Ø  Eclesiástica, en el caso de someterse al control de una institución religiosa.

  La  villa de Torrecillas era de Señorío (Ensenada), gozaba del fuero de realenga (Audiencia), pasando de ser un lugar anejo de la corona, a ser vendido a un noble y, finalmente, de jurisdicción libre (López): anejo a la corona de su majestad hasta el año de mill quinietos zinquenta y ocho…hasta que en dicho año a causa de los grandes y exzesivos gastos que el Emperador y Rey Nuestro Señor hizo en conservazión de la religión christiana y defensa de sus estados, el real patrimonio y rentas reales estaban exaustos y consumidos…. En el año de mill quinientos y zinquenta y nuebe se mandó tomar asiento con el lizeciado Juan de Vargas, Oydor de la Audienzia y Chanzillería de su Majestad, sobre que yo, en nombre de su Majestad le hubiese de vender y vendiese el lugar de Torrezillas, y él nombró a Diego Pizarro, vezino de la ziudad de Trujillo, para que a él se hiziese y otorgase de venta de dicho lugar de Torrezillas, que desde aquí adelante se a de llamar villa y intitularse tal”. “Esta villa a sido lugar vendido al dicho Diego Pizarro y después tanteada por los vezinos de Torrezillas”.  La villa fue eximida de la jurisdicción de Trujillo en 1762 por la cantidad de “un quento, nobezientos y ochenta y un mill, quatrozientos y quarenta y seis maravedíes de vellón…la carta ejecutoria se expidió en Madrid en los 20 de febrero de 1762. La villa de Thorrezillas logró la victoria y palma de los triunfos del tanteo, señorío y vasallaje quedando solamente sugeta a Su Real Majestad” En definitiva, Torrecillas de la Tiesa, sujeta inicialmente a jurisdicción real y gobernada a través del corregidor de Trujillo, pasó a manos de Diego Pizarro en 1.559, cuando éste la compró a la corona en los difíciles momentos económicos de inicios del reinado de Felipe II. No cejarían los torrecillanos en el empeño de emanciparse jurisdiccionalmente del señor, hasta que, en 1.762, compraron su libertad por un millón novecientos ochenta y un mil cuatrocientos cuarenta y seis maravedís.  

SITUACIÓN GEOGRÁFICA

  En los tres documentos, las respuestas ofrecen similares datos en este caso. 

         Ensenada: “tiene de trabiesa, desde lebante a poniente, media legua; lo mismo de Norte a Sur y de circunferencia dos leguas y que  por todas partes confina con término de la ciudad de Trujillo, terreno propio o particulares. A Saliente con dehesas que se dicen la Atalaya y Boticojo a Poniente las de Centenera (Sic ¿?), al Norte con las de Pizarra y al Sur con la Solana”.

Según la Audiencia es una: “Villa del partido de Truxillo, distante de ella tres leguas, situada en el medio de la provincia hacia la parte del norte. Dista onze leguas de la villa de Cazeres. Su término se extiende por los extremos más apartados a un quarto de legua y en circuito a dos,los pueblos más inmediatos son las villas de Jaraizejo y Deleitosa, como también la dos aldeas de Zentenera y del Obispo a la distancia todos de dos leguas”.

López: “está situada en una tiessa y zerro, que por esso los antiguos las nominan de la Tiessa. Está en tierra llana y de distanzia a la capital del partido, ziudad de Truxillo, tres leguas cortas, mui llano su camino. El distrito y ámbito que coge por ancho su jurisdiczión es media legua y en zircuito o a el rededor una legua a corta diferenzia”.

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Plano de Torrecillas de la Tiesa de 1798, obtenido en la Biblioteca Nacional

DEMOGRAFÍA

  De forma general, pomos decir que en la documentación de la época no se concreta el número de habitantes. Se habla siempre de vecinos; concepto que podemos asimilar al de cabezas de familia residentes en la población. En el caso de Torrecillas, Ensenada afirma que “en este pueblo hay setenta y dos vecinos”; ochenta y seis havitadores se precisan en la Audiencia; y sesenta vecinos poco más o menos, según López. Establecer la equivalencia entre el número de vecinos citados en los documentos y habitantes reales, resulta complejo, existiendo distintos índices aplicables para el cálculo de la población, dependiendo de las consideraciones hechas por distintos autores: x 3´8; x 4; x 5´48. De esta manera el número de habitantes oscilaría en una horquilla que va de los 240 a los 471 habitantes.

Por nuestra parte hemos tomado el más aceptado de 4 personas por vecino: 288, 344 y 240, respectivamente. Gráficamente se aprecian de forma nítida estas diferencias:

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ESTRUCTURA SOCIO PROFESIONAL  

           A partir de las respuestas podemos esbozar cómo estaba estructurada la sociedad y las actividades profesionales en el momento considerado. En el caso de los oficios religiosos tenemos estos datos:

A decir de Ensenada “en este pueblo sólo hay un párroco y dos clérigos, un sacristán, don Julio de Thorres y  don Diego Portillo”.

La Audiencia habla de “theniente de cura y sachristan”. En López sólo se percibe la existencia de un párroco, don Juan Josef Fernández, persona que responde a las preguntas. Seguidamente detallamos la heterogénea información que nos ha llegado, advirtiendo que, en función de la fuente consultada, se obtienen respuestas más o menos concretas y detalladas. Agrupamos los oficios por sectores económicos, para poder apreciar la tremenda descompensación existente.  

 

ENSENADA

(1.753)

AUDIENCIA

(1.791)

LOPEZ

(1.798)

SECTOR

Pastores

Cita sin aclarar

Primario

Labradores

Cita sin aclarar

Jornaleros

10

Los vecinos

Herrero

1

Secundario

Sastre

1

Albañil

1

Carpintero

1

Aperadores

Cita sin aclarar

Molinero

1

1

Fabricantes de teja y ladrillo

1

2

Párroco

1

1

1

Terciario

Clérigos

2

 

Sacristán

1

1

Tabernero

1

1

Mesoneros

2

1

Abastecedor de jabón

1

Tratante de ganado

1

Prestamista

1

Alcalde Mayor

1

1

1

Alcalde ordinario

1

Procurador del Común

1

Escribano

1

1

Regidores

2

Alguacil

1

Maestro

1

1

1

Cirujano

1

1

Oficial real

1

 ORGANIZACIÓN JURÍDICO – ADMINISTRATIVA

  A través de la Real Audiencia podemos conocer los órganos administrativos y judiciales. La villa estaba gobernada “por un solo juez ordinario del estado general, cuya elección se practica por establecida constumbre en la noche del día 31 de diziembre de cada año y entrando a regentar sus empleos por la mañana del día primero de enero, botando privatibamente para un alcalde, dos regidores y quedando los que finalizan por jurados del ayuntamiento en el año siguiente. Un solo escribano con el que se alla bastantemente serbido, pagandose a este por su asignación un mil y cien reales” Torrecillas no disponía de ordenanzas municipales, debido a la destrucción del archivo municipal, a raíz de la guerra de Sucesión: “no tiene ordenanzas municipales, a motibo de que quando entró el enemigo en estos dominios hizo varios estragos, derrotando y quemando los papeles de archibo”.

  RECURSOS NATURALES

  Nada nos dice la Audiencia respecto de los cauces y el abastecimiento  de agua de la villa. Pero López señala la existencia de fuentes para beber y lavar “dentro del mismo pueblo, a los dos extremos alto y bajo hay agua ventajosa y saludable. La del extremo bajo sirve para lavar la ropa de los vezinos, que haze jabonaduras y tiene para lavar quatro o zinco pilas de cantería y para dar agua a los zerdos, cavallerías, y  otras servidumbres. A una y otra zircundan dos arroyuelos, el de arriba y alto sale y se origina de una cañada y valle de las heras del Calvario y se nomina el arroyo de la Fuente de Arriba; y el otro tiene su origen y nazimineto de otra cañada y zerro de las heras de la yglesia y pasa por la fuente de abajo llamado el Peralillo”. Habla también de un pozo muy fértil en una cerca de sembrar forraje: “al pie de él un pilón de cantería grande, que sirve para lavar trigo quando se pica de tizón, con el agua de este abundante pozo se componen hasta quatro y seis ranchos y sugetos que se emplean en hacer teja y ladrillo, baldosas y adoves”. Cita además una charca no muy grande para abrevadero del ganado vacuno de la boyada, cerdos, caballerías y, ya en el baldío de esta villa, “a las espaldas de la parroquial yglesia, en el baldío de esta villa un arroyo grande  que se nomina y llama Pizarroso el Grande y tiene su origen en una charca que llaman del Boticoso. Toma el nombre de Grande con otros regajos que le entran y creze en términos, algunas veces de no poderse vadear por lo que en los años ochenta y uno y setezientos ochenta y dos los señores de justicia y regimiento y el cura párroco fueron a ponerle unas pasaderas, al camino real que viene del Puerto de Miravete”.   También habla de tres fuentes más muy copiosas “la una del Guijo, la otra de Pizarroso y otra la Herrumbrosa”. Por el camino de Madroñera, “a la hizquierda mano del dicho camino está la fuente Blanca, a la derecha el arroyo Tozo, que va zircundando el término de Torrezillas y a esta mano tiene el palazio de Carmonilla. Junto al cordel está el pozito que llaman de Carmonilla, abundante de aguas y con pilas para lavar la ropa los caseros del palazio y vezinos de Torrezillas, de agua herrumbrosa y que haze jabonaduras”.   De la caza encontramos referencia en Audiencia, donde sólo menciona las liebres, porque no hay quien las persiga “por no haver corsarios, ni abundancia”. También existían lobos, estando por entonces establecida una recompensa por darles caza: “en obsequio de las reales ordenes se sale de comun a estinguir las fieras en montes de la jurisdicion de Truxillo, premiando por cada caveza de lobo 44 reales y de loba 88, pero regularmente suele presentarse cada año uno y algunos nada”.  

DERECHOS FISCALES Y RECURSOS MUNICIPALES

  Se hace necesario recordar en este momento que la villa de Torrecillas no consiguió su autonomía jurisdiccional hasta bien recorrido el siglo XVIII. Reclamó para sí el derecho de tanteo sobre la  aldea, lo que consiguió depositando la cantidad de “un quento nobezientos y ochenta y un mill, quatrozientos y quarenta y seis maravedíes de vellón”, el 20 de enero de 1762 en la tesorería de la Corona. La Carta Real ejecutoria de tal privilegio se expidió en Madrid el 20 de febrero de 1762, constituyéndose desde entonces como villa realenga con propia jurisdicción.     Esta nueva situación no acarrearía más que beneficios:

  • ·         Ahora sería el concejo quien gestionase sus propios recursos, sin plegarse a las necesidades ni caprichos del marqués que, hasta entonces, había sido dueño de la aldea.
  • ·         El nuevo titular de la villa, el Rey, estaba geográficamente más alejado de Torrecillas y los intermediarios para ejercer el control se sucedían, hasta diluir su propia misión fiscalizadora.
  • ·         Finalmente, los vecinos no debían ir a buscar justicia a Trujillo, con el retraso y las vejaciones que ello suponía. La nueva villa tenía ahora poder de juzgar y ejecutar las sentencias dentro de su territorio. Esta inmediatez en la impartición de justicia vendría a evitar injusticias manifiestas y a insuflar confianza en los vecinos hacia la institución municipal.

  Como valor añadido pasarían a la propiedad del concejo una serie de bienes de propios, que aportarían beneficios generales a los vecinos: casas del Ayuntamiento con calabozo, archivo y sala de acuerdos; la dehesa boyal; un pósito; abasto público de vino, aceite y jabón blando; una escribanía numeraria y una fábrica de tejas y ladrillos. En la perspectiva contraria debemos decir que también debían asumirse una serie de gastos, a los que se hacía frente con los impuestos. De un lado los eclesiásticos: diezmo de grano al obispo de Plasencia y a Santa Clara de Trujillo; diezmo de ganado a Santa Mª del Carrascal y a la iglesia de Santiago de Trujillo y primicias al monasterio de Guadalupe. De otro los jurídico-civiles: 3841 reales vellón de alcábalas y penas de Cámara al Marqués de Lorenzana y 330 reales vellón al Marqués de Lorenzana, del arriendo de un mesón. En total, los vecinos debían aportar, para cubrir el modelo impositivo vigente: 120 fanegas de trigo, 10 fanegas de centeno, 45 de cebada, 50 de avena, 4 lechones, 4 libras de cera, 3 enjambres, 4 arrobas de queso, 18 arrobas de lana, 25 corderos, 10 chivos, 2 becerros y 4 azumbres de miel.             Éste es el desglose de los gastos a mediados del siglo XVIII, cuando todavía era villa señorial:  

Concepto

rs

mrs

Concepto

rs

Quentas y residencias

450

 

Jabón blando

108

Alcalde

 

100

Párroco y fiestas del concejo

300

Alcalde ordinario

80

 

Sacristán

9

Millones y fiel servidor

2.812

17

Maestro de primeras letras

270

Gastos de justicia

24

 

Salario del ministro

15

Real contribución

30

 

Viajes de los capitulares

220

Soldado miliciano

90

 

Salario escribano

500

Audiencia de la Mesta

100

 

Cirujano

22

Mestilla

18

 

Guarda de la dehesa

70

Visitador eclesiástico

30

 

Corridas de lobos y animales nocivos

60

Conducción de pobres y cristianos  nuevos

40

 

Echar raya a la dehesa

360

Hospitales de Valladolid, Salamanca y Lugares Santos de Jerusalem

34

 

Veredas

400

Predicador cuaresmal

330

 

Papel sellado y blanco

30

Vino de misa

28

 

Limpiar fuentes

30

 

 

 

Apostar monte común

60

  El gasto total era de 6.520   reales y 117 maravedís La renta de sal, de 1089 reales y 6 maravedíes y del jabón, de 108 reales, era por cuenta del recaudador.   Tras recibir la carta de libertad, los gastos se redujeron drásticamente, según consta en los documentos de la Audiencia de 1.791: Un escribano, 100 reales, dotación de la escuela de niños y niñas, 500 rs., cirujano, 300 rs., parroquia, 50 y encabezamiento de penas de cámara, 43 rs. en total

  ACTIVIDADES AGRÍCOLAS Y GANADERAS

  En este pueblo no hay más dehesa que la de propios en calidad de boyal” según la Audiencia, pero afirma que confinando a sus límites hay algunas que fueron de labor y que están reducidas a puro pasto: “la Atalaya Labrada, propia de la Marquesa de Villa García, su cabida 800 fanegas en sembradura; la de Retuertas y Señora, propia de don Juan de Soto Altamirano, vecino de la ciudad de Orense en el Reyno de Galicia, su cavida 1.000 fanegas; la del Carneril, propia del Marqués de Lorenzana, vecino de Truxillo, su cavida 600 fanegas; la de la Solana y Quintos de Carmonilla, que pertenecen según noticias a el Conde de Noblejas, vecino de Madrid, su cavida 2.000 fanegas; y la de Valles Pedros, perteneciente a el Marques de Santa Marta, vecino de Truxillo, su cavida 1.200 fanegas”.   La producción agrícola estaba copada por los cultivos de secano, siendo los principales productos: trigo, cebada, centeno, avena. La Audiencia nos advierte que trigo y cebada son producidos fuera del término, en la jurisdicción de Trujillo, “en dehesas de monte que dan a los labradores por crecidos terrazgos con el fin de aclararlas para interesarse en las grandes porciones que lleban a los trasumantes”.   Por su parte, Ensenada ratifica que el término de este pueblo es de secano “exceptuando una muy corta parte del murado que se siega a brazo y se siembra de hortaliza”. Las tierras muradas y los terrenos para pastos se labraban todos los años, y las no muradas descansaban dos.   Los frutales no debieron de ser muy importantes porque se dice de ellos que eran pocos, puestos sin orden en las tierras muradas de particulares. Se trataba de olivos, ciruelos, perales, membrillos, “una” higuera, “un melocotón”, “plantados en las márgenes de las heredades unos y sin orden algunos otros”. La Audiencia tampoco incide mucho en el tema: “algunos perales y olibos…clase muy basta y que fructifican poco.”               Estos eran los precios de diferentes productos agrícolas:  

Producto

Ensenada

Audiencia

Unidad

Trigo

22

25

Reales/fanega

Cebada

10

20

Reales/fanega

Centeno

12

18

Reales/fanega

Avena

4

15

Reales/fanega

Yerba

4

Reales

Tierra pasto 1ª calidad

6

Reales/fanega

Tierra de riego hortaliza

150

Reales/fanega

Olivos (árbol)

4

Cada uno

Ciruelas

2

“       “

Perales

2

“       “

Membrillo

3

“        “

Higuera

3

“       “

Miel

2

Reales/cuartillo

Cera

2

Reales/cuarterón

Enjambre

10

Cada uno

Colmena

7 rs 11maravedíes

Cada una

  Puede apreciarse que los productos de los que tenemos constancia habían elevado su precio en el periodo transcurrido entre uno y otro documento. La distribución de las tierras de cultivo, en fanegas era: cañadas y dehesas pasto, 1.070; tierras de labor, 30; labor sin murar, 1.980; segadas a brazo, 2. En total, las fanegas estimadas en el término municipal eran 3.082.   En lo que se refiere a la ganadería, las respuestas son dispares. Para la Audiencia se reduce “a el corto numero de algunos cerdos, 200, y cosa de 250 corderos; el comercio que tienen en estas grangerías es la de vender esta cría a el año o antes para remediar sus necesidades, hasi por esto como por no tener fondos para sostenerlas, ni aun terrenos suficientes a su mantenimiento.” En cambio, Ensenada nos informa con mayor amplitud: ganado lanar, cabrío, vacuno, de cerda, yeguas, caballar y asnal. El número de cabezas de ganado lanar ascendía a 1.804, con importantes rendimientos: cada 13 ovejas, 2 arrobas de lana a 44 reales/arroba; cada 3 ovejas, 1 cordero a 10 reales la unidad; la arroba de queso, 30 reales. La apicultura, que estaba muy desarrollada en otras poblaciones extremeñas de la época, no era muy floreciente en Torrecillas debido, según la Audiencia, a los frecuentes robos a los que los colmeneros torrecillanos eran sometidos, aun por los mismos tratantes de cera. Según Ensenada, el total de colmenas era de 210, cuya propiedad era de los siguientes vecinos: El párroco, 54; Antonio Ribas, 24; Mª Grájera Bega, 30; Alonso Delgado, 24; Nicolás Delgado, 18; Manuel Delgado, 18; Juan Iñigo, 10; Juan Jiménez, 8; Francisco Porras, 7 y Francisco Calero, 17.

  ASPECTOS RELIGIOSOS, SANITARIOS Y EDUCATIVOS

  Ensenada hablaba de “un párroco, dos clérigos, un sacristán…” la Audiencia de “un teniente de cura y un sacristán”, y López de ”un cura”. Deducimos de ello el posible abandono sugerido en algunas respuestas a la Audiencia, por parte de las autoridades eclesiásticas de más alto rango. En este sentido, sabemos que “el pueblo sólo tiene una parroquia, o mejor una casa sagrada destinada a cumplir sus preceptos los feligreses, porque mal puede llamarse yglesia, ya que carece enteramente de aquellos emonumentos nezesarios a la dezente manutención del theniente de cura y sacristán, y a sufrir los gastos que son indispensables a el culto divino, pues no se le conoce más rentas en propiedad que el corto producto señalado por rompimiento de sepulturas que nunca llega a 80 reales”. Según el visitador, la causa de tal olvido es que en 1.576 la villa de Torrecillas era aldea y feligresía dependiente de la iglesia parroquial del Señor San Clemente, situada en Trujillo, en cuyo solar se mandó construir el convento de Santa Clara. En ese momento debió suprimirse la parroquia y todo el beneficio fue a parar a las monjas Clarisas. Por ello, al desaparecer la parroquia matriz de la que era sufragánea la torrecillana, ésta dejó de estar amparada eclesiástica y económicamente, desapareciendo como lugar de culto y devoción. Sin embargo, la situación volvería a sus orígenes. En López se reconoce tener poca información acerca de los avatares religiosos de la localidad, aunque se nos habla por primera vez de la patrona y titular del santuario: Santa Catalina Mártir. La causa de tal desconocimiento había sobrevenido ya en tiempos de la guerra de sucesión a principios de siglo. A lo largo del conflicto, habían entrado tropas en la localidad, saqueando y quemando los archivos de la iglesia, al igual que los municipales, como ya se dijo. Además de ello, “los que dejaron, con el transcurso del tiempo y estar el dicho archivo en la sacristía y averse mojado muchas veces, por lo poco reparada que entonzes estaba no pueden leerse, ni se puede dar razón verídica”.   No existía cementerio ni se consideraba necesaria su creación. Los muertos de postín eran enterrados en la iglesia y el resto de vecinos, en sus aledaños, tal como se acostumbraba en la época. Así al menos se deduce de esta aseveración: “la parroquia, poco menos que una ermita, se halla a la orilla del pueblo, donde la bentilan bien los ayres y por consiguiente es muy corto el número de muertos que entran en ella cada año, regulado por un quinquenio a solo dos”. Por otro lado, podemos asegurar que el día 7 de mayo de 1.723, D. Juan Rodríguez Duro fundó una capellanía  “dotada con diferentes heredades en el término de esta villa y otras en el lugar del Castañar de Hibor”.   Consta que también existían en Torrecillas tres cofradías. Las informaciones disponibles sobre las mismas, varían en función de las respuestas a los diferentes interrogatorios y según provengan de los vecinos o del visitador. Todas se gobernaban por sus respectivos alcaldes, diputados y mayordomos con intervención del cura. Estaba constituida la cofradía de Ánimas, dirigida al oficio de las ánimas benditas. Se gobernaba por 4 hermanos oficiales y el cura teniente. También funcionaba la cofradía de la Vera Cruz, dirigida a obras de penitencia, mortificación y  asistencia de moribundos. Se gobernaba por su alcalde, mayordomo y diputados, con anuencia del cura. Finalmente, existía la cofradía del Rosario, dirigida al culto de María Santísima del Rosario. Estaba gobernada por 4 hermanos, junto con el cura teniente. Ofrecemos algunos datos sobre ellas, contrapuestos, como puede comprobarse,  según quien respondiese al cuestionario:    

COFRADÍAS

Fecha de fundación

Dotación económica

Número de cofrades

Respuestas de los vecinos

Respuesta del Visitador

Respuestas de los vecinos

Respuesta del Visitador

Respuestas de los vecinos

Respuesta del Visitador

Ánimas

1.700

1.723

1.100rs

1.150 rs

80

60

Vera Cruz

1.539

1.536

900rs

900rs

100

40

Rosario

1.696

1.5….

1.000rs

1.000rs

30

30

  Otro aspecto a considerar, es el referido a la asistencia sanitaria. Su desarrollo era casi nulo. No había hospital, entendido en la terminología de la época, única y exclusivamente como sala para cobijar a los transeúntes. Ensenada menciona a Juan Felipe, cirujano “cuyo oficio le vale al año 900 reales”.  También en la Audiencia se habla de un cirujano, pero en ningún momento se cita a boticarios, sangradores o a médico alguno, de cuya existencia sí dan fe estos visitadores en otros lugares de la provincia. Finalmente, en lo que respecta a cultura y educación, cabe poner de manifiesto que no se contaba con biblioteca pública. Había un maestro de Primeras Letras, según Ensenada y escuela de niños, según Audiencia. De las 240 almas que tenía la villa, 40 sabían leer, escribir y hablar como habilitados de la escuela, a decir de López. Este es el retrato, la foto fija de la Torrecillas del ochocientos, un siglo principiado y finiquitado por dos importantes conflictos bélicos, la Guerra de Sucesión en su inicio y la de la Independencia, ya cuando el diecinueve asomaba en el tiempo. Sin duda alguna, supuso un periodo apasionante en la vida de la villa, que logró reponerse y resurgir de las negativas consecuencias acarreadas con la llegada de la dinastía Borbón a la corona española, alcanzando niveles de desarrollo desconocidos hasta entonces. La agricultura, ganadería, comercio y oficios artesanales se desarrollaron, hasta estabilizarse cuando la demografía así lo requirió. Los recursos naturales se constituían en elementos suficientes para el autoabastecimiento. La religiosidad copaba la actividad habitual en el escaso tiempo de asueto, mientras los servicios sanitarios, asistenciales y educativos, como era habitual en la época, brillaban por su ausencia.  

Es el paso del tiempo uno de los elementos que contribuyen, en mayor medida, a la formación del criterio. Tomando este corolario y desde la óptica actual, bien puede afirmarse que el salto cualitativo que se ha producido en Torrecillas de la Tiesa con el transcurso del tiempo, ha sido fruto del esforzado trabajo y el ilusionado tesón de unos vecinos comprometidos con la mejora del futuro para las sucesivas venideras generaciones. 



[1] ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS. Dirección General de Rentas, 1ª Remesa. Respuestas Generales del Catastro del Marqués de la Ensenada. Torrecillas de la Tiesa. (En lo sucesivo Ensenada).
[2] RODRÍGUEZ CANCHO, M.; BARRIENTOS ALFAGEME, G. (Estudio y comentarios) Interrogatorio de la Real Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de Trujillo. Respuestas de Torrecillas de la Tiesa. Mérida, Servicio de Publicaciones de la Asamblea de Extremadura, 1.995. (En lo sucesivo Audiencia).  
Dic 042013
 
Jesús Barbero Mateos.

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

 La rebelión armada del 18 de julio de 1.936 supuso, para la educación, en general y para el magisterio, particularmente, un tremendo mazazo, por cuanto significó el retroceso en la formación de las sucesivas generaciones de españoles, a la vez que instauró un régimen de terror entre los docentes, al someterlos a un cruel y perverso proceso de depuración política, que debía determinara las adhesiones al nuevo “régimen” o, por el contrario, identificar a los maestros, “desafectos” al mismo, para aplicar sobre ellos ensañadas sanciones. Cerca de 1.200 maestros de la provincia de Cáceres, según la documentación obrante en el Archivo General de la Administración, padecieron el proceso, en el que presunción de culpabilidad era el principio rector en la tramitación de los expedientes, en una de las pocas acciones decididas en la política de los primeros tiempos del franquismo, en medio de la desidia administrativa general.

 

La Junta de Defensa Nacional no perdería el tiempo emitiendo, a propuesta del Rector de la Universidad de Zaragoza, “órgano superior de la enseñanza”, un Decreto[2] el día 19 de agosto de 1.936, con instrucciones que orientaban el procedimiento.

 

El día 26 de agosto de 1.936, Eduardo Málaga, Inspector Jefe de la provincia, concretó para los alcaldes y maestros, Instrucciones[3] relativas al comienzo del curso escolar. En ellas se establecía la necesidad de demostrar en las zonas ocupadas, la normalidad en el funcionamiento de los organismos oficiales, entre ellos la escuela, “como piedra fundamental del estado, que ha de contribuir a la españolización de las juventudes del porvenir, orientada en los últimos años en sentido inverso”.

 

Para ello se dotaba de poderes plenos a los alcaldes, que debían vigilar que la enseñanza impartida era la adecuada y exaltaba el “patriotismo sano”; informar “las debilidades y orientaciones opuestas” de los maestros y si sus conductas habían “perturbado las conciencias infantiles”, en cuyo caso, los Rectores ordenarían con toda urgencia su sustitución; y comunicar los maestros que se hubieran presentado el día uno, únicos a los que los habilitados estaban autorizados a pagar. En los pueblos donde no se hubiese presentado, el alcalde designaría a un sustituto interinamente, entre los maestros de la localidad o de localidades situadas a menos de 5 kilómetros. Si no se encontraban maestros, podría nombrarse a cualquier titulado universitario, eso sí, de reconocida moralidad y patriotismo.

 

Por su parte, el Gobernador Civil de Cáceres, mediante Circular[4] de 1 de  septiembre de 1.936, establecía que “la Guardia Civil, procederá a averiguar y formar relación de los maestros nacionales clasificados por ideas socialistas, comunistas y francamente izquierdistas, a fin de ordenar su destitución”.

 

Hasta aquí los prolegómenos del proceso. Pronto comenzaría a normalizarse el mismo en todo el territorio, con normas comunes.

 

El Decreto de 8 de noviembre de 1.936, creaba las Comisiones Depuradoras, al considerar que “la atención que merecen los problemas de la enseñanza, tan vitales para el progreso de los pueblos, quedaría esterilizada si, previamente, no se efectuase una labor depuradora en el personal que tiene a su cargo una misión tan importante como la pedagógica (…)”[5]. Las Comisiones Provinciales de depuración, supervisadas por la Comisión General Central de Depuración del Magisterio, solicitaban informes de los maestros en modelos normalizados, a las “personas de orden” de las localidades donde estaban ejerciendo: Guardia Civil, Alcalde, Juez, Cura, Jefe de Falange, cabezas de familia de acreditada moralidad, etc., a partir de los cuales proponían la absolución, o bien, imputaban cargos y proponían las sanciones que creían más adecuadas.

Una Orden de 7 de diciembre de 1.936, señalaba las sanciones a aplicar, que iban desde el traslado forzoso, a la separación definitiva del servicio.

El 18 de marzo de 1.939, otra Orden señalaba causa suficiente de sanción, la pasividad de quienes pudiendo haber cooperado con los sublevados, no lo hicieron.

 

Como colofón del proceso, el gobierno rebelde aprobó una Ley el 10 de febrero de 1.939, en la que se compilaban las normas depuradoras, tratando de actuar con rapidez para identificar y reintegrar a los afines y localizar y sancionar a los que “contribuyeron a la subversión y prestaron asistencia a quienes por la violencia se apoderaron de los puestos de mando de la Administración”.

La Disposición Adicional Segunda establecía: “La depuración del personal docente que depende del Ministerio de Educación nacional, se efectuará con arreglo a las normas especiales que al efecto se dicten”.

En todo caso, como este proceso “purificador” se extendió también a los maestros “no contaminados”, al terminar la guerra, los que pudieron probar su hostilidad a la República, tuvieron que superar unos exámenes y seguir unos cursos de orientación profesional, “para saturar su espíritu del contenido religioso y patriótico que informa nuestra cruzada”[6].

 

A continuación trataremos de arrojar un poco de luz sobre la depuración del magisterio que ejercía en el ámbito de lo que es hoy el CRA “Las Villuercas”, ocho localidades en total, pertenecientes a tres partidos judiciales. Para ello se han consultado y analizado los expedientes de los 17 maestr@s que ejercían en estos pueblos, obrantes en el Archivo General de la Administración, que acarrearon desiguales consecuencias, como veremos. Hemos agrupado la información obtenida en cuatro bloques, referidos a datos personales; características profesionales; aspectos socio-políticos y una cuestión abierta. Pondremos de manifiesto las principales características de los tres primeros bloques, centrándonos a continuación en los procesos seguidos a dos maestros, cuyas consecuencias fueron la destitución fulminante en un primer momento, y la sanción al finalizar la tramitación de sus correspondientes expedientes.

 

CARACTERIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN LAS “VILLUERCAS BAJAS”

 

Comenzaremos fijándonos en las personas que ejercieron la tarea de  informantes, para ubicarnos adecuadamente en las fuentes de que las que se nutría la administración, para conocer sobre el magisterio. Sus informaciones, según se desprende del análisis de los expedientes, están cargadas de subjetividad, por cuanto sobre un mismo maestro aparecen, en algunos casos, informaciones radicalmente opuestas entre unos informantes y otros, llegando, incluso, a advertir unos sobre las posibles inexactitudes aportadas por otros.

 Eran individuos que ocupaban puestos de responsabilidad local y que eran requeridos por la Comisión Depuradora, para informar y emitir juicios de valor sobre los maestros, cumplimentando un cuestionario elaborado al efecto.

Esta función fue desempeñada, en la práctica, por los estamentos a los que el régimen consideraba los pilares de la nueva sociedad: El Alcalde, el Cura, el Comandante de Puesto de la Guardia Civil, el Juez, el Jefe de Falange y “personas de orden” con reconocida moralidad e intachable conducta religiosa, política y social.

En las Villuercas Bajas, los informantes fueron:

 

 

Alcalde

(10)

G. Civil

(6)

Cura

(7)

Falangista

(4)

Juez Municipal

(3)

Otros

(4)

Campillo de Deleitosa

Jerónimo Rivero

Bernardino Coca

Ildefonso Díaz Astudillo

 

Antonio Salas Curiel

 

Deleitosa

Marcelino Soleto

Gonzalo Jiménez

Maximiliano Buenvarón

José Novoa Oropesa

Tomás Palacios Bañegil

Hilario Palacios Jácome

Manuel ¿?

Alejandro Izquierdo

Fausto Rodríguez

Navezuelas

Román Benito

Antonio Durán

Vicente Álvarez Alama (1º Tte.)

Evaristo Blázquez Maeso

Fernín Roa Alonso

José Blanco Gallego

 

 

Tomasa Porras Sánchez

Robledollano

A. Muñoz

José Novoa Oropesa

Melquíades García

Adolfo Carrasco

 

 

Roturas de Cabañas

Pedro González

Fermín Roa Alonso

Ezequiel Morcillo Cuadrado

Ciriaco Rodríguez López

 

Primitivo Araújo

 

Retamosa de Cabañas

José Novoa Oropesa

Evaristo Blázquez Marro

Ezequiel Morcillo Cuadrado

Inocencio Serrano Díaz

 

Cabañas del Castillo

José Novoa Oropesa

Francisco Fernández Estacio

 

 

Casas de Miravete

Ulpiano Domínguez

Eurico Gómez Rubio

 

 

Andrés Moreno

Eugenio Monroy

 

 

 

DATOS PERSONALES.

 

Maestros y Escuelas. De los diecisiete expedientes analizados, ocho son de maestras y nueve de maestros. En todo caso hay que aclarar que en la zona no hay, por ello, diecisiete escuelas, sino trece, ya que cuatro de ellos están sustituyendo a los titulares. En el caso de Deleitosa, por destitución gubernativa; en Campillo de Deleitosa, porque la maestra se había fugado con los “rojos”; en Retamosa, porque el maestro estaba en el frente; y en Navezuelas, el titular fue destituido y el sustituto se incorporó a filas, por lo que era el cura el que realizaba las funciones propias de maestro.

En todo caso, conviene aclarar que, administrativamente, diez maestros eran propietarios, cinco interinos, uno sustituto y otro del denominado grado profesional.

 

Estos profesionales atendían cinco escuelas unitarias de niñas, cinco de niñas y tres unitarias mixtas en Campillo de Deleitosa, Roturas de Cabañas y Cabañas del Castillo, atendidas por maestras.

 

Localidad

Tipo de escuela

Maestr@ titular

Maest@ sustitut@

Causa de la sustitución

Deleitosa Unitaria niños Evaristo Jiménez Sánchez    
Deleitosa Unitaria niños   Florián López Muñoz Destitución del titular
Deleitosa Unitaria niñas Eufemia Ramos Gil    
Campillo Unitaria mixta Manuela Alonso    
Campillo Unitaria mixta   Mª Luz Dguez. Expósito Fuga de la titular con los rojos
Roturas Unitaria mixta Ignacio Serrano Díaz    
Robledollano Unitaria niños Primitivo Martínez Flores    
Robledollano Unitaria niñas Lucila Carrasco Muñoz    
Casas Miravete Unitaria niños Alipio Vicente Rodríguez    
Casas Miravete Unitaria niñas Pilar García Peña    
Cabañas Unitaria mixta Ana Ruiz Barba    
Retamosa Unitaria niños Lorenzo Barrado    
Retamosa Unitaria niños   Tarsicio Chamorro Herrero Marcha del titular al frente
Retamosa Unitaria niñas Antonia Gallego Rodríguez    
Navezuelas Unitaria niños Jacinto Romero Pardo    
Navezuelas Unitaria niños   Gregorio Lirón Parra Destitución del titular
Navezuelas Unitaria niños   José Blanco Gallego (cura) Marcha al frente del sustituto
Navezuelas Unitaria niñas Casilda Avedillo Huertas    

 

De estos profesionales, trece eran de la provincia de Cáceres y los otros cuatro eran de las provincias de Toledo, Salamanca, Ávila y Zamora.

Sobre sus filiación personal, sabemos que el magisterio de la zona era mayoritariamente joven, con predominancia de la soltería y escasez de hijos, salvo el caso de una maestra que tiene cinco. En su mayor parte eran católicos practicantes.

Es significativo el hecho de su escaso tiempo de permanencia en las localidades de destino, lo que confirma que las escuelas de la zona, ya por aquellas fechas constituían un destino de paso para los docentes.

 

 

MAESTROS

MAESTRAS

Edad Menores de 25 años: 4

Entre 26-30 años: 2

Entre 31-35 años: 1

Mayores de 35 años: 2Menores de 25 años: 3

Entre 26-30 años: 2

Entre 31-35 años: 0

Mayores de 35 años: 1

Sin determinar edad: 2Estado CivilSolteros: 4

Casados: 5Solteras: 4

Casadas: 2

Sin determinar: 2Nº de hijosNinguno: 6

Un hijo: 1

Dos hijos: 2Ninguno: 4

Un hijo: 2

Cinco hijos: 1

Sin determinar: 1PermanenciaMenos de 1 año: 3

Entre 1-5 años: 4

Entre 6-10 años: 1

Entre 11-15 años: 1Menos de 1 año: 2

Entre 1-5 años: 3

Entre 6-10 años: 1

Sin determinar: 2CatolicismoBuen católico: 5

Sin religión: 3

Desigual: 1Buena católica: 6

Sin determinar: 2

 

La dedicación del tiempo libre resultaba netamente distinta para maestros y maestras, ateniéndose a los socialmente bien visto en la época. Mientras que las maestras fuera de la escuela, asumen todas las tareas domésticas, que como mujeres les asignaba la sociedad y participaban de las acciones caritativas, los maestros, en ningún caso las asumen. Por el contrario, los maestros disponen de elementos de ocio personales y participan activamente en la vida política de las localidades.

 

Estas son las principales dedicaciones señaladas:

 

 

Maestras

Maestros

Ocio

  Pasar ratos de recreo. Actividades y expansiones naturales. Caza. Pasear con su señora y vivir en familia. Poesía.

Laboral

Trabajos propios de su propio sexo. Bordar. Quehaceres domésticos  

Educativo

Formativo

Dar clases particulares. Dar clases particulares gratuitas. Estudiar. Enseñar instrucción militar a falangistas y niños.

Político

social

Enaltecer a la patria Hacer propaganda política del Frente Popular.

Asistir a reuniones comunistas, socialistas y revolucionarias. Asuntos de engrandecimiento de la patria como jefe de Falange. Hacer de vivo caballero ejemplar. Distracciones con funcionarios de mal proceder político.

Socio Religiosos

Hacer obras de caridad. Promover el celo católico. Orientar a los jóvenes por el bien. Actividades de Acción Católica. 

 

DATOS PROFESIONALES.

En el cuestionario se incluían cuestiones relativas al planteamiento, desarrollo e implicación de los maestros con su profesión, impregnadas de un marcado contenido socio-político, que aclarase la comunión o no del docente con el régimen en ciernes.

Las horas dedicadas a la escuela, pretendían saber, indirectamente, si dedicaba su tiempo a cuestiones “poco patrióticas”. Pues bien, siete maestros dedicaban seis horas diarias a la escuela, mientras que otros cinco, dedicaban cinco horas. De tres maestros se afirma que las horas dedicadas a la enseñanza eran las reglamentarias y del resto no se especifica esta información.

Sobre la implicación de los maestros con su labor, en nueve casos enseñaban bien y con entusiasmo; en dos, enseñaban regular y con entusiasmo; en otros dos, enseñaban mal y sin entusiasmo; y en los demás no se especifica.

 

También se solicitaba información sobre los juegos que los maestros aplicaban con los niños, por si éstos se estaban utilizando como forma de adoctrinamiento político o de entrenamiento bélico. En las escuelas de la zona tenemos: recreos, juegos infantiles propios de la edad y tradicionales del país, instrucción militar, juegos patrióticos basados en la educación física, juegos recreativos, morales, sanos, instructivos, pedagógicos y buenos, la peonza, el corro “dime niña”…

En cuanto a la simbología política, dos cuestiones se centraban en recabar información sobre su uso dentro de la escuela, haciendo hincapié, únicamente, en la de tendencia izquierdista. Tan sólo en un caso se afirma que se cantaba la internacional y se saludaba puño en alto.

 

DATOS POLÍTICOS.

El último asunto sobre el que se incide en la encuesta, quizás el más significativo en relación con su objetivo, trataba de localizar e identificar, para sancionar, a los maestros izquierdistas. Hacía referencia a las actividades políticas y asociativas. A raíz de las respuestas de los informantes, se iniciaron procesos civiles y penales contra los maestros, tres en el ámbito de la zona considerada, dos maestros y una maestra, de los trece maestros titulares, lo que supuso en torno al 23% de la plantilla.

En cuanto  la afiliación política, a tenor de las informaciones recogidas en los documentos, tenemos que tres maestros eran de la CEDA; dos eran de Falange, uno de ellos jefe en Roturas y uno era de Izquierda Republicana, presidente en Deleitosa.

Posteriormente se interroga sobre el carácter asociativo del magisterio. En total cuatro docentes estaban integrados en asociaciones: dos maestros pertenecían a la Asociación Provincial del Magisterio; una maestra a la asociación de estudiantes católicos y otra maestra a las cinco asociaciones religiosas había en la localidad.

Finalmente, se recogen las observaciones más significativas que realizaron los informantes, en el caso de algunos de los docentes de la zona. Son las siguientes:

Manuela Alonso, propietaria de Campillo, “se ha marchado con los comunistas a Mesas de Ibor. Su fe era casi nula y su hijo dijo que ir a misa era como ir al baile e día 20, patrón de la localidad”.

Mª Luz Domínguez Expósito, interina que sustituye a la titular de Campillo, “siempre ha sido de derechas, como su familia. Fue nombrada por el alcalde al irse la titular con los comunistas, sustituyendo a la fugada”.

Ignacio Serrano Díaz, propietario de Roturas, era el Jefe de Falange en la localidad.

Primitivo Martínez Flores, propietario de Robledollano, “en las clases nocturnas ensañaba a los adultos que no tenían que ir a misa los domingos, porque decía que la República había quitado tal obligación”. Alcalde y cura coinciden en que “es cumplidor y carente de vicio y merece el máximo respeto y consideración como maestro y como persona”.

Lucila Carrasco Muñoz, sustituta de Robledollano (nada se dice de que hubiese una propietaria), “merece el máximo respeto y consideración. Ha llevado en fila a los niños a misa y les ha enseñado cantos religiosos. La localidad está muy ilusionada con ella por su incansable labor profesional y elogiosa vida privada”.

Pilar García Peña, propietaria de Casas de Miravete, “da ejemplo con su intachable conducta, es católica y patriota, por lo que fue perseguida por las izquierdas del pueblo. Socorre a las familias necesitadas siguiendo el espíritu cristiano, aún en tiempos adversos. Durante unos mese dio clases a la hija de Isidoro Moreno Moreno, Alcalde, jefe del Partido Socialista y delegado de las organizaciones obreras del partido”.

Alipio Vicente Rodríguez, propietario de Casas de Miravete, “de conducta moral intachable, buen patriota al servicio de la causa de la nueva España. Ejemplar caballero católico”. Por otra parte, “no tiene condiciones para enseñar, pues se burlan de él los niños. Aunque es de derechas, convivió con las izquierdas cuando éstas se adueñaron del poder”.

Ana Ruiz Barba, interina de Cabañas del Castillo, es “ferviente católica y se ha visto perseguida por sus ideas derechistas”.

Tarsicio Chamorro Herrero, propietario de Retamosa, “está en el frente desde octubre de 1.936. Enseña doctrina de crudo materialismo monístico, como el origen simiano del hombre, conforme, totalmente, al evolucionismo de Darwin”.

 

Estas son las principales características de los maestros de la zona, durante el proceso de depuración política, que una vez puestas de manifiesto, nos llevan a centrarnos en dos de los maestros expedientados, cesados y sancionados injustamente, por el ensañamiento de los alcaldes de Deleitosa y Navezuelas, respectivamente.

Ante tamaña injusticia se rebelaron los vecinos y, también, las sucesivas autoridades de ambos pueblos, apostando por ellos y dejando en evidencia la falsedad de las acusaciones, que les acarrearon injustas sanciones profesionales y amargos trances personales, como veremos a continuación, al tratar las vicisitudes acontecidas a Evaristo Jiménez Sánchez, maestro de Deleitosa y a Jacinto Romero Pardo, maestro de Navezuelas.

 

LA REBELIÓN DE LOS JUSTOS

 

EVARISTO JIMÉNEZ SÁNCHEZ. Maestro de Deleitosa.

 

En primer lugar tratamos el caso del maestro de Deleitosa, Evaristo Jiménez Sánchez. Sobre él se ensañaron el cura y el alcalde de la localidad en los primeros momentos de la rebelión. La intervención de las autoridades y, sobre todo, del vecindario, aclarando las falsedades vertidas sobre el maestro, hicieron rectificar a la administración, aunque, se verá la amargura vivida por él y su mujer, así como las trágicas consecuencias del retraso en la resolución de su expediente.

 

El informe inicial. El alcalde de la localidad, Marcelino Soleto, remite dos documentos fechados el 10 de septiembre y el 9 de octubre de 1.936, al Gobernador Civil de la Provincia de Cáceres y al Rector de la Universidad de Salamanca, informando sobre el maestro Evaristo Jiménez Sánchez, al que acusa de tener avanzadas ideas comunistas, que procura exteriorizar en toda ocasión. Informa también que se marchó a Cebreros (Ávila) al principio de las vacaciones y no había regresado a la localidad.

 

La Destitución. Con esa información, el maestro es cesado de manera fulminante.

 

Informes solicitados por la Comisión Depuradora. A lo largo del mes de octubre se remiten a la comisión depuradora del magisterio de Cáceres, los informes cumplimentados por el alcalde, el brigada de la guardia civil de Trujillo, José Novoa Oropesa, el  cura, Hilario Palacios Jácome y dos personas de orden, Jacinto Robledo y Fausto Rodríguez, que aportan interesante información.

El maestro, de 57 años, natural de la provincia de Toledo, casado y sin hijos, llevaba 15 años en la localidad. No ejercía como católico y en su tiempo libre hacía propaganda extremista y revolucionaria del Frente Popular, asistiendo a reuniones políticas.

A la escuela dedicaba 5 horas diarias, enseñando mal y sin entusiasmo, saludando con el puño en alto y cantando la internacional, aunque el cura lo niega.

Desde el día 16 de febrero de 1.936 era presidente local de Izquierda Republicana, partido al que estaba afiliado desde el 14 de abril de 1.931. se le acusaba, además de masón. Había sido suspendido de empleo y sueldo.

Apostillan, para finalizar, que el maestro se encuentra en campo rojo desde que el movimiento se inició, en concreto, en Calera y Chozas (Toledo), donde fomentó y auxilió a la rebelión cuanto pudo junto con su sobrino, no presentándose a la apertura del curso escolar. Un evadido de Madrid informó que estaba en la capital.

Cura, Hilario Palacios Jácome: al principio se portó como católico perfecto, luego, aún antes de proclamarse la República, dejó las prácticas cristianas y terminó en estos últimos tiempos siendo ateo. Iba poco a la escuela. Un sobrino que vivía con él, que era comunista, pues aquí pertenecía a la juventud socialista y que mandaba blasfemar a los niños, era el encargado de ella, mientras él se dedicaba a la propaganda comunista. Cuando el jefe de los socialistas iba a la escuela, se saludaba con el puño en alto, salvo algunos de familias de derecha, que no lo hacían, exponiéndose a ser castigados. Asistía con los niños a las manifestaciones.

Antonio Floriano Cumbreño,  inspector de educación, resume estos informes el día 7 de abril de 1.937, haciéndose eco de las principales acusaciones que aportan, para constancia de la comisión depuradora provincial.

 

El pliego de cargos. La comisión, como siempre, sin mayor contraste, da por buenas las informaciones aportadas y, el día 3 de mayo de 1.937, acuerda imputar y remitir al maestro el siguiente pliego de cargos: Hacer ostentación de ideas izquierdistas. Cantar la internacional y saludar con el puño en alto en la escuela. Asistir con los niños a manifestaciones socialistas. Presidir Izquierda Republicana. Abandonar la escuela en manos de su sobrino de juventudes socialistas, que obligaba a los niños a blasfemar. Fomentar y auxiliar con entusiasmo la rebelión roja. Pertenecer a la masonería.

 

La imposibilidad de realizar los descargos. El pliego de cargos se remitió a Deleitosa, para que fuera entregado al maestro, pero como éste estaba ausente, e día 7 de mayo de 1.937, el alcalde lo devolvió a la Comisión que, una vez recibido, ordena, el 12 de junio de 1.937, la publicación de un requerimiento en el Boletín Oficial de la Provincia, instando al maestro a fijar residencia. El mismo se publica el 16 de junio.

 

Sanción. Agotados todos los tramites y no habiendo logrado la audiencia del maestro,, el día 20 de agosto de 1.937,  la comisión provincial depuradora eleva a la comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado, la propuesta de sanción: separación definitiva del servicio. La comisión asume la propuesta el 16 de noviembre y la amplía con la inhabilitación para cargos directivos y de confianza. La sanción es ratificada el 26 de octubre por la comisión superior dictaminadora, que la hace firme y se consuma con la Orden del Ministro de Educación Nacional, de 30 de diciembre de 1.939, que imponía al maestro la separación definitiva del servicio y baja en el escalafón.

 

Regreso del maestro a Deleitosa. Hasta aquí se extiende la primera parte del proceso a Evaristo Jiménez Sánchez, quien no es consciente de la situación administrativa por la que está pasando, al no encontrarse, no ya en la localidad, sino en el bando rebelde, cuyo gobierno le estaba depurando. Finalizada la contienda, el maestro regresa a Deleitosa y es informado de su situación de suspensión, encontrándose a cargo de la escuela el maestro interino, Florián López Muñoz, quien estaba en su puesto desde octubre de 1.936.

 

Solicitud de revisión del expediente. El maestro comienza las gestiones para que su expediente sea revisado, remitiendo al Ministro de Educación Nacional, el día 23 de enero de 1.940, una solicitud de revisión, en la que alega que no se encontraba en Deleitosa cuando estalló el Movimiento, porque se había ido el día 16 de julio de 1.936 a Madrid, para someter a sus esposa, anciana de 60 años, a un tratamiento médico. Había permanecido en zona roja hasta la total victoria de las armas Nacionales, concretamente en la parroquia de San Felipe Neri, de Alicante. Cuando se reintegró a su destino nuevamente, presentó declaración para su expediente, pero sin tiempo para acompañar documentos acreditativo de su conducta, los cuales había enviado con posterioridad. Prosigue, informando de que en los 32 años que lleva de servicio, 16 en Deleitosa, no ha tenido una sola nota desfavorable, pudiendo acreditar las autoridades locales y el vecindario su  buena conducta pública y privada, como ciudadano y como maestro. Se lamenta de que habiendo sido separado del magisterio, teniendo 62 años y enfermo con una afección cardiaca, que le incapacita para el trabajo corporal y que tanto él como su anciana esposa carecen de familiares que pudieran ampararlos, la sanción le condena a mendigar su sustento, llevando el estigma sobre la frente.

Finalmente, suplica la revisión de su expediente.

Nuevamente vuelve a remitir la solicitud al ministro el día 25 de febrero de 1.940, pero en esta ocasión, aportando cuatro documentos de aval, que considera de tremenda importancia.

El primero, fechado el 8 de febrero de 1.940 en Alicante y firmado por el párroco de San Felipe Neri, D. Manuel Arivente Aguilar, quien certifica que el maestro vivió en su casa desde primeros de noviembre de 1.936 hasta julio del año 1938, habiendo observado una conducta inmejorable, no interviniendo en política ni figurando en nada con los rojos.

El segundo documento, de 23 de febrero de 1.940, lo fieman en Deleitosa las autoridades locales, Alcalde, Comandante de Puesto, Juez, cura y Jefe de Falange, quienes ponen de manifiesto que antes de iniciarse el Movimiento, perteneció a un partido de izquierdas, en el que no consta que hiciera propaganda ni se ocupara en dar mítines, cumpliendo con sus deberes profesionales y particularmente hacía una vida conviviendo con todos los vecinos. Unos días antes del 18 de julio de 1.936, se ausentó de esta localidad y le sorprendió en movimiento en zona roja, donde permaneció hasta la victoria final, desconociéndose su actuación en dicha zona.

 

Explicaciones del maestro. El propio maestro redacta el día 24 de febrero una declaración jurada, en la que hace constar  que no ha pertenecido a ningún partido político ni ha ostentado cargo alguno, habiendo vivido para su profesión de maestro, como atestiguan los informes de autoridades padres y vecinos. Se sincera relatando sus avatares personales, para justificar su militancia en Izquierda Republicana: “Con motivo de tener a mi esposa enferma, en el año 32 me trasladé a Madrid, a que fuera reconocida por un especialista. Como este dijo que necesitaba ingresar en una clínica, careciendo de recursos para el sostenimiento de la misma, ya que su estancia en ella había de pasar de un mes y no conociendo a nadie a quien acercarme para que ingresara en un establecimiento benéfico, me acerqué, aunque sin conocerle, al entonces diputado por esta provincia, D. José Giral, a quien expuse mi situación y logré su ingreso, aunque no su curación.

Cuando llevaba en Deleitosa más de medio año de mi regreso de Madrid, me sorprendió un día el correo con una credencial de Jefe de Acción Republicana y una carta del Sr. Giral que, a cambio del favor que me hizo, me pedía lo aceptara. Con la República nefasta, este caso excepcional y fortuito me hizo pertenecer a un partido de izquierdas de hecho, no de derecho, del que no hice caso alguno, siguiendo las normas que me tracé al terminar mi carrera: enseñar y sólo enseñar en mi escuela, no asistiendo a acto político alguno que pudiera desdecir del papel que debe representar todo maestro en la sociedad”.

 

Primer aval del vecindario. El mismo día, ocho vecinos de la localidad, firman un aval al maestro, en el que aseguran que desde que fue destinado a esta escuela, observó “una conducta intachable moral y profesional, no se preocupó de otra cosa que no fuera enseñar, dando ejemplo de honradez y ciudadanía. Durante la nefasta república, perteneció a un partido de izquierda, pero no se le vio actuar en política, no acudiendo a mítines, reuniones ni acto alguno que pudiera estimular con su presencia a los demás. Al iniciarse el Movimiento estaba en Madrid, donde fue acompañando a su señora, que padeciendo una dolencia visual, necesitaba consultar a un especialista”. Firman: Casáreo Moreno, Benito Ciriero, Julián Durán, Apolinar Buenvarón, Aniceto Robledo, Bibiano García, Constantino Moreno y Francisco Buenvarón. El Alcalde, Gonzalo Jiménez, certifica las firmas.

 

Revisión del expediente e inicio de actuaciones. En compás de espera queda el asunto, hasta que la administración lo retoma dos años después. Mientras tanto, el maestro y su mujer vivieron de la caridad del vecindario, muriendo la esposa de pura inanición, según el testimonio de algunos vecinos, que vivieron la situación y recuerdan al maestro y las penalidades que hubo de pasar.

Pasados que fueron dos años desde la solicitud de revisión del expediente, el día 6 de febrero de 1.942, el ministro accede a lo solicitado por el maestro y ordena que se remita el expediente a la comisión Provincial, para que comience el trámite de comunicación de cargos y se dé audiencia al maestro, lo que se traslada a Cáceres el día 23 de febrero de 1.942.

 

Pliego de cargos. La comisión cacereña comunica al maestro el pliego de cargos el día 15 de mayo de 1.942, dándole diez días para que formule los descargos que estime oportunos y remita la documentación exculpatoria que crea de su interés para su defensa, plazo que empieza a corres desde el día 29 de mayo, cuando le es entregado al maestro.

 

Alegato de descargos. Evaristo Jiménez Sánchez, que cuenta ya con 63 años, contesta el día 4 de junio de 1.942 a los siete cargos, tratando de desmontarlos a base de testimonios y certificaciones.

No hizo nunca ostentación ni tuvo jamás ideas socialistas ni comunistas, siendo contrario a las mismas, no pudiendo persona alguna de esta localidad decir me viera asistir a reuniones socialistas ni oyera que en mi escuela se cantara nunca jamás la internacional, ni se saludara con el puño en alto, como igualmente que no asistí ni solo ni acompañado de los niños de la escuela a manifestaciones de ninguna clase.

Si bien es cierto que recibí nombramiento de presidente de Izquierda Republicana, con el cago de constituir partido en este pueblo, nadie puede decir que hice la menor gestión para reunir partidarios, haciendo constar que este nombramiento lo acepté y no devolví, en agradecimiento a favores recibidos de D. José Giral, tal como hice constar en el escrito de solicitud de revisión de mi expediente.

Nunca abandoné mi escuela, aunque mi sobrino, de 14 años, me ayudaba en la enseñanza de los pequeños, bajo mi exclusiva dirección, no siendo cierto que éste obligara a blasfemar a los niños.

Juro por mi honor que no fomenté ni auxilié a la rebelión roja, ya que siempre fui enemigo de este falso ideal; juro que ignoro lo que es la masonería y por tanto no podía pertenecer a esta organización.

Finalizaba instando a la comisión para que solicitara informes suyos a las autoridades y al pueblo en general, pues él no podía acompañarlos al expedirse éstos, únicamente, a requerimiento de la comisión.

Adjuntaba certificados de los curas de Garciaz, Deleitosa y San Felipe Neri, quienes certificaban que no había hecho ostentación de ideas izquierdistas, ni manifestado deseos de que triunfara la revolución roja. Era un hombre honrado y pacífico, de intachable conducta moral social y religiosa, que frecuentaba los sacramentos y asistía todos los días festivos a cumplir los deberes de buen cristiano. Asistía puntualmente a la escuela, cumpliendo bien con sus deberes profesionales.

 

Segundo aval del vecindario. Pocos día después, el 10 de junio de 1.942, el maestro remite a la comisión un nuevo escrito, para agregar un nuevo documento de descargo a su expediente. Se trata de un aval firmado por varios vecinos de Deleitosa, “personas de la mayor solvencia moral, de intachable conducta y de absoluta adhesión al Glorioso Alzamiento Nacional”, según sus propias palabras, que “hace caer como columna rota por su base, los infundados cargos que se me hacen”.

En el aval, firmado por 32 vecinos de la localidad, se hace constar que el maestro,  al que conocen desde hace diecinueve años, “tanto por su conducta pública, moral, como privada es un perfecto caballero, adornado de buenos sentimientos. Es un fiel cumplidor con los preceptos de la Iglesia, habiendo asistido asiduamente con los niños de su escuela, lo mismo al Santo Sacrificio de la Misa, cuanto a la práctica del Rosario. En el orden político, ignoramos el ideal que haya profesado, pero si ha pertenecido a algún partido, jamás se le ha visto hacer ostentación de ello, ni trabajar para sumar adictos a su causa. Firman: Constantino Romero, Marcos Muñoz, Bibiano García, Tomás Robledo, Ovidio García Soleto, Francisco Buenvarón, Apolinar Buenvarón, Adolfo Robledo, Daniel Jiménez, Julián Durán, Gonzalo Jiménez, Aniceto Robledo, Venancio Robledo, Anselmo Rodríguez, Guillermo Jiménez, Severiano García, Victoriano Barambones, Luis Robledo, Narciso Ruiz, David Carbonero, Cesáreo Moreno, Siro Vadillo de Vega, Balbino Montero, Calixto Barambones, Emilio Moreno González, José Cartagena Pacheco, José Moreno, Juan Palomo, Isidoro Luengo, Ramón Álvarez, Benedicto Ramos Gil y José Muñoz.

El alcalde, Maximiliano Buenvarón, certifica las firmas.

 

Nueva propuesta de sanción. La comisión provincial elabora la nueva propuesta de sanción definitiva el día 18 de junio de 1.942. en la misma se consideraba como única actuación sancionable al maestro, la presidir de su comité local de Izquierda Republicana. Por ello, se propone sancionarle “con la suspensión de empleo y sueldo por el plazo de dos años, para los que le servirá de abono el tiempo que ha estado separado de sus funciones; inhabilitación para cargos directivos y de confianza en instituciones culturales y de enseñanza y traslado forzoso fuera de esta provincia”. El día 30 de junio es remitido el expediente a Madrid, para su definitiva resolución. Allí se unen al mismo las consideraciones que sobre el asunto hace la Dirección General, para que sean tenidas en cuenta por el Juzgado superior de revisiones. Se considera que las nuevas informaciones aportadas, atenúan los cargos inicialmente imputados, aunque “lo de Presidente de Izquierda Republicana no hay quien se lo quite”. Por ello se estima procedente “dejar la última pena, como dice la Comisión, para casos más destacados.”

 

Sanción definitiva. Considerado ultimado el expediente, el día 18 de diciembre de 1.942, el juzgado superior de revisiones propuso anular la orden de 30 de diciembre de 1.939, así como imponer la suspensión de empleo y sueldo por dos años, con abono del tiempo haya permanecido en dicha situación, inhabilitación para cargos directivos y de confianza y traslado forzoso fuera de esta provincia, con prohibición de solicitar vacante por un periodo de cinco años.

Nuevamente la tramitación del asunto sufre un considerable retraso, pues no sería hasta dos años después, cuando el día 1 de diciembre de 1.944, el juez revisor solicitase a la unidad administrativa correspondiente de Cáceres la hoja de servicios del maestro, para ver la edad y los años de servicio.

 

Muerte del maestro. Para entonces ya era trágicamente tarde. La administración cacereña contesta al juez revisor el día 13 de diciembre, que el maestro había fallecido el día 20 de febrero de 1.944, cuando contaba con 64 años y 32 años de servicios. Ante tal eventualidad, el 18 de diciembre se ordena el archivo definitivo del expediente.

 

JACINTO ROMERO PARDO. Maestro de Navezuelas

 

El otro caso de ensañamiento de las autoridades ocurrió en la localidad de Navezuelas, recayendo las acusaciones sobre el maestro Jacinto Romero Pardo.

 

La acusación. El día 9 de septiembre de 1.936, el alcalde de Navezuelas, Román Benito, comunica al Gobernador Civil de Cáceres que el maestro Jacinto Romero Pardo “ha sido muy comunista”.

Destitución. Con esta información, el día 21 de septiembre de 1.936, el Gobernador destituye a maestro, a través del servicio de inspección.

El maestro se defiende. El día 7 de octubre, tras recibir la noticia de su cese, el maestro remite dos escritos y diversos certificados de conducta al inspector jefe, para que sean tramitados, así como otro escrito al gobernador, suplicando que le reponga en su cargo.

Alegaba que siempre había desempeñado su trabajo con convicciones católicas y que no había pertenecido a ningún partido político ni asociación, a la vez que estaba sumado al movimiento, afiliado a las milicias de su pueblo, Herreruela, donde le había sorprendido el Movimiento. “Asaltaron los rojos el cortijo donde con mis familiares me encontraba pasando las vacaciones, en las proximidades de Puebla de Obando (Badajoz), donde fui amenazado de muerte para que entregara las armas y, además, robado y maltratado”. Termina suplicando que se recaben informes suyos si alguno fue “equivocado” y adjunta uno sobre su personalidad, para que lo tenga en cuenta.

El segundo de los escritos, iba avalado por la firma de 314 cabezas de familia de Navezuelas, mayores de 25 años, personas de intachable conducta, en el que, habiéndose enterado de la destitución del maestro y “como personas interesadas en la enseñanza de los chiquillos, hombres del mañana de nuestro pueblo”, manifiestan su  profundo pesar, por tratarse de un funcionario competente. Suplican que sea repuesto en su cargo para, basado en los principios de religión y patria, dote a los niños de suficiente civilización y cultura; porque goza de la simpatía y afecto del vecindario, es digno del más entusiasta aplauso de los padres de familia, por su labor, en nada contraria al Movimiento Nacional.

Aporta varios certificados, fechados el 30 de septiembre en Herreruela y firmados por el alcalde, Tomás Bas Flores; el cura, Gregorio Rocha Fernández y el jefe de Falange, Urbano Chaparro Moreno. Todos ellos coinciden en afirmar que Jacinto Romero Pardo, al igual que su familia, es de conducta intachable moral y religiosa, es considerado como persona de orden y de derechas. Había llegado a Herreruela con sus padres a primeros de agosto, solicitando vigilancia armada, por huir de los rojos que habían asaltado el cortijo donde se encontraban. Desde entonces estuvo en las milicias patrióticas, prestando servicios de vigilancia.

Se recaban informes. Pero los trámites del proceso de depuración continúan de forma inexorable. En enero de 1.937 se remitieron a la comisión depuradora del magisterio de Cáceres, a requerimiento de ésta, los informes del maestro. Fueron dados por el Alcalde, Antonio Durán, el cura, José Blanco Gallego y el vecino Román Benito (que, como anterior alcalde, había informado negativamente sobre el maestro, por lo que éste fue destituido).

Según estos informes, Jacinto Romero Pardo, que llevaba más de tres años en la localidad, era natural de Herreruela, de 30 años, estaba casado y tenía dos hijos. Todos coinciden en que no era católico practicante, apuntando el alcalde que su familia sí lo era. Fuera de la escuela se ocupa de los asuntos de su casa, pasear con su familia y “distraerse con funcionarios de mal  proceder político”.

Dedica a la escuela las horas reglamentarias, con juegos tradicionales del país y de la edad. Enseñaba bien y con entusiasmo y estaba afiliado a la Asociación Nacional de Maestros de Primera Enseñanza, habiendo sido suspendido.

En las observaciones se señala que era apreciado por el vecindario y que tenía más amistades con los de izquierdas que con los de derechas. El cura profundiza con más detalles “se acompañaba del médico, don José Mateo y de otro maestro, Fernando Collado, sin cargo, que eran de mala conducta. Se dice de él que inspiraba en el socialismo al casero. Votaba a izquierdas, aunque en mis tiempos no se le vio haciendo mofa de los actos religiosos. Ahora cumplía y paseaba con el cura, antes nada de eso”.

Pliego de cargos. Con estas informaciones, la Comisión formula el pliego de cargos y se lo comunica al maestros el día 16 de mayo de 1.938. En el mismo se le acusa de hacer ostentación de ideas izquierdistas, socialistas y comunistas, votando al Frente Popular y teniendo sus amistades entre los elementos destacados de izquierdas.

Alegato de descargos. El día 28, desde Navezuelas, remite el maestro sus descargos y doce certificaciones de defensa a la comisión de Cáceres. Sabedor de su inocencia, en el escrito no profundiza mucho sobre su defensa, indica que como las certificaciones que deben obrar en poder de la Comisión y las que remite prueban suficientemente su ayuda moral, personal y económica desde el primer día al Glorioso Movimiento, así como su conducta moral, profesional y política y, sobre todo, “que no es cierto ninguno de los cargos que han motivado el expediente que se me instruye, prescindo de defenderme acusando y de hacer sucios retratos morales y políticos”.

De los doce documentos exculpatorios que remite, seis se emiten en Herreruela  por el Secretario del ayuntamiento, Pedro Holguera Chaparro; el comandante de puesto de la Guardia Civil, Diego Pérez Barra; el alcalde, Gerardo Gómez Pardo; el Juez municipal, Fidel Hidalgo; el cura de Herreruela, Gregorio Rocha Fernández y el jefe de Falange, Urbano Chaparro Moreno. Estos informes acreditan que el maestro había demostrado incondicional adhesión al movimiento, pertenecía a Falange, donde había desempeñado varios cargos: instructor de flechas, delegado sindical y delegado de prensa y propaganda; había prestado servicio en las milicias del pueblo, cumpliendo con lealtad y entusiasmo, contribuyendo con las suscripciones, demostrando patriotismo, de intachable conducta pública y privada, cumplidor como buen católico y apreciado por vecinos y autoridades.

Por su parte desde Navezuelas, el vecino Vicente Álvarez, además de afirmar que la conducta del maestro había sido siempre intachable, benéfica y justiciera, libre de rencillas, hace el siguiente relato: “el 21 de febrero de 1.936 por la tarde, como ciertos individuos socialistas insultaron y quisieron asesinar a los hijos del primer teniente de alcalde de entonces y ahora, D. Vicente Álvarez Alama, acertando a pasar por allá para ir a su casa, les afeó su pésimo proceder y sosteniéndoles con harto peligro de su vida, no tanto con razones, cuanto con su propio cuerpo, libróles a Pedro y Flaviano Álvarez Cortijo, hoy en los frentes de combate, de un atropello y muerte ciertas. Lo digo en nombre de mis hijos ausentes”.

La presidenta del Consejo local de Primera Enseñanza, Tomasa Porras Sánchez, certifica que ha desempeñado su labor admirablemente, ajeno a la política y con el aplauso de los vecinos, dando facilidades para que los niños pudieran santificar la fiesta. “No enseñó nada en contra de la patria, la moral o las buenas costumbres, ni en su escuela se cantó la internacional, marsellesa o himno de Riego”. Jamás vertió ideas izquierdistas ni se le vio en manifestaciones ni mítines del Frente Popular, ni estuvo en la casa del pueblo, ni promovió algaradas ni escándalos.

El cura matiza positivamente y rectifica parcialmente sus indicaciones iniciales. Ahora asegura que aunque no frecuentó la iglesia antes del alzamiento, “fue por miedo a perder su escuela, no por irreligioso. En ningún momento coartó la libertad de su familia, habiendo bautizado a sus hijos “y al que murió lo enterró cristianamente”. Tampoco había impedido a los niños de la escuela asistir a oficios religiosos y “si los monaguillos llegaban tarde, no les ponía mala cara”.

Las autoridades locales, junto al comandante de puesto de Berzocana, Evaristo Blázquez Maeso, también se implicaron a favor del maestro, asegurando que no había estado afiliado a ningún partido y que era incierto que manifestara ideas izquierdistas, dado mítines ni conferencias, pisado la casa del pueblo, o ido a manifestaciones. En la escuela estuvo alejado de la política y “no cantó internacional, marsellesa ni himno de Riego”, ni saludado. En las clases nocturnas explicó la constitución republicana, pero se resistió a poner la bandera tricolor. No votó las candidaturas de izquierdas.

Nuevamente, aporta un escrito firmado por 314 vecinos de Navezuelas, informando muy favorablemente sobre el maestro, en estos términos: “en la escuela su cumplimiento ha sido demasiado rigorista, invirtiendo más tiempo del mandado, tratando a niños y adultos por igual, no sembrando ideas contrarias a nuestra nación e historia y proporcionando a los escolares más material del presupuestado, abonándolo de su dinero y juzgando que a nuestros niños, dado su medio ambiente no se les podía pedir más erudición. Su conducta privada y pública ha sido digna de los mejores aplausos, siendo el verdadero maestro que enseña con el ejemplo. Jamás le hemos visto actuar en política ni asistir a manifestaciones o participar en actos perniciosos”.

Propuesta de sanción. Analizada toda la documentación por parte de la comisión, el día 20 de agosto de 1.938, se propone la sanción, al estimar completo el expediente. Por unanimidad se acuerda proponer la suspensión de empleo y sueldo por trece meses y un día, sirviéndole de abono el tiempo ya suspendido.

Sanción definitiva. Sería más de un años después, cuando el 26 de octubre de 1.939, la comisión superior propusiera al Ministro, sin atender en nada las verdaderas circunstancias del maestro, el traslado forzoso dentro de la provincia, con prohibición de solicitar cargos vacantes, durante un periodo de dos años e inhabilitación para el ejercicio de cargos directivos y de confianza en Instituciones Culturales y de Enseñanza.

Esta fue la sanción que debió sufrir el maestro, por las acusaciones, falsas a tenor de los informes aportados, del alcalde de Navezuelas, Román Benito, apoyado inicialmente por el cura de la localidad, José Blanco Gallego.

Se cierra el expediente de este maestro, como el de otros tantos miles en todo el territorio, con una injusta sanción, fundamentada en falsas acusaciones de las autoridades, en los primeros momentos de la rebelión.

 

En resumen, en el caso de Evaristo Jiménez Sánchez, la causa real de su acusación estuvo en que había acudido desesperado a Madrid para tratar de buscar curación a la enfermedad ocular de su mujer. Ante su falta de recursos, se dirigió al diputado por la provincia de Cáceres, José Giral, quien le ayudó, a cambio de su nombramiento como presidente de Izquierda Republicana en Deleitosa. El maestro aceptó el cargo, pero no lo ejerció.

Cuando se produjo el golpe de estado, el maestro se encontraba nuevamente en Madrid con su mujer, lo que fue aprovechado por el alcalde de Deleitosa para cargar contra él, acusándolo de comunista y de haberse fugado a zona roja.

Como los intentos de localización del maestro por parte de la comisión depuradora de Cáceres, para comunicarle los cargos, resultaron infructuosos, se le sancionó con la separación definitiva del servicio, mientras él se encontraba con su mujer en Alicante, a la espera de regresar a Deleitosa en cuanto le fuera posible.

A su regreso, enterado de su cese y con otro maestro ocupando su puesto, el maestro solicitó la revisión de su expediente, con el apoyo de vecinos y nuevas autoridades locales, revisión que fue concedida dos años después. Tras las correspondientes alegaciones a los cargos y presentación de avales, nuevamente de los vecinos y autoridades, transcurridos que fueron otros dos años, atendieron sus alegaciones y dieron por amortizada la nueva sanción, con el tiempo que había transcurrido sancionado desde 1.936. Sin embargo, el maestro no pudo disfrutar de su reintegración al magisterio. Ya había muerto, al igual que su mujer, que lo hizo años atrás, por pura inanición, a decir de vecinos de la localidad, que aún recuerdan tan amargo trance. La tramitación del expediente había durado la friolera de ocho años.

 

Consideraciones finales.

 

El análisis de los expedientes de depuración de los maestros Evaristo Jiménez Sánchez, de Deleitosa y Jacinto Romero Pardo, de Navezuelas, obligan a realizar algunas apreciaciones en torno a la consideración que de los maestros se tenía en el ámbito de las Villuercas Bajas.

De forma general, puede entenderse demostrado que, en los primeros momentos de la rebelión armada, se produjo un ensañamiento de las autoridades con los maestros, informando sobre falsedades en torno a los mismos al aprovechar la coyuntura de caos.

Tras realizarse las acusaciones, los maestros se ven imposibilitados para demostrar su inocencia, aún aportando informes y certificaciones de conducta muy favorables, de los propios elementos del régimen en ciernes. Resultan vanos todos los intentos de exculpación, ante la presunción de culpabilidad impulsadas por los alcaldes, con la aquiescencia de los curas.

A ello se une la tremenda lentitud en la tramitación de los expedientes, tres años en un caso y ocho años en el otro, que origina que los maestros sufran, de hecho, mayor sanción que la que definitivamente se les impondría. En el caso de Jacinto Romero Pardo, se le comunican los dos años de sanción, cuando llevaba suspendido más de tres. En el caso de Evaristo Jiménez Sánchez, los dos años de sanción se le imponen cuando llevaba ocho años suspendido y, lo que es más grave, cuando ya había fallecido.

Ello había originado en ambos casos una angustiosa situación personal, ante la falta de ingresos para sostener a sus familias. Especialmente en el caso de Evaristo Jiménez, cuya esposa, a decir de los vecinos de Deleitosa que recuerdan el caso, había fallecido de pura inanición.

Sin embargo de todo ello, un hecho positivo quedó claramente de manifiesto. El apoyo del vecindario de las localidades de Deleitosa y Navezuelas a su respectivo maestro hizo, aún en las peores condiciones políticas, que imperara su apreciación y criterio, desenmascarando a las autoridades que, valiéndose de sus cargos, habían cargado las tintas sobre los maestros que estaban tratando de ilustrar a sus vecinos más pequeños, los niños. Triunfaría de esta forma LA REBELIÓN DE LOS JUSTOS.


[1] La realización de este trabajo se ha hecho con las ayuda concedidas por la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, al amparo de las Órdenes por las que se convocan ayudas para la constitución de Grupos de Trabajo de Investigación sobre la Historia de la Educación en Extremadura.

[2] Archivo Histórico Provincial de Cáceres (AHPC). Legajo sobre Educación. Sin clasificar. Documento de fecha 19 de agosto de 1.936.

[3] AHPC. Legajo sobre Educación. Sin clasificar. Documento de fecha 26 de agosto de 1.936.

[4] AHPC. Legajo sobre Educación. Sin clasificar. Documento de fecha 1 de septiembre de 1.936.

[5] Citado por DOMÍNGUEZ LÁZARO, M. “La escuela en Plasencia en la primera parte del siglo XX”, en Revista ALCÁNTARA  12 (septiembre-diciembre. 1.987).

[6] AHPC. Legajo sobre educación. Sin clasificar. Orden Ministerial de 28 de diciembre de 1.939.

Jul 172013
 

Jesús Barbero Mateos.

1.  PREFACIO

El territorio de Las Hurdes siempre ha despertado el interés de los investigadores y, en general de las personas implicadas en la evolución de las distintas sociedades enclavadas en territorio extremeño, considerando las más variadas perspectivas.

Muchos han sido los ámbitos de estudio en los que se ha acometido la tarea de buscar, analizar, interpretar y poner valor, en relación con esta fascinante parte del solar regional.

Las instituciones competentes, aunque en ocasiones se ha difuminado su intervención, han tratado, al menos a lo largo de la última centuria, de realizar aportaciones que compensaran la paupérrima situación de los vecinos de concejos y alquerías.

También la educación ha sido uno de estos ámbitos de intervención. De hecho, cuando eran los municipios los responsables de los asuntos escolares y ante la falta de recursos y/o de iniciativa, la Diputación Provincial asumió como propia la tarea de construir edificios escolares decentes y adecuados, que albergaran a alumnos y maestros en aquella tierra.

Con este trabajo se trata de poner en valor una iniciativa provincial, que contribuyó a incrementar los niveles de prestación del servicio educativo en Las Hurdes, desde la perspectiva del aumento, modernización y adecuación de sus instalaciones escolares. Vamos a ello, no sin antes perfilar la situación de partida, allá en 1.904.

image001Lám. 1. Encabezamiento del expediente para la construcción de escuelas en las Hurdes.

2.  PUNTO DE INICIO

Desde la primera mitad del siglo XIX, la organización escolar se basaba en una clara identificación: una escuela, un aula. Con este planteamiento lograba adaptarse a la perfección a los espacios escolares con los distintos sistemas de enseñanza (individual, mutuo y simultáneo) al uso en la época. Esta identidad espacio/método se rompería al comenzar el siglo XX1.

En general, los edificios estaban mal dotados y eran insuficientes. Sin duda, la falta de construcciones escolares propias, fue un gran obstáculo para llevar a cabo satisfactoriamente la escolarización de los niños en la provincia y, especialmente en Las Hurdes, a lo largo del siglo.

Cuando existía sitio específico para la escuela, los alumnos se recogían en locales insalubres y sin luz suficiente para estos menesteres. Los recursos materiales, libros de texto y mobiliario también fueron mínimos. Esta falta de medios sería otra constante en toda la centuria.

La creciente consideración de la importancia de la educación llevaría a iniciar una reglamentación que estableciese unas condiciones mínimas en los locales, en sus muebles y enseres, cuando el Decreto de 29 de junio de 1.821, preconizaba una política de construcciones escolares2, mediante la cual se dotase a los municipios de locales adecuados donde desarrollar la labor educativa.

Sobre la construcción y condiciones de los locales, la R.O. de 1 de enero de 1.839 y el R.D. de 23 de septiembre de 1.847, instaban a los ayuntamientos a adquirir o reparar edificios para albergar escuelas. Incidía en los mismos aspectos la Real Orden de 26 de julio de 1856.

La Ley Moyano no hacía mención en este sentido, aunque sí lo hacía el R.D.L. de 18 de enero de 1.869, promovido por Ruiz Zorrilla, quien al recoger el espíritu revolucionario krauso-liberal, entró al detalle, incluso como la capacidad de la sala (3 m3 por niño), los cm2 de las ventanas (14 por niño), o que los retretes para el servicio se situarán en una galería exterior. En el mismo sentido se manifestaba la Real Orden de 23 julio de 1.874.

La legislación se iría ampliando durante la centuria, aunque los efectos reales de la misma en la provincia fueron apenas perceptibles. Tanta ordenación apenas tuvo visos de implantación3. El estado general de los locales escuela debió ser poco atractivo, con incompleto menaje y edificios inadecuados en malas condiciones de conservación y uso.

No obstante la reglamentación, en el quinquenio 1.850/1.855, menos del 10% de las escuelas de niños en la provincia de Cáceres, tenían el menaje completo y en buen estado y sólo el 25% de alumnos usaba libros en suficiente número. Para las escuelas de niñas el porcentaje era inferior al 10%4.

En referencia concreta al mobiliario, enseres y materiales existentes en las escuelas cacereñas, el inventario de una localidad bien dotada, venía a constar de estos elementos, agrupados en tres bloques:

Muebles y menaje: plataformas con graderío y balaustrada, mesa cartera con escribanía, un sillón, sillas medianas, crucifijo con dosel, cuadros religiosos, estantes para colocación de útiles, cuerpos de carpintería con almohadillas, cajón y tintero, retrato de S.M. el Rey, bancos para asientos, encerado, brasero con tarimilla, vidrieras en las ventanas, perchas, láminas de Historia Sagrada, pizarras y otros carteles5.

Archivo: Libro de contabilidad, libros de asistencia, copiador de órdenes, Libro de matrícula y clasificación, cuaderno de inspección…

Libros, papel, plumas, tinta china: Colección encartonada de carteles por Flórez, diccionario de la Academia, epítomes de la gramática por la Academia, ortografía de la academia, método nacional de lectura por Flórez, Naharro, cuadernos 1º y 2º de aritmética por Aguilar, cuadernos de explicación de la quinta serie de láminas de Historia Sagrada, Páginas de la infancia por Terradillo, Geografía por Florez, La Buena Hija, El Trobador de la Niñez, Manuscrito por Caballero, Ramilletes Poéticos por González, Fábulas por Samaniego, Obligaciones por Escoiquez, Catones por Seijas, muestras de Yturzaeta, Catecismos por Ripalda, cuadernos litografiados sobre Historia, Ejemplos Morales por Rubio, papel pautado y blanco, plumas de acero y de ave, la Constitución, portaplumas, tinta, mapas: mapamundi, Europa, Asia, África, América, Oceanía, España y Extremadura, obras de agricultura, medidas métricas, encerados de hule y pizarras para cada niño.6

Paulatinamente la administración fue tomando conciencia de la necesidad que suponía disponer de instalaciones adecuadas y en 1.883, se promulgó el R.D. de 5 de octubre, que contenía aspectos ordenadores de las construcciones escolares. Entre otras consideraciones, establecía:

“1º.- El edificio se ha de componer de vestíbulo, salas de escuela, patio de recreo, jardín, local para biblioteca popular y las dependencias necesarias para el aseo de los alumnos.

2º.- Las salas de escuela no han de ser capaces para más de sesenta alumnos cada una; tendrán de extensión superficial 1´25 metros cuadrados por cada plaza; la altura del techo ha de ser tal que quede una capacidad de cinco me- tros cúbicos por alumno.

3º.- La superficie del patio de recreo corresponderá a una extensión de cinco metros cuadrados por cada uno de aquéllos.

4º.- Para la orientación de las salas de escuela se tendrán presentes las condiciones climatológicas del país.

5º.- En el caso de que las habitaciones de los maestros hayan de quedar situadas en el mismo edificio que las escuelas, se les dará entrada independiente, de modo que no tengan comunicación directa con éstas”.7

A la falta de locales adecuados y a la escasez de menaje, vino a unirse el hecho de que las escuelas de la provincia habían tenido que cerrar sus puertas temporalmente en 1.884, 1.885 y 1.888, debido a la extensión de una epidemia de cólera, cuya propagación se temía por el excesivo calor en sitio tan reducido, al llegar la época estival. La situación más grave se produjo en el verano de 1.885.8

Todas estas circunstancias, así como estos novedosos aspectos quedarían recogidos en el proyecto de escuelas para las Hurdes que trataremos en este trabajo.

3. NUEVOS PLANTEAMIENTO PARA SATISFACER VIEJAS NECESIDADES ESCOLARES

Los nuevos planteamientos institucionales, la creciente atención hacia el ámbito educativo y el arrojo de los gestores provinciales, fueron circunstancias concomitantes decisivas a la hora de levantar nuevos edificios escolares que dignificaran la educación en la provincia.

Estos nuevos centros reunirían mejores condiciones morfológicas, higiénicas, sanitarias y pedagógicas, además de ser lo suficientemente amplios como para alojar a la población escolar, en consonancia con la tendencia de acabar con los edificios ruinosos, oscuros y sucios. En este sentido se promulgarían detalladísimas normas entre 1.904 y 1.916. De ellas destacamos las que afectaron a los edificios de las escuelas hurdanas.

El R.D. de 21/7/1.900, que hacía asumir al Estado el pago del personal y el material y que sería ratificado por el R.D. de 26/10/1.901, aunque dejando los gastos de arrendamiento de escuelas y casas de maestros, reparación y construc- ción a cago de los ayuntamientos.

Los RR.DD. 26/9/1.904 y 28/4/1.905, aportaban fórmulas que facilitaban a los ayuntamientos el acceso a ayudas estatales para la edificación de nuevos edificios.

El segundo de ellos es el que más interés muestra para este trabajo. No en vano iba acompañado de unas instrucciones higiénico-sanitarias que debían cumplir las escuelas de nueva planta, aspectos todos ellos recogidos en el proyecto de escuelas de la Diputación Provincial, que nos ocupa. Entre ellos:

Emplazamiento: en lugar alto, seco, soleado, de fácil acceso y próximo a jardines o zonas verdes, evitando la proximidad a todo elemento que generase mofetismo del aire o expusiese a los escolares a algún tropiezo.

Orientación: norte en las regiones cálidas, sur en las frías y estenordeste en las templadas.

Extensión: 3-4 metros cuadrados de patio por alumno.

Construcción: materiales sólidos, ligeros, malos conductores del calor, impermeables y compactos, excluyendo los de lujo.

Locales: una escuela completa debía tener vestíbulo, guardarropa, salones de clase, despacho para el maestro, patio cubierto para recreo, arenero, patio con árboles, retretes y urinarios, uno por cada 20 y 15 alumnos respectivamente, un lavabo por cada 20 alumnos, biblioteca, aseo y salón de actos/exámenes.

Clases: capacidad para 25/40 en las graduadas y 60 en las unitarias, superficie mínima de 9×4 metros y 1´25 m3 por alumno.

Ventilación: sería natural, evitando el aire viciado.

Iluminación: constante, uniforme, difusa y no reflejada. A ser posible natural.

Calefacción: de 15 a 16 grados, por el procedimiento menos dañino.

Mueblaje escolar: mesas bancos, preferiblemente de 1 o máximo 2 plazas9.

Esta nueva normativa quería desechar la afirmación del Conde de Romanones, Ministro de Instrucción Pública, en la que decía que en el 90% de los casos, la escuela era la peor casa del pueblo.

Estos primeros pasos irían asentándose, tanto desde la perspectiva normativa, como en la edificación real con atención a características homogéneas y saludables en todos los casos.

Brevemente y aunque es normativa posterior al proyecto de escuelas para las Hurdes, podemos decir que el R.D. de 23/11/1.920 posibilitaba que fuese el Estado quien asumiera la construcción de escuelas, en los casos de corporaciones locales que no tuviesen recursos. No obstante, éstas deberían aportar solar, urbanización, el 8% del costo de la obra para inversión en material y hacerse cargo de la conservación del edificio, así como proporcionar casa a los maestros.

El R.D. de 3/3/1.922 regulaba los auxilios y subvenciones estatales a los ayuntamientos, para mejorar o construir escuelas y el R.D. 17/12/1.922 establecía las formas de ayuda para las construcciones escolares.

La R.O. de 12/4/1.924 trataba de proporcionar créditos a bajo coste, 3-4%, para construir edificios, de forma que las cantidades invertidas en pagar alquileres se aplicasen a amortizar los créditos.

La Diputación cacereña se anticiparía a esta normativa, para acometer la construcción de escuelas en Las Hurdes. Una loable y novedosa iniciativa, muestra de la solidaridad provincial hacia aquella tierra.

Y así planteado el estado general de la cuestión, a continuación analizaremos las circunstancias acontecidas en torno a la edificación de escuelas Provin- ciales en Las Hurdes.

4. LAS HURDES NECESITAN NUEVAS ESCUELAS10

La promoción y puesta en valor de la necesidad que tienen las Hurdes de nuevas escuelas, lo pone de manifiesto el día 16 de noviembre de 1.903, el Inspector de Primera Enseñanza Emilio María Rodríguez. Se preocupa de elaborar un programa que establece la urgente necesidad de construcción de Locales Escuelas en Las Hurdes.

Según sus propias palabras, el citado programa, redactado a instancias de la propia Diputación se propone como finalidad, que el arquitecto provincial se ajuste, en la elaboración del proyecto para locales escuelas en algunos poblados o alquerías de las Hurdes, a las condiciones que las necesidades exigen, tratando de que fuera todo ello compatible con los escasos recursos que se habrían de consignar para ello.

Con ello presente, manifestaba:

1º.- Deben concurrir los procedimientos constructivos fundamentales de toda obra pública. El acarreo de materiales hay que hacerlo con caballerías por estrechas y pendientes veredas.

2º.- Se considera conveniente que el maestro viva en el mismo edificio del local escuela. Por ello, la distribución del local debe ser la siguiente: Piso bajo: vestíbulo o ingreso, desde el que pasarán los niños a una pequeña habita- ción, para aseo de los que lo precisen; sala de clase, para 40 niños, por lo menos, con ventanas bien dispuestas para mucha luz y enérgica ventilación natural y con un cercado que se convertirá en huerto o jardín para el recreo de los niños.

La dependencia destinada a vivienda del maestro, debía constar, como mínimo de una sala, dos alcobas y una cocina comedor con salida al patio, que podía estar a la espalda del edificio, donde también habría un escusado para el servicio de la escuela.

El piso principal habría de contener un desván utilizable para conservación de frutas, hortalizas y grano. Los suelos serían de mortero de cal, bien asistidos y pulimentados. Los muros de pizarra y ladrillo enfoscados, enlucidos y blanqueados, por lo menos internamente. La carpintería de taller, sencilla y pintada. Cielos rasos en todas las dependencias. Armaduras de tejados elementales, etc., etc.

Entendía el inspector que con estas condiciones mínimas se satisfacían las más imperiosas necesidades exigidas por la Ley para los edificios de esa clase, teniendo en cuenta la reducida cantidad consignada para la edificación en los presupuestos provinciales.

Con las estipulaciones técnicas del inspector y elaborado el proyecto por el arquitecto provincial, el día 5 de mayo de 1.904, desde la Diputación, a instancias de la Junta Provincial de Instrucción Pública, se envió al Ministerio el acuerdo de la corporación, de 23 de abril de 1.904, que aprobaba el proyecto, que también se adjuntaba, de locales escuelas que corporación quería construir en varias alquerías del Territorio de Las Hurdes.

En el tenor del acuerdo se ponía de manifiesto el acuerdo de aprobación del proyecto de escuelas para las Hurdes, “donde venía sosteniendo las escuelas desde hacía más de 30 años, en varias alquerías de su territorio”. El importe calculado para la edificación de cada una, era de 5.464 pesetas y 70 céntimos. Se solicitaba al Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes la subvención del 50% del total.

La Diputación se reservaba el derecho de decidir en qué alquería se construiría la primera escuela, teniendo en cuenta la planificación de la enseñanza en aquella comarca.

Eustasio de la Calle, Presidente y el Vocal Secretario, Alejandro Sánchez Breñas, rubricaban la solicitud. Como siempre en estos casos, el escrito se enviaba al Gobernador Civil, desde cuya sede era enviado al correspondiente Ministerio en Madrid.

La Diputación Provincial de Cáceres registró de entrada en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, el proyecto de edificación de escuelas en las Hurdes, solicitando ayudas estatales para su construcción, el día 7 de mayo de 1904.

No obstante, el ministerio devolvió la documentación a la institución provincial, a través del Gobierno Civil de la provincia, el día 10 de septiembre de 1.907, tras haber comunicado a la propia Diputación el 26 de marzo de 1.907 que, como había transcurrido largo tiempo desde que el Ministerio la había requerido para subsanar unos errores y no había vuelto a tener noticias del asunto, se lo hacían saber al Gobernador, como entidad encargada de su tramitación.

Los inicios no parecían ciertos cuando, durante tres años, el proyecto estuvo pendiente de tramitación y arrinconado en las dependencias ministeriales, sin que nadie en la provincia se ocupara de su aceleración.

El requerimiento que, desde el Negociado de Arquitectura Escolar del Ministerio, que se remitió a la Diputación el 3 de abril, aunque tenía fecha de 26 de marzo de 1907, se manifestaba, en estos términos: “la documentación que habían remitido no había llegado con las certificaciones exigidas por la Real Orden de 28 de abril de 1.905, sobre subvenciones para la construcción de edificios escolares, por ello no podrá aprobarse el expediente instruido en súplica de auxilio del Estado, con que ayudar a levantar en las Hurdes escuelas públicas de primera enseñanza”. Se devolvía el expediente a su origen, para que fuese subsanada la carencia y se amoldara a las exigencias de aquella disposición.

También se ofrecían modelos de planos, instando a que se remitiese indicación del tipo de escuelas a proyectar y el número de alumnos a los que irían destinadas las mismas.

El asunto de la edificación de escuelas en el territorio de las Hurdes se reactivaba, delimitándose las características técnicas de los edificios a construir, así como las condiciones de edificación.

La memoria comenzaba con un alegato en pro de la educación y de la necesidad de su promoción: “Deseando la Excma. Diputación Provincial por todos los medios posibles, el mejoramiento de la enseñanza en el territorio de Las Hurdes, estima conveniente que, para ello, es necesario acometer la construcción de locales escuelas que, si bien no hace falta que sean de primer orden, si es imprescindible que reúnan las más indispensables condiciones higiénicas y reglamentarias que se exigen para este tipo de edificios”.

Se reconocía que el inspector, es quien verdaderamente conocía “lo útil y práctico referido a este particular asunto” y por ello la institución había procedido a elaborar un estudio técnico, basado en sus consideraciones. El mismo se amoldaba a las condiciones expresadas en el programa elaborado por el mismo, siempre bajo las bases de una gran economía en el precio de las unidades de obra.

Se requería, en principio, que el solar fuese económico y situado de forma que el coste del movimiento de tierras preciso para acometer la explanación, fuese el mínimo imprescindible, puesto que se estimaba ambas partidas de vital importancia. En todo caso se reconocía que, “aquilatando el escaso valor que han de tener los solares por aquellas tierras y teniendo en cuenta que vecinos y autoridades facilitarán al máximo el asunto para el emplazamiento de los nuevos edificios, se han consignado en el presupuesto cantidades muy reducidas en ambas partidas”.

Ajustados, igualmente, a la más estricta economía, los muros habían de edificarse con mampostería de pizarra careada por el exterior, combinándola con ladrillos para los elementos esenciales, “tal como va dibujado en los planos. Esta será la única decoración que cabe con la precitada economía”.

Obligaba a calcular el espesor de los muros usando la fórmula de Boudelet:

formula

A ello debían añadir 0´10 por un piso y 0´10 por la irregularidades del terreno, más un margen de 0´4 de seguridad. En total, los muros, tendría un espesor de 50 centímetros. En el caso de la cimentación, el espesor debía ser de diez centímetros más.

Las viguetas para formar la armadura de las cubiertas, deberían tener, cuando menos, 14 cm. De diámetro, al tener que soportar cada una un peso de unos 200 kilos. Su longitud nunca sería mayor de 4 metros, que era la anchura de la habitación más amplia.

La distribución proyectada es la que se contemplaba en el plano, sin más comentarios explicativos. (VER ANEXOS)

Se firmó la memoria en día 22 de febrero de 1.904, por Emilio María Rodríguez.

A partir de estas mínimas estipulaciones y de la presentación de los planos del edificio a levantar, la institución provincial aprobó las condiciones facultativas que habían de regir la obra. Constaban las mismas de 51 artículos, agrupados en cinco capítulos, de los que entresacamos lo que nos ha parecido más destacable o curioso:

Capítulo 1º.- Bases Generales. Artículos del 1 al 4. Destacamos que aún no está decidido el lugar para la edificación, a pesar de lo cual el presupuesto será el mismo; y que la Diputación puede realizar modificaciones del proyecto en cualquier momento, sin que el contratista pueda alegar perjuicio por ello.

Capítulo 2º.- Condiciones que han de satisfacer los materiales. Artículos del 5 al 17. Estipula las características de los materiales y de dónde han de acarrearse. Atentos. La cal, de tipo albazana, será de Cáceres, libre de impurezas. La arena, cuarzosa, limpia y de grano fino, del sitio más próximo, igual que el agua. El yeso será moreno y de cohechura reciente. La piedra, de sílice, no inferior a 20 cm. El ladrillo y la teja, de la localidad, pero bien cocido y sin caliches. La madera de pino de Castilla o castaño de la localidad, seca, rolliza, sin nudos ni carcoma. Las cañas, secas y de tamaño homogéneo. Los clavos y herrajes, robustos, de hierro dulce. Los cristales corrientes, pero sin grandes burbujas. La pintura será de la mejor que pueda proporcionar el comercio de Plasencia. Si se necesitase material de otro tipo, lo pondrá el contratista. Todo será supervisado por personal de la Diputación.

Capítulo 3º.- Modo de ejecución de las obras. Artículos del 18 al 38. Perfila cómo debe llevarse a cabo la ejecución material de la obra. La herramienta sería aportada por el contratista.

Una explanación de saneamiento, de modo que el edificio no tenga humedades; replanteo a cargo del arquitecto de la Diputación con materiales y personal del contratista. La mezcla de mortero debía constar de una parte de arena lavada y otra de cal en polvo, armadas con la menor cantidad posible de agua. Cimentación con rollos grandes y mortero de cal. La fábrica debía ser de ladr llo y piedra por cara plana vista, ambos mojados previamente, para que el mortero fragüe de forma adecuada; los tabiques interiores con ladrillo y yeso, salvo los muros de carga, con mortero.

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Lám. 2. Inicio del pliego de condiciones.

Los marcos debían estar perfectamente aplomados. El tejado llevaría contrafuertes de ladrillo con herraje metálico y los cielos rasos, viguetas de madera, tablas y cañizo, revocado de yeso. Las tejas debían ser árabes, montadas un tercio, con caballete cogido con mortero. Al no llevar canalones, por la economía, los aleros del tejado debían tener un amplio vuelo. Enfoscados y solaros serían de cal de Cáceres, de 2 y 5 cm. de grosor respectivamente. Las puertas, ventanas y vidrieras. Debían ser de dos hojas, de castaño o pino de Castilla y sus herrajes entrefinos y fuertes, cerraduras de dos vueltas, picaportes y aldabillas, así como los pernios de 12 cm. Todo ello llevaría tres manos de pintura al óleo, del color que se indicase al contratista. Por economía se suprimen las rejas y sólo se autoriza una alambrada en ojo de buey del pabellón central. El único adorno permitido en la fachada, sería el llagueado curioso de las juntas, cartel con letras de cinz “Escuela Provincial” y el escudo de la Provincia en cemento. Por dentro, muros con tres manos de blanqueo. Los retretes serían de ladrillo y sencillos inodoros de hierro con baño de porcelana, con vertiente a un pozo ciego.

Capítulo 4º.- Medición y valoración de las obras. Artículos del 39 al 44. Al contratista se le abonaría la obra realmente ejecutada, fuese mayor o menor que la planificada, según los precios establecidos en el presupuesto. En cada unidad de obra va incluido el material, herramientas y demás necesidades para su ejecución y el contratista iría cobrando mediante certificaciones parciales y una liquidación final. En lo no consignado inicialmente, se llegaría a un acuerdo amigable entre el contratista y la Diputación.

Capítulo 5º.- Disposiciones Generales. Artículos del 45 al 59. La Diputación designaría un inspector para la obra, siendo el contratista el único respon- sable de las obras que fueran detectadas y de los posibles accidentes que se produjeran en su ejecución, según lo recogido en la Ley de Accidentes de Trabajo. La obra no duraría más de seis meses desde su inicio, siempre antes de pasados treinta días desde la aprobación de la subasta. Habría una recepción provisional y un periodo de garantía de un año. Tras este periodo se decepcionaría genitivamente el edificio y el contratista podría reclamar su fianza. No obstante, seguiría teniendo la responsabilidad sobre seguridad establecida en el Código Civil, relativa al edificio y a sus cimientos.

Seguidamente se hacía constar el apartado de presupuesto, que incluía, así mismo, las medidas y cubicaciones necesarias para una correcta ejecución.

De forma resumida podemos considerar los principales gastos presupuestados: Solar, explanación y cimentación: 751´52 Pts.

Muros, mampostería y tabiques: 1.235 Pts.

Tejado, techos, solados, enfoscados, marcos y puertas: 1.904 Pts. Porcentaje del 15% que determina la ley para el contratista: 712´78 Pts.

Las 859 Pts. restantes hasta 5.464 Pts., iban repartidas en los demás apare- jos, obras y materiales necesarios.

 image008Lám. 3. Resumen del capítulo de gastos.

Con estas condiciones comenzó la edificación de escuelas por las distintas alquerías y concejos de las Hurdes. Escuelas que respondieron todas ellas a unos mismos diseños, que eran comunes, con independencia de los matices constructivos de cada localidad. (VER ANEXOS)

Sin duda, una loable iniciativa de la Diputación cacereña, que vino a com- pensar, siquiera parcialmente, las tremendas carencias educativas de aquel sin- gular territorio extremeño: Las Hurdes.

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Anexo I – Detalle de la fachada principal de la escuela. Puerta de entrada

image013Anexo II – Detalle de las dependencias de la casa de maestros.

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Anexo III – Planta y distribución del conjunto del edificio.

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Anexo IV – Fachada principal.

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Anexo V – Sección longitudinal.

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Anexo VI – Fachada posterior.

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Anexo VII – Sección transversal

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Anexo VIII – Fachada lateral.

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Anexo IX – Detalle de un aula y de los escusados.

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1 LÓPEZ MARTÍN, R. “La construcción y creación de escuelas en la España del primer tercio del siglo XX”. En Historia de la Educación, revista interuniversitaria. Nº 16. 1.997. Ed. Universidad de Salamanca

2  CLEMENTE FUENTES, L. “Las condiciones de trabajo en las escuelas públicas de la provincia de Cáceres”, en Revista ALCÁNTARA 33 (Septiembre – Diciembre 1.994), pp 63-75

3  ESTEBAN, L. “Introito a la historia de la escuela”. En Historia de la Educación, revista interuni- versitaria. Nº 16. 1.997. Ed. Universidad de Salamanca.

4  COSTA RICO, A. “Mobiliario, dotación y equipamiento escolar en el siglo XIX”. En Historia de la Educación, revista interuniversitaria. Nº 16. 1.997. Ed. Universidad de Salamanca.

5   A.M.S. Legajo 158. Mantenimiento. Inventario de la escuela.

6  A.M.S. Presupuesto de la escuela de niños para el año económico 1.871/72. Legajo 158. Cuentas

7   Citado por RODILLO CORDERO F.J. en “Datos para la historia escolar de Extremadura”. Mérida. Editora Regional de Extremadura, 1.998

8  CLEMENTE FUENTES, L. “Las condiciones de trabajo en las escuelas públicas de la provincia de Cáceres”, en Revista ALCÁNTARA 33 (Septiembre – Diciembre 1.994).

9  LÓPEZ MARTÍN, R. “La construcción y creación de escuelas en la España del primer tercio del siglo XX”, en HISTORIA DE LA EDUCACIÓN, REVISTA INTERUNIVERSITARIA. Nº 16. 1.997. Ed. Univ. Salamanca. Pp.65-90.

10   Archivo General de la Administración. Legajo 32/9370. Proyecto de locales escuelas para las Hurdes.

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Jesús Barbero Mateos

En los últimos tiempos vividos en nuestra sociedad, los avances producidos en el ámbito educativo son innegables, desde cualquier perspectiva que tomemos como punto de referencia. Pero esto no fue siempre así.

Una centuria atrás los planteamientos eran tan distintos que apenas podemos hacernos una somera idea de la paupérrima situación educativa imperante en España, en general y, particularmente en Extremadura.

Para ilustrar la evolución llevada a cabo, traigo a estos coloquios el proceso de edificación de escuelas a lo largo del siglo XX, en Serradilla.

Vamos a Ello.

1. ENCABEZAMIENTO

Los nuevos planteamientos institucionales, la creciente atención hacia el ámbito educativo y el arrojo de los gestores municipales, fueron circunstancias concomitantes decisivas a la hora de levantar nuevos edificios escolares que dignificaran la educación en Serradilla.

Estos nuevos centros reunirían mejores condiciones morfológicas, higiénicas, sanitarias y pedagógicas, además de ser lo suficientemente amplios como para alojar a la población escolar de la villa, en consonancia con la tendencia nacional de acabar con los edificios ruinosos, oscuros y sucios. En este sentido aparecerían novedosas normas en las primeras décadas del siglo.

El R.D. de 21/7/1.900, que hacía asumir al Estado el pago del personal y el material, fue ratificado por el R.D. de 26/10/1.901, aunque dejando los gastos de arrendamiento de escuelas y casas de maestros, reparación y construcción a cago de los ayuntamientos.

Los RR.DD. 26/9/1.904 y 28/4/1.905, aportaron fórmulas que facilitaban a los ayuntamientos ayudas estatales. El segundo iba acompañado de unas instrucciones higiénico-sanitarias que debían cumplir las escuelas de nueva planta, entre ellos:

    • Emplazamiento: en lugar alto, seco, soleado, de fácil acceso y próximo a jardines o zonas verdes, evitando la proximidad a todo elemento que generase mofetismo del aire o expusiese a los escolares a algún tropiezo.
    • Orientación: norte en las regiones cálidas, sur en las frías y estenordeste en las templadas.
    • Extensión: 3-4 metros de patio por alumno.
    • Construcción: materiales sólidos, ligeros, malos conductores del calor, impermeables y compactos, excluyendo los de lujo.
    • Locales: una escuela completa debía tener vestíbulo, guardarropa, salones de clase, despacho para el maestro, patio cubierto para recreo, arenero, patio con árboles, retretes y urinarios, uno por cada 20 y 15 alumnos respectivamente, un lavabo por cada 20 alumnos, biblioteca, aseo y salón de actos/exámenes.
    • Clases: capacidad para 25/40 en las graduadas y 60 en las unitarias, superficie de 9×4 metros y 1´25 m3 por alumno.
    • Ventilación: sería natural, evitando el aire viciado.
    • Iluminación: constante, uniforme, difusa y no reflejada. A ser posible natural.
    • Calefacción: de 15 a 16 grados, por el procedimiento menos dañino.
    • Mueblaje escolar: mesas bancos, preferiblemente de 1 o máximo 2 plazas1.

Pero esta era la normativa, otra cosa era la realidad. Afirmaba el Conde de

Romanones, Ministro de Instrucción Pública, que en el 90% de los casos, la escuela es la peor casa del pueblo2.

El R.D. de 23/11/1.920 posibilitaba que fuese el Estado quien asumiera la obligación presupuestaria en la construcción de escuelas, en los casos de corporaciones locales que no tuviesen recursos. No obstante, éstas deberían aportar solar, urbanización, el 8% del costo de la obra para inversión en material y hacerse cargo de la conservación del edificio, así como proporcionar casa a los maestros.

El R.D. de 3/3/1.922 regulaba los auxilios y subvenciones estatales a los ayuntamientos, para mejorar o construir escuelas y el R.D. 17/12/1.922 establecía las formas de ayuda para las construcciones escolares. Con todo ello, en 1.922/23 el Estado corría con el 72´73 % del gasto escolar y el resto quedaba a cargo de los municipios. Después se aprobó la R.O. de 12/4/1.924, que trataba de proporcionar créditos a bajo coste, 3-4%, para construir edificios, de forma que las cantidades invertidas en pagar alquileres se aplicasen a amortizar los créditos.

En 1.926 un crédito destinaba 100 millones de pesetas a construir escuelas, en diez anualidades, creándose mediante el R.D. 12/12/1.927, la sección de Construcciones escolares dentro del Ministerio de Instrucción Pública.

Este impulso normativo contribuyó a que, entre 1.924 y 1.928, el Estado promoviera la construcción de 710 aulas graduadas y 564 unitarias, mientras que los municipios crearon en el mismo periodo, 444 aulas graduadas y 198 unitarias. Y es que durante la dictadura de Primo de Rivera, política y pedagogía parecieron ponerse de acuerdo en el inicio de la dignificación de la escuela y del maestro, aunque fuese en aras de la subordinación ideológica3.

Con el comienzo de la II República, mediante el Decreto de 7/8/1.931, se eximía de realizar aportaciones económicas para construir escuelas, a los ayuntamientos de escasos recursos, haciéndose cargo de la edificación el gobierno de la nación, siempre que la institución municipal aportase el solar.

Con el transcurso del tiempo irían modificándose los postulados de las administraciones educativas, a raíz de los nuevos estudios pedagógicos y didácticos y de los intereses y necesidades de la sociedad. No obstante, en los primeros 20 años del siglo, tan sólo se construyeron 216 escuelas, escribía Torres Balbás en 1.9334. Ello animaría la reforma o edificación de nuevos centros, hasta los inicios del régimen franquista, cuyos esfuerzos por la escolarización fueron nulos en sus comienzos.

Hasta 1.945 no apareció en el presupuesto del Ministerio partida alguna para la construcción de escuelas y a partir de ese año, las cantidades eran ridículas en comparación con las necesidades reales. Se pretendía una escuela pobre en cantidad y calidad, abandonada de los poderes públicos, con maestros mal pagados y olvidados5.

Presentado el estado general de la cuestión, a continuación analizaremos las circunstancias acontecidas en torno a los edificios escolares serradillanos.

2. ESCUELA GRADUADA DE NIÑAS

En 1.908 realizó el ayuntamiento un informe sobre los locales escolares de la villa, en el que se afirmaba: “(…) entre las muchas necesidades que se sienten en esta localidad, es la mayor la falta de locales para las escuelas públicas, pues si bien el ayuntamiento posee dos, donde están instaladas las dos escuelas que existen, una de cada sexo, son éstos tan pobres y mezquinos, faltos de luz y ventilación, que más parecen lugares de tortura, que no escuelas (…)”. Por esta razón y ante la falta de respuestas de la administración central, el ayuntamiento levantó en 1.911, a sus expensas, un nuevo edificio que albergara la escuela graduada de niñas, cuya concesión se había producido mediante R.O. de 20 de diciembre de 1.910.

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 Lám. 1. Plano de la escuela de niñas de Serradilla. 1.911. A.M.S.

Hasta ese momento la escuela de niñas había estado situada en la calle Blanca. Por considerar que la misma no reunía las condiciones mínimas de capacidad, higiene ni idoneidad pedagógica, aún acometiendo reformas, la Junta Local de Primera Enseñanza se interesó por una circular del Gobierno Civil de la provincia, destinada a la mejora de los locales que servían de escuela. La lectura y análisis de la misma, habían llevado al ayuntamiento a promover un expediente para adquirir un tercer local para dedicarlo a escuela. Lo sería para la escuela de niños, que resultaba insuficiente. Sin embargo intervino la maestra Rosario Marchante Lora, haciendo constar que, mientras la matrícula de la escuela de niños era de 66 alumnos, en la de niñas había matriculadas 111 alumnas, acudiendo entre 120 y 130 diariamente, sin caber en el local. Atendiendo su aportación, la Junta propondría que el nuevo edificio se destinase a escuela de niñas, evitando, además, la práctica de “clases alternas”.

En julio de 1.910, nuevamente en sesión celebrada por la Junta Local, se dio cuenta de la adquisición de un solar de 1.600 metros cuadrados, para construir la escuela de niñas, acordándose solicitar para ello ayuda al Estado, acogiéndose a la R.O. del Ministerio de Instrucción Pública de 7 de diciembre de 1.909, ayuda que, finalmente no llegaría.

El ayuntamiento, en sesión plenaria celebrada el día 15 de enero de 1.911, aprobó un presupuesto extraordinario para construir, a sus expensas, una escuela graduada de nueva planta. Se consideraba la obra muy urgente, en cuanto que podía peligrar la recién conseguida graduación, si no se ponía a disposición con prontitud un edificio adecuado que la albergara.

Se construiría un edificio de 26´40 metros de largo por 7´20 metros de ancho, en la mitad norte del solar de 1.268 m26, que al efecto se había adquirido en la avenida San Antonio.

Constaría de tres salones de clase de 8×6 m., 48 m2 cada uno, y 4 metros de alto. Cada sala de clase dispondría de tres ventanas al sur y dos al norte, además de una ventana al este y otra al oeste en los salones de los extremos. Adosado al norte de este edificio iría un pórtico de entrada y despacho para la Directora, con cielo raso, de 3×4 metros, 12 m2, y 4 metros de alto cada uno.

El resto del solar, tapiado con un muro de piedra de 2 metros y medio de alto, serviría de patio de recreo. Se aprovecharía esta circunstancia para alinear y dar más anchura a la calle adyacente.

La obra se realizó por administración ese mismo año, para lo cual se elaboró un pliego de condiciones por Teodoro Morales González y Ezequiel García Sánchez, maestros albañil y carpintero respectivamente. Entre las muchas estipulaciones incluidas en el mismo, destacamos las siguientes:

-La inclinación del tejado sería del 35%.

-En las ventanas irían rejas, cristales y persianas.

-Las puertas serían de dos hojas.

-Las clases irían lucidas con cal hasta los dos metros de altura, el resto con barro.

-Todo el edificio se repellaría por fuera con cal.

-Los suelos llevarían una capa de cal de seis centímetros, bien apisonada y bruñida.

-Toda la cal provendría de las canteras de Cáceres.

-Las esquinas serían redondeadas.

-La piedra de pizarra dura se extraería de las canteras del ejido de la villa.

-la cornisa sería igual que la del matadero.

-La madera sería de pino, de Arenas de San Pedro, nunca de la Bazagona, por recia.

-Las ventanas tendrían un postigo cimero abatible, para ventilación…

Este es el plano de la reforma de la escuela de niñas de 1.918, obrante en el Archivo Municipal de Serradilla:

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Lám. 2. Plano depositado en el A.M.S.

También se construiría un retrete de 4 m2  y 2´5 metros de altura, con su asiento de madera y pozo negro de 2 metros de profundidad por 1´20 metros de ancho, y un arriate adosado a la pared norte, de 1 metro de ancho por 32 cm. de alto. Las obras deberían estar terminadas el día 31 de julio de 1.911.

El día 12 de marzo se procedió a ejecutar la subasta, a la que concurrieron tres postores: Tomás Díaz García, 5.200 pesetas; Antonio Vega Sánchez, 4.254´03 pesetas y Maximiano Fernández García, 5.200 pesetas. Fue adjudicada unánimemente al segundo postor, al que finalmente se le abonarían 824´95 pesetas fuera de presupuesto, en concepto de aumento de obra acordado por el ayuntamiento. La recepción de la misma se firmó el día 1 de noviembre de 1.911, momento en el que la nueva escuela graduada de niñas estaba lista para funcionar.

Sin transcurrir mucho tiempo y debido a la concesión de nuevos grados, en 1.918 se procedió a la ampliación de los locales, ocupando las nuevas instalaciones una superficie de 638´14 m2, de los que 377´50 m2 conformaban el patio y los 260´64 m2 restantes, el edificio escolar. Se construyó un edificio, adosados a la fachada sur del ya existente, en el extremo del saliente, con unas dimensiones de 20 metros de largo (norte-sur), por 6´5 metros de ancho y una altura de 4´5 metros. En el extremo sur de este nuevo cuerpo se edificó un nuevo despacho de 16 m2. La cornisa sería igual a la de la escuela de niños, recientemente edificada.

A la subasta, celebrada el día 4 de agosto de 1.918, sólo acudió un interesado, Pablo Fernández Vega, quien hizo una postura de 2.177 pesetas y a quien se le adjudicó la obra, abonándole al final de la misma 184´25 pesetas de más, debido a las mejoras introducidas por el ayuntamiento.

3. ESCUELA GRADUADA DE NIÑOS

Mientras tanto, la escuela de niños seguía siendo unitaria y el local estaba situado frente a la iglesia. En el tercer trimestre del curso 1.902/1.903, los niños habían estado sin clase cincuenta días, debido a las obras de reparación acometidas en el local. También en su mejora se habían invertido unas 102 pesetas en 1.9097.

Al igual que en el caso de la escuela de niñas, aunque con algunas dificultades añadidas, se conseguiría la concesión de la graduación de la de niños, aunque el edificio se había construido años atrás. Así lo confirma el informe del inspector de primera enseñanza, D. Bernardo Ezquer, emitido el día 25 de marzo de 1.915. En él se alababa la fábrica y características del edificio construido por el ayuntamiento. Además se apostillaba que los costes generados por la construcción del inmueble, habían sido asumidos íntegramente por el consistorio.

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Lám. 3. Plano de la escuela de niños 1.915.

La nueva escuela dispondría de tres salas de clase de 80 m2 y 360 m3 de capacidad, con mucha luz y excelente ventilación. Por todo ello, el inspector aseveraba que “(…) la construcción es única en toda la provincia, suponiendo un enorme sacrificio por parte del pueblo de Serradilla, que debe servir de ejemplo a los demás, por el entusiasmo y amor por la cultura y la educación popular (…)”8.

Se construyó por administración y con cargo a los fondos municipales, en el llano de San Antonio, destinando una parcela de 1039´48 m2, de los cuales, 633´13 eran patios, 294´975 m2 ocupaba el edificio escolar propiamente dicho y el resto se llenaba con anexos tales como cuadra, corral, servicios, portal techado para los días de lluvia…

El edificio constaba de tres aulas de 78´2 m2 y uno de 37´875 m2, un despacho de dirección de 11´25 m2 y el referido portal, con igual superficie.

Al concederse la ampliación de grados en 1.931, se acometerían nuevas obras en ambos edificios, pues en el mes de diciembre estuvo el inspector en Serradilla para comprobar la marcha de los trabajos.

También el mobiliario fue renovándose. En diciembre de 1.916 el ayuntamiento solicitó la concesión de 30 mesas-banco para las escuelas graduadas al Museo Pedagógico Nacional, que serían concedidos al año siguiente. En marzo de 1.927, mediante Real Orden del día 31, se concedieron a la graduada de niños 24 mesas-banco bipersonales por parte del Museo Pedagógico Nacional: “Nos es grato observar cómo en ambas graduadas, merced a las inteligentes gestiones de sus directores y la oportuna ayuda oficial, se va logrando reunir el menaje y mobiliario modernos, que preconizan la higiene y la pedagogía”.

Ambas edificaciones, fruto de la ambición de un pueblo por mejorar y la configuración educativa que las promovió, fueron superadas sin dejar pasar mucho tiempo, cuando a comienzos de la década de los treinta se ampliaron los grados de ambas escuelas. En la graduada de niños del llano de San Antonio, permanecieron entonces los grados 2º, 4º, 5º y 6º, mientras que el 1º pasó a la denominada escuela graduada de la iglesia, ubicada frente a la torre de la misma y que, años atrás, había albergado la unitaria de niños. No disponía de anejos ni patio y su superficie era de 30´875 m29. Por su parte el tercer grado se ubicó en la escuela de la calle de Santa Ana, en un local propiedad de Eufemia Fernández, que ocupaba una superficie  de 80´50 m2 y que tampoco contaba con anexos.

La escuela de párvulos se ubicaba en un local de propiedad municipal, cuya descripción y ubicación no hemos podido determinar. Tan sólo nos consta por aparecer un edificio destinado a escuela de párvulos, en documentos del archivo municipal referidos a 1.944. Sin embargo, en 1.952, esta escuela estaba situada en la antigua biblioteca de la graduada de niñas.

No obstante, en este ambiente de aparente desidia institucional, se habían desarrollado iniciativas dignas de ser reseñadas.

En primer lugar, en diciembre de 1.924 el presidente de la Junta Regional para la construcción de escuelas, se dirigió a Agustín Sánchez, para que en las páginas de EL CRONISTA se estimularan y propagaran los propósitos de la misma. Agustín Sánchez apoyó la propuesta, tras advertir que en Serradilla estaba resuelto este problema.

Lamentaba lo dañosa que era esta situación en muchos pueblos, que hacía que muchos niños “dejen de recibir el nutritivo pan de la instrucción”. Instaba a los pueblos en esta situación a beneficiarse de las proposiciones de la Caja Extremeña de Previsión Social, para así “transformar en breve Extremadura”.

Tres años más tarde, en enero de 1.927, se celebraría en Cáceres una asamblea de alcaldes, para tratar el asunto relacionado con la construcción de escuelas en todos los pueblos de la provincia que lo precisasen y que tendría un enorme eco en el gobierno de la nación, siquiera para apresurarse a restarle importancia, como vamos a ver.

De la crónica del suceso en la prensa de la época10, extraemos algunas informaciones de singular interés: “Hace muchos años, muchísimos, quizá siglos, que nuestra provincia no ha mostrado con verdadera decisión sus deseos de mejoramiento en ningún sentido, y hasta se puede dudar si han existido alguna vez tales deseos. Por eso podemos calificar de acontecimiento histórico –si es verdad que la historia registra los acontecimientos y de mayor trascendencia en la vida humana-, la asamblea de alcaldes reunida en Cáceres (…) para tratar, nada menos, que de la construcción de escuelas en todos los pueblos que la necesiten. Sépase que una vez logrado esto, se daría un certero golpe de muerte a nuestra miseria, ignorancia y atraso tan proverbiales (…)”.

El día 11 de enero se había procedido a clausurar el encuentro, llegando a fijarse importantísimas conclusiones. Los alcaldes asambleístas estaban dispuestos a construir los locales escuelas que necesitasen sus municipios, de común acuerdo con la Inspección de Primera Enseñanza. Para ello se requería que el Estado subvencionase con 6.000 pesetas cada escuela unitaria y con 7.000 pesetas cada sección de graduada. No obstante, cundió el realismo y se tuvo en cuenta el hecho de que muchas localidades de la provincia no podrían conseguir el objetivo, dada la escasez de recursos con los que contaban. También este asunto fue tratado en la asamblea y, para paliar su negativa incidencia, se recogió en la conclusión 5ª: “(…) Se acuerda agradecer y aceptar, con todo entusiasmo, el ofrecimiento hecho por el Consejero Delegado de la Caja Extremeña de Previsión, referente a facilitar a los ayuntamientos que lo necesiten, en las condiciones que tiene establecidas, el dinero preciso para realizar sus proyectos escolares (…)”.

Se agradeció la aportación de León Leal Ramos, a la sazón Consejero Delegado, por el entusiasmo con el que había acogido la singular iniciativa en el momento de la clausura de la asamblea, que había corrido de su cuenta. Sus palabras habían encendido al auditorio al augurar para la provincia cacereña la reconquista de la fama y grandeza de los siglos pasados, visto el positivo espíritu que había detectado en los asistentes, así como la confianza en el propio esfuerzo. Según sus propias palabras: “(…) se da un adiós a la antigua y cómoda costumbre de esperarlo todo del Estado por mano del político de turno, para sustituirla por la más decorosa y digna, de hacer cada pueblo los sacrificios que estén en su mano para alcanzar su propio mejoramiento(…)”.

En esta movilización de energías locales, desconocida en la provincia hasta el momento, vio León Leal el comienzo del resurgimiento extremeño, lo cual reflejó en 1.929 en las páginas de un libro, que versaba sobre la implicación de la Caja Extremeña de Previsión Social en el fomento de las construcciones escolares. Consideraba que Extremadura se encontraba, tras pocos años, a la cabeza de los locales escolares en España. Resumía así los pasos dados:

–   En 1.923, el Instituto Nacional de Previsión y la Caja Extremeña de Previsión Social habían ofertado al gobierno poner a disposición de los ayuntamientos fondos del Retiro Obrero para construir escuelas.

–    En 1.926 ya se habían levantado varios edificios y otros estaban en construcción.

–   En 1.927 se celebró en Cáceres la asamblea de alcaldes, que trazó un plan conjunto de actuación, para acometer la construcción de 496 escuelas que eran necesarias en la provincia.

–  En 1.928, un Real Decreto de julio, concedió a la provincia lo solicitado en la asamblea: 9.000 pts por escuela unitaria, 10.000 pts por escuela unitaria con casa-habitación y 10.000 pts por cada sección de graduada.

–   Finalmente, en 1.929, la Caja Extremeña de Previsión Social ya había prestado a los ayuntamientos más de 3.000.000 de pesetas, habiéndose construido más de 200 escuelas.

Pero como se ha insinuado, la ilusión de unos supuso el enfado y la reacción de otros, en este caso del gobierno central, que con rapidez se dispuso a emitir una nota oficiosa y a distribuirla entre la prensa para su publicación y comentario. Fue el Director General de Primera Enseñanza quien, comprobando que, tanto la prensa profesional como la diaria, se estaban ocupando intensamente de la Asamblea de Ayuntamientos celebrada en Cáceres y de la suerte que podían correr las conclusiones formuladas en la misma, redactó la nota para tratar de contrarrestar el halo de entusiasmo generado11.

En la misma se aseguraba que la iniciativa había sido bien acogida por el Ministerio de Instrucción pública, pues “(…) adelantándose a los deseos de la mencionada asamblea, existe un proyecto de nueva reglamentación de las construcciones escolares, a base de construcción directa (…) para los municipios, con subvención del estado sobre edificio construido, sea unitario o graduado (…)”.

Basaba su afirmación en la existencia de un R.D. de 17/12/1.922, que estaba vigente y en el que se preveía ese sistema de construcción, aunque sólo para las escuelas graduadas. Seguía diciendo “(…) y por consiguiente, la modificación en este sentido es bien fácil (…)”.

En cuanto a otras peticiones de la Asamblea, auguraba el adecuado apoyo y las precisas facilidades para llevarlas a cabo. Finalizaba afirmando que el Ministerio de Instrucción de Pública no haría oídos sordos a los deseos de la Asamblea de Alcaldes cacereños, “(…) coincidiendo con la orientación bien acreditada del Gobierno que felizmente nos rige (…)”. Afortunadamente para los serradillanos, la construcción de sus escuelas se había llevado a cabo tempranamente.

El tiempo corría y las exigencias sobre la educación eran cada vez mayores. En 1.931, tras visitar Agustín Sánchez los edificios de las escuelas para realizar un reportaje en EL CRONISTA, declaraba :“(…)estos locales, ni en capacidad ni en condiciones higiénicas, son apropiados para el fin a que se destinan. Baste decir que casi todos ellos albergan doble o triple número de alumnas que como máximun debieran tener. Véanse los siguientes datos:

 

 

La graduada de niños consta de cuatro secciones o grados, los tres grados inferiores se hallan instalados en locales regularmente amplios pero que distan mucho de reunir las necesarias condiciones higiénicas y pedagógicas; y el local donde funciona el cuarto grado, no es en realidad más que una pequeña y estrecha habitación, inservibles por todos conceptos, para sala de clase. Además el cuarto grado ni aún siquiera cuenta con un pequeño patio de recreo.

Los otros tres grados, es cierto que tienen pequeños patios anejos, pero según nos manifiesta el señor director, es casi imposible por falta de tierra vegetal realizar en ellos prácticas de jardinería ni demostraciones agrícolas, existiendo además el inconveniente de carecer de agua en el verano. La carencia de agua llega a ser absoluta durante varios meses todos los años, y hasta para la limpieza de los locales hay que ir a buscarla lejos de la graduada. Tanto más próspero será un pueblo, cuanto más sólida y extensa cultura posean sus habitantes. Por las razones someramente expuestas, creemos que urge en nuestra localidad adoptar las decisiones siguientes:

1.- Creación de los locales y dependencias necesarios, tanto en una como en otra graduada, para que pueda ser debidamente instruida y educada íntegramente, la numerosísima población escolar de nuestra villa.

¿Qué significa al lado de tales ventajas, mejor dicho, de tan manifiestas necesidades, el pequeño esfuerzo económico que tendremos que realizar?.

Muy poco, ciertamente. La construcción de los grados que necesitamos, no significará carga pesada ni mucho menos para la potencia económica de nuestro pueblo. Medítese sobre ello, y veremos que aportando un poco de buena voluntad por parte de todos, ya que a todos beneficiaría, no encontraríamos grandes dificultades para allegar los recursos económicos que hacen falta. Y sobre todo, debemos tener presente, que en ninguna otra empresa será tan remunerador el capital invertido, como en esta trascendente y redentora empresa cultural (…)”.

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Lám. 4. D. Felipe Simón (Izda) y D. Isabelo Sánchez (Derecha). 1917. Tomada de Eduardo Gómez.

Las apreciaciones eran del todo acertadas. El 24 de septiembre de 1.933 el director de la graduada, Isabelo Sánchez Calderón y los maestros Desiderio Fuertes, Luis Sánchez y Octavio García, solicitaron al ayuntamiento que habilitara dos locales para instalar en ellos dos de los grados de la escuela de niños, ante la imposibilidad de acogerlos en los locales de la propia escuela. El ayuntamiento accedió parcialmente a lo solicitado, habilitando el local que fue escuela unitaria de niñas, destinado a cantina escolar, que actualmente no funciona”12.

El otro local necesario no se habilitaría hasta el 3 de julio de 1.934, cuando, para ubicar el otro grado, el ayuntamiento acordó alquilar por un año prorrogable, un local situado en la Calle Real, propiedad de Marcelo Sánchez Recuero, a razón de 125 pesetas anuales.

Pero estas respuestas parciales no solucionarían el problema. El día 20 de enero de 1.935 volvía a incidir el director sobre la cuestión, al solicitar al ayuntamiento la urgente construcción de locales idóneos para albergar los dos grados, por considerar que los locales donde “(…) funcionan, carecen de la capacidad necesaria(…)”13. El ayuntamiento acordó acometer las obras cuando sus posibilidades económicas lo permitiesen.

Entonces comenzaron de nuevo los movimientos tendentes a conseguir la edificación de nuevos locales, más seguros y adaptados a los nuevos planteamientos educativos.

4. ACTUAL ESCUELA VIEJA

El deterioro sufrido por los edificios, debido al escaso mantenimiento ejercido sobre ellos, llevó a la corporación municipal en 1.938, acometer reformas y reparaciones, “(…) debido al estado ruinoso de los edificios que albergan las Escuelas Nacionales (…)”.14

Tras la sublevación militar de 1.936, desde el Ministerio de Educación Nacional comenzaron a recabarse datos que justificaran una nueva política educativa. Este era el análisis de situación que hacía el ministro Pedro Sainz Rodríguez en enero de 1.939, respecto de las consecuencias acarreadas por la política republicana de construcción de escuelas: “(…)A partir del año 1.931 fueron creadas por los Gobiernos de la República multitud de escuelas que no respondían a la necesidad de atender a la enseñanza en muchos casos y en otros estaban destinadas a sustituir la enseñanza dada por las congregaciones religiosas en virtud de la legislación laica y especialmente de la Ley de Asociaciones y Congregaciones Religiosas. Esto dio como resultado la multiplicación de escuelas en España para conseguir fines políticos e intentar recoger la matrícula de los alumnos que se educaban en la enseñanza privada religiosa, pretendiendo atropellar el derecho de los padres a la educación de sus hijos en los establecimientos libremente elegidos por los mismos(…)”.

A continuación reconocía que “(…) nuestra Gloriosa Cruzada, desarrollada en diversas provincias de España con la consiguiente perturbación en la densidad de población infantil en numerosísimos pueblos, hace que la distribución de escuelas existentes en España el 18 de julio de 1.936, no responda a las exigencias de la realidad escolar actual, por las razones anteriormente apuntadas, siendo inexcusable proceder a una redistribución lo más acertada posible, para de esta forma resolver adecuadamente tan difícil problema(…)”.

Por ello se aprestó el Ministro a adoptar medidas correctoras, admitiendo que “(…) obran ya en este Ministerio datos recogidos por la inspección sobre este asunto (…)”. Sin embargo Pedro Sainz no otorgaba credibilidad a la información aportada por la inspección ni por el magisterio, considerando “(…) acaso más objetivos los datos que la autoridad de los Gobernadores Civiles pueda obtener de los respectivos Municipios, padres de familia, y otras autoridades ajenas al personal docente e interesados directamente en la obra educativa (…)”15.

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Lám. 5. Inauguración del grupo escolar. Presidió el acto el Ministro de Educación Nacional D. Jesús Rubio García-Mina (bebiendo). 6 de octubre de 1969.

Tomada de Eduardo Gómez.

Puestos de manifiesto estos antecedentes, el Ministro solicitó del Gobernador Civil de la provincia, información veraz sobre el número de escuelas nacionales servidas por maestros y por maestras, el número de escuelas municipales, de escuelas privadas sostenidas por congregaciones religiosas, edificios de propiedad municipal y estatal y la propuesta de creación o supresión de escuelas en cada localidad.

Tras recibir la comunicación, el Gobernador Civil de Cáceres decidió contravenir lo establecido en la misma, respecto de obviar a la instancia administrativa del Ministerio de Educación Nacional en la provincia, y encarga a la Sección Administrativa de Primera Enseñanza, que recabase los datos solicitados por la superioridad. Dicha sección giró un oficio y un cuestionario a todos los ayuntamientos, para que lo cumplimentasen. El día 4 de marzo de 1.939, el jefe de la Sección, Higinio Bullón, remitió al Gobernador Civil los datos de las localidades y una lista con los 36 pueblos que aún no los habían aportado.

Tan solo tres días después, el Gobernador cursa escrito a todas las localidades rezagadas, para que remitiesen los datos “(…) en el improrrogable plazo de veinticuatro horas, y de cuenta de haberlo verificado (…)”. Serradilla había contestado el día 25 de febrero. Entre los datos aportados se apuntaba que había dos escuelas graduadas, una de niños y otra de niñas, con siete maestros cada una. Ambas eran de propiedad municipal.

Respecto de la creación o supresión de escuelas, la respuesta fue “(…) nada (…)”16.

En septiembre de 1.942, a preguntas de la inspección educativa, el ayuntamiento informó que “(…) no está construyendo escuelas, ni cree necesario hacerlo (…)”.

En 1.944, la valoración de los inmuebles escolares y de las casas de maestros enclavados en Serradilla, se recogía en el inventario del patrimonio municipal:

–   “(…) edificio de la escuela graduada de niñas, incluido el mobiliario, 25.000 pesetas (…).

–   (…) edificio de la escuela graduada de niños, incluido el mobiliario, 20.000 pesetas (…).

–  (…) edificio de la escuela de párvulos, 1.500 pesetas (…)

–  (…) Casa para un maestro en la calle de la Iglesia, 3.000 pesetas (…).

–  (…) Casa contigua a la anterior para el mismo uso, 3.000 pesetas (…).

–   (…)Escuela mixta de Villarreal de San Carlos y casa para la maestra, 5.000 pesetas (…)”17.

El valor total de los locales que de una u otra forma estaban comprendidos en el ámbito educativo, ascendía a 57.500 pesetas, lo que suponía, aproximadamente, el 15% del valor del patrimonio municipal. Ello da muestras del inte- rés que la educación despertaba en la villa.

Con estos edificios y en estas condiciones se desarrolló la educación en Serradilla hasta mediados de los años cincuenta, cuando las instalaciones, otrora ejemplares, comenzaron su declive. Se iniciaron entonces las gestiones para lograr la edificación de un nuevo centro.

El día 6 de febrero de 1.948, solicitó el alcalde al Ministro de Educación Nacional la construcción de un nuevo edificio para albergar la escuela graduada de niños, que dispusiese de seis grados, despacho de dirección y dependencias anejas, puesto que el que estaba en servicio se encontraba en muy malas condiciones y se había quedado pequeño. Dos grados estaban en locales distintos a los de la escuela, alejados de la misma y eran poco adecuados para la docencia.

Se solicitaba que fuese construido por el Estado con aportación municipal, facilitando el ayuntamiento el solar, campos de juego en el ejido patero y el 20% del importe total de la obra. El 27 de enero de 1.952 se hizo entrega oficial del solar, situado frente a la ermita de San Antonio, por parte del Alcalde, Victoriano Blázquez, al maestro director, Siro García Heredero, como representante en la localidad de la administración educativa. Se trataba de una superficie cuadrada de 50 metros de lado, unos 2.500 m2 en total.

Dos meses después depositó el ayuntamiento las 67.995´90 pesetas, montante de la mitad de la aportación que le correspondía para acometer la obra, 135.991´80 pts. Sin embargo no sería hasta diciembre de 1.952 cuando el Ministerio aprobase el proyecto definitivo, mediante Orden del día 17, con un presupuesto total de 683.919´78 Pts., adjudicándolo por contrata directa a Luis Marés Marés, que tantos problemas acarrearía, como veremos.

El día 20 de julio de 1.953, remitió el alcalde un escrito al ministro, acorde con la decisión adoptada en el pleno celebrado el día anterior, comunicándole el comienzo de las obras y solicitando determinadas ampliaciones y modificaciones: construcción de una cocina, comedor, retretes, urinarios, lavabos, un pozo con bomba, un cerramiento consistente en pared de escasa altura rematada con valla metálica, cambiar la carpintería de madera por otra metálica, sustitución de la cubierta de madera por otra de hormigón y empotrado de la instalación eléctrica, por razones de seguridad.

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Lám. 6. Grupo Escolar de Serradilla

 Por su parte, la Delegación Provincial del frente de Juventudes instó al ayuntamiento el día 3 de noviembre, a que se ampliara el recinto para hacer un campo de baloncesto y otro de balón volea, “(…)para el mejor desarrollo de las enseñanzas de formación del espíritu nacional y educación física(…)”18, solicitud que sería concedida.

En 1.954, el ayuntamiento y José Serra Sabater, subcontratista encargado de la ejecución de las obras, firmaron un contrato sobre las ampliaciones y mejoras a desarrollar. El día 24 de julio, el alcalde instó al arquitecto encargado de la obra, Fernando Hurtado Collar, para que autorizara “(…) la colocación de tela metálica espesa en todas las ventanas exteriores (…) para la protección de los cristales del mismo, toda vez que por el barrio en que está situado el grupo, es de todo punto indispensable esa protección de los cristales (…)”19.

En función del contrato firmado y las ampliaciones aprobadas, se emitieron cuatro certificaciones de obra:

24/07/1.954 30/09/1.954 16/11/1.954 10/01/1.955
218.924´55 pts. 50.607´24 pts. 100.530´76 pts. 74.468´66 pts.

Los costes de la obra se disparaban. Siendo el presupuesto inicial de unas

700.000 pts. y llevando gastado en ampliaciones más de 1.000.000 pts., se generó una delicada situación económica en el ayuntamiento, que se encontró ante la imposibilidad legal y económica de asumir dicho importe.

Como solución, el alcalde Cándido Mateos, apuntaba la conveniencia de continuar hasta coger las aguas, para lo que podría aportarse un máximo de 175.000 pts. (lo que se puede comprobar sumando los importes correspondientes a las dos últimas certificaciones) y seguir ejecutando el proyecto inicial, cuando el Ministerio aprobase el importe de las ampliaciones y mejoras. Así se comunicó al arquitecto escolar, para que actuara en consecuencia.

Sin embargo las obras se paralizaron. En noviembre de 1.955 envió el alcalde un informe al Director General de Primera Enseñanza, comunicándole las ampliaciones realizadas, para que éste realizara las gestiones precisas que desbloquearan el expediente y poder, sin agobios económicos, seguir acometiendo las obras. Ante la falta de respuesta se volvió a incidir en el asunto en abril de 1.956. De nuevo el silencio por respuesta.

Ante esta eventualidad se acudió directamente al Ministro al mes siguiente, solicitando la rápida terminación de la obra, de forma que el edificio entrase en funcionamiento el siguiente curso escolar, dada la ruina de los viejos edificios.

Pero las soluciones no llegaban y tal fue el estado de desesperación de la Corporación, que el alcalde, Cipriano Mateos, decidió acudir a sus parientes Salvador, Juan José y Marcelo Rivas Goday, residentes en Madrid y con cierta influencia en la capital, para que “(…) pongáis en juego vuestras influencias, para que las obras se realicen pronto, pues bien os dais cuenta de la grandeza que este servicio supone para (…) el pueblo (…). Pues bien sabéis que cuando vuestro padre ocupaba la Dirección General de Enseñanza Primaria, se crearon las Graduadas de esta villa (…) ver si os es posible continuar la obra de vuestro padre, consiguiendo que los grados creados por él sean dotados de buenos edificios, como son los proyectados (…). Con vuestra posición social es probable que tengáis conocimiento de altos cargos en el Ministerio de Educación Nacional, os ruego hagáis cuanto os sea posible para sacar el expediente de su estancamiento (…)”20.

Las gestiones solicitadas dieron sus frutos. E l día 3 de marzo de 1.957, el Ministerio aprobó las ampliaciones y mejoras por importe de 499.659´09 Pts., de las cuales 99.232´56 corresponderían al Ayuntamiento. En noviembre se solicitó al Ministerio la ejecución inmediata de las obras aprobadas. El día 10 de mayo de 1.958, Licinio de la Fuente, Gobernador Civil de Cáceres, comunicó al ayuntamiento que el Ministerio había aprobado un segundo expediente de ampliación, por importe de 497.162´97 Pts., de las que el ayuntamiento aportaría 98.945´65 Pts.

Por fin, el 29 de junio, el Gobernador Civil comunicó al ayuntamiento la terminación oficial de las obras y la entrada en funcionamiento del nuevo grupo escolar el curso 1.958/59. El ayuntamiento solicitó en noviembre el mobiliario imprescindible: mesas, sillas, armarios, cuadros, encerados, pupitres bipersonales, retratos, alfombras… Nuevamente en abril de 1.959 se solicita material para la escuela, además del correspondiente al comedor.

La inauguración oficial se llevó a cabo el día 6 de noviembre de 1.959, once años después del inicio de las gestiones para su construcción. Asistieron el Gobernador Civil, Licinio de la Fuente, el Ministro de Educación, Jesús Rubio García Mina y el Director General de Enseñanza Primaria, Joaquín Tena Artigas. El Gobernador comunicó al ayuntamiento que se había marchado “(…) sumamente complacido con la respuesta de Serradilla. Las escuelas que acabamos de inaugurar serán un auténtico centro de vida cultural del pueblo, de donde salgan los hijos de Serradilla mejores y más capacitados (…)”21.

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Lám. 7. Planta de la actual escuela vieja. A.M.S.

En noviembre se llevó a cabo la recepción de las obras por parte del alcalde, el arquitecto, Francisco Rodríguez, director de la escuela y el contratista.

Poco duraría la alegría. En septiembre de 1.964 el alcalde comunicó al Gobernador Civil, Presidente de la Junta provincial de Construcciones Escolares, que el edificio tenía como defecto la humedad de los techos, para que enviase un arquitecto que lo reconociera, por si la situación supusiera peligro de derrumbe.

Se volvió a insistir en noviembre de 1.966, ante al aumento de manchas y, como no hubo respuesta, se comunicó nuevamente la situación en agosto del año siguiente.

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Lám. 8. Vista lateral de la escuela vieja

Comenzarían también los problemas para rembolsar algunos de los anticipos realizados al contratista, en total 144.531´21 pts. Se le conminó en apremio en mayo de 1.965 sin obtener respuesta.. En 1.968 se acudió al Ministerio para que intercediera, así como a la Delegación Provincial de Hacienda. No había forma de localizar “legalmente” al contratista, por lo que se decidió recurrir a “otros medios” para averiguar algo sobre el sujeto.

Y, efectivamente, se supo que: tenía 54 años, estaba casado con Mercedes Gesta Piquer, domiciliado en C/ Arrieta nº 10 de Madrid, era perito aparejador y estuvo dedicado a la construcción, aunque hacía tiempo que cesó en sus actividades. En ese momento era consejero del grupo Meliá, por lo que cobraba 400.000 Pts. anuales y formaba con su esposa la empresa SENOGAR, radicada en la calle Callao nº 1, que alquilaba camas a sanatorios. Se le estimaba un patrimonio considerable: 5.000.000 de pesetas, un Seat 850 (M-501428), efectivo, valores, piso donde habita y otros recursos. Tenía cuenta en el Banco Español de Crédito y en el Banco Ibérico. Con esta información se solicitó al abogado serradillano Mateo Sánchez Sánchez un informe para ver si era factible y procedente legalmente, ejercitar acciones legales contra él con garantías de éxito. El abogado concluyó que debía exigirse el pago en el juzgado de 1ª Instancia de Plasencia, considerando que podía prosperar la acción a ejercitar.

En todo caso, hay que dejar constancia que José Serra Sabater ya había ganado en 1.962 un recurso de reposición, relacionado con la revisión de los precios de la construcción de los grupos escolares de Serradilla, publicado en el B.O.E. de 9 abril 1962:

image019Lám. 9. Orden aparecida en el Boletín Oficial del Estado.

Por su parte, el ayuntamiento consideró, en marzo de 1.969, que era urgente reparar el grupo escolar, debido a que las humedades podían afectar a la seguridad del edificio. Y así se hizo constar repetidamente, hasta que en 1.978, la administración educativa llevó a cabo obras de reparación, ampliación y mejora en la escuela vieja de Serradilla, por importe de 9.882.626´93 pts.

Sin embargo, seguía planteándose la necesidad de construir un nuevo grupo escolar para las niñas, por estar los locales viejos en pésimas condiciones.

5. ESCUELA NUEVA

Comenzaron entonces las gestiones para construir un nuevo edificio. Los frutos no se verían hasta el día 13 de abril de 1.977, cuando desde la Delegación provincial del Ministerio de Educación y Ciencia se comunicó al ayuntamiento que en el programa de acción del Ministerio, se incluía la construcción de un centro de E.G.B. en la localidad.

Para su ejecución se hacía necesario que el ayuntamiento pusiera a disposición de la administración educativa el solar, además de remitir antes del día 23 de abril:

–  Acuerdo de pleno de cesión de los terrenos y descripción de los mismos.

–  Manifestación de que el solar cumplía los requisitos de la Ley del Suelo y garantía de calificación urbanística adecuada.

–  Compromiso de eliminar cualquier obstáculo que pudiera impedir el desarrollo de las obras.

–   Compromiso de dotar al solar de los servicios necesarios (agua, luz, alcantarillado…)

–   Certificación del Registro de la propiedad, acerca de la titularidad del terreno.

–   Certificado sobre las adecuadas condiciones higiénicas y sanitarias del terreno.

–   Plano del terreno y emplazamiento en relación con el casco urbano, así como características del solar, que debían ser: una superficie mínima de

5.000 m2, sin acceso directo a vías o carreteras de tráfico rápido, alejado de elementos perturbadores y con una pendiente media no superior al 10%.

Se encargó la confección de los planos a José Orantos, que se demoró en exceso, hasta sobrepasar los plazos oficiales, por lo que hubo de solicitarse la prórroga de los mismos.

El ayuntamiento cedió 5.000 m2 de terreno en el ejido patero y tras aprobar el expediente en sesión plenaria en día 17 de abril de 1.977, se remitió toda la documentación disponible. En diciembre, la administración educativa comunicó la adjudicación de las obras de construcción del edificio, a la contratista Pilar de la Gala Calvo, obras que finalizarían en 1.979.

El día 6 de junio de ese mismo año, Ramón Criado Monge, montador de la calefacción del edificio, solicitó autorización a la Delegación provincial de Industria, para obtener cupo de gasóleo C, que le fue concedido. En el mismo escrito reclamaba el abono de 1.072 pesetas que aún se le adeudaban, a lo cual también se accedió, dándose por finalizada la instalación el día 8 de junio.

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Lám. 10. Vista lateral de la escuela nueva

Sin embargo de todo ello, el edificio aún tardó en entrar en funcionamiento. Mientras tanto, algunos niveles escolares permanecían en el cuartel viejo y en las dependencias del Mercadillo de la Plazuela. Por ello y para agilizar la apertura del nuevo centro, en el mes de noviembre de 1.980, maestros y alumnos se declararon en huelga por no contar en las aulas con luz ni calefacción, tras dos años de llevarlo pidiendo al ayuntamiento. “(…) La escuela en pleno alegró la mañana del día 19 de noviembre. Recorrieron las calles del pueblo y la plaza, cantando y tocando. Y la mayoría de los espectadores les pagaron con una sonrisa por ello (…). Si hubiese sido verano, seguro que no hubiera sido necesario hacer huelga, pero el frío aprieta y la calefacción se nota ausente (…)”.22.

De nuevo al año siguiente, el día 15 de enero de 1.981, tras las protestas y reclamaciones de alumnos, maestros y padres (los grupos de 6º, 7º y 8º se encontraban en el mercadillo de la Plazuela), la Inspección de Educación instó al Ayuntamiento para que solucionase de forma urgente el asunto de la calefacción en estos locales, aunque fuese “(…)de forma provisional (braseros eléctri- cos o de picón, estufas de butano o leña)…, hasta que entre en funcionamiento el grupo escolar nuevo(…)”.

La calefacción entró en funcionamiento, pero los días 29 y 30 de enero de 1.985, de nuevo hubo huelga de alumnos y maestros, en esta ocasión, “(…) por el mal funcionamiento de la calefacción de gas-oil (…)”.23 Por primera vez en la historia de la escuela serradillana, la calefacción se convertiría en un servicio esencial de sus centros educativos.

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Lám. 11. Entrada principal de la escuela nueva.

Estos dos edificios descritos en último lugar, son los que actualmente se encuentran en funcionamiento, tras haber acometido importantes reformas la Consejería de Educación, para adecuarlos en el momento de que las escuelas serradillanas acogieran una sección delegada de Educación Secundaria Obligatoria, adscrita al Instituto “Gabriel y Galán” de Plasencia.

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1  LÓPEZ MARTÍN, R. “La construcción y creación de escuelas en la España del primer tercio del siglo XX”, en HISTORIA DE LA EDUCACIÓN, REVISTA INTERUNIVERSITARIA. Nº 16. 1.997. Ed. Univ. Salamanca. Pp.65-90.

2  ROMANONES, CONDE DE. Notas de una vida. 1.901-1.902.

3  ESTEBAN, L. “Introito a la historia de la escuela”. En Historia de la Educación, revista interuni- versitaria. Nº 16. 1.997. Ed. Universidad de Salamanca.

4  TORRES BALBÁS. Los edificios escolares vistos desde la España rural. Publicación de la Ofici- na técnica para la construcción de escuelas. Madrid, 1.933. P. 54.

5  NAVARRO SALADRINAS, R. “El franquismo, la escuela y el maestro (1.936-1.975)”. En Histo- ria de la Educación, revista interuniversitaria. Nº 8. 1.989. Ed. Universidad de Salamanca.

6  Aunque no coinciden los metros cuadrados, con los facilitados a la Junta Local en 1.910, se trata del mismo solar.

7  Archivo Municipal de Serradilla. Expediente de construcción.

8  A.M.S. Expediente de Educación. 3.3.1.

9  A.M.S. Expedientes de educación. 3.3.1.

10  CRONOS (Pseudónimo desconocido). “Cosas del día. Por el buen camino” en EL CRONISTA nº 266 Serradilla 20 de enero de 1.917.

11  A.H.P.C. Legajo sobre educación sin catalogar. Documento oficioso sin fechar.

12  Información aportada por Alipio Barbero y obtenida del legajo 4 “Actas plenarias”, del AMS.

13  Id.

14  AMS. Actas Capitulares. 15 de octubre de 1.938.

15  Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Expedientes de Educación.2.5.1.8.2.

16  A.H.P.C. Expedientes de Educación.2.5.1.8.2.

17 A.M.S. Memoria 1.939-1.944.

18 A.M.S. Expedientes de construcciones.

19  A.M.S. Correspondencia. Salida. 1.954.

20  A.M.S. Correspondencia. Salida. Carta enviada el día 1 de agosto de 1.956.

21  A.M.S. Correspondencia. Entrada. 1.959.

22  COBOS, P. “Sucesos locales”, en AJS nº 6, diciembre de 1.980.

23   AULA DE EDUCACIÓN COMPENSATORIA. “Sucesos locales”, en AJS nº 56, febrero de 1.985.

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Jesús Barbero Mateos

Adentrarse en la investigación histórica siempre resulta una tarea apasionante y, si me apuran, una actividad vitalmente envolvente. Si a ello va unida una implicación personal con el ámbito geográfico y temático objeto de análisis, la tarea se torna en necesidad y cada hallazgo se convierta en todo un triunfo. Estas son, al menos, las sensaciones que he experimentado mientras preparaba esta comunicación.

Cuatro son sus finalidades principales.

En primer lugar reivindicar la vital trascendencia que en las pequeñas poblaciones ha tenido el desarrollo y evolución de sus escuelas y su contribución al incremento del progreso social y el desarrollo personal de sus vecinos.

En segundo término, poner de manifiesto la estrecha relación existente entre el devenir propio de la sociedad rural y las circunstancias que han ido aconteciendo en sus escuelas.

Como tercer elemento, se ha considerado la necesidad de aflorar los avatares acaecidos en este depauperado entorno, teniendo en cuenta con Fernández Armesto182 que “únicamente el estudio de costumbres y culturas que la historia ha dejado aparte, permitirá encontrar esa especie de verdad que se halla comparando todas las perspectivas”.

Y en última instancia, la necesidad de remover la conciencia de los maestros y maestras extremeños, investigadores potenciales en esta disciplina. Es preciso acrecentar su implicación e interés por el rescate y puesta en valor de la historia educativa de sus pueblos de origen o de ejercicio profesional, dejando constancia de la evolución que en ellos se ha producido a lo largo del tiempo.

Hasta ahora, la historiografía regional en el ámbito de la educación se circunscribe, casi en su totalidad, a los avatares acaecidos en entornos urbanos e instituciones de renombre. También en aspectos comparativos territoriales o elementos generales tratados transversalmente en relación con la Comunidad Autónoma. Escasos son los trabajos editados, que estén centrados en pequeñas unidades de población, a pesar de ser Extremadura una comunidad eminentemente rural183.

El interés personal y profesional por el afloramiento de las circunstancias históricas de la educación en Extremadura, unido a la convicción de que es preciso construirla a partir de los municipios como unidades político- administrativas más pequeñas, me llevan a presentar hoy este trabajo. No debe perderse de vista que las localidades de corto vecindario relativo adolecen, la mayoría de las veces, de iniciativas que pongan en valor su contribución a la conformación de la historia, como forma de sentar las bases sobre las que edificar análisis históricos más genéricos.

Trataré de demostrar que el interés por las cuestiones relacionadas con las diferentes facetas del saber, así como la relación estrecha de éstas con el progreso espiritual y material de los vecinos y, por lo tanto, de la propia villa, no es un asunto reciente en Torrecillas de la Tiesa.

Conviene hacerlo, porque con el transcurso del tiempo en la escuela han cambiado sustantivamente los hábitos y para los escolares y los maestros de hoy, es difícil imaginar cómo era en épocas pretéritas el desarrollo de la enseñanza.

1. ANTECEDENTES

El contexto educativo del siglo XIX está íntimamente ligado y es el resultado de los acontecimientos políticos, sociales y económicos de la época.

Con carácter previo, la Revolución Industrial, iniciada en el siglo XVIII, se desarrolló intensamente en el siglo XIX y dio lugar a la concentración de grandes masas de población.

Por su parte la revolución política consolidaría el triunfo del parlamentarismo y generaría la necesidad de “educar al pueblo soberano”.

Se produjo entonces un verdadero esfuerzo por consolidar la realidad educativa y se sucedieron los enfrentamientos políticos, tratando de plasmar cada parte su ideología en los sistemas educativos para sus propios fines. No en vano, al producirse en uno de estos vaivenes políticos la expulsión de los Jesuitas, el 1 Abril 1767, los municipios asumirían la tarea de ilustrar al pueblo y por lo tanto correrían con los gastos derivados de la educación, sin que estuviera explicitada esta obligación en ninguna normativa oficial.

Dentro de esta asunción de competencias educativas, venía implícita la obligación municipal de pagar los sueldos a maestros y maestras de sus respectivas escuelas públicas, como logro y propuesta que había sido consolidada con el movimiento ilustrado.

En Torrecillas, por lo que concierne a cultura y educación, podemos decir que no se contaba con biblioteca pública, había una escuela de niños con maestro de Primeras Letras. De las 240 almas que tenía la villa, 40 sabían leer, escribir y hablar. No constan más datos del siglo XVIII.

Iniciada la centuria decimonónica, sería la educación uno de los pilares fundamentales de la Constitución de 1.812, que trataría de implantar un avanzado y ejemplar diseño del sistema educativo, prototipo en Europa. El absolutismo impidió una larga vida a sus postulados.

2. CONTEXTO EXTREMEÑO

Con estas premisas de partida, entendemos que no se puede, ni conviene desligar la educación del contexto social en el que se circunscribe.

La Extremadura de la época no estaba para demandas espirituales como la educación, pues en palabras de Larra, era “acaso la provincia más atrasada de España, resumida la poca riqueza en unos cuantos señores capitalistas”184. “Los pobres jornaleros ganan su vida, o mejor decir la pierden en sus afanes”. Porque el problema, a decir de Madoz, radicaba en el “modo en que se halla dividido el suelo”185.

En esta tesitura, los Liberales en sus etapas de gobierno, trataron de llevar a cabo una implantación, expansión y generalización de la Instrucción Primaria, aunque de una manera lenta e insuficiente. Ello originaría que la situación esco- lar en el primer tercio del siglo, fuera claramente insuficiente, como quedó patente en el discurso de apertura de la Diputación Provincial de Cáceres en 1835, en el que se habló “del estado de decadencia en que se encuentran las Artes y las letras en nuestra provincia”.

Ya a mediados de siglo Madoz afirmaba que “había suficiente número de escuelas, más de una por Ayuntamiento, pero con escasa concurrencia”. El Gobernador Civil en 1855 aseveraba que el estado de la Instrucción Pública era poco satisfactorio. La Inspección educativa apreciaba en las memorias del curso 1859-60, que “el estado general de las escuelas es poco lisonjero”.

Exiguo sería, por lo tanto, el provecho obtenido por esta tierra. Tan sólo algunos periodos de gobierno liberal aportaron nueva savia a la región, transmitiendo su entusiasmo cultural y tratando de imprimir un notable impulso a la educación.

El planteamiento se apoyaba en la necesidad de instruir a la población, como forma de cambiar las obsoletas estructuras sociales y remediar el escandaloso analfabetismo de Extremadura. La solución propuesta: generalizar la enseñanza en todas las poblaciones.

No obstante, la reacción a estos planteamientos no se haría esperar. Los conservadores seguirían imponiendo sus criterios, cuando el extremeño Juan Bravo Murillo entendía que en su tierra “lo que se necesitan son bueyes que aren y no obreros que estudien”.186

3. SECUELAS DE LA MUNICIPALIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA, A FINALES DEL SIGLO XIX

3.1.  Municipalización educativa

Teniendo en cuenta esta visión del asunto educativo, se pondrían su desarrollo y ejecución en manos de los ayuntamientos.

En concreto el artículo 96 de la Ley Moyano establecía que las escuelas públicas estarían a cargo de los pueblos, que incluirían en sus presupuestos municipales las cantidades necesarias para atenderlas.

Así se oficializaba por parte del Estado la entrega de la escuela a los ineficaces ayuntamientos que, ahora sí, serían legalmente los encargados de correr con los gastos derivados de la prestación del servicio educativo.

Esta circunstancia, como veremos, acarrearía no pocas situaciones indeseables en relación a los pagos, clamando contra la labor municipal, todas las reu- niones pedagógicas desde 1.885, por ineficaz y entorpecedora del desarrollo de la educación.

En definitiva, durante el siglo XIX se impuso la idea de que la educación era un asunto de Estado, estableciéndose como forma de organización un siste- ma municipalizado.

3.2.  Los recursos económicos

Situemos el estado de la financiación educativa en Torrecillas de la Tiesa, a finales de la centuria. Atentos. En la provincia de Cáceres se invertía en educación, de media, en torno al 18% del presupuesto de gastos de los municipios.

Comparativamente, el partido judicial de Trujillo se encontraba ligeramente por debajo de la media provincial, con un15%, aproximadamente, según se recoge en la tabla de la siguiente página.

Concretando las partidas de gasto de Torrecillas, según los distintos conceptos a tener en cuenta, la situación del presupuesto escolar era la siguiente.

tabla1

Con 905 habitantes, el presupuesto municipal de ingresos era de 5.940 pesetas y el de gastos de igual importe. De ellas, 1.042 Pts se dedicaban al sueldo del maestro, 85 Pts al alquiler del edificio, 260 Pts al gasto de material y 10 pesetas para cubrir los gastos de la Junta Local; en total, 1.437 pesetas aplicadas a la educación.

Nada más y nada menos que, casi un 30% del presupuesto municipal, cantidad nada desdeñable, teniendo en cuenta que la ciudad de Trujillo, como cabe- za del partido, aplicaba menos del 10%187.

Este hecho denota el interés que aplicaba la institución municipal torrecillana en el asunto educativo, cumpliendo fielmente con sus obligaciones, como podremos corroborar más adelante.

tabla2

Además de considerar la financiación, también debemos tener presente que los maestros, en relación a sus nombramientos, dependían de los ayuntamientos. Amén de la titulación, tenían que acreditar su “idoneidad”, buena conducta moral e identificación con las instituciones políticas.

Una vez superado el proceso selectivo y propuesto por el ayuntamiento el nombramiento, los docentes debían jurar la legalidad vigente ante los presidentes de las Comisiones Provinciales, que eran las encargadas de nombrarlos. También tenían la misión de pagar los salarios, a partir de las aportaciones que los municipios debían hacer a su favor periódicamente, para evitar los endémicos impagos.

A pesar de esta garantía, los maestros cobraran los salarios tarde y mal, en un problema que no terminaría con el siglo. En concreto los de Torrecillas, aunque por circunstancias más oscuras, se vieron inmersos en la necesidad de reclamar el pago de sus salarios, que no debieron ser de los más bajos, aunque la diferencia entre el del maestro y la maestra era netamente diferente, a favor del primero.

Lo vemos a continuación.

4. IMPAGO   A   LOS   MAESTROS   DE   TORRECILLAS   CON   SU CONSIGUIENTE RECLAMACIÓN SALARIAL. 1883

En abril de 1.883 se inicia un procedimiento de reclamación salarial por parte del maestro y la maestra de Torrecillas de la Tiesa. La reclamación es remitida directamente al Sr. Ministro de Fomento, en cuyas dependencias tiene entrada el documento con fecha 20 de abril.188

Los maestros propietarios de las escuelas públicas elementales de la locali- dad, Don Francisco González y Encinas y Doña María Jiménez y García, “em- padronados en el mismo, con cédulas personales, 261 y 763”, se veían en la necesidad imperiosa de exponer su desesperada situación, para tratar de conse- guir que se les pagase el importe “de nueve mensualidades que han dejado de percibir hasta el día”. Nada menos que nueve mese sin cobrar llevaba ambos maestros.

Reconocían y ponían en valor que el Ayuntamiento de la localidad tenía sa- tisfecho en Cáceres, no sólo el pago correspondiente a la primera enseñanza, hasta el treinta y uno de marzo, “sino, además, sesenta y cinco pesetas”. Es decir, el Ayuntamiento estaba al corriente de pagos, lo cual tiene su importan- cia, como veremos.

Advierten al Ministro que su situación es sumamente angustiosa, porque tienen hijos que alimentar y vestir y para ello no disponen más que de los suel- dos que marca la Ley. Como éstos no están siendo abonados, ambos están en una situación tal, que muchos días no saben “como se han de valer para ali- mentarlos: sus familias se encuentran desnudas y ni aún así pueden ya conti- nuar”.

Reconocen la bondad de los comerciantes locales, que les han fiado durante todos esos meses, aunque la situación de todos se ha tornado tan insostenible, que “no pagando lo que les tienen prestado hasta hoy, se niegan a darles ma- yor cantidad para lo sucesivo”.

Relatan seguidamente las penurias logísticas que están padeciendo las es- cuelas de la villa, que debido a os impagos, “se hallan desprovistas de papel, libros y demás medios que son necesarios para la enseñanza de los niños y niñas pobres”. Su apreciación no parece subjetiva, pues también es avalada por el Ayuntamiento y la Junta Local de Primera Enseñanza.

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Lám. 1. Encabezamiento del escrito al Ministro, con el sello de entrada en el Ministerio de Fomento

Con carácter previo a la entrega de la reclamación, ambos maestros se habían puesto en contacto con el habilitado de la capital, quien les había contes- tado a través de un periódico del ramo, manifestando que en su poder “no había cantidad alguna para el pago de los exponentes, siendo él mismo el tesorero provincial”. Seguidamente, a decir de los maestros solicitantes, aparece la razón última de sus impagos, “por medio de una carta que se conserva”. El habilitado reconoce que lo es de otros maestros de diferentes partidos judiciales en la misma provincia, apostillando que a aquéllos a los que él representa “se hallan sumamente satisfechos de sus dotaciones, y que lo mismo estaríamos si lo hubiésemos votado”.

Hablando claro, el habilitado parece estar retrasando el pago de los dos maestros debido a que ninguno de ellos le había votado en las últimas elecciones que se habían celebrado para su elección.

Ambos maestros aseguran no haberse mezclado nunca en política, “como es público y notorio”, según su apreciación. En todo caso, se preguntan ante el Ministro: “si no se hallan los exponentes pagados por no haber votado a D. Cecilio Olea, Tesorero provincial ¿porqué lo están la mayor parte de los maestros de este mismo partido de Trujillo honradamente satisfechos, siendo así que todos los pueblos tienen en caja todas las cantidades?”

Toda esta situación les empuja a aventurar una hipótesis sobre lo que está ocurriendo. Ni a Francisco González y Encinas ni a María Jiménez y García, les cabe duda que hay alguna persona oculta, para que “injustamente se les detrai- gan sus dotaciones”.

En esta tesitura y teniendo en cuenta que sus quejas no habían hallado eco ante el Sr. Inspector ni ante la Junta Provincial, no les había quedado otra salida que recurrir al Director General, quien había resuelto en su favor. Sin embargo, aún así, no se habían cumplido sus resoluciones. Esta situación les lleva a mani- festar su más amarga de las quejas: “parece ser que debiéramos retirarnos de una profesión que da de comer pan tan amargo y bañado con tantas lágrimas”.

Finalizaban el escrito suplicando al Ministro que se dignase “acordar lo más conveniente para que desde luego se les satisfagan todos sus haberes devengados”. El escrito está firmado en Torrecillas de la Tiesa, el 15 de abril de 1883.

De forma simultánea, los maestros remitieron una solicitud en similares términos al Ayuntamiento y Junta Local de Torrecillas de la Tiesa, el día 15 de abril de 1883.

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 Lám. 2. Encabezamiento del escrito al Ayuntamiento, con timbre del año 1883. A.G.A.

Además de lo recogido para el Ministro, solicitan a la corporación que emi- tiera informe sobre su conducta, pues debían acreditar indubitadamente la misma, durante “el tiempo que llevan desempeñando la primera enseñanza en este pueblo”. Igualmente debían justificar que “se encuentran las escuelas sin útiles necesarios para los niños y niñas pobres, y muchos de ellos se van con sus padres al campo a causa de este motivo”.

En este punto y antes de continuar con el relato, creemos necesario apostillar algunas cuestiones relativas al absentismo escolar.

A lo largo de la centuria, en ambos sexos, venía manifestando el grave problema del absentismo escolar, teniendo Torrecillas de la Tiesa, igual que el resto del territorio extremeño, un altísimo índice. A principios del siglo XX se quejaba un maestro de que el 58% de los alumnos no iban a la escuela, sobre todo los niños mayores.

Una idea clara de la situación se extrae de la lectura detenida de este desgarrador lamento de un maestro: Doloroso en extremo resulta el espectáculo que ofrecen los libros de asistencia a nuestras escuelas; más tienen de semejanza a un cementerio que a objetos destinados al servicio de la escuela, cuna de las ciencias y las artes.

En efecto, al pasar la vista por aquellas grandísimas filas de cruces, se nos llenan el alma de pavor, como se nos llena cuando pasamos la línea que separa el mundo de los vivos del mundo de los muertos; pues si en éste cada cruz nos representa un ser que la sociedad perdió para siempre, cada fila de aquéllas es un analfabeto con todas sus terribles consecuencias.

No es repitiendo muchas veces la palabra cultura como los hombres se hacen cultos e instruidos; no es hablando del agua como satisfacemos la sed; para satisfacerla, hay que acudir a la fuente o buscar el arroyuelo que nos la brinda en sus límpidas corrientes; para educar al niño, si en la familia no queda tiempo para hacerlo, porque sus ocupaciones y otras mil circunstancias lo impiden, el padre tiene la obligación de cogerlo por la mano, penetrar con él en el sagrado recinto de la escuela y delegar esta obligación que sobre él pesa, en el maestro. Mientras que estos deberes de padres no cumpláis, seréis buenos vecinos, dignísimos ciudadanos, excelentes amigos, pero malos padres, malos padres, malos padres, malos padres.189.

Pero continuemos con el relato de la reclamación.

Para finalizarla, solicitaban los maestros que se corroborase el hecho de que llevaban sin cobrar nueve mensualidades, a pesar de que “las cantidades para mencionados pagos se hallan en la capital de la provincia”.

En definitiva, tres interesantes cuestiones: su conducta intachable; la escasez casi absoluta de recursos para atender las necesidades de los niños pobres, motivo de un gran absentismo y, finalmente el cumplimiento de las obligacio- nes por parte del ayuntamiento, con la Junta Provincial.

Pronto se pondría en marcha la maquinaria administrativa. Al día siguiente de presentar ambas solicitudes, cuando corría el 16 de mayo, la institución que dio el primer paso fueron el ayuntamiento torrecillano y la Junta Local de Pri- mera Enseñanza.

image009Lám. 3. Firma de los maestros reclamantes con fecha de abril de 1.883. A.G.A.

Emitieron un informe en el que manifestaban que a todos sus miembros les constaba de una manera positiva que los maestros cumplían bien y fielmente con su cargo, pero que sus esfuerzos no dan resultados tan favorables como debieran, “porque las escuelas se hallan desprovistas de los útiles de enseñanza más necesarios, no atreviéndose este ayuntamiento ni Junta Local a hacer responsables a los profesores, porque tienen la seguridad de que desde primero de Julio último no han recibido cantidad alguna de personal, material y demás que abraza la instrucción primaria”.

Corroboraban por tanto las afirmaciones de los maestros en todos sus tér- minos. Además arremeten contra los responsables del impago, ya que como el pueblo es pobre, “no puede la instrucción llegar a un estado regular de perfección, si no se les provee a los niños y niñas de los útiles de enseñanza gratis, puesto que los padres de familia se ven privados, en su mayor parte de lo necesario para la alimentación de sus hijos”. Con la seguridad de las obligaciones cumplidas, recriminan a quien está impidiendo en el municipio se coloque la primera enseñanza “a la altura que el Gobierno del Rey Nuestro Señor (Q.D.G.) desea”, a pesar de haber usado el pueblo cuantos medios han estado en su mano “para remitir con puntualidad y trimestralmente a la Caja Provincial la cantidad que en el capítulo 4º de su presupuesto tiene consignado para estas atenciones”. Firmaban el informe: Juan Ávila, Bernardo de Vega, Andrés Giménez, Antonio Cuesta, Antonio Barquilla, Justo Pulido, Francisco Felipe, Demetrio Bravo, Antonio Cordero, Andrés Mateos y Juan de Dios Jiménez.

También en el Ministerio comenzaría con prontitud la andadura de la maquinaria administrativa, al solicitarse desde el ministerio al Gobernador de Cáceres, informes acerca de la reclamación de haberes de los maestros de Torrecillas de la Tiesa. Corría el 4 de mayo de 1.883.

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Lám. 4. Firma de los miembros de la corporación, fechada el 16 de abril de 1883. A.G.A.

 En dicha solicitud se afirma como fehaciente que la localidad de Torrecillas de la Tiesa y su Ayuntamiento, se encontraban al corriente de todas sus obligaciones de pago en relación con los asuntos de enseñanza. El Director General recababa el informe a la mayor brevedad posible.

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 Lám. 5. Sello de salida del documento que recababa los informes sobre el asunto.

4 de mayo de 1883. A.G.A.

Una vez recabados todos los informes, resultó que el impago, como habían sugerido los maestros en su escrito de reclamación, tenía espurias y ocultas razones.

El habilitado de la capital había mentido cuando afirmó que en su poder no había cantidad alguna para el pago de los dos maestros torrecillanos. El Ayuntamiento acreditó que había puesto a disposición de la Junta Provincial las can- tidades para el pago de los docentes, con antelación suficiente.

Pero estas cantidades estaban siendo retenidas por el habilitado, Cecilio Olea. Aunque expresamente no afloran las razones en la documentación, es fácil suponer que el motivo fue que ninguno de los dos maestros le habían votado.

La Junta Provincial fue requerida por la administración superior, para que “garantizara a la mayor brevedad posible el pago de los haberes adeudados a los maestros reclamantes”.

Se corrobora, pues, que, razones ajenas al magisterio, llevaron a este personaje a valerse de su cargo y posición para ensañarse con lo enseñantes. Esta estrategia ya ha sido documentada en otros casos a raíz de la revolución de 1869. Y seguiría en el futuro.

5. SITUACIÓN DE LAS ESCUELAS UNITARIAS EN TORRECILLAS DE LA TIESA. 1.924-1.939190.

Cono dijimos al principio, la historia de la educación en nuestras localida- des es un asunto pendiente en nuestros días. Sin embargo, contamos con el aliciente de numerosas informaciones inéditas, que pueden contribuir a clarifi- car y a edificar nuestro propio proceso de evolución educativa.

Se aportan, seguidamente, las informaciones educativas disponibles, en re- lación con Torrecillas de la Tiesa, en un periodo de nuestra historia poco estu- diado aún: desde los inicios de  la dictadura de Primo de Rivera, hasta finales de la Guerra Civil.

5.1.  Prefacio

No sería hasta el año 1.900, cuando cobrara carta de naturaleza el Ministe- rio de Instrucción Pública y Bellas Artes, debido al interés de los regeneracionistas por la educación. Aún con ello, la educación prosiguió la tónica decadente de finales de la centuria anterior.

En las décadas de los años 1.920 y 1.930 se pretendió llevar a la práctica lo que había escrito Jovellanos en plena Ilustración: “No hay redención económica posible, sin una anterior redención intelectual”. Como consecuencia se inició una gran campaña de edificación de nuevas escuelas, así como de alfabetización.

En la provincia de Cáceres funcionaban en 1923, 477 escuelas unitarias y 11 graduadas. Estas unidades atendían a una población total de 410.032 habitantes, con 56.387 niños entre 6 y 12 años, según el censo de 1920. Por su parte la población no escolarizada hacia 1923 era del 44% en la provincia. Seis años  más tarde, en el curso académico 1928/29, al final ya de la dictadura de Primo de Rivera, existía una diferencia palpable: 540 escuelas. Precisamente en este intervalo temporal se producen nuevas construcciones escolares comenzando la situación a mejorar de manera esperanzadora, aunque los que estudiaban en estas aulas de la escuela pública, considerada la escuela para pobres, eran los menos pobres.

5.2.  Locales

En este ambiente de principios de siglo aparentemente desidioso, se había desarrollado en Cáceres una iniciativa digna de tener en consideración. Hablamos de la asamblea celebrada en enero de 1.927, para tratar el asunto relacionado con la construcción de escuelas en los pueblos que lo precisasen. Según las crónicas de la prensa de la época191, “Hace muchos años, quizá siglos, que nuestra provincia no ha mostrado con verdadera decisión sus deseos de mejoramiento en ningún sentido, y hasta se puede dudar si han existido alguna vez tales deseos. Por eso podemos calificar de acontecimiento histórico la asamblea de alcaldes reunida en Cáceres (…) para tratar, nada menos, que de la construcción de escuelas en todos los pueblos que la necesiten. Sépase que una vez logrado esto, se daría un certero golpe de muerte a nuestra miseria, ignorancia y atraso tan proverbiales (…)”.

El día 11 de enero de había procedido a clausurar el encuentro, llegando a fijarse importantes conclusiones. Los alcaldes estaban dispuestos a construir los locales escuelas que necesitasen sus municipios, de común acuerdo con la Inspección de Primera Enseñanza. Para ello se requería que el Estado subvenciona- se con 6.000 pesetas cada escuela unitaria y con 7.000 pesetas cada sección de graduada que se edificase. No obstante, cundió el realismo y se tuvo en cuenta el hecho de que muchos pueblos de la provincia no podrían conseguir el objeti- vo, dada la escasez de recursos con los que contaban. Para tratar de paliar su negativa incidencia, se acordó en la conclusión 5ª: “(…)agradecer y aceptar el ofrecimiento hecho por el Consejero Delegado de la Caja Extremeña de Previsión, referente a facilitar a los ayuntamientos que lo necesiten, en las condiciones que tiene establecidas, el dinero preciso para realizar sus proyectos escolares(…)”. Se agradeció la aportación del Consejero Delegado, a la sazón, León Leal Ramos, por el entusiasmo con el que había acogido la iniciativa en el momento de la clausura de la asamblea, que había corrido de su cuenta. Sus palabras habían encendido al auditorio al augurar para la provincia cacereña, la reconquista de la fama y grandeza de los siglos pasados, visto el positivo espíritu que había detectado en los asamblearios, así como la confianza en el propio esfuerzo. Según sus propias palabras: “(…) se da un adiós a la antigua y cómoda costumbre de esperarlo todo del Estado por mano del político de turno, para sustituirla por la más decorosa y digna, de hacer cada pueblo los sacrificios que estén en su mano para alcanzar su propio mejoramiento(…)”. Precisamente en esta movilización de energías locales, desconocida en la provincia hasta el momento, vio León Leal el comienzo del resurgimiento extremeño. No se sumaron los torrecillanos a la iniciativa, que vino a solucionar el problema de los locales escolares a muchos pueblos de la provincia.

El panorama se vislumbraría diferente en 1931, mas aún para la Educación. Con la proclamación de la Segunda República, se hizo una apuesta clara por la escuela pública y laica. Supondría el despertar de una gran inquietud educativa. Proclamaba el cambio el hecho de que un gobierno y forma de estado se hubiese dado a sí misma el nombre de República de los maestros, lo cual ponía de manifiesto la intencionalidad pedagógica de los nuevos tiempos. A los catorce días del primer gobierno, Marcelino Domingo promulgaría un decreto para renovar todo el plan de la Dictadura y restablecer el de 1903.

El trienio de la Guerra Civil supuso el aniquilamiento de todo lo que se había levantado durante la etapa anterior. Tras el golpe de estado, el bando republicano continuó con sus proyectos educativos, mientras que los rebeldes darían un giro copernicano a la política educativa seguida hasta entonces.

5.3.  Alumnos

El primer tercio del S. XX fue una etapa de progreso para la escolarización y en estos años, como corresponde al aumento en el número de escuelas, crece la asistencia. En la provincia de Cáceres la matrícula de los escolares avanzó de

31.028 en 1916 a 51.032 en 1929. Pero el principal problema era el absentismo escolar, ya que la mayoría de los chicos, en cuanto se podían defender, eran enviados al campo para realizar cualquier tarea.

Con este panorama, la provincia de Cáceres presentaba uno de los índices de analfabetismo mayores del país. Con un 66.10% ocupaba el decimoctavo puesto provincial. Por otro lado y a pesar de que los años veinte fueron una época de cambio rápido, con una mejora evidente, había pocas aulas y pocos profesores y, consecuentemente, la provincia estaba afectada por una de las memores tasas de escolarización de España.

5.4.  Maestros

Según datos publicados por Juvenal de Vega y Relea, Inspector Provincial de Primera Enseñanza de Cáceres, en la revista “Renovación”, mientras la media en España era de 13,17 maestros por cada 10.000 habitantes, en Extremadura la relación disminuía hasta el 10,68. La normativa escolar entonces vigente. Ley de 23/6/1909, preceptuaba que cada profesor debería tener a su cargo un grupo de 60 niños como máximo. De acuerdo con esta proporción, se deducía que la provincia de Cáceres necesitaba unos 350 nuevos maestros, mientras la evolución del número de maestros había sido netamente más lenta: en 1922, 520 y en 1928, 592. Además, tampoco contaban los maestros con medios adecuados que les ayudasen en su dedicación.

El conflicto civil acarrearía las consiguientes depuraciones de maestros. Entre las acusaciones formuladas contra los mismos, constan: “(…) se acusa al maestro de no usar o desconocer la moralidad y de ser ateo y haber enervado a las masas con las doctrinas marxistas (…)”. El día 1 de septiembre de 1.936, mediante circular del Gobierno Civil, en cumplimiento de instrucciones recibi- das, se estableció que “(…) próximo a empezar el curso, todos los comandantes militares, Gobernadores Civiles y comandancias de la Guardia Civil, procederán a averiguar y formar relación de los maestros nacionales clasificados por ideas socialista, comunistas y francamente izquierdistas, a fin de ordenar su destitución (…)”.

Las órdenes de 8/11 y 7/12 de 1.936 iban encaminadas al mismo fin. La primera de ellas establecía: “(…) la atención que merecen los problemas de la enseñanza, tan vitales para el progreso de los pueblos, quedaría esterilizada si, previamente, no se efectuase una labor depuradora en el personal que tiene a su cargo una misión tan importante como la pedagógica (…)”192.

Este proceso purificador se extendió también a los maestros “no contaminados”. Al terminar la guerra los maestros que pudieron probar su hostilidad a la república, tuvieron que superar unos exámenes y seguir unos cursos de orientación profesional, “(…) para saturar su espíritu del contenido religioso que informa nuestra cruzada (…)”193.

Pero vayamos por partes.

6. ENCUESTA DE 1924

La escuela unitaria de niños de Torrecillas de la Tiesa, que estaba situada en la plaza Mayor, constaba de cinco secciones o niveles, cuya actividad se desarrollaba en una sala de clase de 22 m2 de superficie y 64´1 m3 de capacidad, con dos ventanas a la calle, una al saliente y otra al norte. Su estado de conservación era muy malo. Además de ser incapaz para albergar a los alumnos asistentes, no reunía condiciones higiénicas ni pedagógicas para desarrollar la docencia.

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Lám. 6. Edificio del antiguo ayuntamiento de Torrecillas. La planta baja era dedicada a escuela de niños, ya desde el siglo XIX. Archivo Municipal de Torrecillas de la Tiesa.

El local era propiedad del ayuntamiento y estaba ocupando la planta baja del edificio de ayuntamiento, cuyas oficinas estaban en el piso superior. El hecho de que su estado de conservación fuese poco adecuado, se achacaba a que el propietario, el ayuntamiento, no atendía debidamente las reparaciones necesarias. El piso, que era de cal, viciaba enseguida la atmósfera del local con el polvo que se levantaba al pisarlo.

La vivienda del maestro estaba ubicada en un edificio distinto al de la escuela, por carecer la misma de casa-habitación. Pagaba el maestro 250 pese- tas anuales por el alquiler de la misma, siendo su estado decente y capaz y atendiendo el propietario a acometer las mejoras necesarias cada vez que era preciso.

El maestro era Gregorio Crespo, sin ningún defecto físico, tenía número de escalafón –35 y disfrutaba un sueldo de 3.000 pesetas, además de una gratificación de 250 pts. por impartir clases por la tarde-noche a los adultos; en total

3.250 pts. anuales.

En cuanto a los alumnos, se sabe que en la localidad había unos 165, de los cuales estaban matriculados 105: 71 de 6 a 8 años, 22 de 8 a 10 años y 12 de 10 a 12 años. Por lo tanto alrededor de un 40% de los niños torrecillanos, estaba sin matricular siquiera. La asistencia media diaria era de 59 individuos. Es decir, el 35% de la población infantil total y el 55% de los matriculados. Como vemos una estadística pírrica. Por meses, la asistencia media era:

S

O

N

D

E

F

Mr

A

My Jn Jl
75 70 76 70 64 66 60 52 49 40 30

Las causas de que los meses de mayor absentismo fuesen los de abril, mayo, junio y julio, se achacaban a la dedicación de los niños a tareas tales como cuidar el ganado lanar o matar langostas. La mayor asistencia en los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, se consideraba debida al hecho de ser época muerta en las faenas del campo. Sabían leer 64 niños y se calculaba que unos sesenta estaban sin escolarizar.

También se pormenorizaba lo relativo al material. Los gastos, por capítulos, ascendían a:

Material fijo Material móvil Limpieza Calefacción Luz Total
Niños

15

115´20

20

12

162´20
Adultos

31´44

30 61´44
Total

15

146´64

20

12

30 223´64

El mobiliario estaba constituido por cinco cuerpos antiguos de carpintería de seis plazas, dos sillas y tres bancos. En total se disponía de 44 plazas en la escuela. ¿Dónde se sentaban los demás alumnos?. Completaban el menaje una mesa y sillón para el maestro, dos armarios, encerados, mapas, retrato del Rey y otros objetos que el maestro no especifica. Consideraba que el mobiliario y los enseres se encontraban en muy malas condiciones, por ser ya viejo y estar muy usado.

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Lám. 7. Maestro de Torrecillas de la Tiesa con sus alumnos, en torno a 1920.

Aportada por Manuela Gil

Con relación a los aspectos higiénicos, cabe decir que la fachada de la escuela estaba orientada al saliente, no tenía ventilación suficiente, aunque no estaba próxima a focos infecciosos, carecía de bastante luz. No era húmeda, no tenía agua corriente, retretes, campos de juego, jardín, patio, deslunado, gimnasio, cuarto de baño, ropero ni habitación higiénica complementaria. En cambio, la casa del maestro era considerada higiénica. Se cumplía puntualmente con los procesos de vacunación obligatoria, la última en 1.923. La vigilancia higiénica oficial era considerada poco rigurosa.

No funcionaban instituciones complementarias de la escuela: colonia escolar, cantina ni ropero. No había establecida Mutualidad Escolar.

Por lo que respecta a la dinámica escolar, se lograba terminar con las enseñanzas del programa oficial y se realizaban salidas 1 día a la semana en primavera y otoño. No había biblioteca ni museo escolares, pero se celebraban las preceptivas exposiciones de trabajos escolares. Tampoco se celebraba el día del Árbol, “por haber encontrado apatía e indiferencia en las autoridades”. No se disponía de material científico suficiente, salvo algunos mapas.

La labor pedagógica del maestro estaba dificultada por la anormal asistencia de los niños a la escuela y el hecho de que sus padres “les distrajesen de esta asistencia apenas tenían 10 años, para que les ayudasen en los campos”.

En los últimos dos años la inspección había visitado una sola vez la escuela. La Junta Local tenía muy poco celo por la enseñanza.

Como observación final, el maestro apuntaba que debieran tomarse medi- das enérgicas para obligar a los padres a que enviaran a sus hijos a la escuela, “como es su sagrada obligación y está ordenado por múltiples disposiciones” y, al mismo tiempo, prohibir terminantemente a los padres “sacar de la escuela a sus hijos antes de terminar la edad escolar de asistencia a clase”, o sea, a los catorce años. Firmaba la encuesta el maestro el día 23 de noviembre de 1.924.

La escuela unitaria de niñas de Torrecillas de la Tiesa, situada en la calle Mayor, dentro del casco urbano de población, constaba de una sala de clase de 12´1 m. de largo, 2´8 de ancho y 2´75 de alto, en total, 33´88 m2 de superficie y 90´42 m3 de capacidad, con dos ventanas a la calle y un desván. Su estado de conservación era tan solo regular, porque, al igual que la de niños, su propietario, el ayuntamiento, no atendía debidamente las reparaciones necesarias. Además, consideraba la maestra que dejaba mucho que desear, por ser de forma irregular. Instaba la maestra a suprimir una escalera del local, que consideraba peligrosa.

La vivienda de la maestra era de su propiedad, por lo que no pagaba renta. Su estado era decente y capaz.

La maestra era Ángela María Lluch Tomé, sin ningún defecto físico, tenía número de escalafón 2.130 y disfrutaba un sueldo de 3.500 pesetas anuales.

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Lám. 8. Elisa Redondo Vallejo, Maestra de Torrecillas a partir de 1.934, con sus alumnas. Sin fechar. Aportada por Eufemia Ávila y Manuela Gil

En cuanto a las alumnas, en la localidad había 139 niñas, de las que estaban matriculadas 95: 44 de 6 a 8 años, 14 de 8 a 10 años, 12 de 10 a 12 años y 25 menores de 6 años. No se especifica que hubiera niñas mayores de 12 años. Por lo tanto, el 35 %, aproximadamente, estaba sin matricular y de las que estaban matriculadas, la asistencia media diaria era del 50%. Del total de niñas torrecillanas, tan sólo el 35% recibía instrucción.

La asistencia media diaria era de 47 niñas, mientras que por meses:

S

O

N

D

E

F

Mr

A

My Jn Jl
70 60 45 40 60 75 78 70 75 75

Los meses de menor asistencia eran noviembre y diciembre, debido a la recolección de la bellota. La mayor asistencia se daba en los meses de febrero, marzo, mayo, junio y septiembre, por ser los más libres en las faenas agrícolas.

Sabían leer 40 niñas y escribir 30. No había alumnas subnormales. Se detallaba, respecto del presupuesto de material, que se gastaba:

Material fijo Material móvil Limpieza Calefacción Total
Niñas

40

90´20

20

12

162´20

El mobiliario consistía en cuatro mesas-banco, uno de ellos bipersonal y tres antiguos de tres asientos, una mesa para la maestra, tres sillas, 8 bancos para niñas, un crucifijo con dosel, un retrato del Rey, un cuadro de la Purísima, una colección de carteles, una colección de láminas de historia sagrada y un encerado para la aritmética. Este material se encontraba en regular estado de conservación.

Con relación a los aspectos higiénicos, cabe decir que la escuela estaba orientada al norte, no tenía ventilación bastante, aunque sí iluminación suficientes y no estaba próxima a focos infecciosos. No tenía humedad, agua corriente, retretes, campos de juego, jardín, patio, deslunado, gimnasio, cuarto de baño, ropero ni dependencias higiénicas complementarias. La casa de la maestra era considerada higiénica. Se cumplía puntualmente, al igual que con los niños, con los procesos de vacunación obligatoria, pero no se llevaba a cabo la vigilancia higiénica oficial.

Tampoco funcionaban instituciones complementarias de la escuela: colonia escolar, cantina, ropero ni mutualidad.

En relación con la dinámica escolar, cabe decir que terminaban las enseñanzas del programa oficial, no se realizaban excursiones, no había biblioteca ni museo escolares, aunque se celebraban exposiciones de trabajos escolares. Tampoco se celebraba el día del Arbol, ni se disponía de material científico suficiente. La labor pedagógica de la maestra estaba dificultada por la falta de asistencia y el descuido de algunos padres que, no sólo no ayudan, sino que “con toda la fuerza de su acción, entorpecen grandemente”.

En los últimos dos años la inspección no había visitado la escuela. La última visita se remontaba al día 10 de abril de 1.915. La Junta Local no tenía ningún celo por la enseñanza. En la localidad funcionaba una escuela privada de niñas, probablemente de “cagones”. Firmaba la encuesta Ángela María Lluch Tomé, el día 23 de noviembre de 1.924.

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Lám. 9. Firma de María Lluch Tomé

 7. ENCUESTA DE 1939

La llegada de la guerra civil acarreó un claro retroceso educativo. Atentos al análisis de situación que hacía el ministro Pedro Sáinz Rodríguez en enero de 1.939, respecto de las consecuencias acarreadas por la política educativa republicana: “(…)A partir del año 1.931 fueron creadas por los Gobiernos de la República multitud de escuelas que no respondían a la necesidad de atender a la enseñanza en muchos casos, y en otros estaban destinadas a sustituir la enseñanza dada por las congregaciones religiosas en virtud de la legislación laica y especialmente de la Ley de Asociaciones y Congregaciones Religiosas. Esto dio como resultado la multiplicación de escuelas en España para conseguir fines políticos e intentar recoger la matrícula de los alumnos que se educaban en la enseñanza privada religiosa, pretendiendo atropellar el derecho de los padres a la educación de sus hijos en los establecimientos libremente elegi- dos por los mismos(…)”194.

A continuación reconocía que “(…) nuestra Gloriosa Cruzada, desarrollada en diversas provincias de España con la consiguiente perturbación en la densidad de población infantil en numerosísimos pueblos, hace que la distribución de escuelas existentes en España el 18 de julio de 1.936, no responda a las exigencias de la realidad escolar actual, por las razones anteriormente apuntadas, siendo inexcusable proceder a una redistribución lo más acertada posible, para de esta forma resolver adecuadamente tan difícil problema(…)”.

Por ello se aprestaba el Ministro a adoptar medidas correctoras, admitiendo que “(…) obran ya en este Ministerio datos recogidos por la inspección sobre este asunto (…)”. Sin embargo Pedro Sáinz no otorgaba credibilidad a la info mación aportada por la inspección ni por el magisterio, considerando “(…) acaso más objetivos los datos que la autoridad de los Gobernadores Civiles pueda obtener de los respectivos Municipios, padres de familia, y otras autoridades ajenas al personal docente e interesados directamente en la obra educativa (…)”.

Puestos de manifiesto estos antecedentes, el Ministro solicitaba del Gobernador Civil de la provincia, información veraz sobre el número de escuelas nacionales servidas por maestros y por maestras, el número de escuelas municipales, el número de escuelas privadas sostenidas por congregaciones religiosas, titularidad de los edificios y una propuesta de creación o supresión de escuelas en cada localidad.

Tras recibir la comunicación, el Gobernador Civil de Cáceres decidió contravenir lo establecido en la misma, respecto de obviar a la instancia administrativa del Ministerio de Educación Nacional en la provincia, y encargó a la Sección Administrativa de Primera Enseñanza, para que recabase los datos solicitados por la superioridad. Dicha sección giró un oficio y un cuestionario a todos los ayuntamientos, para que lo cumplimentasen.

El día 4 de marzo de 1.939, Higinio Aullón hizo llegar al Gobernador Civil los cuestionarios cumplimentados y una lista con las localidades que aún no habían respondido, en total 36. Tan solo tres días después, el Gobernador cursó escrito a las localidades rezagadas, para que remitiesen los datos “(…) en el improrrogable plazo de veinticuatro horas (…)”.

Y, como era de esperar, la contestación se verificó. Estos son los datos aportados a la misma desde Torrecillas de la Tiesa, por el Alcalde, el día 14 de febrero de 1.939: En la localidad había dos escuelas nacionales, cada una de las cuales estaba servida por un maestro o maestra.

La matrícula en las escuelas de niños era 120 alumnos, mientras que en las escuelas de niñas había matriculadas 124 alumnas.

La asistencia media para los niños era de 82 alumnos, rodando el 30% de absentismo escolar. En el caso de las niñas, acudían, de media, 87 alumnas, por lo que el absentismo femenino rondaba idéntico porcentaje que para los niños. Si comparamos con los datos de 1.924, podemos decir que en el caso de las niñas, se había pasado de 95 matriculadas a 124 matriculadas, más de un 30% de incremento. La asistencia media había pasado del 50% al 70%, un 60% más. En cuanto a los niños, se había pasado de 105 matriculados a 120, casi un 20% más. La asistencia media, sin embargo, había pasado del 65% al 70%, ni tan siquiera un 10% de aumento.

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 Lám. 10. Maestro con su grupo de alumnos, en Torrecillas de la Tiesa, hacia 1910.Aportada por Agapita Rubio García

En cuanto a los maestros, había dos de cada sexo. Permanecía Ángela María Lluch, con fecha de incorporación 27/10/1.899 y ya se había incorporado Juliana Elisa Redondo el 12/11/1.934, ambas de gratísima memoria en la localidad. Los maestros eran Gregorio Vicente Holgado, incorporado el 6/9/1.933 y Emiliano Redondo Broncano, el 12/11/1.934.

En la encuesta se hacían constar, como propuesta, que “dado el censo escolar, sería conveniente la creación en esta localidad de dos escuelas, una de niños y una de niñas”.

Sirvan estas aportaciones para poner de manifiesto los avatares educativos de una localidad del partido de Trujillo, así como para rendir homenaje a alumnos y maestros torrecillanos, así como a todas las personas que pusieron su empeño en la mejora de las condiciones de escolaridad en la villa.

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182 FERNÁNDEZ ARMESTO, F. “Lo importante de la historia son los fenómenos periféricos”, en EL PAÍS 10/10/1.995.

183   A este respecto podemos citar algunos artículos recogidos en revistas culturales, como los de CLEMENTE FUENTES, L. “Las condiciones de trabajo en las escuelas públicas de la provincia de Cáceres”, en Revista ALCÁNTARA 33 (Sept–Dic 1.994), o BLANCO NIETO, G. “Escuela y sindi- catos: la obra social de Ezequiel Fernández Santana” en Revista ALMINAR nº 48. Octubre de 1.983. Sólo nos constan los monográficos de DOMÍNGUEZ LÁZARO, M. y GONZÁLEZ BENEGAS, J. “Historia de la Educación en Barcarrota”. Badajoz. Diputación Provincial 1.999. VALLECILLO TEODORO M.A. y otro “Historia de la educación en Olivenza”.Badajoz. Consejería de Educa- ción, Ciencia y Tecnología. 2.005 y COLLADO SALGUERO, I. “La enseñanza en Almendralejo (Siglos XVI-XIX)”. Editora Regional de Extremadura. Badajoz. 2.005, además de lo apuntado en BELLO, L. “Viaje a las escuelas de España. Extremadura” ERE. Badajoz. 1.994. También caben considerarse las comunicaciones presentadas en el I Encuentro sobre Historia de la Educación en Extremadura, celebrado en Mérida en 1.997: RODRÍGUEZ PASTOR, J. “Para poner escuela y enseñar a los niños (un título de maestro del siglo XVIII)”. VIDIGAL SILVA, M. A. y GARRIDO DÍAZ, P. “Las escuelas públicas “Manuel Durán” de Puebla del Maestre”, PULIDO GUERRERO M. “Una escuela de cagones”, o las presentadas en el II Encuentro sobre Historia de la Educación en Extremadura, celebrado en Trujillo en 1.999: MORENO, U., SÁNCHEZ, R., MAÍLLO, J. y MARCOS, J. “Investigación en archivos de centros y municipios. Curiosidades a destacar”, GONZÁLEZ CARBALLO, J. L Y OTROS “La educación en la comarca de Olivenza-Barcarrota (1.923-1.936)”, GRUPO DEL C. P. “SEBASTIÁN MARTÍN”, “Memorias que, a modo de pliegode descargo hacen D. Pedro Casio, maestro de la escuela de niños y Dña María Sanz, maestra de la escuela de niñas de Montehermoso, para defenderse de las acusaciones que les hace la Junta de Instrucción  Pública  durante  el  curso  1.925  a  1.926”,  BARBERO  MATEOS,  J.  y  CUESTA GARCÍA, R. “Serradilla. La educación en el siglo XVIII” y CRA “LOS ALIJARES”, “Evolución de la educación en el siglo XX”. Finalmente reseñar cuatro estudios inéditos que, con la financia- ción  de  la  Consejería  de  Educación  de  la  Junta  de  Extremadura,  ha  coordinado  BARBERO MATEOS, J., entre los años 2.000 y 2.010 y en los que han participado Remedios Cuesta, Florencio Fernández, Isabel Fernández, J. Pablo Gómez, Ana Mellado, Vicente Pastor y Cosme A. Tomé.

184   LARRA, M.J. Citado por RODILLO CORDERO F. J. en “Datos para la historia escolar de Extremadura”. Mérida. ERE, 1.998.

185   MADOZ, P. Diccionario Histórico-Geográfico de Extremadura. 1.846. Cáceres, Seminario de Estudios del frente de Juventudes, 1.955.

186  Citado por RODILLO CORDERO, F. J. en Op. Cit.

187  Elaboración propia a partir de un documento fechado en 1.909 y obrante en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Se trata de una memoria redactada por la Junta Provincial de Instrucción Pública de Cáceres, en cumplimiento de lo establecido en una Real Orden de 22 de junio de 1.908.

188   El expediente de referencia ha sido consultado en el Archivo General de la Administración, de Alcalá de Henares, legajo 32/12344.

189  MENA POBLADOR, V. “Enseñanza local”. En EL CRONISTA. Serradilla. 5 de Julio de 1916.

190   Este estudio se basa en dos encuestas, remitidas desde la administración educativa a colegios y ayuntamientos de la provincia de Cáceres en 1.924 y 1.939. Los originales se encuentran en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres.

191  CRONOS (Pseudónimo). “Cosas del día. Por el buen camino” en EL CRONISTA nº266. Serradi- lla 20/1/1.917.

192  Citado por  DOMÍNGUEZ LÁZARO, M. “La enseñanza en Plasencia durante el siglo XIX”, en ALCÁNTARA 26( Mayo–Agosto 92). pp 61-72.

193.M. 28/12/1.939.

194 Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Expedientes de Educación.2.5.1.8.2.

Oct 012009
 

Jesús Barbero Mateos.

En el año 2005 se cumplió el centenario del diseño y puesta en marcha del método de la lectura por la escritura RAYAS, que supuso una auténtica revolución pedagógica, en relación con el tratamiento del aprendizaje lecto-escritor, por cuanto abordaba ambos aprendizajes de forma simultánea e inseparable.

En aquel momento se aprovechó la efeméride para poner en valor la figura del personaje que lo hizo posible, el maestro serradillano Ángel Rodríguez Álvarez, así como la auténtica innovación metodológica que impulsó con su obra. Unas jornadas desarrolladas en el Centro de profesores y Recursos de Trujillo en mayo de 2005 y un programa de actos para conmemorar el citado centenario, puesto en marcha en Serradilla en agosto del mismo año, vinieron a poner en valor RAYAS y a su autor.

Algún tiempo antes, en septiembre de 2.003, había presentado en estos mismos coloquios una comunicación titulada “Cien años de una innovación sin precedentes. El Rayas”, con la que pretendía llamar la atención sobre el acontecimiento y la necesidad de celebración de la efeméride.

En la comunicación se ponía de manifiesto que en distintos momentos a lo largo de finales del siglo XX, había surgido una agria polémica en torno a la autoría del método RAYAS.

La primera de ellas surgió a finales de los años sesenta y primeros setenta, a raíz de la publicación del libro “Sin Raíces”, por parte de Víctor Chamorro, que es una biografía novelada sobre Agustín Sánchez Rodrigo. En sus páginas se asegura que “(…) Celestino Vega llegó a afirmar que la idea fue de Agustín Sánchez, quien acudió a Ángel Rodríguez buscando su asesoramiento como pedagogo y dándole la idea para que él la desarrollase desde el punto de vista técnico, así como para que la confeccionase caligráficamente. Estamos convencidos que Agustín participó activamente en la invención del método RAYAS.

¿Fue sólo abra suya? ¿Fue en colaboración con Ángel? ¿Aportó él la idea y Ángel la llevó a la práctica? Esto es lo que afirma Celestino Vega, hombre objetivo y equilibrado, pese al enorme fervor con que trata todo lo que se relaciona con Agustín, al que siempre consideró su querido maestro (…)”.

Tras esta publicación, Raimundo y Alfonso Rodríguez Rebollo, sobrinos de Ángel Rodríguez Álvarez, escribieron en el diario ABC un artículo, que fue trascrito el día 23 de febrero de 1.971 en el diario HOY, con el que trataban de rebatirse los argumentos aportados por Víctor Chamorro, a base de aportar otros puntos de vista: “el autor fue Don Ángel Rodríguez Álvarez, que lo concibió basado en su cultura pedagógica, lo escribió, experimentó y sometió a comprobación. El libro del biógrafo, según propia confesión, es una biografía novelada y esto permite ciertas licencias en su desarrollo e interpretación del personaje. Pero cuando se hace referencia a personas que vivieron, debe el biógrafo, si es riguroso historiador, hacer historia y no deshacerla. Forzado a atribuirlo oficialmente a Ángel Rodríguez, transcribe manifestaciones de persona ya fallecida que, aún suponiendo las hiciera, sólo pudo exponer una opinión personal, sin valor de testimonio histórico, pues apenas si había nacido cuando se elaboraba el Rayas. Todas estas consideraciones y algunas más se las hemos dirigido privadamente al biógrafo, proponiéndole una rectificación pública del error. Como la contestación no ha sido la adecuada y justa y ante la interrogante lanzada, nos sentimos obligados a restablecer la rigurosa legitimidad de la creación de Rayas, cuya propiedad fue vendida en 1.917 por el autor al editor”.

La polémica se acalló al ponerse de manifiesto con claridad que la autoría del método era de Ángel Rodríguez Álvarez. Sin embargo, volvió a resurgir en 1.985 al publicarse en el diario EXTREMADURA del día 20 de julio, un artículo sin firma de autor, en el que nuevamente se atribuye la autoría del método a Agustín Sánchez Rodrigo. La revista local serradillana A.J.S. lo transcribió íntegramente en sus páginas, entre cuyas líneas podía leerse: «Aunque el invento Rayas fuera firmado por el maestro y amigo de Agustín, Ángel Rodríguez Álvarez, todo parece indicar que la idea original partió del primero (…)”. Como era de esperar, hubo pronta contestación, en esta ocasión de la mano de Mª Victoria Mateos Rodríguez: “¿cómo se atreven a afirmar lo que no es verdad? Es delito querer usurpar el derecho de paternidad al verdadero autor de Rayas, Ángel Rodríguez Álvarez. Tenemos cartas, el contrato de cesión de los derechos, en una de cuyas cláusulas se establece: “si hacéis alguna modificación sustancial, que afecte al fondo de la obra, tendréis la obligación de indicarlo en la portada; de ella no desaparecerá jamás mi nombre como autor”.

Terminaba aquella comunicación, concluyendo que, como en ninguna de las portadas de las sucesivas ediciones se hizo constar la introducción de modificaciones sustanciales y en todas ellas se reflejó que el autor fue Ángel Rodríguez Álvarez, parece claro que la polémica, además de estéril, fue provocada artificialmente, sin saber muy bien en defensa de qué intereses, quedando demostrado que el autor de RAYAS fue el maestro serradillano Ángel Rodríguez Álvarez.

Por otro lado, en 2.003 fue publicada la obra Érase una vez Extremadura, de Víctor Chamorro, en la que el autor, lejos de rectificar su posición, vuelve a atribuir a Agustín Sánchez la autoría del método RAYAS.

Esto es lo que sabíamos hasta ahora. Pero han aparecido nuevos datos que permiten precisar la información disponible, sin poner en duda, en ningún caso, la autoría de RAYAS por parte de Ángel Rodríguez Álvarez.

1. NUEVOS ELEMENTOS A TENER EN CUENTA

Con esta nueva documentación disponible, puede introducirse una nueva variable a tener en cuenta, a la hora de considerar la aparición de RAYAS en el contexto y momento histórico en el que tuvo lugar.

Un Maestro. En torno al último cuarto del siglo XIX, Juan Cano y Cuadrado sucedió a Antonio Blasco en la escuela de Serradilla, como maestro de los niños. Este maestro ya regentaba la escuela de niños de Serradilla en el curso 1.873/741 y se mantuvo ejerciendo en la localidad hasta 1.885, cuando fue nombrado en su sustitución, el maestro Quintín Polo Luceño.

Juan Cano, que dio clases a Agustín Sánchez y a Ángel Rodríguez, se manifestaría como un maestro activo e innovador.

Dos alumnos. El impulso que se manifestó en Serradilla en relación con la educación, como ya se ha dicho en más ocasiones, dista mucho de ser casual. Un somero análisis histórico nos hace concluir que la década de 1.870 concentró el nacimiento en la villa de influyentes personajes, imprescindibles para entender el espectacular avance de las cuestiones educativas, ya a comienzos del siglo XX.

Agustín Sánchez Rodrigo. Nació el día 19 de diciembre de 1870. Con quince años su padre le envió a Cáceres para que se iniciara en el oficio de comerciante, aunque pronto regresó a Serradilla.

De espíritu inquieto y solidario, observador e innovador, su vida fue una constante apelación al dinamismo. Amante de la palabra escrita, fundó numerosos periódicos. El año 1905 supuso un punto de inflexión en su vida. Adquirió maquinaria y montó una editorial para hacerse cargo de la edición del método de la lectura por la escritura RAYAS. Cuando se dio cuenta de que la publicidad era el mejor sistema para dar a conocer el método, fundó un periódico quincenal, EL CRONISTA. Corría el año 1.916.

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 Lám. 1. Agustín Sánchez Rodrigo.

Fue miembro de la Junta Local de Primera Enseñanza, se hizo eco de los postulados de León Leal Ramos en la Caja Extremeña de Previsión Social, reivindicó el reconocimiento de la labor de los maestros, la necesidad de erradicar el absentismo escolar y el analfabetismo. Animó y contribuyó a fundar el Ateneo Serradillano…

Falleció en Madrid en febrero de 1933, habiendo sabido adelantarse en décadas a los horizontes de su generación y avanzando soluciones imaginativas a seculares problemas sin resolver.

En relación con su escolarización, este es el testimonio que él mismo aporta: “A los cinco años me pusieron mis padres la cartilla en la mano y me man- daron a la escuela2. Los mayores podían holgar atrás alejados de la vara del tío Cano (…)”3. Esto demuestra que Agustín Sánchez fue alumnos del maestro Juan Cano y Cuadrado, siendo éste, además su único maestro.

Ángel Rodríguez Álvarez. Nació en 1877. Estudió magisterio en la Escuela Normal de Maestros de Cáceres. Fue presidente de la Asociación del Magisterio Cacereño. También dirigió el periódico profesional “Magisterio Cacereño”, en el que escribió numerosos artículos de carácter pedagógico. En 1905 diseñó y puso en marcha el método de la lectura por la escritura RAYAS.

Su preocupación por la cultura fue una de las constantes que marcaron su actividad vital. A la fundación y mantenimiento de revista y periódicos se entregó, convencido de su valor para elevar el nivel del hombre en sociedad. Falleció en Cáceres el día 23 de febrero de 1962, a los 85 años. Escribió varios libros de texto de lecturas, aritmética y gramática para las escuelas de enseñanza primaria. De entre ellos destacamos, además de “Rayas”, La aritmética del grado primero.

En relación con su escolarización y dada su fecha de nacimiento, apenas si debió estar en la escuela con el Maestro Juan Cano más allá de uno o dos años, pues el maestro se trasladó de la localidad cuando Ángel contaba sólo ocho años. Fue D. Quintín Polo Luceño quien guió la escolaridad del personaje.

Una solicitud. Cuando finalizaba el curso 1883-1884, el maestro Juan Cano y Cuadrado, presentó un escrito de solicitud al “Excelentísimo Señor Director general de Instrucción Pública”.

Este es su tenor literal:

D. Juan Cano y Cuadrado, Maestro de Instrucción primaria elemental y propietario de la Escuela elemental completa de niños de Serradilla, provincia de Cáceres, según cédula personal expedida el 27 de Diciembre de 1.883 con el número 83210 impreso y 620 manuscrito, a V. E. con el mayor respeto dice:

En quince años de práctica en la enseñanza de la niñez, ha tenido necesidad de emplear diferentes métodos para el aprendizaje de la Lectura y, entre todos, el que mejores resultados prácticos le ha dado ha sido el que ha impreso bajo el título de “Método racional de Lectura” y del que es adjunto un ejemplar, a fin de que, examinado por esa Dirección y previo informe del Consejo superior de Instrucción Pública, sea declarado de Texto, expresado método de lectura, por lo cual,

Suplica a V.E. sea tomada en consideración esta petición que redundará en beneficio de la enseñanza. Gracia que no duda alcanzar del recto criterio de V.E. cuya vida guarde Dios muchos años.

Serradilla, 16 de julio de 1884. Juan Cano y Cuadrado (Rubricado)”.

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Método Racional de Lectura. En definitiva, la solicitud de este maestro supone asumir que, veinte años antes del diseño y puesta en marcha de RAYAS, en Serradilla ya se había diseñado un método, aunque en esta ocasión tan sólo iba referido a la lectura: “Método Racional de Lectura”. Sobre la resolución de la citada solicitud nada sabemos, porque o consta documentación alguna en el Expediente.

A tenor de estos datos, es evidente que hay un claro precedente de RAYAS. Si además de ello tenemos en cuenta que Agustín Sánchez fue discípulo del Maestro Juan Cano, que era un personaje intelectualmente inquieto y que acabó editando un método de lectoescritura, no parece descabellado afirmar que algo debió tener que ver con el planteamiento de la idea inicial, sobre la necesidad y conveniencia de elaborar y editar un método actualizado.

Ahora bien, conviene dejar claro que ello no supone, en absoluto, plantear dudas acerca de la autoría material de Ángel Rodríguez Álvarez. De lo que se podría hablar es del lanzamiento de la idea por parte de Agustín Sánchez, para que Ángel Rodríguez diseñase, confeccionase y experimentase un método que englobase ambas facetas instrumentales:la lectura y la escritura.

Por lo tanto, aquella consideración de que RAYAS era “una innovación sin precedentes”, queda desbaratada con esta información.

Procede en este momento poner de manifiesto detalladamente el planteamiento teórico y las características técnicas del “Método racional de lectura”, confeccionado por el maestro Juan Cano y Cuadrado.

El maestro Juan Cano y Cuadrado, quien tuvo a su cargo en sus primeros años de escuela a Agustín Sánchez Ro- drigo durante toda su escolaridad y a Ángel Rodríguez Álvarez, diseñó, comprobó y publicó un manual titulado “Método Racional de Lectura, que se imprimió en 1884 en Cáceres, en la imprenta de Nicolás M. Jiménez, ubicada en la parte baja de la Plaza de la ciudad, donde años después se instaló La Minerva.

Por el momento se desconoce el número de ejemplares que vieron la luz, aunque en el Archivo General de la Administración se conserva uno de ellos, que es el que he podido hojear.

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Concretamente se encuentra en el Legajo 21/20195, junto con la solicitud del maestro para que fuese autorizado. Su estado de conservación es bueno.

El librito tiene unas dimensiones de 14 x 21´5 cm. y consta de 72 páginas.

En el prólogo se introducen bases teóricas y planteamientos educativos del autor, a la vez que se consignan algunas instrucciones para la puesta en marcha del método, como veremos a continuación.

En primer lugar, Juan Cano saluda a sus colegas con el encabezamiento “A mis comprofesores” y hace constar su opinión sobre la bondad y acogida de los distintos manuales, haciendo hincapié en que no siempre lo que más gusta es lo mejor y apuntando que todos los que ha empleado adolecían de fallos: “En los métodos de lectura hay un no sé qué, que los hace simpáticos o antipáticos, sin que podamos precisar la razón. Hay algunos que siendo buenos, nos parecen detestables y otros que no reuniendo ninguna condición aceptable les damos preferencia”.

Seguidamente afirmaba haber tratado de corregir los desfases que había ido detectando: “en todos he encontrado algún vacío que he tratado de llenar con procedimientos”, para argumentar que su método recoge la satisfactoria experiencia de su ejercicio profesional y que da buenos resultados, justificando sus carencias en la exposición del mismo: “En el método, que hoy me decido a publicar, expongo los procedimientos que vengo adoptando hace algunos años con resultados satisfactorios. Tengo la convicción de que en el aprendizage (sic) puede ser simpático a los Maestros.

Con humildad y sinceridad entra a razonar luego porqué publica el manual, asumiendo que si los maestros no deciden usarlo, será que no es bueno, “He creído un deber manifestar, con la sinceridad que me es peculiar, por qué publico este Método racional de Lectura. Si algo encuentran en él de bondad, mis compañeros procurarán adoptarle en sus escuelas; si adolece de defectos, o todo él es uno, su no adopción será el castigo de mi atrevimiento.

A partir de aquí comienzan las indicaciones para ponerlo en marcha de forma que los resultados sean satisfactorios. Inicialmente plantea su estructura: “Da principio el método por el conocimiento de las vocales colocadas de cinco maneras distintas, y siguen las consonantes de seis en seis del mismo modo colocadas, dándolas a conocer por su facilidad de pronunciación. Éstas deben darse a conocer con un sonido mudo, según tienen en el abecedario por orden alfabético que vá (sic) a continuación.

Para el conocimiento de las sílabas directas he encabezado éste con un procedimiento susceptible de aplicación al antiguo y nuevo silabeo; aunque es muy conveniente adoptar el principio de dar a conocer estas sílabas a los niños según la delicadeza de su oído. En dicho procedimiento, una vez aprendidos los cinco renglones de que constan, es necesario variar la raíz, y después al leer por ejemplo la sílaba bo, decir: si la o fuese una a, ¿cómo sonaría esta sílaba?

¿y si fuera una i?, etc, etc., hasta que comprendan y analicen la razón de la verdad que dicen.

En el procedimiento de las sílabas inversas se pronunciará la consonante con un sonido espiral y después de mudar la vocal raíz, ésta se pondrá en juego con todas las consonantes. Las sílabas compuestas con estos procedimientos no ofrecen duda alguna; pues así como los niños saben ya la razón de decir en una sílaba directa pa y al, en una inversa comprenden en seguida que p-al, suena pal. En las sílabas de contracción se procede a enseñarles, primero, los sonidos contraídos de las consonantes puestas en el primer procedimiento de la lección 30, después los contenidos en el segundo, y por fin adquieren rápidamente el conocimiento de estas sílabas por medio de ejercicios análogos a los que he anotado al hablar de las sílabas directas.

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En la parte práctica he expuesto, en primer lugar la teoría de la pronunciación del acento y de la diéresis, dividiendo las palabras según he observado las pronuncian los niños más dispuestos en esta enseñanza, dejando unidas en las palabras trisílabas y polisílabas la penúltima y última sílaba, debiendo seguir en los demás periodos, aunque están sin separar las sílabas, guardando la misma similitud; porque hay la ventaja de que los niños leen despacio y se enteran perfectamente de las sílabas antes de pronunciarlas. Algunos niños habrá que adquirirán el vicio de detenerse en las palabras monosílabas y algunas veces en la primera sílaba de las palabras algo difíciles de pronunciar; pero leyendo el Maestro antes que los niños el periodito que traigan de lección, aún si cabe más despacio que lean ellos, s eles acostumbrará a seguir el modelo.

Tras las indicaciones daban comienzo las sucesivas lecciones de las que constaba el manual. Se trataba de un método netamente silábico que constaba de cuatro partes.

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En la primera, que contenía treinta y cinco lecciones, se acometía el conocimiento sucesivo de las vocales, consonantes, abecedario en su conjunto, sílabas directas, palabras bisílabas, trisílabas y polisílabas, sílabas inversas y compuestas y luego se planteaban similares contenidos, pero para las sílabas de contracción.

El segundo bloque, conformado por seis lecciones, se centraba en la lectura de palabras bisílabas sin realizar divisiones de las sílabas.

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Un tercer apartado, con nueve lecciones, titulado Lectura de periodos, introducía explicaciones sobre acentos y diéresis, nociones de gramática, pronunciación de consonantes, requisitos para leer en voz alta, entonación de los signos de puntuación, advertencias para leer bien e importancia de la lectura…

Finalmente, en un cuarto epígrafe, propone algunos versos y máximas, concluyendo con un epitafio que dedicara Francisco Martínez de la Rosa a la tumba de Calderón de la Barca:

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Cabe señalarse, atendiendo a lo que el maestro manifiesta en el último párrafo del prólogo, “Me resta añadir que la mayor ventaja que he obtenido con mis procedimientos es la rapidez con que los niños escriben al dictado toda clase de palabras”, así como al análisis del material, una apreciación interesante.

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A pesar de que el método parece estar confeccionado exclusivamente para el aprendizaje de la lectura, lo cierto es que su puesta en práctica estaba pensada para simultanear el proceso escritor.

Atendiendo a esta consideración, bien puede decirse que el “Método Racional de Lectura” compuesto y publicado en 1.884 por el maestro Juan Cano y Cuadrado, es un claro antecedente del “Método de la lectura por la escritura RAYAS”, confeccionado por Ángel Rodríguez Álvarez.

Quizás, repito, quizás el hecho de que uno no triunfase, mientras que otro logró imponerse en casi toda España y parte de los países de habla hispana, radicase en que Agustín Sánchez Rodrigo acometiera la edición y distribución del segundo, mientras el primero durmió en el olvido definitivamente, sin nadie que se ocupase de darlo convenientemente a conocer.

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En este sentido apuntaba la intuición de Juan Cano cuando afirmaba: “En los métodos hay un no sé qué, que los hace simpáticos o antipáticos. Algunos siendo buenos nos parecen detestables y otros que no reuniendo ninguna condición aceptable les damos preferencia”, aunque él no consideraba, ni siquiera se planteó, la necesidad de una buena publicidad y de un adecuado sistema de distribución, como elementos de garantía para el éxito del método.

Sin embargo, Agustín Sánchez pronto comprendería que no regía en absoluto el dicho “el buen paño en el arca se vende” y que era necesario acometer un adecuado sistema de publicidad y tejer una completa red de distribución, para que el método triunfara, como así sucedió.

Quizás, sólo quizás, la clave explicativa del dispar éxito entre ambos métodos, radicase en la intervención de la mente preclara de Agustín Sánchez, en el momento de la edición, publicidad y distribución.

En todo caso, resulta evidente, tras lo manifestado hasta aquí, que Serradilla, anticipándose en décadas a la mayor parte de España, acogió iniciativas educativas diseñadas para redimir del analfabetismo a la, mayoritariamente analfabeta, población del país. Justo es reconocerlo así.

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1  Archivo Municipal de Serradilla. Legajo 158. Cuentas

2  CAJIDE LABRADOR, Juan José. “Historias de la Utopía”. Badajoz. Ed. Carisma. 1.996.

3  CHAMORRO, V. “Sin Raíces”. Plasencia, 1.970. Ed. Sánchez Rodrigo.

Oct 012007
 

Jesús Barbero Mateos.

SEMBLANTE DEL PERSONAJE[2]

Jesús Delgado Valhondo nació en Mérida el 19 de febrero de 1.919. Con tan sólo seis años quedó marcado por las consecuencias de la poliomielitis.

Tras la muerte de su padre, la familia se traslada a vivir a Cáceres, donde residía parte de su familia. Allí estudió bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza y contactó con Leocadio Mejías, Pedro de Lorenzo y José Canal, con quienes compartía aficiones culturales y gusto por la lectura.

De la mano del filósofo Pedro Caba y del catedrático de filosofía, Eugenio Frutos, fue moldeándose su formación intelectual y lírica.

Tras estudiar magisterio en la Escuela Normal de la capital, aprobó la oposición de ingreso al cuerpo de Maestros en 1.934 y fue destinado a Trevejo.

Dos años antes de la proclamación de la II República se había afiliado a Alianza Republicana, habiendo ostentado también el cargo de Secretario de la UGTen el sector de la enseñanza. Por ello fue expedientado, detenido y sancionado en octubre de 1.939 con traslado forzoso, sanción que cumplió en Gata.

En esta situación, comienza a salir de su aislamiento a través de una intensa relación epistolar con poetas de la talla de Vicente Aleixandre, José María Valverde o José Luís Cano.

Ya en 1.945, funda en Cáceres la revista ALCÁNTARA, junto a Tomás Martín Gil, Fernando Bravo y José Canal. En ella publicaría su primer libro de relatos, así como numerosos poemas y cuentos.

En 1.946 se traslada a Zarza de Alange donde, además de maestro, ejerce de practicante.

A partir de este momento comienza una intensa vida profesional y cultural, que prosigue tras su traslado a Mérida en 1.960, consolidándose su posición intelectual y su proyección poética.

En 1.988 la Junta de Extremadura le concedió la Medalla de la región por sus méritos humanos, profesionales y literarios.

En julio de 1.993 fue nombrado Hijo Predilecto por el Ayuntamiento de Mérida, muriendo pocos días después, el 23 de julio, en Badajoz.

Nada nuevo va a descubrirse ahora en relación con la actividad poética, literaria y, en general, intelectual del personaje. Nuestra principal aportación hará referencia a la faceta política y humana de Jesús Delgado Valhondo.

 

 

 

 

 

 

AMBIENTE POLÍTICO-PROFESIONAL

El golpe de Estado del 18 de julio de 1.936 acarreó multitud de disfunciones para los españoles en todos los órdenes de la vida. Para el caso que nos ocupa haremos referencia a la depuración de los funcionarios públicos.

Esto se vio reflejado claramente en la introducción de la Ley de 10 de febrero de 1.939, que fijaba normas para someter a los mismos a rigurosos procesos de depuración política. Cuando percibían que la guerra estaba a punto de finalizar, tras “la liberación de nuevos territorios”, consideraban imprescindible y de apremiante urgencia para la correcta puesta en marcha de un nuevo modelo de administración, la estricta depuración del funcionariado. Se trataba de actuar con rapidez para identificar y reintegrar a los afines y localizar y sancionar a los que “(…) contribuyeron a la subversión y prestaron asistencia a quienes por la violencia se apoderaron de los puestos de mando de la Administración(…)”.

En base a ello, la ley establecía que cada Ministerio debía proceder a depurar a sus funcionarios. Debía reclamarse a cada uno la entrega de una declaración jurada, conteniendo datos personales, profesionales, políticos, religiosos y profesionales, haciendo hincapié en la situación en el momento de acontecer el levantamiento. Habría instructores de los expedientes, encargados de verificar con los informes, declaraciones e investigaciones que considerasen necesarios, la declaración de cada funcionario, proponiendo la admisión o la incoación de expediente para imponer sanción. La ley relacionaba las causas susceptibles de sanción, así como las que podrían imponerse.En relación con el magisterio se hacía una salvedad. Según se establecía e la Disposición Adicional segunda, “La depuración del personal docente que depende del Ministerio de Educación nacional, se efectuará con arreglo a las normas especiales que al efecto se dicten”. Estas normas consolidaron la obligatoriedad depuradora para los maestros. El decreto de 8 de noviembre de 1.936, creaba las comisiones depuradoras y la Orden de 7 de diciembre de 1.936, que señalaba las sanciones a aplicar, iban también encaminados al mismo fin. El primero establecía: “(…) la atención que merecen los problemas de la enseñanza, tan vitales para el progreso de los pueblos, quedaría esterilizada si, previamente, no se efectuase una labor depuradora en el personal que tiene a su cargo una misión tan importante como la pedagógica (…)”[3]En la segunda se contenían sanciones que iban, desde el traslado forzoso, a la separación definitiva del servicio.

Estas comisiones provinciales solicitaban informes de los maestros en modelos normalizados, a las “personas de orden” de las localidades donde estaban ejerciendo: Guardia Civil, Alcalde, Juez, Párroco, Jefe de Falange, cabeza de familia de acreditada moralidad, etc., a partir de los cuales proponían la absolución, o bien, imputaban cargos y proponían las sanciones que creían más adecuadas.

Por su parte, el día 1 de septiembre de 1.936, mediante circular del Gobierno Civil, en cumplimiento de lo establecido en la Orden de la Junta de Defensa Nacional de 19 de agosto, se estableció que “(…) próximo a empezar el curso, todos los comandantes militares, Gobernadores Civiles y comandancias de la Guardia Civil, procederán a averiguar y formar relación de los maestros nacionales clasificados por ideas socialistas, comunistas y francamente izquierdistas, a fin de ordenar su destitución (…)”. Los  Alcaldes debían comunicar antes del día 10 de septiembre, los datos de los maestros que se hubieran presentado el día uno, debiendo acreditar, los que lo hicieran después, la localidad donde se encontraban, certificado por el respectivo alcalde, así como acreditando la imposibilidad de incorporarse el día 1 de septiembre a su destino. Por su lado, los habilitados del magisterio sólo podrían pagar a los maestros que cumpliesen con los anteriores requerimientos.

En aquellos pueblos donde no se hubiese presentado el maestro el día primero de septiembre, el alcalde designaría a un sustituto interinamente, entre las personas tituladas de la localidad o de localidades situadas a menos de 5 kilómetros. Si no se encontraban maestros, podría nombrarse a cualquier titulado universitario, eso sí, de reconocida moralidad y patriotismo.

Finalmente, antes del 30 de agosto, los alcaldes debían informar de las conductas observadas por los maestros. Si éstos hubiesen “(…) mostrado (…) en el ejercicio de su cargo, ideario perturbador de las conciencias infantiles, así en el aspecto patriótico como en el moral (…), los Rectores ordenarán con toda urgencia la sustitución de dichos maestros (…)”.Este proceso purificador se extendió también a los maestros “no contaminados”. Al terminar la guerra los maestros que pudieron probar su hostilidad a la República, tuvieron que superar unos exámenes y seguir unos cursos de orientación profesional, “(…) para saturar su espíritu del contenido religioso y patriótico que informa nuestra cruzada (…)”[4].

Jesús Delgado Valhondo fue sancionado en 1.939 a traslado forzoso dentro de la provincia, con prohibición para el ejercicio de cargos directivos ni para la participación en los concursos de traslado durante cuatro años. El destierro lo cumplió en la localidad norcacereña de Gata.

A continuación presentamos los detalles e implicados en el proceso de depuración del insigne extremeño, Jesús Delgado Valhondo.

DEPURACIÓN DEL MAESTRO NACIONAL

JESÚS DELGADO VALHONDO[5]

 

Como en todos los casos de maestros, las comisiones provinciales requirieron informes de Jesús Delgado a las personas y cargos de la localidad de su ejercicio, como forma de verificar el comportamiento personal, familiar, profesional y socio-político, por si de é se derivara la imposición de sanciones. En este caso, fueron cuatro los informes emitidos entre enero y junio de 1.937:

  • Informe del Párroco de Trevejo Baldomero Cillero. Sin fechar.

Es natural de Mérida. Está casado sin hijos y reside en la localidad desde 1.935. asegura que es de religión católica y que tanto él como su familia asistían a misa.

No sabe a que dedicaba el tiempo fuera de la escuela ni contesta a la cuestión de si hacía ostentación de ideas izquierdistas. No acudía a ningún tipo de reunión.

A la escuela dedicaba 5 horas, en las que enseñaba bien y con entusiasmo. No contesta si cantaba la internacional ni si saludaba con el puño en alto.

Afirma creer que estuvo afiliado al partido Unión Republicana, “creo hace dos años”, aunque no pertenecía a rotario, masonería u otra sociedad.

No había sido detenido ni suspendido de empleo y sueldo.

En las observaciones afirmaba el sacerdote: “Sr. Presidente(…): Después de saludarle respetuosamente, paso a clararle algunos puntos sobre el informe de Don Jesús Delgado Valhondo, maestro en propiedad de esta localidad.

En primer lugar, sabiendo como usted sabe que se trata de una cosa de conciencia y al mismo tiempo necesaria para el resurgimiento de nuestra querida patria, cuna de héroes y de santos(…), ya que además de ser sacerdote soy español, creo no dudará de la verdad de mis afirmaciones.

Por tanto, tenga presente que yo fui nombrado ecónomo de ese pueblo en el mes de agosto pasado y antes de esa fecha yo no lo conocía, pues estaba precisamente en ésa cuando yo tomé posesión de dicho pueblo. Es hermano de Don Juan Delgado Valhondo, farmacéutico de esa ciudad.

Como usted podrá ver en una cosa tan seria, yo no puedo contestarle a todos los puntos del informe, pero sí quiero hacerle presente quedurante todo este tiempo, me ha dado pruebas de cristiano y católico, pues ha comulgado y confesado dos días y en cuanto a su profesión, tengo que manifestarle, cumple exactamente con su obligación, preocupándose de enseñar a los niños religión y moral, como usted sabe está mandado.

Si a usted le pareciera prudente no ser esto necesario o mejor, no ser suficiente para los fines que esa comisión que usted tan dignamente preside, requiere, puede acudir al sacerdote anterior o a otra persona, para lo cual no tiene más que indicármelo(…)”.

  • Informe emitido por el Alcalde Pedáneo del arrabal de Trevejo, Epifanio Donoso. 22 de enero de 1.937.

Es natural de Mérida. Tiene 27 años, está casado y no tiene hijos. Reside en la localidad desde el 14 de diciembre de 1.934. Asegura que es de religión católica y que tanto él como su familia asistían a misa.

El tiempo fuera de la escuela lo dedicaba a asuntos propios. No hacía ostentación de ideas izquierdistas, ni acudía a ningún tipo de reunión.

A la escuela dedicaba 6 horas, en las que enseñaba bien y con entusiasmo, aplicando con los niños los juegos propios de la escuela. No cantaba la internacional ni  saludaba con el puño en alto.

Afirma creer que estuvo afiliado al partido Unión Republicana en Cáceres“según se decía”, sin constancia de la fecha de afiliación ni del tiempo de la misma. No pertenecía a rotario, masonería u otra sociedad.

No se apuntaban observaciones.

  • Informe emitido por el Jefe de Grupo de la Guardia Civil de Perales del Puerto, Felipe Gil Garlito. 27 de abril de 1.937.

Es natural de Mérida. Tiene 28 años, está casado y tiene 1 hijo, que está bautizado. Reside en la localidad desde el 12 de noviembre de 1.934. Asegura que es de religión católica y que tanto él como su familia asistían a misa.

El tiempo fuera de la escuela lo dedicaba a asuntos propios. No hacía ostentación de ideas izquierdistas, ni acudía a ningún tipo de reunión.

A la escuela dedicaba 5 horas, en las que enseñaba bien y con entusiasmo, aplicando con los niños deportes. No cantaba la internacional ni saludaba con el puño en alto.

Afirma creer que estuvo afiliado al partido Unión Republicana en Cáceres, durante dos meses, antes del movimiento. No pertenecía a rotario, masonería u otra sociedad.

Sin observaciones.

 

  • Informe del Jefe Local Accidental de Falange Española, Aurelio Marcos Montero. 5 de julio de 1.937.

Es natural de Mérida. Tiene 27 años, está casado y tiene 1 hijo. Reside en la localidad desde 1.934. Asegura que es de religión católica y que tanto él como su familia asistían a misa, pero poco.

No sabe a que dedicaba el tiempo fuera de la escuela. Hacía ostentación de ideas izquierdistas, aunque no acudía a ningún tipo de reunión.

A la escuela dedicaba las horas reglamentarias, en las que enseñaba bien y con entusiasmo. No contesta si cantaba la internacional ni si saludaba con el puño en alto.

Afirma creer que estuvo afiliado al partido Unión Republicana en Cáceres“según se decía”, aunque no pertenecía a rotario, masonería u otra sociedad.

En las observaciones afirmaba: “El que suscribe (…), en aclaración al informe que se le solicita por la Comisión del Magisterio de esta provincia. Expone: que el maestro propietario del arrabal de Trebejo, Don Jesús Delgado Valhondo no era afiliado a ningún partido de los que integraban el funesto Frente Popular en esta villa y sí, según referencias a Izquierda Republicana de Cáceres, por lo cual no puedo precisar el tiempo que permaneció afiliado a dicho partido y fecha que lo hizo.

Es cuanto en verdad he de manifestar firmando en Villamiel a cinco de julio de mil novecientos treinta y siete(…)”.

 

La precedente información fue la emitida por los responsables locales de los distintos ámbitos: religioso, militar, político…

De ella y como elementos acusadores podemos obtener los siguientes:

 

1.      Estuvo afiliado al partido Unión Republicana en Cáceres. Esta acusación se hacía en base a suposiciones: “creo hace dos años”, informaba el Párroco Baldomero Cillero; “según se decía”, afirmaban el alcalde Pedáneo, Epifanio Donoso y el Jefe Local Accidental de Falange Española, Aurelio Marcos Montero. Éste último, inseguro ante su  acusación de oídas, matizaba, sin embargo, en las observaciones: no era afiliado a ningún partido de los que integraban el funesto Frente Popular en esta villa y sí, según referencias a Izquierda Republicana de Cáceres, por lo cual no puedo precisar el tiempo que permaneció afiliado a dicho partido y fecha que lo hizo.  Mayor seguridad manifestaba el Jefe de Grupo de la Guardia Civilde Perales del Puerto, Felipe Gil Garlito, quien aseveraba que estuvo afiliado al partido Unión Republicana en Cáceres, durante dos meses, antes del movimiento.

2.      Tanto él como su familia asistían a misa, pero poco, a pesar de ser de religión católica. Así lo afirmaba el Jefe de Falange, Aurelio Marcos Montero.Sin embargo, el párroco Baldomero Cillero, consideraba y así lo apuntabaque había dado pruebas de cristiano y católico, pues ha comulgado y confesado dos días y en cuanto a su profesión, tengo que manifestarle, cumple exactamente con su obligación, preocupándose de enseñar a los niños religión y moral, como usted sabe está mandado.

3.      Hacía ostentación de ideas izquierdistas, según el Jefe de Falange, aunque no acudía a ningún tipo de reunión.

 

Dos de estas tres débiles y, en ocasiones, contradictorias acusaciones, centrarían la propuesta de resolución de la Comisión Provincial Depuradora del Magisterio, presidida por Antonio Silva, la cual formuló el correspondiente pliego de cargos, dando al maestro diez días para aportar su pliego de descargo, en los siguientes términos:

 

Pliego de cargos que formula la comisión depuradora del Magisterio de la provincia de Cáceres, en el expediente que instruye contra Don Jesús Delgado Valhondo, del que resultan los siguientes:

 

Primero: hacer ostentación de ideas izquierdistas, habiendo estado afiliado al partido de Izquierda Republicana en Cáceres.

 

Del presente pliego de cargos se da traslado al interesado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 3º del Decreto de 10 de Noviembre de 1.936, para que en el improrrogable plazo de diez días, formalice por escrito sus descargos. Cáceres, 17 de agosto de 1.937. Antonio Silva.

 

El maestro aceleró su actividad para acarrear informes favorables que le exculparan de las dos acusaciones que le formulaba la Comisión. En los diez días de los que disponía, logró obtener cinco informes positivos exculpatorios, que presentó, junto con el alegato de descargo, el día 27 de agosto de 1.937:

 

Contestando respetuosamente a los cargos que se me hacen en el expediente que por la Comisión Depuradora del Magisterio me ha sido instruido, tengo el honor de manifestar:

1º.- Como se justifica por la declaración del R.P. Santiago Gorostiza, Director del Colegio-Residencia “Sadel” de San Antonio, siempre estuve en comunicación constante con ellos y practicando mis deberes religiosos. (Colegio-residencia “Sadel” de San Antonio. Margallo 12. Teléfono 382. Apartado 13. Cáceres. 19 de agosto de 1.937. Fr. Santiago Gorostiza y Arana, Director del Colegio-Residencia “SADEL” de San Antonio de la ciudad de Cáceres, DECLARA que D. Jesús Delgado Valhondo, Maestro Nacional, estudió el bachillerato en este colegio desde al año 1.923 al 1.928, desde cuya fecha siempre ha estado en constante comunicación con nosotros, dándonos muestras de gran afecto. Perteneció a la Asociación de la Juventud Antoniana y a la Adoración Nocturna en su sección de TARSICIOS y me consta que después de salir del Colegio, siempre ha practicado sus deberes religiosos, según los principios que su familia y el Colegio le inculcaron. Y para que conste lo firmo en Cáceres a 19 de agosto de 1.937. Fr. Santiago Gorostiza).

2º.- No sólo en Cáceres, sino en mi residencia de Trevejo, fui padrino de la confirmación, en plena República, como se justifica por el certificado adjunto del Ilustrísimo Señor Prelado de Ciudad Rodrigo, prueba que siempre fui católico. (Secretaría de Cámara y Gobierno. Ciudad Rodrigo. Don Blas Antonio Rodríguez, Secretario de Visita Pastoral del Obispado de Ciudad Rodrigo, CERTIFICO: que en la visita pastoral girada por Su Excelencia Reverendísima el Prelado de la Diócesis, a la parroquia de Trevejo, en octubre del año 1.935, fue padrino de la Confirmación, el entonces Maestro Nacional de dicho pueblo y acompañó al Sr. Obispo en otros actos de la visita. Para que conste y a petición del interesado, expido la presente certificación en Ciudad Rodrigo a 23 de agosto de 1.937. Blas Antonio Rodríguez).

3º.- Según documento de la alcaldía de Villamiel, desde el 12 de noviembre de 1.934, que tomé posesión de la escuela de Trevejo, anejo de Villamiel, no he intervenido en política. Según los estatutos de los partidos políticos, nadie puede estar afiliado en otra parte que no sea su localidad, luego esto prueba que desde 1.934 no estoy afiliado a ninguna organización política. (DON DIMAS RODRIGO PÉREZ, ALCALDE-PRESIDENTE EN EJERCICIO DE LA COMISIÓN GESTORA DEL AYUNTAMIENTO DE VILLAMIEL, CERTIFICO: que según resulta de los antecedentes obrantes en esta alcaldía y de los suministrados por los Agentes de mi Autoridad. Don Jesús Delgado Valhondo, Maestro nacional de la Escuela Mixta del Arrabal de Trevejo, no consta haya intervenido en política en esta localidad, desde el 12 de noviembre del año 1.934. Y para que así conste a instancia del interesado, expido la presente, que firmo y sello con el de esta alcaldía, en Villamiel, a veinte y cinco de agosto de mil novecientos treinta y siete. El Alcalde Dimas Rodrigo).

4º. Según certificado de la Alcaldía de Villamiel, desde el 19 de julio de 1.936, estoy adherido al Glorioso Movimiento Salvador de España. ((DON DIMAS RODRIGO PÉREZ, ALCALDE-PRESIDENTE EN EJERCICIO DE LA COMISIÓN GESTORA DEL AYUNTAMIENTO DE VILLAMIEL, CERTIFICO: que Don Jesús Delgado Valhondo, Maestro nacional de la Escuela Mixta del Arrabal de Trevejo, presentó en esta alcaldía, con fecha 19 de julio de 1.936, un oficio en el que comunicaba su adhesión al Glorioso Movimiento Nacional Salvador de España y desde el primer momento se puso al lado del mismo. Y para que así conste con la debida referencia y a instancia del interesado, expido la presente, que firmo y sello con el de esta alcaldía, en Villamiel, a veinte y cinco de agosto de mil novecientos treinta y siete. El Alcalde Dimas Rodrigo).

5º.- Como se justifica también por la declaración del Jefe Local de Falange Española Tradicionalista de las J.O.N.S., no solo he cumplido como un simple afiliado, sino prestando valiosos servicios, siendo en la actualidad Jefe de la 2ª línea de Villamiel. Saludo a Franco. ¡Arriba España!. El que suscribe, Jefe de la F.E.T. y de las J.O.N.S., hace constar que el camarada Jesús Delgado Valhondo, pertenece a estas J.O.N.S., prestando admirables servicios, desde el día 25 de julio de 1.936, que fue afiliado. Saludo Nacional Sindicalista. II Año Triunfal. El Jefe Local (ilegible).

Es cuanto tengo que contestar a V.E., cuya vida guarde Dios muchos años. Cáceres, 27 de agosto de 1.937. Jesús Delgado Valhondo.

Tras la recepción del pliego de los descargos, la Comisión Provincial solicitó un informe de Jesús Delgado Valhondo a la Comisaría de Investigación y Vigilancia, que lo emitió el 19 de noviembre de 1.937, en los siguientes términos:

 

Jesús Delgado Valhondo. Maestro Nacional. Desempeña su cargo en el pueblo de Trebejo-Villamiel.

El informado, antes de la iniciación del Glorioso Movimiento Nacional, pertenecía al partido de Izquierda Republicana, en el que causó alta en 1 de junio de 1.935.

En febrero de 1.936 vino a esta capital con el único objeto de emitir su voto a favor de la candidatura del Frente Popular, por figurar como afiliado al mismo e inscrito en las listas electorales de él.

Está demostrado que es un convencido de dicha ideología, probándolo en las conversaciones sostenidas con algunos vecinos del pueblo donde ejerce su profesión.

Era amigo del cura del pueblo, destacado izquierdista de ideología francamente comunista, que actualmente se encuentra en el pueblo de Sesmiros (Salamanca).

El informado actualmente está afiliado a Falange Española Tradicionalista de las J.O.N.S.

Cáceres, 19 de Noviembre de 1.937.

“Segundo Año Triunfal”.

 

La Comisaría de Investigación y Vigilancia acrecentaba los cargos y documentaba aquellos cuya fuerza probatoria se venía sustentando en comentarios inconcretos de vecinos y conversaciones de café. Ahora se concretaba que:

 

Ø      Había causado alta en Izquierda Republicana el 1 de junio de 1.935.

 

Ø      Había votado al Frente Popular en 1.936.

 

Ø      Era un convencido Republicano, como se demostraba en sus conversaciones y en su amistad con el destituido párroco de la localidad, destacado izquierdista.

 

En contraposición con este informe, el acalde de Villamiel, Andrés Pacheco, aportaba el 19 de noviembre de 1.937 que, en relación con el maestro D. Jesús Delgado Valhondo, tengo el honor de comunicarle, que durante el tiempo que lleva residiendo en este municipio, no consta haya pertenecido a ningún partido político, ni intervenido en política alguna, únicamente y según se dice, en Cáceres era donde estaba afiliado al partido de Izquierda Republicana.

 

Recabados todos los informes que se consideraron necesarios y cuando corría el 30 de noviembre de 1.937, Antonio Silva, presidente de la Comisión Depuradora del Magisterio de la Provincia de Cáceres, propuso a la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado Español:

Visto el expediente instruido a D. Jesús Delgado Valhondo, maestro de la escuela mixta del arrabal de Trevejo, del pueblo de Villamiel; y

RESULTANDO, que estimándose completo el expediente, se le formuló el cargo de hacer ostentación de ideas izquierdistas, habiendo estado afiliado al partido de izquierda republicana en Cáceres.

RESULTANDO que el expedientado formuló sus descargos, acompañando la prueba que estimó oportuna.

VISTOS el Decreto de 8 de noviembre de 1.936 y las Órdenes de 10 de igual mes y 17 de febrero último.

CONSIDERANDO que de las diligencias de este expediente y prueba al mismo unida, entre las que tiene singular relieve el informe de la policía, aparece claramente demostrada la realidad del cargo que se le ha formulado por esta Comisión.

CONSIDERANDO que en una bien meditada ponderación de las sanciones autorizadas, entiende la Comisión que procede la suspensión de empleo y sueldo del expedientado por un periodo de veinte meses.

La Comisión, por unanimidad, en la sesión celebrada el día veintiséis de los corrientesacordó proponer a la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado Español, la suspensión de empleo y sueldo por un periodo de veinte meses, del maestro nacional de la escuela mixta del arrabal de Trevejo, del pueblo de Villamiel, don Jesús Delgado Valhondo.

Y en ejecución de lo resuelto elévase este acuerdo, juntamente con el expediente a la superioridad, firmando todos los miembros de la Comisión en Cáceres a 30 de noviembre de 1.937.

 

Esta propuesta fue matizada por la Comisión Superior Dictaminadora de Expedientes de Depuración, del Ministerio de Educación Nacional el 26 de octubre de 1.939, fecha en la que propuso el traslado forzoso dentro de la provincia, con prohibición de solicitar cargos vacantes durante un periodo de dos años e inhabilitación para el ejercicio de cargos directivos y de confianza en Instituciones Culturales y de Enseñanza.

Madrid, a 26 de octubre de 1.939. Año de la Victoria. Firmas ilegibles.

 

El traslado forzoso impuesto en la sanción, fue ejecutado en la localidad de Gata a partir de 1.940.

El poeta e intelectual permanecería en esta localidad hasta que, en 1.946, fue trasladado a Zarza de Alange, a partir de cuyo momento puso seguir desarrollando sus capacidades creadoras, así como su fructífera labor profesional.



[1] La documentación manejada para la realización de este trabajo, se ha recopilado con la ayuda de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, al amparo de la Orden de 9/06/2.005, por la que se convocan ayudas para los Grupos de Trabajo de Investigación sobre la Historia de la Educación en Extremadura. Lo que se hace constar en cumplimiento del artículo 14.2 de la citada Orden.

[2] SALGUERO CARVAJAL, ANTONIO (Edición, introducción y notas). Jesús Delgado Valhondo. Poesía completa (1.930-1993). Tomo I. E.R.E. Badajoz 2.003.

[3] Citado por DOMÍNGUEZ LÁZARO, Op, Cit.

[4] O.M. 28/12/1.939.

[5] Expedientes de depuración de Maestros Nacionales. Expediente personal de Jesús Delgado Valhondo. Legajo 32/12.452. Archivo General de la Administración. Alcalá de Henares

Oct 012006
 

Jesús Barbero Mateos (Coordinador), Mª Remedios Cuesta García, Florencio Fernández Araújo,  Isabel Fernández Bonilla,  Jesús Pablo Gómez Naharro,  Ana Victoria Mellado Cortés y  Vicente Pastor González.

AMBIENTE POLÍTICO-PROFESIONAL[1]

Asumido como está el hecho de que la Guerra Civil Española de 1.936-1.939, hizo aflorar en muchos españoles sus peores instintos, resulta conveniente concretar el papel que cada cual asumió entonces. Solo así logrará situarse con suficiente perspectiva histórica, a cada personaje en el lugar que le corresponde.

Y como está comenzando a estar asumido que la historia del magisterio es reflejo de la general del país y que este hecho se acrecienta en aquellos momentos de incertidumbre social y política, al igual que el pueblo español debió padecer tremendos sufrimientos y sacrificios a raíz del conflicto, el magisterio fue uno de los cuerpos profesionales que, en mayo medida, sufrió el ensañamiento de los levantiscos en general y, particularmente, en Extremadura.

La funcionarización de los maestros a comienzos del siglo XX, había supuesto un fuerte impulso para la escuela y para la sociedad. Las primeras décadas del siglo se habían constituido en un tiempo de avance y progreso pedagógico, didáctico, de infraestructura, materiales…, considerando los parámetros de la época.

Sin embargo, en la tercera década del siglo, atravesó momentos difíciles, cuando sufrió una tremenda represión, encarnada, sobre todo, por las depuraciones, una de las pocas acciones decididas en la política de los primeros tiempos del franquismo, en medio de una desidia administrativa general.

Tras las masivas primeras destituciones y los cadáveres de maestros fusilados por tener carné de FETE, vino el escrupuloso proceso de depuración de los más de 50.527 maestros de la época, 1.174 en la provincia de Cáceres, según la documentación obrante en el Archivo General de la Administración, de los cuales 104 ejercían en el Partido de Trujillo, que es el que ahora nos ocupa.

A grandes rasgos, el proceso tuvo esta cronología.

Antes del 30 de agosto, los alcaldes debían informar de las conductas observadas por los maestros ejercientes en su localidad. Si éstos hubiesen “(…) mostrado (…) en el ejercicio de su cargo, ideario perturbador de las conciencias infantiles, así en el aspecto patriótico como en el moral (…), los Rectores ordenarán con toda urgencia la sustitución de dichos maestros (…)”.

El día 1 de septiembre de 1.936, mediante circular del Gobierno Civil, en cumplimiento de lo establecido en la Orden de la Junta de Defensa Nacional de 19 de agosto, se estableció que “(…) próximo a empezar el curso, todos los comandantes militares, Gobernadores Civiles y comandancias de la Guardia Civil, procederán a averiguar y formar relación de los maestros nacionales clasificados por ideas socialistas, comunistas y francamente izquierdistas, a fin de ordenar su destitución (…)”.

Los Alcaldes debían comunicar antes del día 10 de septiembre, los maestros que se hubieran presentado el día uno. Por su lado, los habilitados del magisterio sólo podrían pagar a los maestros que cumpliesen con este requisito. En aquellos pueblos donde no se hubiese presentado el maestro el día primero de septiembre, el alcalde designaría a un sustituto interinamente, entre las personas tituladas de la localidad o de localidades situadas a menos de 5 kilómetros. Si no se encontraban maestros, podría nombrarse a cualquier titulado universitario, eso sí, de reconocida moralidad y patriotismo.

Con posterioridad, el decreto de 8 de noviembre de 1.936, creaba las comisiones depuradoras y la Orden de 7 de diciembre de 1.936, que señalaba las sanciones a aplicar, iban también encaminados al mismo fin. El primero establecía: “(…) la atención que merecen los problemas de la enseñanza, tan vitales para el progreso de los pueblos, quedaría esterilizada si, previamente, no se efectuase una labor depuradora en el personal que tiene a su cargo una misión tan importante como la pedagógica (…)”[2]En la segunda se contenían sanciones que iban, desde el traslado forzoso, a la separación definitiva del servicio. Pero como este proceso purificador se extendió también a los maestros “no contaminados”, al terminar la guerra, los que pudieron probar su hostilidad a la República, tuvieron que superar unos exámenes y seguir unos cursos de orientación profesional, “(…) para saturar su espíritu del contenido religioso y patriótico que informa nuestra cruzada (…)”[3].

Recién traspasado el ecuador del conflicto, la Orden de 20 de agosto de 1.938 para la provisión de Escuelas de Enseñanza Primaria, establecía que mientras durase la guerra, los maestros interinos atenderían exclusivamente las escuelas de niños y las maestras las de niñas. Pero las maestras podían atender las escuelas de párvulos y maternales[4].

Conforme fueron pasando los meses de contienda, las sanciones iban endureciéndose. La Orden de 18 de marzo de 1.939, señalaba como causa suficiente para merecer sanción, la pasividad de quienes pudiendo haber cooperado con los sublevados, no lo hicieron.

Como colofón del proceso, el gobierno rebelde aprobó una Ley el 10 de febrero de 1.939, en la que se compilaban las normas para desarrollar los procesos de depuración de los funcionarios públicos, tratando de actuar con rapidez para identificar y reintegrar a los afines y localizar y sancionar a los que “(…) contribuyeron a la subversión y prestaron asistencia a quienes por la violencia se apoderaron de los puestos de mando de la Administración (…)”.

La Disposición Adicional Segunda establecía: “La depuración del personal docente que depende del Ministerio de Educación nacional, se efectuará con arreglo a las normas especiales que al efecto se dicten”. Estas normas consolidaron la obligatoriedad depuradora para los maestros, mediante la creación de Comisiones Provinciales de depuración, supervisadas por la Comisión General Central de Depuración del Magisterio. Las comisiones provinciales solicitaban informes de los maestros en modelos normalizados, a las “personas de orden” de las localidades donde estaban ejerciendo: Guardia Civil, Alcalde, Juez, Párroco, Jefe de Falange, cabeza de familia de acreditada moralidad, etc. A partir de estos informes, las comisiones provinciales proponían la absolución, o bien, imputaban cargos y proponían las sanciones que creían más adecuadas.

A continuación trataremos de arrojar un poco de luz sobre el proceso desarrollado sobre los maestros y maestras del Partido Judicial de Trujillo, teniendo presente que la presunción de culpabilidad, era el principio rector en la tramitación de los expedientes. Las cuestiones requeridas al cumplimentar los informes, pueden agruparse en cuatro grandes bloques temáticos.

El primero referido a los datos personales.

Un segundo bloque relativo a las características profesionales de los maestros, en relación directa con su actitud política.

El tercero centrado en aspectos meramente socio-políticos.

Y en cuarto término, una cuestión abierta, en la que los informantes podían comentar e introducir cuantas informaciones estimasen de interés.

Pondremos de manifiesto las principales características de los tres primeros bloques, mientras que en el caso de las observaciones o elemento abierto, sólo reseñamos las referidas a los maestros de Trujillo ciudad, ante la imposibilidad material de incluir todos los del partido en esta comunicación.

DATOS PERSONALES

De los 104 expedientes analizados, 58 son de maestras y 46 de maestros. De ello se infiere que en el partido judicial había 12 escuelas más de niñas que de niños.

Los informantes. Se trataba de individuos que ocupaban puestos de responsabilidad política, religiosa o social, que eran requeridos por la administración para informar sobre los maestros, cumplimentando el cuestionario elaborado al efecto.

Esta función fue desempeñada, en la práctica, por cuatro estamentos a los que el régimen consideraba los pilares de la nueva sociedad: El Alcalde, el Cura, el Comandante de Puesto de la Guardia Civil y una “persona de orden” o de reconocida moralidad e intachable conducta religiosa, política y social.

La caracterización de los informantes trujillanos es la siguiente.

Los alcaldes cumplimentaron un total de 100 informes (55 de maestras y 45 de maestros); los curas, 96 (54 de maestras y 42 de maestros); la Guardia Civil rellenó 93 (51 de maestras y 42 de maestros); las personas de orden informaron en 65 ocasiones (36 de maestras y 29de maestros) y los Jefes de Falange 34 (18 de maestras y 16 de maestros).

Por lo tanto, los alcaldes firmaron el 97% de los informes, seguidos de los curas con el 93%, la Guardia Civil con el 90 %, las personas de Orden con el 62 % y, finalmente, los jefes de Falange con el 32% de los maestros informados.

graf01En el caso de Trujillo y sus aldeas, emitieron informes el alcalde, cura, guardia civil y persona de orden en el 100% de los casos. Los informantes fueron:

Para Belén: Alcalde: Santiago Blázquez Mediavilla. Cura: Juan Quesada Burgos. Guardia Civil: José Novoa Oropesa. Persona de orden: el abogado Marcelino González Haba.

Para Huertas de Ánimas: Alcalde pedáneo: Antonio Mateos Sánchez. Cura: Ambrosio Tejado. Brigada de la Guardia Civil: José Novoa Oropesa. Persona de orden: el abogado Marcelino Núñez Haba.

Para Trujillo: Alcaldes: Santiago Blázquez Mediavilla y Juan Fernández Paredes. Párroco Arcipreste de San Martín: Rafael García López. Brigadas de la Guardia Civil: José Novoa Oropesa y Francisco Núñez Cabezas. Persona de orden, el abogado Marcelino González Haba.

Naturaleza de l@s maestr@s. Otra cuestión que hemos estimado interesante analizar, ha sido la naturaleza de l@s maestr@s ejercientes en el partido, por cuanto este dato puede entender como un factor de compromiso y de relativa estabilidad laboral. Así tenemos que 103 docentes eran españoles, siendo extranjera una maestra, natural de Rosario de Santa Fe, en Argentina. 77 eran extremeñ@s (40 maestras y 37 maestros), de los cuales 72 eran de la propia provincia cacereña(38 maestras y 34 maestros) y los 5 restantes (2 maestras y 3 maestros) eran de Badajoz (2maestras y 3 maestros): Zarza de Alange, Magacela, Mérida, Villanueva de la Serena y Fregenal de la Sierra. 43 docentes eran del partido judicial de Trujillo (25 maestras y 18 maestros) y de ellos, 11 (6 maestras y 5 maestros)ejercían en la propia localidad de su nacimiento. De los procedentes de otras provincias, tenemos, tomando en consideración la geografía política actual:

20 maestr@s Castellano-Leoneses: de Zamora, 3 maestras: Benavente, Perdigón y Arcenillos. De Salamanca 11 maestr@s (8 maestras y 3 maestros): Torres Menudas, Fuentes de Béjar, Tamames, Navalmoral de Béjar, Bodón, Salamanca, Ciudad Rodrigo, Valderodrigo, Calzada de Valdunciel y Abusejo. De Valladolid, 1 maestra: Tordesillas. De Ávila, 4 maestr@s (2 maestras y 2 maestros): Narros del Castillo, Urraca Miguel, Mancera de Arriba y Losar del Barco.

4 Maestros andaluces: De Málaga, 1 maestra. De Córdoba, 1 maestro: Luque. De Granada, 1 maestro: Valor. De Cádiz, 1 maestro: Puerto de Santa Cruz. 1 maestra navarra. 1 maestra madrileña. 1 maestra argentina. 1 maestro Castellano-Manchego: De Toledo, 1 maestro: Alcañiz.

graf02En el caso de Trujillo, los 13 docentes eran españoles. 12 eran extremeñ@s, de los cuales 10 eran de la propia provincia cacereña y 2 de Badajoz: Magacela y Fregenal de la Sierra. 4 docentes eran del partido judicial de Trujillo y de ellos, 1 ejercía en la propia localidad de su nacimiento, Juan Manuel Fernández Bernal. De los procedentes de otras regiones, tan sólo tenemos 1 Castellano-Leonés: de Urraca Miguel, Ávila.

La edad. Otro aspecto a considerar es la edad de la plantilla. En este caso, 14 maestr@s (8 maestras y 6 maestros), tenían entre 20 y 25 años; 28 maestr@s (15+13), entre 26 y 30; 17 (11+6), entre 31 y 35; 12 (5+7), entre 36 y 40, 7 (3+4), entre 41 y 45; 8 (6+2), entre 46 y 50; 6 (2+4), entre 51 y 55; 5 (3+2), entre 56 y 60; 4 (2+2), entre 61 y 65 y 2 maestras con más de 65 años.

graf03En el caso de Trujillo, 1 docente tenía entre 20 y 25 años; 3, entre 31 y 35; 3 entre 36 y 40; 1 entre 41 y 45; 1 entre 46 y 50; 1 entre 51 y 55 y 2 entre 56 y 60.

El estado civil. La mayor parte de los docentes del partido estaban casados, 56 en total (26 maestras y 30 maestros). 41 estaban solteros (26 maestras y 15 maestros) y 6 eran ya viudos (5 maestras y 1 maestro). No se reseña ninguna circunstancia extraordinaria en el agrupamiento de pareja.

graf04De los docentes trujillanos, 9 eran casados, 3 solteros y 1 viudo.

Número de Hijos. También cotejamos el número de hijos de los maestros casados y viudos del partido, con indicación de cada uno de los sexos de los profesionales. En este sentido, 11 no tenían hijos; 15 tenían 1 hijo (4 maestras y 11 maestros); 14 tenían 2 (6 maestras y 8 maestros); 9 tenían 3 hijos (5 maestras y 4 maestros); 8 tenían 4 hijos (7 maestras y 1 maestro); 1 maestra tenía 5 hijos; 4 maestros tenían 6 hijos (2 maestros y 2 maestras) y 1 maestra tenía 7 hijos.

graf05En la ciudad y sus pedanías, 3 tenían 1 hijo; 2 tenían 2; 1 tenía 3 hijos; 1 tenía 4 hijos; 2 docentes tenían 6 hijos y 1 maestra tenía 7 hijos.

Queda demostrada la proporcionalidad inversa entre el mayor número de maestras con más hijos, respecto al número de maestros que tienen menos hijos.

Tiempo en la localidad. Entramos a considerar también el tiempo que los maestros llevaban en una misma localidad, para cotejar el nivel de permanencia en las escuelas. Así obtuvimos que 5 llevaban menos de 1 año (1 maestra y 4 maestros); 53 (28+25) llevaban entre 1 y cinco años; 19 (9+10), llevaban entre 6 y 10 años; 7 (5+2), llevaban entre 11 y 15 años; 8 (6+2) llevaban entre 16 y 20 años; 1 maestro llevaba entre 21 y 25 años; 2 maestras entre 26 y 30 años y 6 (4+2), llevaban más de 30 años ejerciendo en la misma localidad.

graf06En Trujillo, 7 llevaban entre 1 y 5 años, 5 docentes entre 6 y 10 años y 1 llevaba 12 años

Relaciones con la iglesia. De los maestros informados en relación con este asunto, 95 en total, 89 iban a misa con regularidad (50 maestras y 39 maestros), 4 (1 maestra y 3 maestros), no iban nunca y uno de cada sexo, iban muy poco por la iglesia, a decir de los párrocos.

graf07En la ciudad, de 12 docentes se afirma que iban a misa con asiduidad, mientras que en el caso de Marciano Curiel, hay contradicción entre el cura, que afirma que no acude a los oficios religiosos y el abogado que afirma que es un católico practicante.

Dedicación del tiempo libre. Resultaba netamente distinta la aplicación del tiempo libre para maestros y maestras. Atentos a sus principales dedicaciones:

Maestras Maestros
Ocio Pasear con sus amistades. Ir al baile. Charlar con otras maestras ejercicios cinegéticos, ocupaciones propias de casa, pasear, ir al bar a beber vino, preparar comedias, montar en bicicleta…
Laboral Labores propias de su sexo. Cuidar de los hijos. A su comercio ocupaciones provechosas, administración de sus fincas rústicas, labores del campo, atender su comercio, ejercer de Abogado, servir el despacho de farmacia de su hijo…
Educativo Formativo Enseñar religión a las niñas. Estudiar. Clases Particulares. Estudiar, dar clases particulares, en la poesía, en correcciones de enseñanza, perfeccionamiento de sus conocimientos profesionales.
Político social Acción Católica. Caridad y celo católicos. Tener reuniones con los elementos indeseables del Frente Popular. Deberes religiosos. Hacer labor antimarxista. Reunirse con las personas de orden. Nada que perjudicara la moral, religión y buen orden. Recién Casada. Prácticas piadosas y obras de caridad. Dar ejemplo. Engrandecer a la patria, enseñar instrucción militar a Falangistas y niños, asuntos sociales y conferencias tabernarias, propaganda política a favor del partido socialista, propagar ideas disolventes, dirigir la casa del pueblo, asuntos patrióticos, oponerse a todas las ideas izquierdistas, hablar de política, ayudar en la parroquia, hacer de vivo caballero ejemplar, dar buen ejemplo…

En Trujillo tenemos estos datos:

Maestras Maestros
Ocio Pasear con sus amistades, relaciones familiares Pasear con los hijos, estar con la familia, dar paseos por el campo, ir a un bar llamado Pocholo a beber vino, montar en bicicleta, aficiones filatélicas
Laboral Labores propias de su sexo, quehaceres de su casa Ejercer de abogado, en el caso de Juan Manuel Fernández Bernal.
Educativo Formativo Estudiar. Dar clases particulares. Internado de Estudiantes. Enseñanza de sus hijos.
Socio Religiosos prácticas de piedad cristiana, catequesis.

DATOS PROFESIONALES

Como ya se dijo, el cuestionario también hacía referencia a determinados aspectos relacionados con el planteamiento, desarrollo e implicación de los maestros con su profesión, impregnado de un marcado contenido socio-político, que aclarase la comunión o no del docente con el régimen en ciernes. De los aspectos abordados en el mismo, hemos extraído aquellos que nos han parecido más interesantes.

Horas dedicadas a la escuela. El primer apartado venía referido a las horas que el maestro dedicaba a la escuela, como forma de saber, indirectamente, si dedicaba su tiempo a cuestiones “poco patrióticas”. Pues bien, de 56 maestros (33 maestras y 23 maestros) se decía que dedicaban 6 horas diarias a la escuela, mientras que 47 (25 maestras y 22 maestros), dedicaban 5 horas. De 1 maestros se afirma que las horas dedicadas a la enseñanza eran “pocas”, sin aclarar cuántas.

graf08En la ciudad, 5 maestros dedicaban 6 horas diarias a la escuela, mientras que 8 docentes dedicaban 5 horas.

Juegos de los niños. Se demandaba información acerca de los juegos que se desarrollaban en la escuela con los niños, por si éstos se estaban utilizando como forma de adoctrinamiento político o de entrenamiento bélico.

En el caso de las niñas, se afirmaba que participaban en juegos propios de la edad y tradicionales de la localidad: comba, corro, alfileres, cantos. También en los alusivos al hogar, morales, patrióticos, recreativos y entretenimientos apropiados, provechosos y honestos. Finalmente, algunos paseos y ejercicios físicos inocentes, así como cánticos escolares.

En las escuelas de niños, a decir de los informantes, los maestros ponían en marcha juegos propios de la edad, relacionados con el ejercicio y el desarrollo físico. Entre ellos, los corrientes de la región: pelota, peonza, bolindres…, educación física, fútbol y gimnasia militar. También se aplicaban juegos recreativos e instructivos, denominados “legales”, así como patrióticos, desarrollados, siempre, bajo sin la dirección del maestro.

Los docentes de Trujillo aplicaban juegos propios de la edad.

Simbología política. Dos cuestiones del documento se centraban en recabar información sobre el uso de simbología política dentro de la escuela, haciendo hincapié, únicamente, en la de tendencia izquierdista.

La primera interrogaba sobre el uso en la escuela, durante el periodo republicano, del canto de la internacional. De ningún maestr@ se afirmó que lo hubiese utilizado en la escuela de su titularidad. La segunda se refería al saludo “puño en alto”. En este caso, en una escuela de niñas se había consentido, mientras que a ningún niño se había permitido emplearlo en su escuela.

En la ciudad no se había utilizado ni permitido, en ningún caso, este tipo de manifestaciones políticas en la escuela.

¿Cómo enseñaban? Finalizaba el apartado referido a las circunstancias profesionales, acarreando información sobre la implicación de cada docente con la escuela, con preguntas directas acerca de la competencia profesional y del entusiasmo y entrega aplicados en la educación. Eran 88 (51 maestras y 37 maestros), los docentes que enseñaban bien, mientras que 14 profesionales (7 y 7) lo hacían regular.

Su actitud para enseñar era positiva en 94 casos (53 maestras y 41 maestros) y su entusiasmo escaso o nulo en 10 casos (5 y 5).

graf09En Trujillo, 9 docentes enseñaban bien, 3 profesionales lo hacían regular y en el caso de Marciano Curiel, regular a decir del cura y bien a decir del abogado.

Su actitud para enseñar era positiva en 8 casos, su entusiasmo escaso o nulo en 4 ocasiones y en el caso del mismo maestro, se da nuevamente la controversia entre cura y abogado.

DATOS POLÍTICOS

El último bloque considerado y, quizás, el más significativo en relación con el objetivo último de la encuesta, que trataba de localizar e identificar, para sancionar, a los maestros izquierdistas, era el que hacía referencia a las actividades políticas y asociativas. A raíz de las respuestas de los informantes, se iniciaron procesos civiles y penales contra los maestros, trece de ellos (10 a maestros y 3 a maestras) en el partido trujillano, lo que supuso más del 10% de la plantilla que ejercía en el mismo. En todo caso, tanto el número absoluto, como el porcentaje de maestros implicados, fueron mucho más altos que el de maestras. En cuanto a las sanciones, ocurrió lo mismo. 8 maestros fueron sancionados, mientras que sólo dos maestras sufrieron castigo político.

graf10Estas sanciones consistieron en:

  • Suspensión de empleo y sueldo: 3 de 6 meses, 1 de 1 año y 1 de 2 años.
  • Suspensión de 13 meses y 1 día, 1 caso
  • Suspensión de 3 meses y 20 de inhabilitación, 1 caso.
  • Separación definitiva del servicio, 2 casos.
  • Traslado forzoso y 2 años de inhabilitación, 1 caso.

En Trujillo tan sólo Marciano Curiel sufrió la incoación de expediente disciplinario, al ser acusado injusta y tendenciosamente por el alcalde, cura y brigada. La sanción, luego rectificada y dejada sin efecto, fue de traslado forzoso, por el que fue enviado a Malpartida de Plasencia y 2 años de inhabilitación.

Los datos que dieron lugar a estos expedientes, son los que ofrecemos a continuación.

Afiliación Política.

En total 3 docentes (1 maestra y 2 maestros), fueron considerados izquierdistas.

Sin embargo, el número de docentes afiliados a partidos políticos era muy superior, en total 18 (4 maestras y 14 maestros). Los principales partidos a los que estaban afiliados eran: 6 a Acción Popular (1 maestra y 5 maestros); 3 maestras a la CEDA; 2 maestros a Falange Española y al PSOE y 1 maestro a Izquierda Republicana y al Partido Radical.

graf11De los maestros expedientados y sancionados, 4 (1 maestra y 3 maestros), ya habían sido suspendidos antes de elaborarse la encuesta y uno de ellos detenido.

A pesar de que ningún docente estaba afiliado a partido político alguno en la ciudad, Marciano Curiel fue considerado izquierdista, especulándose con su afiliación a Izquierda Republicana, extremo que no era cierto.

Ninguno de los docentes informados habían sido suspendidos ni detenidos.

Asociacionismo. La última consideración del documento va referida al carácter asociativo del magisterio del partido. 48 docentes (28 maestras y 20 maestros), estaban integrados en asociaciones de diversa índole y características múltiples.

  • 20 (9 maestras y 11 maestros), pertenecían a la Asociación Provincial del Magisterio.
  • 13 (7 maestras y 6 maestros), a la Conferencia de San Vicente de Paúl.
  • 5 (2 maestras y 3 maestros), al Culto y Clero).
  • 2 maestros a FETE-UGT.
  • 2 maestras a la de San Antonio.
  • 1 maestro a la Sociedad de Recreo.
  • 1 maestra a La Esperanza.
  • 1 maestra a Acción Católica.
  • 1 maestra a la de Caridad.
  • 1 maestra a la Pía Unión del Apostolado.
  • 1 maestra a las hijas de María.
  • 1 maestra a la Asociación Teresiana de Maestros Católicos.

Destacamos que en torno al 20% estaban afiliad@s a la Asociación Provincial del Magisterio, lo que induce a pensar el interés que manifestaba el colectivo por presentar una voz unitaria y por reclamar sindicalmente sus derechos laborales.

Las maestras superan en número a los maestros asociados, aunque en su asociacionismo destacan las agrupaciones de carácter religioso, mientras que en el caso de los maestros la tendencia es más político-profesional.

graf12En Trujillo, 9 docentes estaban integrados en asociaciones: 8, el 65 %, pertenecían a la Asociación Provincial del Magisterio, 1 a una Sociedad de Recreo y la maestra Francisca Bulnes Sánchez, a la Asociación Teresiana de Maestros Católicos. Vemos como, en torno al 70% de los docentes trujillanos pertenecían a alguna asociación, siendo la más concurrida la Asociación Provincial del Magisterio, con más del 60%.

Las observaciones más significativas realizadas en el caso de los docentes de la ciudad, son las siguientes:

ANTONIA CERRILLO ARIAS, maestra de Belén:

El Párroco: “Hija de familia cristiana práctica (sic), se vio obligada a guardar en el fondo de su alma sus ideas católicas”.

El abogado: “Va a misa no sólo los días festivos, sino también muchos días de labor. De conducta honesta y dedicada a la escuela. Hace el mes de María en la escuela con las niñas”.

HUERTAS DE ÁNIMAS

RAFAELA CASCOS LÓPEZ.

El Alcalde. “Es trabajadora y competente para su cargo”.

El párroco: “mujer piadosa”.

El abogado: “Parece buena persona. Es piadosa. Acostumbra a ir a misa no sólo los días festivos, sino también muchos días de labor. Su conducta es honesta y dedicada a la escuela. Hace el mes de María en la escuela con las niñas”.

VALENTINA FERNÁNDEZ MACAYA.

El Alcalde afirma que es competente para su cargo.

El párroco afirmaba: “Muy de derechas como todos sus hijos”.

El abogado: “Se trata de una gran maestra, de una madre modelo. Como profesional es una persona competente, trabajadora y fiel cumplidora de sus deberes. Como madre ha sabido defenderse en la vida ella sola y criar y educar a sus siete hijos, poniéndolos en condiciones de servir a la Patria. Hoy tiene a tres o cuatro varones en el frente, unos como voluntarios y otros como militares y falangistas, pero instigados por ella y mandados por ella a cumplir este santo y sagrado deber de defender España. Es además una persona piadosa y de una conducta moral intachable, tanto en su vida profesional como en su vida privada. Una maestra y una madre cristiana. Hace el mes de María en su escuela con las niñas”.

SEVERIANA ROQUE GIL.

El Alcalde: “Esta señora es trabajadora y competente para su cargo”.

El Abogado: “Esta señora, además de la asistencia a misa los días de precepto, tiene costumbre de asistir también a otros actos de culto católico, como novenas, siendo persona piadosa, al menos desde que está en Huertas de Ánimas. Es de vida honesta y recatada. Ahora hace el mes de mayo en la escuela con sus niñas”.

JUAN MANUEL FERNÁNDEZ BERNAL.

Según la persona de orden: “Se sumó al Movimiento en los primeros instantes. Ha pertenecido a las milicias nacionales y en la actualidad pertenece a F.E.T. de las J.O.N.S. como individuo de segunda línea. Es persona competente y trabajadora. De una conducta intachable, antes y después del movimiento. De buena formación religiosa y no parece haber figurado en política, en forma activa. Siempre ha votado las candidaturas de derechas. Hace con los niños el mes de María en la escuela. Es tan amante de su profesión como de su numerosa familia”.

Alcalde: “Es trabajador y competente para su cargo”.

BASILIO HERNÁNDEZ BUSTAMANTE.

El Alcalde pedáneo asevera: “este señor lo que tiene que esta un poco hanormal (SIC)”.

El Párroco “Poco equilibrado y lleno de excentricidades en su vida pública; a esa falta de equilibrio debe atribuirse en gran parte su ideario en cuestiones político-sociales”.

El Abogado, como persona de orden, apuntaba: “Es persona correcta, pero algo inestable en su vida profesional, de costumbres sanas y con sentido social y religioso de la vida. Ahora hace con sus alumnos el mes de Maria. Se sumó al Movimiento Nacional pero no pertenece a ninguna organización”.

ANDRÉS SÁNCHEZ MARCOS.

Alcalde: “Es trabajador y competente para su puesto”.

Cura: “Maestro consorte, dirigido por su mujer, Doña Rafaela Casco”.

Abogado: “Desde que regresó a continuar sus tareas escolares, después de vacaciones, pertenece a las Milicias en las que presta servicios. Es persona seria y trabajadora, dedicada por entero al servicio de su profesión. De vida honesta y familiar. Actualmente hace el mes de María con sus alumnos”.

TRUJILLO

FRANCISCA BULNES SÁNCHEZ.

La persona de orden informa: “Se trata en este caso de una maestra modelo. Es teresiana. Muy piadosa. De misa y comunión diaria, pero bien sentido. Siempre ha ido con el crucifijo en el pecho, sin temor a izquierdas ni derechas. Asiste a los cursos de Acción Católica en Santander. En la actualidad está en los que se están celebrando en Salamanca. Durante la persecución religiosa ella ha enseñado la doctrina cristiana a sus discípulas en la Parroquia como catequista. Siempre se ha manifestado en público y en privado como una mujer cristiana de pura cepa, sin temor a persecuciones. Ejerce su profesión con gran dignidad y competencia y es una mujer de una rectitud moral envidiable y bien poco corriente y, además, de un carácter inflexible. Su vida por entero está dedicada a actos de piedad cristiana y al santo ministerio de la enseñanza”.

MARCIANO CURIEL MERCHÁN.

José Novoa Oropesa, Brigada de la Guardia Civil, apuntaba: “Este señor, en unión del maestro de Huertas de la Magdalena, D. Agustín Margallo Torremocha, hoy difunto, propuso al Director de Primera Enseñanza, con motivo de una visita que hizo a esta ciudad, la supresión del colegio de los PP. Agustinos, donde reciben educación gratuita unos 150 niños, oponiéndose a tal propuesta un concejal Socialista, haciendo ver a dicho señor Director los beneficios que reporta este Colegio, en el que se facilita comida a los niños pobres”.

El Cura Rafael García López, manifestaba que, “según referencias, en cierta ocasión hubo de indicar al Inspector D. Juvenal de la Vega, la implantación integral de la Enseñanza Laica”.

El Alcalde Santiago Blázquez Mediavilla, afirmaba que “propuso a Don Juvenal de la Vega la implantación de la enseñanza laica integral”.

La persona de orden, el abogado Marcelino González Haba, se extendía en las observaciones, contradiciendo lo dicho por los otros tres informantes, en el siguiente sentido: “Este señor figura sumado al Glorioso movimiento Nacional con gran entusiasmo, desde los primeros momentos del mismo, figurando en las Milicias con el cargo de cabo. Ha sido siempre persona de derechas. En el año 1.931 votó en Madroñera con los elementos de orden, en contra de la candidatura socialista, en las elecciones municipales. Estimamos que también votó a los elementos de derechas en las Constituyentes. De igual modo creemos que lo hizo en las elecciones del año 33 y en las últimas, que ya residía en Trujillo, fue a Madroñera con otros votantes, el día de las elecciones, en un coche facilitado por las derechas, para emitir el sufragio, estimando por ello que debió votar a favor de la candidatura de derechas.

Este señor, desde el mes de abril de 1.935, que se le murió un hijo, ha hecho una vida de encierro, dedicado a la enseñanza y a la vida de familia. Hemos averiguado que antes de la expresada fecha, tenía alguna costumbre de ir en compañía de Don Jacinto Gallego, cosechero de Vinos de Madroñera, a merendar a un establecimiento de comidas y bebidas aquí en Trujillo, de cuyo establecimiento era abastecedor el señor Gallego. En dicha casa se reúnen y se reunían elementos de izquierda y de derecha a tomar una copa y a merendar. Pero desde la indicada fecha el señor Curiel no ha vuelto a poner los pies en el precitado establecimiento.

Con la delicadeza que el caso requiere, hemos podido enterarnos de que es incierto un hecho atribuido al señor Curiel, de haber solicitado del Director General de 1ª Enseñanza, en ocasión que estuvo en Trujillo, con motivo de la inauguración de los grupos escolares, la sustitución de la enseñanza religiosa. Un testigo presencial narra el caso del modo siguiente: “El Director preguntó al señor Curiel cual era el estado de la enseñanza en Trujillo, contestando éste que seguía igual, que los Padres Agustinos y las Carmelitas continuaban dando las clases”.

Nos consta de manera indudable, que el señor Curiel es un buen maestro. En el año 1.930 se le dieron las GRACIAS de Real Orden, por su meritoria labor en la escuela. En La Opinión de Trujillo, en el año 1.934, hemos leído nosotros un artículo escrito por el Párroco de Belén, Don Juan Quesada, con la siguiente dedicatoria: “A mi buen amigo y gran maestro cristiano, don Marciano Curiel”. Cuando el Excmo. Señor Obispo de la Diócesis de Plasencia hizo su visita pastoral en Trujillo, tal vez por el año 1.934, el señor Curiel figura en el acompañamiento religioso, según se puede comprobar con una fotografía que conservamos en nuestro poder.

Su conducta en el orden moral es intachable, lo mismo en lo que respecta a su vida familiar, como a su vida profesional. Hace el mes de María con sus alumnos en la escuela.

El Señor Curiel fue el encargado de hablar en la solemnísima y emocionante fiesta de la reposición del Crucifijo en la escuela, constando sus palabras insertas en el periódico citado La Opinión de Trujillo”.

CONSTANTINO JIMÉNEZ COSTURERO.

Según el abogado: “es persona religiosa de siempre; tal vez no pueda cumplir mejor por su falta de vista y por su edad, pero es hombre de orden y de derechas verdad, a los que siempre ha votado y defendido”.

PEDRO SÁNCHEZ-ARJONA VARFAS.

Alcalde: “Es adaptable a todas las circunstancias”.

Cura: “Se adapta al medio ambiente, acomodándose a todas las situaciones”.

El abogado: “Dicho señor es una persona dedicada por entero a la enseñanza. De buena formación religiosa. No sólo asiste a la santa misa los días de precepto, sino que también a los cultos católicos. Su vida es sencilla y honesta, sólo se reúne en el colegio de los Padres Agustinos de Trujillo a pasar un rato los días que no tiene clase. Ni va a casinos ni a otra clase de establecimientos de distracción. Es un buen maestro, un buen esposo y un buen padre. Su vida siempre ha sido igual, no han influido en ella las circunstancias políticas. Hace el mes de maría en la escuela”…

ANEXO

Relación y trascripción de los expedientes de maestr@s de Trujillo y sus aldeas.

Localidad Maestr@ Cargos Sanción
Belén Cerrillo Arias, Antonia No
Huertas de Ánimas Roque Gil, Severiana No
Huertas de Ánimas Sánchez Marcos, Andrés No
Huertas de Ánimas Cascos López, Rafaela No
Huertas de Ánimas Fernández Bernal, Juan Manuel No
Huertas de Ánimas Fernández Macaya, Valentina No
Huertas de Ánimas Hernández Bustamante, Basilio No
Trujillo Corcobado Melero, Mª Concepción No
Trujillo Sánchez-Arjona Varfas, Pedro No
Trujillo Bulnes Sánchez, Francisca A. No
Trujillo González Garzón, Albina No
Trujillo Jiménez Costurero, Constantino No
Trujillo Curiel Merchán, Marciano Si Suspensión 3 meses y 20 inhabilitación

BELÉN

CERRILLO ARIAS, ANTONIA.

Sin Cargos.

Informantes: Alcalde, G. Civil, Cura, Jefe de Falange y persona de orden.

Era natural de Zorita, contaba con 31 años, llevaba 2 años en la localidad, era soltera e iba a misa. Dedicaba el tiempo libre en tareas propias de su sexo.

Dedicaba 5 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando bien y con entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliada a partido, asociación o sociedad alguna, ni había sido suspendida ni detenida.

El Párroco: “Hija de familia cristiana práctica (sic), se vio obligada a guardar en el fondo de su alma sus ideas católicas”.

El abogado: “Va a misa no sólo los días festivos, sino también muchos días de labor. De conducta honesta y dedicada a la escuela. Hace el mes de María en la escuela con las niñas”.

HUERTAS DE ÁNIMAS

CASCOS LÓPEZ, RAFAELA.

Sin Cargos.

Informantes: Alcalde: Antonio Mateos Sánchez. Cura: Antonio Tejado. Brigada: José Novoa Oropesa. Persona de orden: el abogado Marcelino Núñez Haba.

Era natural de Cáceres, contaba con 32 años, estaba casada, tenía 2 hijos y llevaba 7 años en la localidad. Iba a misa y dedicaba el tiempo libre a los quehaceres de su casa y a prácticas de piedad cristiana.

Dedicaba 6 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando bien y con entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliada a partido o sociedad alguna, ni había sido suspendida ni detenida. Pertenecía a la Asociación Provincial del Magisterio.

El Alcalde. “Es trabajadora y competente para su cargo”.

El párroco: “mujer piadosa”.

El abogado: “Parece buena persona. Es piadosa. Acostumbra a ir a misa no sólo los días festivos, sino también muchos días de labor. Su conducta es honesta y dedicada a la escuela. Hace el mes de María en la escuela con las niñas”.

FERNÁNDEZ MACAYA, VALENTINA.

Sin Cargos.

Informantes: Alcalde: Antonio Mateos Sánchez. Cura: Antonio Tejado. Brigada: José Novoa Oropesa. Persona de orden: el abogado Marcelino Núñez Haba.

Era natural de Magacela, en la provincia de Badajoz, contaba con 49 años, estaba viuda, tenía 7 hijos y llevaba 12 años en la localidad. Iba a misa y dedicaba el tiempo libre a los quehaceres de su casa

Dedicaba 6 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando bien y con entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliada a partido o sociedad alguna, ni había sido suspendida ni detenida. Pertenecía a la Asociación Provincial del Magisterio.

El Alcalde afirma que es competente para su cargo.

El párroco afirmaba: “Muy de derechas como todos sus hijos”.

El abogado: “Se trata de una gran maestra, de una madre modelo. Como profesional es una persona competente, trabajadora y fiel cumplidora de sus deberes. Como madre ha sabido defenderse en la vida ella sola y criar y educar a sus siete hijos, poniéndolos en condiciones de servir a la Patria. Hoy tiene a tres o cuatro varones en el frente, unos como voluntarios y otros como militares y falangistas, pero instigados por ella y mandados por ella a cumplir este santo y sagrado deber de defender España. Es además una persona piadosa y de una conducta moral intachable, tanto en su vida profesional como en su vida privada. Una maestra y una madre cristiana. Hace el mes de María en su escuela con las niñas”.

ROQUE GIL, SEVERIANA.

Sin Cargos.

Informantes: Alcalde: Antonio Mateos Sánchez. Cura: Antonio Tejado. Brigada: José Novoa Oropesa. Persona de orden: el abogado Marcelino Núñez Haba.

Era natural de Jaraicejo, contaba con 49 años, llevaba 2 en la localidad, era casada con dos hijos e iba a misa. Dedicaba el tiempo libre en tareas propias de su sexo.

Dedicaba 5 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando regular.

No era izquierdista ni estaba afiliada a partido, asociación o sociedad alguna, ni había sido suspendida ni detenida.

El Alcalde: “Esta señora es trabajadora y competente para su cargo”.

El Abogado: “Esta señora, además de la asistencia a misa los días de precepto, tiene costumbre de asistir también a otros actos de culto católico, como novenas, siendo persona piadosa, al menos desde que está en Huertas de Ánimas. Es de vida honesta y recatada. Ahora hace el mes de mayo en la escuela con sus niñas”.

FERNÁNDEZ BERNAL, JUAN MANUEL.

Sin Cargos.

Informantes: Alcalde: Antonio Mateos Sánchez. Cura: Antonio Tejado. Brigada: José Novoa Oropesa. Persona de orden: el abogado Marcelino Núñez Haba.

Era natural de Trujillo, contaba 40 años, estaba casado y tenía 6 hijos. Llevaba 10 años en la localidad, iba a misa y dedicaba su tiempo libre a ejercer su profesión de abogado.

Dedicaba 5 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando bien y con entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliado a partido o sociedad alguna. Pertenecía a dos asociaciones: la provincial del magisterio y a una asociación de Recreo. No había sido suspendido ni detenido.

Según la persona de orden: “Se sumó al Movimiento en los primeros instantes. Ha pertenecido a las milicias nacionales y en la actualidad pertenece a F.E.T. de las J.O.N.S. como individuo de segunda línea. Es persona competente y trabajadora. De una conducta intachable, antes y después del movimiento. De buena formación religiosa y no parece haber figurado en política, en forma activa. Siempre ha votado las candidaturas de derechas. Hace con los niños el mes de María en la escuela. Es tan amante de su profesión como de su numerosa familia”.

Alcalde: “Es trabajador y competente para su cargo”.

HERNÁNDEZ BUSTAMANTE, BASILIO.

Sin Cargos.

Informantes: Alcalde: Antonio Mateos Sánchez. Cura: Antonio Tejado. Brigada: José Novoa Oropesa. Persona de orden: el abogado Marcelino Núñez Haba.

Natural de Ceclavín, casado, con 36 años y 3 hijos, llevaba 10 años en la localidad, iba a misa y dedicaba el tiempo libre a pasear con sus hijos, montar en bicicleta y dar largos paseos que alterna con asistencia al casino.

Dedicaba 5 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando regular y con mediano entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliado a partido o sociedad alguna. Pertenecía a la Asociación Provincial del Magisterio. No había sido suspendido ni detenido.

El Alcalde pedáneo asevera: “este señor lo que tiene que esta un poco hanormal (SIC)”.

El Párroco “Poco equilibrado y lleno de excentricidades en su vida pública; a esa falta de equilibrio debe atribuirse en gran parte su ideario en cuestiones político-sociales”.

El Abogado, como persona de orden, apuntaba: “Es persona correcta, pero algo inestable en su vida profesional, de costumbres sanas y con sentido social y religioso de la vida. Ahora hace con sus alumnos el mes de Maria. Se sumó al Movimiento Nacional pero no pertenece a ninguna organización”.

SÁNCHEZ MARCOS, ANDRÉS

Sin Cargos.

Informantes: Alcalde: Antonio Mateos Sánchez. Cura: Antonio Tejado. Brigada: José Novoa Oropesa. Persona de orden: el abogado Marcelino Núñez Haba.

Natural de Pozuelo de Zarzón, de 37 años, casado, con 1 hijo y 2 años de permanencia en la localidad, iba a misa y dedicaba el tiempo libre a su familia.

Dedicaba 5 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando bien y con entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliado a partido, asociación o sociedad alguna. No había sido suspendido ni detenido.

Alcalde: “Es trabajador y competente para su puesto”.

Cura: “Maestro consorte, dirigido por su mujer, Doña Rafaela Casco”.

Abogado: “Desde que regresó a continuar sus tareas escolares, después de vacaciones, pertenece a las Milicias en las que presta servicios. Es persona seria y trabajadora, dedicada por entero al servicio de su profesión. De vida honesta y familiar. Actualmente hace el mes de María con sus alumnos”.

TRUJILLO

BULNES SÁNCHEZ, FRANCISCA A.

Sin Cargos.

Informantes: Párroco: Rafael García López. Abogado: Marcelino González Haba. Alcalde: Juan Fernández Paredes. Brigada: Francisco Núñez Cabezas.

Natural de Villamesías, de 35 años, soltera y 3 años de permanencia en la localidad, iba a misa y dedicaba el tiempo libre a la catequesis.

Dedicaba 5 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando bien y con entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliada a partido o sociedad alguna. Pertenecía a la Asociación Provincial del Magisterio. No había sido suspendida ni detenida.

La persona de orden informa: “Se trata en este caso de una maestra modelo. Es teresiana. Muy piadosa. De misa y comunión diaria, pero bien sentido. Siempre ha ido con el crucifijo en el pecho, sin temor a izquierdas ni derechas. Asiste a los cursos de Acción Católica en Santander. En la actualidad está en los que se están celebrando en Salamanca. Durante la persecución religiosa ella ha enseñado la doctrina cristiana a sus discípulas en la Parroquia como catequista. Siempre se ha manifestado en público y en privado como una mujer cristiana de pura cepa, sin temor a persecuciones. Ejerce su profesión con gran dignidad y competencia y es una mujer de una rectitud moral envidiable y bien poco corriente y, además, de un carácter inflexible. Su vida por entero está dedicada a actos de piedad cristiana y al santo ministerio de la enseñanza”.

CORCOBADO MELERO, Mª CONCEPCIÓN

Sin Cargos.

Informantes: Párroco: Rafael García López. Abogado: Marcelino González Haba. Alcalde: Juan Fernández Paredes. Brigada: Francisco Núñez Cabezas.

Natural de Cáceres, de 24 años, soltera y 1 año de permanencia en la localidad, iba a misa y dedicaba el tiempo libre a pasear y estudiar.

Dedicaba 6 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando bien y con entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliada a partido, asociación o sociedad alguna. No había sido suspendida ni detenida.

Tiene un informe de los profesores de la escuela Normal, por cursar 4º del plan profesional.

GONZÁLEZ GARZÓN, ALBINA

Sin Cargos.

Informantes: Párroco: Rafael García López. Abogado: Marcelino González Haba. Alcalde: Juan Fernández Paredes. Brigada: Francisco Núñez Cabezas.

Natural de Urraca Miguel, en la provincia de Ávila, de 37 años, casada, con 4 hijos y 3 años de permanencia en la localidad, iba a misa y dedicaba el tiempo libre a sus quehaceres domésticos, prácticas piadosas, relaciones familiares, pasear y estudiar. No salía apenas de casa.

Dedicaba 5 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando bien y con entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliada a partido o sociedad alguna. Pertenecía a la Asociación Provincial del Magisterio. No había sido suspendida ni detenida.

CURIEL MERCHÁN, MARCIANO.

Con cargos

Informantes: Brigada de la Guardia Civil: José Novoa Oropesa. Párroco Arcipreste de San Martín: Rafael García López. Alcalde: Santiago Blázquez Mediavilla. Persona de Orden, el abogado Marcelino González Haba.

Natural de Garganta la Olla, contaba con 44 años, estaba casado, con seis hijos y llevaba 2 años en la localidad. Decía el brigada que ignoraba su religión y que no iba a misa; el cura, que iban algunos de sus hijos, pues él era católico sin practicar. El abogado lo consideraba católico practicante. Su tiempo libre lo dedicaba a pasar ratos en una taberna donde concurrían elementos izquierdistas. Tuvo un internado de estudiantes. Según el abogado, se dedicaba a la enseñanza de sus hijos, a sus aficiones filatélicas, a pasar ratos de campo y de paseo.

Dedicaba 6 horas a la escuela, aplicando juegos propios de la edad. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, aunque manifestaba ideas izquierdistas, según el guardia civil. Enseñaba regular y con mediano entusiasmo. Según el abogado, enseñaba bien y con entusiasmo.

Aunque parecía no estar afiliado a partidos políticos, simpatizaba con Izquierda Republicana desde que estaba en Trujillo. No pertenecía a sociedades, aunque estaba afiliado a la Asociación Provincial del Magisterio. No había sido detenido ni suspendido.

José Novoa Oropesa, Brigada de la Guardia Civil, apuntaba: “Este señor, en unión del maestro de Huertas de la Magdalena, D. Agustín Margallo Torremocha, hoy difunto, propuso al Director de Primera Enseñanza, con motivo de una visita que hizo a esta ciudad, la supresión del colegio de los PP. Agustinos, donde reciben educación gratuita unos 150 niños, oponiéndose a tal propuesta un concejal Socialista, haciendo ver a dicho señor Director los beneficios que reporta este Colegio, en el que se facilita comida a los niños pobres”.

El Cura Rafael García López, manifestaba que, “según referencias, en cierta ocasión hubo de indicar al Inspector D. Juvenal de la Vega, la implantación integral de la Enseñanza Laica”.

El Alcalde Santiago Blázquez Mediavilla, afirmaba que “propuso a Don Juvenal de la Vega la implantación de la enseñanza laica integral”.

La persona de orden, el abogado Marcelino González Haba, se extendía en las observaciones, contradiciendo lo dicho por los otros tres informantes, en el siguiente sentido: “Este señor figura sumado al Glorioso movimiento Nacional con gran entusiasmo, desde los primeros momentos del mismo, figurando en las Milicias con el cargo de cabo. Ha sido siempre persona de derechas. En el año 1.931 votó en Madroñera con los elementos de orden, en contra de la candidatura socialista, en las elecciones municipales. Estimamos que también votó a los elementos de derechas en las Constituyentes. De igual modo creemos que lo hizo en las elecciones del año 33 y en las últimas, que ya residía en Trujillo, fue a Madroñera con otros votantes, el día de las elecciones, en un coche facilitado por las derechas, para emitir el sufragio, estimando por ello que debió votar a favor de la candidatura de derechas.

Este señor, desde el mes de abril de 1.935, que se le murió un hijo, ha hecho una vida de encierro, dedicado a la enseñanza y a la vida de familia. Hemos averiguado que antes de la expresada fecha, tenía alguna costumbre de ir en compañía de Don Jacinto Gallego, cosechero de Vinos de Madroñera, a merendar a un establecimiento de comidas y bebidas aquí en Trujillo, de cuyo establecimiento era abastecedor el señor Gallego. En dicha casa se reúnen y se reunían elementos de izquierda y de derecha a tomar una copa y a merendar. Pero desde la indicada fecha el señor Curiel no ha vuelto a poner los pies en el precitado establecimiento.

Con la delicadeza que el caso requiere, hemos podido enterarnos de que es incierto un hecho atribuido al señor Curiel, de haber solicitado del Director General de 1ª Enseñanza, en ocasión que estuvo en Trujillo, con motivo de la inauguración de los grupos escolares, la sustitución de la enseñanza religiosa. Un testigo presencial narra el caso del modo siguiente: “El Director preguntó al señor Curiel cual era el estado de la enseñanza en Trujillo, contestando éste que seguía igual, que los Padres Agustinos y las Carmelitas continuaban dando las clases”.

Nos consta de manera indudable, que el señor Curiel es un buen maestro. En el año 1.930 se le dieron las GRACIAS de Real Orden, por su meritoria labor en la escuela. En La Opinión de Trujillo, en el año 1.934, hemos leído nosotros un artículo escrito por el Párroco de Belén, Don Juan Quesada, con la siguiente dedicatoria: “A mi buen amigo y gran maestro cristiano, don Marciano Curiel”. Cuando el Excmo. Señor Obispo de la Diócesis de Plasencia hizo su visita pastoral en Trujillo, tal vez por el año 1.934, el señor Curiel figura en el acompañamiento religioso, según se puede comprobar con una fotografía que conservamos en nuestro poder.

Su conducta en el orden moral es intachable, lo mismo en lo que respecta a su vida familiar, como a su vida profesional. Hace el mes de María con sus alumnos en la escuela.

El Señor Curiel fue el encargado de hablar en la solemnísima y emocionante fiesta de la reposición del Crucifijo en la escuela, constando sus palabras insertas en el periódico citado La Opinión de Trujillo”.

JIMÉNEZ COSTURERO, CONSTANTINO.

Sin Cargos.

Informantes: Párroco: Rafael García López. Padre de familia: Marcelino González. Alcalde: Juan Fernández Paredes. Brigada: Francisco Núñez Cabezas.

Natural de Talaván, de 59 años, casado, con 1 hijo y 8 años de permanencia en la localidad, iba a misa y dedicaba el tiempo libre a pasear y asistir a un bar denominado Pocholo pasando algunos ratos bebiendo algunos vasos de vino.

Dedicaba 5 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando regular y con mediano entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliado a partido o sociedad alguna. Pertenecía a la Asociación Provincial del Magisterio. No había sido suspendido ni detenido.

Según el abogado: “es persona religiosa de siempre; tal vez no pueda cumplir mejor por su falta de vista y por su edad, pero es hombre de orden y de derechas verdad, a los que siempre ha votado y defendido”.

SÁNCHEZ ARJONA, PEDRO

Sin Cargos.

Informantes: Párroco: Rafael García López. Abogado: Marcelino González Haba. Alcalde: Juan Fernández Paredes. Brigada: Francisco Núñez Cabezas.

Natural de Fregenal de la Sierra, de 60 años, casado, con 1 hijo y 9 años de permanencia en la localidad, iba a misa y dedicaba el tiempo libre a su familia.

Dedicaba 6 horas a la escuela, aplicando con los niños juegos infantiles. No cantaba la internacional ni saludaba puño en alto, enseñando bien y con mediano entusiasmo.

No era izquierdista ni estaba afiliado a partido, asociación o sociedad alguna. Pertenecía a la Asociación Provincial del Magisterio. No había sido suspendido ni detenido.

Alcalde: “Es adaptable a todas las circunstancias”.

Cura: “Se adapta al medio ambiente, acomodándose a todas las situaciones”.

El abogado: “Dicho señor es una persona dedicada por entero a la enseñanza. De buena formación religiosa. No sólo asiste a la santa misa los días de precepto, sino que también a los cultos católicos. Su vida es sencilla y honesta, sólo se reúne en el colegio de los Padres Agustinos de Trujillo a pasar un rato los días que no tiene clase. Ni va a casinos ni a otra clase de establecimientos de distracción. Es un buen maestro, un buen esposo y un buen padre. Su vida siempre ha sido igual, no han influido en ella las circunstancias políticas. Hace el mes de maría en la escuela”…

Expedientes de depuración del partido de Trujillo.

Legajo Maestr@ Localidad
32/13.303 Corcobado Melero, Mª Concepción Trujillo
32/13.250 Roque Gil, Severiana Huertas de Ánimas
32/13.250 Sánchez Marcos, Andrés Huertas de Ánimas
32/13.250 Sánchez-Arjona Varfas, Pedro Trujillo
32/13.246 Bulnes Sánchez, Francisca A. Trujillo
32/13.246 Cascos López, Rafaela Huertas de Ánimas
32/13.246 Cerrillo Arias, Antonia Belén
32/13.246 Fernández Bernal, Juan Manuel Huertas de Ánimas
32/13.246 Fernández Macaya, Valentina Huertas de Ánimas
32/13.246 González Garzón, Albina Trujillo
32/13.246 Hernández Bustamante, Basilio Huertas de Ánimas
32/13.199 Jiménez Costurero, Constantino Trujillo
32/12.452 Curiel Merchán, Marciano Trujillo

Legajos consultados para la obtención de datos relacionados con el trabajo presentado a los Coloquios históricos de 2.006:

Archivo General de la Administración

Alcalá de Henares.

Legajos: 32/13.303
32/13.246
32/13.199
32/13.452
32/13.250

img1Fiesta en la escuela pública de Trujillo. 1936.

img2;

Don Marciano Curiel Merchán con sus alumnos. Trujillo 1942.


NOTAS:

[1] La realización de este trabajo se ha hecho con la ayuda concedida por la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, al amparo de la Orden de 9 de junio de 2.005 (DOE de 21/6/2.005), por la que se convocan ayudas para la constitución de Grupos de Trabajo de Investigación sobre la Historia de la Educación en Extremadura. Lo que se hace constar en cumplimiento del artículo 14.2 de la citada Orden.

[2] Citado por DOMÍNGUEZ LÁZARO, M. “La escuela en Plasencia en la primera parte del siglo XX”, en Revista ALCÁNTARA 12 (septiembre-diciembre. 1.987).

[3] Orden Ministerial de 28 de diciembre de 1.939.

[4] VEGA GIL, L. “Aproximación a la Enseñanza Secundaria durante el franquismo. (1.938-1.967)”. En Historia de la Educación, revista interuniversitaria. Nº 8. 1.989. Ed. Universidad de Salamanca.

Oct 012005
 

Jesús Barbero Mateos.

El día quince de agosto de 1.907, se celebró una conferencia religiosa en los locales de la sociedad “La Solidaridad”, de Torrecillas de la Tiesa, a cargo del Pastor Protestante Teodoro Friednel.

El acto se desarrolló sin la preceptiva autorización gubernativa, llegando noticias del mismo al Gobierno Civil de la provincia, que inició un procedimiento informativo-sancionador, con requerimientos al Alcalde de la Villa, Antonio Vaquero y al Presidente de mencionada sociedad, Victoriano Jiménez Campos.

No debieron ser muy fluidas las relaciones entre el ayuntamiento y “La Solidaridad”. El Alcalde aprovechó la ocasión para cargar contra la Junta Directiva de la misma, de la que era miembro el regidor síndico del Ayuntamiento, Domingo Vega Martín.

Tras recabar todas las noticias y testimonios posibles en torno al asunto y después de emitir informe la Comisión Provincial de la Diputación de Cáceres, el Gobernador Civil, Felipe Crespo de Lara, decidió disolver la sociedad y poner en conocimiento del Juzgado de Instrucción de Trujillo, una relación de hechos, presuntamente delictivos, desarrollados en la localidad entre agosto y diciembre de 1.907, protagonizados por el presidente y vicepresidente de la sociedad, en el ínterin de la resolución del expediente, por si de ellos se desprendieran responsabilidades penales.

El desarrollo de los acontecimientos acaecidos entonces, detonantes de la suspensión de la Sociedad Benéfica de Socorros Mutuos “La Solidaridad”, son los que van a tratarse a continuación.

Corría el día 20 de agosto de 1.907, cuando el entonces Gobernador Civil de la Provincia, requería mediante orden nº 4814, al Alcalde Constitucional de la Villa de Torrecillas, Antonio Vaquero, para que realizase averiguaciones en la localidad, acerca de la celebración de una Conferencia Protestante habida en la misma el día 15 de agosto recién pasado.

El Alcalde no demoró la respuesta y, tan sólo cinco días después, remitió oficio a la superioridad informando sobre lo ocurrido, en estos términos: “(…) noticias adquiridas(…):el día quince del corriente dieron una conferencia, o cosa parecida, dos hombres que se llamaban pastores protestantes, en un salón donde celebra sus sesiones una sociedad constituida en esta localidad, con autorización de ese Gobierno, denominada “La Solidaridad”. (…) dicha conferencia fue(…) privada y no pública y sin autorización de esta alcaldía(…)”.

Por lo tanto, venía a reconocerse la celebración del acto, se anticipaba el desconocimiento previo por parte de la autoridad municipal y parecía quitarse hierro al asunto: “(…)no tuvo importancia ninguna, puesto que, a excepción de algunos exaltados de repetida sociedad, nadie hizo caso(…)”.

Decimos que parecía quitarse importancia, porque a continuación cargaba el Alcalde las tintas sobre “ciertos” individuos de la sociedad y no otros; concretamente sobre los miembros de la Junta Directiva: “(…) a dichos hombres les acompañaban todos o parte de los individuos que componen la Junta Directiva(…)”,apostillando que entre ellos se encontraba “(…) el regidor síndico de este Ayuntamiento, Domingo Vega Martín(…)”.

Aprovechando las circunstancias del momento, el Alcalde finalizaba su escrito arremetiendo contra “La Solidaridad”, con la aparente intención de provocar su desaparición, como finalmente ocurriría: ”(…) esta alcaldía viene observando que repetida sociedad se viene separando del fin para que fue constituida, con disgusto de muchos de sus socios, que verían con gusto(…) su disolución por la superioridad, puesto que no cumplen con los preceptos legales(…)”.

El planteamiento de situación estaba hecho. Se reconocía la celebración de una conferencia protestante en los locales de “La Solidaridad”, sin autorización gubernativa alguna. Llegadas que fueron las noticias de la misma al Gobierno Civil (no nos consta a través de qué conductos), se requirió al regidor para que informara de lo sucedido. Éste aprovechó la coyuntura para arremeter contra la Junta Directiva de la sociedad y, en especial, contra Domingo Vega Martín, a la sazón regidor síndico del ayuntamiento, con la intención de clausurar definitivamente la sociedad.

Y llegados a este punto, nos planteamos, ¿cuándo se fundó esta sociedad?, ¿qué fines perseguía?, ¿cuáles eran sus actividades?, ¿quiénes componían la Junta Directiva?… A ello trataremos de responder a continuación, antes de seguir con el asunto de la conferencia.

“La Solidaridad” era una Sociedad Benéfica de Socorros Mutuos, de las muchas que proliferaron en la época, que se había constituido oficialmente en Torrecillas de la Tiesa el día 2 de febrero de 1.905, tras autorizarla el Gobernador Interino de la Provincia, Luís Grande Baudesson, aunque sus estatutos se habían firmado el día 1 de enero del mismo año.

Su domicilio social se estableció en la calle Nueva número 14 y la Junta Directiva constitutiva estaba compuesta por los siguientes miembros: Presidente: Ubaldo Felipe, Vicepresidente: Juan Jiménez Solano, Secretario 1º: Domingo Vega, Secretario 2º: Francisco Vega, Contador: Juan ¿Rozas?, Tesorero: Juan García e Interventor: Vicente Álvarez.

Esta Junta Directiva, fue sustituida en día 1 de enero de 1.907 por otra, en la que se encontraban los siguientes miembros (los realmente implicados en el asunto de la conferencia protestante): Presidente: Victoriano Jiménez Campos, Vicepresidente: Policarpo Martín, Secretario: Manuel Teófilo Mateos, Vocales: Gumersindo Ávila, Antonio Vega Rubio, Nemesio Cordero y Feliciano Pérez Moreno.

El objeto de la sociedad era socorrer a los socios en caso de accidente, enfermedad o situación de paro. Al respecto no debe perderse de vista que en la época no existía cobertura universal por parte de los poderes públicos, en relación con estas circunstancias. Disponía su reglamento la existencia de “visitadores”, encargados de visitar a los enfermos, para comprobar su situación y evitar abusos; entregar los socorros y proponer la revocación de los mismos, eso sí, con asistencia de un facultativo.

Los requisitos de ingreso eran: gozar de completa salud, residir en Torrecillas de la Tiesa, haber cumplido 16 años y no exceder de 56 y, finalmente, acatar lo establecido en los estatutos. La cuota ascendía a una peseta mensual y una aportación extraordinaria de tres pesetas en el mes de agosto. Esta es, a grandes rasgos, la descripción de la sociedad implicada en la conferencia protestante. Sigamos ya con el desarrollo de los hechos objeto de análisis.

Tras varias comunicaciones informales, el día 31 de agosto, el Gobernador Civil, Felipe Crespo de Lara, instaba al Alcalde a iniciar expediente de averiguación sobre la celebración de la conferencia protestante en los locales de “La Solidaridad” y remitirlo al Gobierno una vez diligenciado. En el mismo oficio se solicitaba al Presidente de la sociedad, Victoriano Jiménez Campos, que aclarase si tenía autorización y que instancia la había emitido. También se citaba a Domingo Vega Martín, concejal síndico del Ayuntamiento, quien debía “(…) presentarse inmediatamente(…) en este Gobierno, a fin de tratar asuntos relacionados con la administración del ayuntamiento de que forma parte(…)”.

En relación con estos requerimientos, consta que se instruyó el expediente y que el presidente de la sociedad contestó por escrito en los siguientes términos: “El permiso fue por escrito dirigido al alcalde por el Pastor Protestante Teodoro Friednel, para dentro de la sociedad de obreros, pero la conferencia se celebró colocándose el pastor protestante en la puerta y el público, la mayor parte en la calle”[2].

Se reconocía así, explícitamente, que el permiso había sido denegado por la alcaldía, pero se matizaba que la conferencia se había desarrollado fuera del local, mientras que la desautorización afectaba al interior del mismo. Nada consta de la comparecencia de Domingo Vega en el Gobierno Civil.

El Alcalde torrecillano, una vez finalizada la instrucción del expediente, lo remitió el día 21 de octubre al Gobierno Civil, a los efectos que procediesen. Por su parte, el Gobernador lo envió a la Comisión Provincial, dependiente de la Diputación, para que informase en relación con el asunto, a la vez que requirió a la Sociedad para que remitiese una certificación de sus acuerdos.

En la misma, el Presidente, Victoriano Jiménez, desgranaba la relación de los acuerdos tomados por la sociedad, desde el día de su constitución, hasta el 15 de diciembre de 1.907. A saber: Mandar hacer un arca con tres llaves; no se socorrería a ningún socio con antigüedad inferior a 1 año; posibilidad de admitir socios honorarios; expulsión de quien acudiese al local con herramientas de fuego o armas blancas… Como puede comprobarse, nada relacionado con el asunto de la conferencia.

La Comisión Provincial, una vez examinado el material obrante en el expediente, emitió su informe el día 4 de diciembre y lo remitió al Gobernador Civil. En el mismo se hacían constar los siguientes extremos: “(…)la conferencia tuvo lugar en el indicado día, en el local de la sociedad, dando cuenta a la autoridad local(…), no habiendo(…) lugar a exigir responsabilidad alguna por este acto(…). Ahora bien, resultando(…) que el Presidente y Vicepresidente de la sociedad han amenazado(…) al Alguacil del Ayuntamiento, Anacleto Cuesta Vega(…), resultando(…) que la sociedad(…), según informa el Alcalde, funciona de un modo que es imposible que personas honradas y de regular criterio, puedan seguir perteneciendo a ella; que no ofrecen sus reuniones las libertades ni la seguridad necesarias para que cada cual emita su opinión(…), habiéndose dado el caso de agredir a los agentes de la autoridad y que la sociedad se ha separado completamente del fin para que fue constituida(…)”, la Comisión informaba la necesidad de suprimir las funciones de dicha sociedad, en atención a la ilicitud de sus actos, e informar de los mismos, en el plazo de 24 horas, al juzgado de instrucción.

A tenor de lo recogido en este informe, el Gobernador Civil actuó haciendo suyas las propuestas de resolución que contenía, lo que comunicó al Alcalde el día 17 de diciembre. En la misma fecha se puso el asunto en conocimiento del Juzgado de Instrucción de Trujillo, los términos de cuya resolución no nos constan.

De esta forma, aunque exonerados de responsabilidad por la celebración de la conferencia protestante, los acontecimientos habidos durante la instrucción del expediente, crisparon la vida municipal hasta tal punto que, finalmente la sociedad se disolvería, pero por motivos distintos a los que dieron lugar al mismo.


NOTAS:

[1] Los entrecomillados que aparecen en este artículos, son citas textuales de los documentos originales, obrantes en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres: Sección Gobierno Civil; Subsección Asociaciones; Torrecillas de la Tiesa, caja 34.

[2] En el mismo oficio se afirmaba que Victoriano Jiménez Campos, presidente de la sociedad, se encontraba en Deleitosa desde antes de la reunión, así como cinco vocales de la Junta Directiva.

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