Nov 072018
 

Teodoro Martín Martín.

(R. S. G.)

Resumen.

El objetivo de esta comunicación es llevar a cabo una reflexión personal sobre lo realizado por mí en lo que a investigaciones sobre la región extremeña se refiere. Tras una breve introducción los contenidos se estructuran en tres capítulo, más una coda provisional. Comienza con mi primer artículo, que se remonta a 1972, para concluir con los llevados a cabo en el pasado más reciente. Creo que reflexiones de este tipo, muy alejadas del autobombo sirven para, tras echar la vista atrás, evaluar lo que se ha realizado. También poner en conocimiento de otros investigadores temas y épocas ya estudiadas para complementarlas y si es necesario superarlas.

Introducción

Era costumbre entre los antiguos que cuando se llegaba a una cierta edad en su evolución vital, volviendo la vista atrás, hicieran un balance de lo que habían realizado en todos los ámbitos de su existencia. Mi propuesta aquí no tendrá ese alcance, solo intentará mostrar, con toda modestia, una faceta que me ha entretenido a lo largo de mi vida: Mi obra histórica relacionada con Extremadura.

Lejos de mi la intención de mostrar algún tipo de vanidad u orgullo por ello, todo lo contrario. Mi propósito con esta reflexión es hacer una evaluación de lo realizado para proseguir y mejorar mi trabajo. Pero a la vez proporcionar a los extremeños que les interese y a otros estudiosos de la región, qué es lo que he hecho sobre la Historia en nuestra comunidad. En esta relación solo aludiré a trabajos científicos y no a colaboraciones ocasionales en periódicos o revistas divulgativas.

El concepto confesión de autor lo tomo en homenaje a la tertulia que, dirigida por el llorado escritor Manuel Andújar, teníamos hace ya años en el cafetín Croché de San Lorenzo de El Escorial. En ella aprendí lo bueno y brillante que tenían nuestras letras en los años ochenta y noventa del pasado siglo, con ocasión del paso por dicha tribuna de lo mejor de la literatura y el pensamiento español.

Si es cierto el aserto de que es de bien nacidos ser agradecidos debo dejar constancia de la obra benefactora que llevaron a cabo seres normales como Manolo Míguez y Kiky González. Además de los múltiples conferenciantes que pasaron por allí, sin duda lo más granado de nuestro mundo cultural. Su mención sería pretenciosa e injusta dada la brevedad de esta introducción.

Primeros intentos

Mi primera aportación a la historia de Extremadura se remonta a 1972. En ese año ya aludí a los efectos que el fenómeno de la desamortización tuvo en la comarca de la Vera[1]. Fue una extensión del estudio de esta temática que inicié con mi tesis de licenciatura en el Viejo Estudio salmantino. Al citado trabajo le siguieron otros dos titulados; La Desamortización en Extremadura en el Trienio Liberal (1820-1823)[2] y la Desamortización en Extremadura (1836-1895).[3] La pretensión de los mismos era adquirir, a la altura de los años setenta del pasado siglo, una visión general a través de estadísticas globales. No era su cometido abordar con fuentes primarias una profundización en la cuestión, cosa que afortunadamente han hecho ya otros investigadores vinculados a nuestra Universidad. Pienso en los trabajos de los profesores García Pérez, Naranjo Sanguino y Roso Díaz.

Consciente de que había que ahondar en espacios y tiempos concretos llevé a cabo estudios específicos que se plantearon las causas y las consecuencias de la exclaustración. En este caso limitados a la comarca de la Vera. En esta línea se contemplan los artículos siguientes: Conflicto y desamortización en la Vera[4] y Desamortización y élites locales en la Vera de Plasencia[5]. También abordaron esta temática los que dediqué en concreto a nuestro más querido cenobio y que fueron: La exclaustración en el Monasterio de Yuste[6], la Desamortización en Yuste[7], Ruina y abandono en Yuste[8], el Expolio de Yuste[9] y también Crisis y resurrección en Yuste[10].

De igual modo hice una aproximación a la situación de los conventos de la Vera, estudiando su dominio territorial en vísperas del proceso desamortizador, que se plasmó en un artículo con dicha denominación[11]. Todos estos trabajos me sirvieron para ahondar más en esta problemática pero ya fuera de nuestra región: Salamanca, Madrid; o con otro enfoque, como fueron la desaparición de las capillas musicales o las bibliotecas y pinacotecas conventuales.

De estos primeros años es también el análisis de la reforma provincial y eclesiástica que tiene lugar en Extremadura en el Trienio Liberal que se plasmó en otro trabajo[12]. A este periodo histórico le dedique más tarde otras dos colaboraciones. La primera sobre la reforma de los conventos[13] y la segunda sobre la actividad política de un personaje destacado de la Extremadura de comienzos de siglo XIX, Francisco Fernández Golfín[14]. Así mismo en estos mis primeros años de investigación deben situarse los comentarios que hice sobre el catálogo inventario de los documentos del Monasterio de Guadalupe, obra de Luís de la Cuadra Escrivá de Romaní en 1976[15]. La percepción de la gran mole de Gredos desde nuestra región también fue analizada por mí en La imagen de Gredos[16].

Otra temática que me preocupó y que ha dado pié a múltiples artículos míos es el monasterio al que decidió retirarse en 1555 el Emperador Carlos V. En 1999 inicié una aproximación a su historia para mí tan querida. No me olvido que nací en Aldeanueva de la Vera a cinco mil metros del cenobio. Fruto de ella fue un artículo sobre las fuentes documentales para su estudio[17]. A este le siguieron, a parte los ya citados en el apartado de la desamortización, los que se mencionan a continuación y cuyo título expresa fielmente su contenido.

El Dominio territorial del Monasterio de Yuste[18], el Alcaide de Yuste[19], Yuste en la poesía de Álvaro Valverde[20], Carlos V en las Doloras de Campoamor[21], Carlos V según Carlos Mª Esquivel[22], Luís de Santa María monje de Yuste[23], Yuste en 1656[24], El Monasterio de Yuste fundación y bienhechores[25], la Vida en Yuste según las actas capitulares de la orden jerónima[26] y Noticia de Yuste[27].

Cuadro 1. Monasterio de Yuste

Este último vino a poner de manifiesto la existencia de un manuscrito hallado por mí en la Real Biblioteca de Palacio en Madrid. En él el autor francés Félix Desvignes, se aproxima a la abdicación, retiro y muerte de Carlos V en Yuste. Se escribió en 1861 en francés y está dedicado a la Reina Isabel II. Se halla inédito y pretendemos hacer una edición bilingüe del mismo, dado su interés y novedad en algunos de sus planteamientos. Para Desvignes Carlos V imita a Diocleciano en su actitud de renuncia a la vida pública. Es posible que los planteamientos de autores como W. Sterling Maxwell, A. Mignet, A. Pichot o C. A. Saint Beuve deban ser reinterpretados a la luz de este novedoso trabajo.

Consolidación de un tema

A partir del año 2000 se produce en mí un evidente interés por las cuestiones históricas que atañen a Extremadura. Ello fue compatible con seguir trabajando en otros temas como jardines, la acción exterior de España o conventos y monasterios a nivel nacional. También la herencia hispana en ciudades como Lovaina, o temas relacionados con Salamanca, ciudad donde cursé mis estudios universitarios o Madrid ciudad en la que resido.

De esta inquietud surgió lógicamente aproximarme a la problemática histórica de mi lugar de nacimiento. Así apareció el artículo sobre El Convento de Santa Catalina de Siena a finales del Antiguo Régimen[28]. Al que le siguió otro sobre Las fuentes para su estudio[29]. Y sobre todo el libro El Convento de Santa Catalina de la Vera (1445-1845)[30]. Más tarde aparecería La huella dominicana en Aldeanueva[31], con lo que cerraba el ciclo sobre este cenobio aldeanovense.

No así el interés por la orden de predicadores en nuestra región, siguiendo el proyecto del padre Barrado, extremeño, de llevar a cabo un amplio estudio sobre la huella de los hijos de Santo Domingo en Extremadura. Fruto de este proyecto aún vivo han sido otras tantas colaboraciones como son: El Convento dominico de la Fuente Santa de Galisteo (Cáceres): Fuentes para su estudio[32], más El Convento de Santa Ana en Belvis de Monroy[33]. Aún no publicado pero sí concluido puede citarse el titulado Las dominicas de la Encarnación en Puebla de Sancho Pérez.

Un personaje que me ha preocupado y ocupado de manera persistente ha sido don Pedro de Godoy, último representante de la Escuela de Salamanca, catedrático de Teología en su Universidad y obispo de Osma y Sigüenza, ciudad donde está enterrado. Este personaje, natural de Aldeanueva, ha sido, por razones obvias, un acicate para mí en la investigación del tema de las biografías. El resultado de este esfuerzo son los siguientes trabajos citados en orden cronológico de aparición. El libro Dos escritores de la Vera en el siglo XVII Pedro de Godoy y Martín de la Vera[34]. Pedro de Godoy confesor de Felipe IV[35]. La imagen de Pedro de Godoy en Sigüenza[36]. Licentia docenti por Salamanca[37]. El testamento de Pedro de Godoy[38] y la voz Pedro de Godoy[39]en el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia.

Cuadro 2. Obispo Godoy

Otra biografía que me interesó fue la del 15º prior del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, fray Martín de la Vera. Este personaje, autor de una singular obra escrita, había nacido en Garganta la Olla. Murió desterrado por el poder político del momento, el valido Conde Duque de Olivares, en el convento de Ávila en 1637. Su recia personalidad, fue además discípulo de Arias Montano y del padre Sigüenza, me fascinó y de esta atracción surgieron los artículos: Dos imágenes y una figura fray Martín de la Vera[40] y Biografía de fray Martín de la Vera [41]. La investigación inserta en el libro: Dos escritores de la Vera en el siglo XVII completó lo hecho por mí a cerca de esta figura privilegiada de la orden jerónima.

Sobre personajes extremeños relevantes debo citar los siguientes trabajos: Recuerdos de Carmelo Solís desde la Vera[42] y Vargas Carvajal un obispo del Renacimiento[43]. Sobre el militar Francisco Fernández Golfín, héroe de la libertad en España, aparte del ya citado al hablar del Trienio Liberal, cabe mencionar el estudio Francisco Fernández Golfín en la Real Academia de la Historia[44], donde abordo su discurso de ingreso en aquella Docta Institución a fines del siglo XVIII. Del también político liberal José María Calatrava Pintado, natural de Mérida y autor del primer código penal español, realicé estos dos trabajos: El pensamiento político de José Mª Calatrava[45] y José Mª Calatrava liberal desventurado[46]. Fue también presidente del Gobierno de España y presidente de su Tribunal Supremo, una figura paradigmática del primer liberalismo hispano.

Cuadro 3. Benito Árias Montano

Son también mencionables dentro de este género de las biografías abiertas el estudio sobre Arias Montano y la Universidad de Lovaina[47], en el siglo XVI o el referido a Luisa de Carvajal y Lovaina[48]. Por último sería digno de reseñar la aproximación biográfica que hice hacia la figura de mi paisana Juana Valleros Mateos, maestra y doctora ejemplar en la ciudad del Tormes[49].

Como era previsible el acercamiento a mi pueblo de nacencia había de ocupar parte de mis esfuerzos investigadores. Comencé con un breve artículo titulado Aproximación a la Historia de Aldeanueva[50], al que le siguieron La fuente del boticario[51] y Las coladas ganaderas de Aldeanueva[52]. El libro titulado Aldeanueva de la Vera un pueblo con Historia[53], supuso la primera visión sintética en la evolución del municipio y sus gentes desde los orígenes prehistóricos hasta nuestros días. Proseguí después con otras cuestiones interesantes en trabajos como: Alfonso XIII en Aldeanueva[54], Aproximación a la Educación en Aldeanueva[55], Crimen y violencia social en la Vera[56], Aldeanueva industrial[57], Dos alcaldes de Plasencia oriundos de Aldeanueva[58] y Aldeanueva de la Vera a fines del Antiguo Régimen[59]. Creo que todos ellos proporcionan una visión bastante cercana a lo que ha sido la evolución histórica de los pencones, gentilicio con el que se conoce a los habitantes de mi pueblo.

Consciente de la personalidad y el protagonismo que tienen los pueblos de nuestra región en su devenir histórico he llevado a cabo aproximaciones a algunos de ellos para conocer su singularidad. Sean un ejemplo los trabajos titulados: Trujillo en el siglo XVII[60], El Guijo de Santa Bárbara una retrospectiva histórica[61] y la Fuente del Maestre a fines del Antiguo Régimen[62].

A lo largo de mi vida ha habido otros temas abordados por mí y que también tenían como preocupación o como fondo poblaciones extremeñas. Sean ejemplos de ello mis impresiones sobre la ciudad del Jerte en mi etapa de alumno en el colegio de San Calixto y que expresé en mi artículo Vivencias en el tiempo[63]. Me aproximé a la importancia y regulación de las rentas decimales en la diócesis placentina en el siglo XVII a través de un artículo titulado El diezmo en la diócesis de Plasencia[64]. Muy tangencialmente me ocupé de la importancia de las instituciones de caridad en: Fuentes para el estudio de las cofradías en el Antiguo régimen con ejemplos en La Vera y Madrid[65]. El cometido y transcendencia que tuvo el colegio de la orden alcantarina en la universidad salmantina lo analicé en el trabajo: El colegio de la Orden de Alcántara en Salamanca[66].

Cuadro 4. Escudo de la Orden de Alcántara

Hacia un jardín deleitoso

Desde mis años de estudiante en Salamanca y después, desarrollando mi vida profesional en Barcelona y Madrid, siempre he concebido a nuestra región como un jardín delicioso. Un lugar a donde volver para disfrutar, recrearme y reflexionar sobre lo que se tercie, a veces meras banalidades. Es un poco la visión que hoy día se tiene de Extremadura como espacio ecológico. La falta de industrialización y sus peculiaridades geográficas han hecho de ella un lugar sin excesos medioambientales provocados por un perverso desarrollismo.

Estas dos concepciones sobre la región extremeña, la personal mía y la social o colectiva, han generado en mí un especial interés por el tema de la Naturaleza. Contemplada esta en sus dos vertientes: la salvaje y espontánea; pero también la naturaleza ordenada por el hombre, no otra cosa es lo que hoy llamamos jardines. Estos son espacios donde la mente y el espíritu humano son capaces de relajarse, pensar, sentir y a la vez gozar de lo más inmediato que nos ofrece el planeta Tierra en el que habitamos.

Por todo lo dicho se puede desprender que los jardines hayan sido uno de mis temas favoritos. Ya lo mostré en mi trabajo sobre el jardín musical de la Casita del Infante don Gabriel en San Lorenzo de El Escorial (2011). O en el que dediqué al estudio de la idea de jardín en La Constancia de Justo Lísio (2014). También lo he intentado plasmar en el territorio extremeño. Sean una prueba de ello los siguientes estudios:

En primer lugar el libro sobre un jardinero catalán del siglo XVI, perteneciente a la orden jerónima. Fue un personaje peculiar que sirvió a los dos grandes monarcas hispanos de aquella centuria. Me estoy refiriendo a fray Marcos de Cardona, jardinero de Carlos V en Yuste y de Felipe II en El Escorial [67]. En este lugar se halla enterrado, poniendo de manifiesto las antiguas y profundas conexiones de Cataluña con el resto de España, tan en cuestión en estos últimos años. El hallazgo de este personaje y su obra fue reconocido por la histórica villa de Cardona, que en el año 2009 me invitó a pronunciar una conferencia sobre su antepasado el día de San Jordi y puso el nombre de Marc de Cardona a su Biblioteca Municipal.

A este libro le siguieron otras investigaciones con la misma temática como son: Los jardines de Aldeanueva[68], donde analizo y describo dos curiosos espacios ajardinados de origen privado, existentes en mi pueblo. La imagen que de otro jardín histórico extremeño, hoy lamentablemente desfigurado, tuvieron diez visitantes que desde el siglo XVI lo contemplaron, la expreso en Visiones de la Abadía[69]. Dos jardines señoriales que pertenecieron a los Manrique de Lara en Pasarón y a los condes de Oropesa en Jarandilla los estudio en Jardines señoriales en la Vera de Plasencia[70]. Por último hice una aproximación a algunos jardines de Cáceres y Badajoz en la centuria pasada en el artículo que lleva por título Sobre jardinería extremeña en la primera mitad del siglo XX[71].

Estos temas sobre la naturaleza organizada son sin duda un campo abierto y sugerente por donde pueden deambular nuevas investigaciones. Animo a los jóvenes historiadores e investigadores en general, a proseguir en el análisis y profundización en esta tierra, que aún tiene mucho que decir y demandar para lograr ser conocida, después de lo cual podrá ser oída y reconocida. En esto último queda mucho por andar. Yo seguiré caminando por una senda que hasta ahora me ha dado muchas satisfacciones.

A modo de coda provisional

De lo expuesto en las páginas precedentes no ha de concluirse que cierro mi ciclo de investigaciones sobre la región extremeña. Todo lo contrario. Mientras goce de salud y buen ánimo proseguiré en mi empeño por conocer más y mejor el lugar donde nací. Además hago mía la frase de Marie Curíe de que no hay que pensar nunca en lo que se ha hecho, sino en lo que queda por hacer. Si además este trabajo te produce satisfacciones y puede ser compartido por colegas y estudiosos del saber más que mejor.

El lector que haya seguido con atención lo hasta aquí expuesto habrá observado mi interés por determinados temas como son: El diezmo, el Trienio Liberal, la desamortización y la exclaustración de regulares, La Vera y el Monasterio de Yuste o la orden de predicadores. Además de los que directamente afectan a mi pueblo natal: Historia de Aldeanueva, el Convento de Santa Catalina de Siena y el Maestro Pedro de Godoy. También me han preocupado notables biografías como las de: Arias Montano, Martín de la Vera, Fernández Golfín y José María Calatrava. Los jardines y su problemática han sido también uno de mis gozos en esta labor de estudio, que pienso proseguir y que hasta ahora lo que he hecho es un provisional balance.

Es mi deseo personal con esta comunicación a los XLVII Coloquios Históricos de Extremadura, que se celebran todos los años en la encantadora ciudad de Trujillo, unirme a las conmemoraciones del VIII Centenario del VIEJO ESTUDIO SALMANTINO. Para los que somos doctores por Salamanca y antiguos alumnos de su Universidad es siempre un honor y a las vez un privilegio poner de relieve estas vinculaciones y más si se hacen desde nuestra tierra tan deudora de esta ALMA MATER hispana.

[1] Revista de Estudios Extremeños Volumen XXVIII nº 2. Badajoz 1972.

[2] Revista de Estudios Extremeños Volumen XXXI nº 1. Badajoz 1975.

[3] Revista de Estudios Extremeños Volumen XXXIV nº 3. Badajoz 1978.

[4] Boletín de la Real Sociedad Geográfica Volumen CXXVI-CXXVII Madrid 1991-92.

[5]Actas de los XXX Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2001.

[6] Actas de los XXX Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2001.

[7] Actas de los XXXIII Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2004.

[8] VIII Congreso de Estudios Extremeños. Badajoz 2007.

[9] Simposio sobre La Desamortización. San Lorenzo de El Escorial 2007.

[10] La Comarca de la Vera nº 20. Jaraíz de la Vera 2008.

[11] Alcántara nº 192. Cáceres julio-septiembre 1978.

[12] Revista de Estudios Extremeños Volumen XXIX nº 3. Badajoz 1973.

[13] Actas de los XL Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2011.

[14] Actas de las IV Jornadas históricas de Tierra de Barros. Almendralejo 2013.

[15] Alcántara nº 177. Cáceres octubre-diciembre 1974.

[16] Boletín de la Real Sociedad Geográfica. Volumen CXXXIII. Madrid 1997.

[17] Simposio sobre la orden jerónima y sus monasterios. Volumen II. San Lorenzo de El Escorial 1999.

[18] Boletín de la Real Sociedad Geográfica Volumen CXXXIX-CXL. Madrid 2003-04.

[19] La Comarca de La Vera nº 5. Jaraíz de la Vera 2004.

[20] Revista La Vera nº 83. Jarandilla de la Vera mayo 2005.

[21] La Comarca de la Vera nº 10. Jaraíz de la Vera 2005.

[22] Actas de los XXXIV Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2005.

[23] Actas de los XXXVI Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2007.

[24] La Comarca de la Vera nº 18. Jaraíz de la Vera 2007.

[25] Actas de los XXXVI Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2007.

[26] Actas de los XXXIX Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2010.

[27] Revista Cultural Pencona nº 13. Aldeanueva de la Vera 2017.

[28] Actas de los XXIX Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2000.

[29] Archivo Dominicano Volumen XXII. Salamanca 2001.

[30] Editorial San Esteban. Salamanca 2002.

[31] La Comarca de la Vera nº 25. Jaraíz de la Vera 2009.

[32] Archivo Dominicano Volumen XXXVII. Salamanca 2015.

[33] Actas de los XLVI Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2017.

[34] Editorial Asociación Obispo Manzano. Jaraíz de la Vera 2003.

[35] Revista La Vera nº 72. Jarandilla junio 2004.

[36] Actas de los XXXIII Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2004.

[37] Papeles del Novelty nº 13. Salamanca 2006.

[38] Revista Cultural Pencona nº 3. Aldeanueva de la Vera 2007.

[39] Voz en el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia Volumen VIII. Madrid 2010.

[40] Simposio sobre El Escorial y la pintura. San Lorenzo de El Escorial 2001.

[41] Actas de los XXX Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2001.

[42] Actas de los XXXI Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2002.

[43] Actas de los XXXV Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2006.

[44] Actas de las V Jornadas históricas de Tierra de Barros. Almendralejo 2014.

[45] Monografías ASPUR nº 5 .Madrid 2008.

[46] La Aventura de la Historia nº extraordinario. 25 españoles para la libertad. Madrid noviembre de 2014.

[47] Boletín de la Real Academia de Extremadura Volumen XXIII. Trujillo 2015.

[48] Actas de los XLIII Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2014.

[49] La Comarca de la Vera nº 14. Jaraíz de la Vera 2006.

[50] Revista Cultural Pencona nº 1. Aldeanueva de la Vera 2005.

[51] Revista Cultural Pencona nº 2. Aldeanueva de la Vera 2006.

[52] Revista Cultural Pencona nº 4. Aldeanueva de la Vera 2008.

[53] Editado por El Ayuntamiento de Aldeanueva de la Vera 2009.

[54] Revista Cultural Pencona nº 7. Aldeanueva de la Vera 2011.

[55] Revista Cultural Pencona nº 8. Aldeanueva de la Vera 2012.

[56] Actas de los XLII Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2013.

[57] Revista Cultural Pencona nº 10. Aldeanueva de la Vera 2014.

[58] Revista Cultural Pencona nº 12. Aldeanueva de la Vera 2016.

[59] Actas de los XLV Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2016.

[60] Actas de los XXXVIII Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2009.

[61] Actas de los XLI Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2012.

[62] Actas de las VIII Jornadas históricas de Tierra de Barros. Almendralejo 2016.

[63] Revista La Vera nº 57 y 60. Jarandilla marzo y junio de 2003.

[64] Revista de Estudios Extremeños Volumen LX nº 2. Badajoz 2004.

[65] Simposio sobre la Iglesia y las instituciones de caridad. San Lorenzo de El Escorial 2006.

[66]Primer Congreso Nacional de las Ordenes Militares en Extremadura. Ed. Extremadura Histórica. Garrovillas 2015.

[67] Editorial Cocheras del Rey. San Lorenzo de El Escorial 2008.

[68] Revista Cultural Pencona nº 9. Aldeanueva de la Vera 2013.

[69] Actas de las VI Jornadas históricas de Tierra de Barros. Almendralejo 2014.

[70] Actas de los XLIV Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2015.

[71] Actas de las VII Jornadas históricas de Tierra de Barros. Almendralejo 2015.

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