Oct 012004
 

Gregorio Carrasco Montero.

Canónigo Archivero

Hasta tres nombres recibe el que atraviesa de sur a norte la diócesis:

  1. Camino Primitivo;
  2. Camino Mozárabe;
  3. Vía de la Plata. El más popularizado.

¿Pasa alguno más por nuestro territorio diocesano?

Ha pasado más de la mitad del primer Año Xacobeo del Tercer milenio. Reportajes y estudios se han hecho, publicado y visionado de los diversos caminos que van al Sepulcro del Hijo del Trueno. La palma, por reiteración, la tiene el conocido y enfatizado Camino Francés. Se habla de tal forma de él que se da, o se adquiere con la lectura de ellos, la sensación de que es el único. Muchos por ello van hasta Roncesvalles para iniciarlo.

Sin embargo, existen otros. ¿Por qué no es el de la Dalmacia? De él hablaremos ampliamente. Otros también poseen nombres propios: Camino Portugués, Camino del Mar…

Auténtico camino es el que hace cada persona con las condiciones señaladas en documentos oficiales (Bulas, Breves, Exhortaciones Apostólicas, Cartas Pastorales, predicaciones del Pastor de la Iglesia Local de Santiago de Compostela). Entonces da lo mismo que se camine en soledad y por donde sea, ya que se hace, según el poeta, «camino al andar» aunque esto no sea plenamente verdad. Cristo mismo se ha hecho Camino y sin él no existe el otro. La Historia nos recuerda los que lo han pisado y, en cierto modo, nos lo han allanado.

Así Mons. Barrio ha señalado las exigencias del auténtico Camino: «Ponerse en marcha por una motivación comprometida con la fe, manifestando públicamente la herencia del Apóstol Santiago, la misma en la que se inició en Palestina, la misma de Jesús de Nazaret, es decir, que todo ser humano puede ser feliz». Si con esa motivación se emprende la marcha desde cualquier rincón del mundo hasta llegar a la meta ése será un verdadero Camino. El mismo Sr. Arzobispo supone: «búsqueda, esfuerzo, reconciliación por la Gran Perdonanza».[1]

Ha insistido a peregrinos de todas las nacionalidades en las Homilías de las de las Misas del Peregrino que se comprometan a ser apóstoles «en una sociedad enferma». En ello está la esencia de la peregrinación. Se hace auténtico Camino para llegar a la meta del cambio decidido.

No es camino, ni peregrinación lo que trivializan algunos medios de comunicación. Observar desde fuera al que avanza cansinamente, utilizando caminos sin etiquetar para más soledad y silencio, más oración y contemplación, y luego contarlo con frases acibaradas no es justo. Tampoco describir con entrecomillados de este cariz: «por los innumerables beneficios, se entiende que de orden sobrenatural, que lograrán al concluir la peregrinación». Hay columnistas constantemente proclives a retintines sobre lo religioso. Se debe respeto a la persona que lleva dentro cada peregrino.

Es verdad, no se puede negar, que los Xacobeos desde el s. IX hasta hoy, con sus épocas esplendorosas o decadentes, depositaron ansias de cambios, por ende de esperanza, en los caminos que pasaron y pasan tanto solitarios como en grupos. Estos y aquellos copiaron y se llevaron de lo que vieron, oyeron y gustaron en sus caminos. Muchas cosas se han asimilado, en una y otra dirección, hasta llegar a estar el Xacobeo en la Web.

PERSONAJES Y SENDEROS

Si el camino no existe y «se hace al andar» y el campo no tiene puertas, existieron andantes de todo tipo con variadísimas motivaciones: conocer otras tierras, tratar con otras gentes, buscar soluciones a problemas, aprovecharse de lo que pudieran, vivir del cuento y hasta del engaño… Existieron gentes, advenedizas o arraigadas, junto a los Caminos. Con trabajo y total dedicación su objetivo fue facilitarlos lo más posible: levantaron puentes, alguno hasta gótico, construyeron hospitales, pusieron a punto albergues que utilizaran los que habían soportado el cansancio del día y cualquier eventualidad.

Lo apuntado se dio especialmente en el Camino Francés. Nombres y realidades dan fe de ello. El Camino Primitivo, llamado también Camino Mozárabe y más popularmente Vía de la Plata soportó la prolongada invasión-devastación que imposibilita ahora la localización de obras existentes antes y después del descubrimiento del sepulcro que pudieran usar los peregrinantes.

BIFURCACIÓN DE LA VÍA DE LA PLATA

Mientras la Vía de la Plata sigue buscando Astorga nos detenemos en el Tajo. Estamos convencidos que en Alconétar nació la Vía de la Dalmacia. Llevaba a dos cabeceras de diócesis. Primeramente a una de las diócesis más antiguas de España, Coria y clave estratégica para los romanos, que le hicieron puente y la encerraron en una muralla de su sello. Era lógico que la dotaran de buena vía de acceso y que la misma facilitara la intercomunicación.

Por eso y por Sierra de Gata llevaba a otra también antigua y lo mismo que la anterior sufragánea de Mérida, ya que según afirma el primer historiador mirobrigense, el cacereño Antonio Sánchez Cabañas, era Caliabria romana.

Este apunte que traemos ahora puede servirnos para ver la Dalmacia como vía de peregrinos. Antes de llegar al río Águeda –Ágata- queda a la derecha la iglesia parroquial de Robleda. Conserva ésta, rodeando la parte primitiva del templo, un sencillo atrio cubierto y con suelo que dicen tenían las antiguas posadas y algunos claustros conventuales. En este pueblo salmantino, pequeños y mayores, decían invariablemente «que allí se quedaban los peregrinos». Hay que tener presente esto. Por allí pasaba la Dalmacia por la que caminaban peregrinos que se desviaban en Alconétar y los de Coria y otros que contaremos..

LA EUROPA DEL SEPULCRO

Para algunos historiadores Europa comenzó en la Navidad del 800 coronándose Emperador Carlomagno. El 813 el Monje Pelayo encontró el olvidado sepulcro del Hijo del Zebedeo. Y se hizo noticia convulsionándose aquella Europa del s. IX. La que sufría invasiones de lombardos, turingios, bárbaros, bretones, etc. Contra ellos luchó Carlomagno que les había plantado cara desde el 778. Le coronó y le nombró Emperador de Occidente el Papa León III. Usó para la coronación la corona de hierro de los reyes longobardos. Corona de leyenda o leyenda de la corona que cuenta se hizo con los clavos de la Cruz de Cristo.

España, entre tanto, estaba en gran parte invadida por árabes. Carlomagno previó el peligro que amenazaba a Europa con la cercanía islamista invasora de tierras hispánicas. Se aventuró el emperador en una expedición guerrera fracasando debido a la coalición vasco-gascona. Su idea era clara y firme: Fundar el Imperio Romano Germánico de la Europa Occidental, fundamentado en el cristianismo. Y ahora, resistiéndose unos, rechazando abiertamente otros, no quieren los políticos oir hablar de las Raíces Cristianas de Europa. Cabría preguntarse ¿qué consecuencias hubiese tenido entre nosotros si no hubiera fracasado la expedición?.

Largos años oiría el Emperador cosas y sucesos relacionados con el Apóstol. Fue testigo del paso constante de gentes que desde toda Europa caminaban al Sepulcro.

Un esfuerzo imaginativo nos aproximará al revulsivo ideológico, cultural, artístico, gastronómico, folklórico, etc. que iba de unas a otras con los peregrinos.

Por todo ello revestido de la dignidad imperial impulsó ampliamente la cultura. Creó la Escuela Palatina frecuentándola él mismo, sus hijos y dignatarios de la Corte. Característicos de esta etapa imperial fueron los famosos códices miniados divulgados e imitados en los monasterios europeos.

TRASIEGO CULTURAL

El trasiego realizado en y por la maraña de caminos europeos ¿cuántas ideologías, gustos artísticos, sabores gastronómicos, innovaciones musicales con la propagación de nuevos instrumentos, etc, etc. fueron llevados y traídos? ¿Quién podría enumerar y valorar lo que los peregrinos introdujeron en España y los que volvían se llevaron de aquí a otros pueblos de Europa?. ¿Quién se acuerda de los hijos del Císter, que además de introducir su característico gótico crearon viñedos y enseñaron a elaborar vinos?

Sin duda lo ilumina Goethe con la frase tan usada en periódicos y revistas este año: «Europa nació peregrinando por los caminos de Santiago». Caminos por los que libremente circulaban no sólo peregrinos sino juglares, santos, pícaros, mujeres del temple de Eteria, poetas, reyes, mendigos, salteadores, gente baja, clérigos, etc. Todos portadores de aventuras de uno u otro signo, gérmenes y fundamentos de Europa.

Los inicios de la Ruta Jacobea contenía ya savia cultural. Paralelamente emergen, se integran y practican realidades y valores humanos y espirituales. En el Camino se eliminan diferencias políticas y raciales porque madura la fe que conduce al compromiso evangélico de la caridad viviendo la solidaridad cristiana con auténtica fraternidad.

Aparecieron primeras catequesis figurativas en las piedras del románico. Pretendían con horrendas y bruscas imágenes que ese estilo legó al Camino para presentar lo horroroso del pecado, fealdad de los vicios, gritándonos desde puertas y cornisas hacia dónde conduce la práctica de ellos. Quería trasmitir a todo peregrino en las ermitas, templos parroquiales y monacales y en catedrales que Dios está muy cerca del que le busca. Muchísimos emprendían el Camino azuzados por la carencia de «algo», ausencia de paz en sus vidas, buscando la protección del Padre, encontrar experiencias que facilitaban las penumbras de esos templos. Luego el gótico con la luz que traía ofreció, también en el Camino otros horizontes.

Y EN EXTREMADURA… ¿QUÉ?

De lo anterior, en esta tierra saqueada y apaleada y dominada sólo contamos con reliquias maltratadas. No precisamente de la época dorada del románico y de las catequesis más brillantes. Así ocurrió con el genuino gótico que nos llega tardío. Se impuso en el Camino por la eficiencia de Cluny, Cister, etc. que no llegaron aquí. ¿Suenan algo estos monjes en Extremadura? Los peregrinos veían subir columnas y naves; cómo colocaban en sus ventanales y ojivas ornamentadas plomo y vidrio en las catedrales en trabajo o conclusas: Burgos, León y otras que traen salmo y mensaje. Casi es tangible la fe, la belleza de la piedra tallada con mimo, la presencia actuante del amor de Dios al hombre y de éste, siempre peregrino de rutas hacia Dios. Los nuestros no pudieron ver esa evolución en su tierra.

No es que aquella Europa fuera idílicamente cristiana. Ni practicante ciega de las Bienaventuranzas. Detecta muchos males. Pero se puso en camino para conseguir la «gran perdonanza». También muchos regresaban a sus casas y vidas con decisiones tomadas y proyectos de mejoramiento. Los peregrinos, en general, se movían religiosa y cristianamente. Con mayor o menor motivación seguían pautas de concilios de siglos atrás que pretendían encauzar la vida eclesiástica y hasta la civil. El Sr. Arzobispo de Santiago y el Sr. Presidente de la Xunta Gallega coinciden en que se trata de recuperar el sentido y esplendor que tuvo el Camino durante los siglos XII al XVII. La negativa acción de la Ilustración influyó en el decaimiento de la Ruta Jacobea. Y alertan de que la peregrinación no es tan solo una celebración histórica, que tiene y mucha historia. Es esencial y fundamentalmente un hecho religioso: celebración de la fe y de la penitencia, de salmos y oraciones sálmicas, de aislamiento y silencio, meditación y contemplación, hasta llegar al Sepulcro. Eso existió. Se trató de revivir en las etapas más bajas, que las ha tenido, desde que el monje Pelayo encontró el Sepulcro y el devoto obispo Teodomiro lo reconoció y ambos ayudados por los reyes asturianos lo publicaron por doquier. Lo demás es consecuencia de aquel acontecimiento.

Los ojos de hoy y exigencias de la cultura del ocio han llevado a algunos a bautizar el Camino como «primera ruta turística de la humanidad». No se puede desnudar al Camino de sus intimidades espirituales. Ha alertado Mons. Barrio del peligro de hacer simplemente una lectura secularizada de la realidad jacobea. La peregrinación a Santiago es lugar de Perdonanza y Gracia. Foco luminoso.

LO QUE HAY EN LOS CAMINOS

Con curiosidad he devorado reportajes y otros escritos. Aportan detalles históricos, arquitectónicos, religiosos, leyendas y tradiciones de los caminos. Dan un sesgo especial al francés. De los otros, sobre todo de el de la Vía de la Plata, rememoran noticias tópicas. Que si la Vía de la Plata unía Mérida con Astorga, que los que iban por el Camino Primitivo en Astorga se fundían con el Francés y así perdía su personalidad, acuden a la soledad de la dehesa extremeña y hasta hablan de los patas negras. Algunos se paran en Cáceres por eso de ciudad medieval, patrimonio de la humanidad. No muchos han recordado que en ella nació la Orden Miliar de Santiago. No aclara que sus mentores -hasta que metió la mano Gelmírez- se llamaron y fueron Fratres de Cáceres y empezaron su andadura en la parroquia de Santiago de los Caballeros.

Algunos citan motivos y pueblos con el sobrenombre del Camino. Otro tanto han hecho con la Calzada. Pues, yo al menos, no encontré ni una alusión a Aldeanueva del Camino de la diócesis de Coria-Cáceres. Lo mismo con Calzada de Béjar que fue de la diócesis hasta 1958.

Extremadura no tuvo en relación con el Camino y Calzada nombres de especiales resonancias, ni leyendas… Perdón por la reiteración. Pero es así. ¿En qué Leyre extremeño podríamos situar la leyenda del Abad Virila y el canto del ruiseñor? ¿Dónde encontrar un complejo de Colegiata, Hospital, Abadía, etc. como Roncesvalles? Algo se coció pronto con el paso permanente de gentes. Surgieron las Procesiones de los Cruceros de Roncesvalles, producto de las Cofradías Medievales, que nacieron casi con la fundación de Roncesvalles por los años 1.132. Pronto descubrieron la urgencia de crear un hospital para acoger a peregrinos lastimados por la dureza de las caminatas. Nuestros hospitales, de ellos hablaremos más tarde, ¿de cuándo son?

A cuenta de acontecimientos perturbadores de la paz y el orden de la Procesión de los Cruceros Teobaldo II se vio precisado a escribirles por la reacción que tuvieron estos Cruceros a causa del castigo impuesto por el senescal. Se la dirige a todos como «Rey de Navarra, de Champaña, de Bria, Conde Palatino, a todos los devotos de la Virgen de Roncesvalles»… «Así mismo no contribuyáis más que con lo que vosotros y vuestros antepasados acostumbráis a socorrer a la caridad que se hace en el hospital de Roncesvalles». Todo esto a la sombra de la Colegiata de Santa María de Roncesvalles. Es lo mismo que decir de la Iglesia. No utiliza el Rey la fórmula «nuestro Hospital.[2]

NO TIENEN POR QUÉ ENFRENTARSE

Lo que es la esencia del Camino y lo que genera él mismo. Aquí se ha presentado así: «A lo largo de la historia han sido cantidades de seres humanos que se dirigieron al Finis Terrae con espíritu de oración y sacrificio. Muchos se han purificado y acrecentado su fe y no puede olvidarse su dimensión espiritual». El Papa pide «no desfigurar la identidad del Camino de Santiago». De esta forma lo comunicaba y presentaba el Arzobispo de Santiago de Compostela.

La Ruta Jacobea no tiene exclusivas. Todas sus etapas han sido de todos y para todos. El Camino depende de la intencionalidad y objetivo que anida en el corazón del que se pone en marcha. Por eso los hay que, aunque andan unos cuantos tramos, más o menos históricos, no hacen nunca el Camino. Carecen de aquello y sólo van a lo que sale y mucho por snobismo.

Puestos a recoger y citar nombres no acabaríamos. También van los santos de todos los siglos: S. Evermaro de Frigia (s. IX), S. Simón de Armenia (s. X),S. Genadio de Astorga (s. X),S. Guillermo de Vercelli (s. XI), S. Pelayo de Arlanza (s. XI), S. Adelmo (s. XI), S. Juan de Ortega (XII), Sta. Paulina (s. XII), Sta. Matilde de Inglaterra y Alemania (s.XII), S. Morando, Sta. Bona de Pisa, S. Alberto, S. Francisco de Asís, Sto. Domingo de Guzmán, S. Fernando Rey, Beato Raimundo Lulio (s.XIII), Beato Ángel de Gualdo, Sta. Brígida de Suecia, Sta. Isabel de Portugal(s. XIV), S. Bernardino de Siena, S.Vicente Ferrer (s. XV),S. Juan de Dios, Sto. Toribio de Mogroviejo (s. XVI).[3] Además de otros de tiempos más modernos habría que citar al ya Beato Juan XXIII, que llegó siendo Cardenal Roncalli.

Al sepulcro llegaron reyes Alfonsos y -Fernandos de León y Castilla, Sancho II de Portugal, Luis VII de Francia, Juan de Brienne de Jerusalén, Conde de Castilla Fernán González y otros. Sí, muchos de toda condición humana y social lo recorrieron después de un obispo, Godescalco, uno de los peregrinos perfectamente documentados y el primero de los pastores que llegó al Sepulcro.

Ahora muchos, por la secularización galopante y crisis religiosa imperante, hacen senderismo, turismo, que no Camino, pues, olvidan o desconocen el «carácter específicamente religioso que le es propio e inherente desde sus remotos orígenes». Otro enfoque es «olvidar, tergiversar, desvirtuar, y adulterar la esencia que ha tenido desde el comienzo», se llegara por donde se llegara al Sepulcro. Más aún. «La esencia de la peregrinación es la Conversión al Dios Vivo a través del encuentro en Jesucristo».

Con esos presupuestos pronto peregrinaron gentes de todas las capas sociales. Llegaron con sus cargas de conciencia hasta este año compostelano, 118 desde que Calixto II lo concediera en 1.122 para cada año que el 25 de julio sea domingo. Todos estos, con sus cuerpos y sus almas, con acontecimientos y exageraciones inevitables, dieron ocasión a historias y leyendas bien amalgamadas. Dicen, además, que todo esto fomentó la idea de España.

CUATRO MIL PERSONAS

Lo afirman los medios. Y son los que han hecho el Camino por tierras extremeñas en el primer semestre de 2004 por la Vía de la Plata, que recorre nuestra diócesis de sur a norte.

Cantidad de piezas que forman el rico patrimonio español son de carácter religioso o creado con ese sentido. Se gestaron en los primeros siglos de la Peregrinación uniéndose a lo que nos legaron las culturas romana y visigótica. Lo salvado de la devastación causada por la invasión musulmana (714) y lo realizado después de la invención del Sepulcro. Tras tantos siglos muchos presentan signos de descomposición. Algunas comunidades, firmado el Plan de Catedrales, han emprendido, en casos la restauración y en otros casos la recuperación.

Comentaristas y reporteros, demasiados generosos, comparan el esfuerzo actual de restauración de edificios religiosos con el ya lejano momento de la construcción de catedrales, abadías, monasterios, ermitas, etc. Más generosos y exigentes había que ser con el tratamiento al castellano, brote nobilísimo del monasterio de Suso.

Tampoco -¡qué le vamos hacer!- en esto tenemos nombres rutilantes que hayan entrado con fuerza y eco en la historia del Camino. Al Camino deben sus resonancias puertos y desfiladeros: Somport y Roncesvalles; monasterios y templos: Irache, Leyre, San Juan de la Peña -Panteón de Reyes y relicario que fue del Santo Grial-, Santa María de Eunate, etc.

Tenemos en la región y diócesis tres nombres, por lo menos, para la misma ruta: Camino Primitivo, Camino Mozárabe, Vía de la Plata. Aunque poco, también algunos hablan del Camino del Sur. Dentro de la diócesis tendría que estar mucho más estudiado lo relativo a la Basílica Visigótica de Santa Lucía del Trampal: ¿Quiénes dieron culto en ella? ¿Estaba siendo la clave central de algún monasterio visigótico? ¿Qué clase de templo era el dedicado a Santiago que estaba más avanzado que la basílica, dirección Mérida-Cáceres, por tanto cerca dela calzada romana? ¿Para qué se había levando allí?

Tampoco y siguiendo al cronista general de la Orden Benedictina, P. Yepes, se ha investigado mucho sobre el monasterio benedictino que supervivió -¿cuánto tiempo?- en la Sierra y Encomienda de Araya. Digamos lo mismo de los capiteles visigóticos de la Iglesia gótica con elementos renacentistas y barrocos de Santa María de la Asunción de Brozas.¿Proceden de referido cenobio? ¿Tiene alguna viabilidad lo que dice algún historiador de que se levantó sobre otra basílica visigótica?

Poco, igualmente, se ha hecho sobre Alconétar. ¿Se bifurcaba aquí la Vía de la Plata que seguía su curso por el Puerto de los Castaños y se originaba la Calzada de la Dalmacia? La invasión árabe del 714 acabaría con la basílica visigótica que hubiera como templo y cátedra del obispo de Coria. O convertida en mezquita. Histórica y pastoralmente se interrumpió el desarrollo de la diócesis. Sólo tras la reconquista total de Coria en 1.142 se empiezan a tener datos.

Por otro puerto, que el lenguaje popular adjudica mal, ya que no es el Puerto de Perales -es término de Acebo- sino Perales del Puerto seguía hasta Ciudad Rodrigo.

Continuando con Alconétar tenemos que consignar que se permitió embalsar las aguas de la Presa de Alcántara imposibilitando las excavaciones de la basílica paleocristiana de este lugar. ¿Qué hubiera significado en el futuro Camino este templo? Hay que notar la supervivencia, conservada en agua, de la Torre de Floripes, que tiene leyenda, aunque no sea del Camino.

Desde el 714, o poco más, los que campearon libremente fueron Almanzor y sus jefes y colaboradores. ¿No pasarían por nuestras tierras de la Lusitania las campanas de Santiago que depositó en Córdoba como auténticos trofeos? Las campanas que llegaron a la ciudad andaluza llegaron a hombros de cristianos. El regreso con la reconquista lo hicieron hasta Santiago a hombros de moros.

Muchos cristianos, digan lo que digan de la convivencia en paz, abandonaron pueblos y ciudades. Emigraron, como casi siempre, a tierras del norte. Lo mismo el estamento eclesiástico. A obispos del sur se le asignaron parroquias en Oviedo. Los que se quedaron entre los árabes son los que podrían peregrinar y de ahí el nombre de Camino Mozárabe. Sobre todo después de 1.212. Monesterio abre por el sur los 300 Kms. De la Vía de la Plata que por Extremadura los recorre y que acaban en Baños de Montemayor por el norte.

PROGRESANDO LA RECONQUISTA

Emérita Augusta había sido reconquistada ante que Fernando III, el Santo, liberase Córdoba, Jaén, Sevilla. Aumentó el movimiento de peregrinos. Mérida, sin embargo, siguió sin recuperar su condición de sede arzobispal. El eficiente obispo Gelmírez para Santiago y Galicia, escamoteó norma y mandato pontificio reiterado de restituir y restaurar las sedes existentes en las tierras que se iban reconquistando. Con Mérida nunca se hizo. Ni siquiera quedó en simple obispado. Esa situación fue causa de carencias y limitaciones y divisiones en Extremadura. Se perdió la unidad, una verdadera conciencia regional, se disgregaron las numerosas sufragáneas varias de las cuales estaban en el actual Portugal. Nos atrevemos a preguntar, ¿qué habría ocurrido con la unidad peninsular de no ocurrir la invasión agarena?

En medio de esa amalgama de situaciones religiosas, históricas, sociales se desarrollan los movimientos peregrinantes, más numerosos y activos desde la frontera francesa, al Sepulcro descubierto en el 813 en el monte Libradón.

UN SANTO POR NUESTRO CAMINO

Se impone hacer mención de un caminante excepcional y santo de primera magnitud, Francisco de Asís. Crónicas franciscanas, tradiciones locales e historiadores lo aseguran y sitúan al mismo en Sierra de Gata. Venía de Marruecos y usó el Camino Mozárabe. ¿Dónde lo inició? La Vía de la Plata era cual autopista. Algunos la derivan del árabe Bal-lalta, igual a vía ancha. Numerosos tramos existen aún. Y algunos, sin duda, pisó el Santo. Andanzas en Sierra de Gata y su más larga estancia en Ciudad Rodrigo, capital de diócesis cuyos límites con Coria-Cáceres son comunes en muchos kilómetros. En algún momento Francisco abandonó el Camino Primitivo. Tampoco lo sabemos. Repetimos que el Camino es el que cada uno hace ajustado a los principios antiguos y siempre nuevos, pues, no existe camino sin Cristo.

Regresamos a Alconétar. Personalmente creo que fue en este lugar donde abandonó la Vía de la Plata. Siguió su peregrinación por la Vía de la Dalmacia que por Coria conducía a Ciudad Rodrigo, trayecto rebautizado más modernamente «Ciudad-Rodrigo Puente de Guadancil». Usaría el puente romano del s. II, entonces completo y en pie, pues, se calcula su destrucción en 1.228 para parar las acometidas reconquistadoras de Alfonso IX. El Santo de Asís se detuvo más de dos meses en Ciudad Rodrigo en 1.214 lo que supone que caminó entre las gentes de Tarik, pues la Reconquista se había parado antes de llegar al Tajo.

Iba a pie y tenía libertad par elegir unos u otros senderos. Y alguna razón, pues, se desvió a la izquierda de tan repetida Vía de la Plata. Visitó, con toda seguridad, la ciudad episcopal cauriense, aunque no tengamos testimonios como en Ciudad Rodrigo. Quizás informado, buscó los pueblos de Valdárrago que perpetúan la tradición de su presencia. Y búsqueda del lugar apropiado para edificar, pobremente, el eremitorio de Ntra. Sra. de los Ángeles. Desde Santiago enviaría con esa encomienda a un canónigo, que renunció. Encandilado con el estilo de vida que llevaba el Poverello.

Se trataba del M. I. Sr. D. Clemente Paterna. Orientado por el de Asís, no sólo renunció a la canonjía sino que puso sus bienes al servicio de los pobres y se vino a lo intrincado y fragoso de los confines de la Sierra de Gata y Hurdes.

En una ermita, entre Descargamaría y Robledillo de Gata, vistió el sayal de la Tercera Orden de Penitencia. Él quiere más soledad y deja la ermita a las que fundarían el Convento de Sancti Spíritus de Valdárrago internándose en lo más sinuoso de la sierra, Se preparó una cueva en la que apenas cabía y con ello inició el silencio, soledad, oración, ayunos y otras privaciones de su vida penitencial.

Algún tiempo antes de morir este penitente, Fray Francisco envió frailes italianos que levantaron un pobre eremitorio de Ntra. Sra. de los Ángeles, el mismo título que el de la Porciúncula, cerca de la cascada de unos cuatrocientos metros de altura y conocida entre los naturales como «Chorro Meancera»[4]

Pero al otro extremo de la misma Sierra de Gata, más cercano de la frontera lusa

Se ha dicho también que estuvo. El hecho es que varios pueblos serragatinos tenían su convento franciscano de hombres o mujeres: San Martín de Trevejo, Villamiel, Hoyos, Gata, Robledillo de Gata. Villamiel tenía dos conventos en el s. XVI. Uno de monjas terceras franciscanas, situado en el monte Montcalvo -más bien Montalbo- llamado de Santiago de las Dueñas. Su ubicación, lejos del pueblo, llevó a sus moradoras a pedir que las trasladasen a otro. Petición atendida en 1.528 por el Visitador General de la Orden y repoblándolo con frailes. Otro monasterio de la Tercera Orden Regular era el de Santa María de los Llanos. Como consecuencia de los Decretos Conciliares de Trento que suprimían los conventos de monjas en descampado desapareció.

Los frailes de Santiago de Montalbo, observantes, con el mismo nombre abandonaron y se trasladaron al lugar del Acebo. Este convento con el nombre de Santiago, primero de las Dueñas ya que en 1517 era un convento de renombre[5] y después de los Observantes con el mismo titular, Santiago, lo creemos dato importante e indicativo de circunstancias relacionadas con el Apóstol y con el Camino.

Los pueblos de la Sierra de Gata tenían sus calzadas que llamaban puertos, ya que la meseta tiene más altura y que en comparación con las genuinas romanas serían algo así como caminos vecinales. La orografía de la comarca forzó a cada pueblo, para librarse del aislamiento, nunca totalmente conseguido, a trazarse y ejecutar su correspondiente puerto y hasta hace poco cuidarlos con mimo. La mayor parte de ellos terminaban fundiéndose en la Dalmacia para llegar a Ciudad Rodrigo con la que tenían relaciones comerciales, especialmente con la uva y aceituna y sus derivados y mercados ganaderos.

Así Valverde del Fresno por Navasfrías lo hacía en El Bodón; Eljas y San Martín de Trevejo, individuales inicialmente, se unían en el punto llamado Santa Clara y faldeando la parte norte de Xálima entraban en la Dalamacia en Perosín. Sorprende que la unión de ambos pueblos fuese en ese lugar comúnmente llamado Puerto de Santa Clara. La toponimia siempre tiene una causa: acontecimiento, hecho natural, leyenda, etc. Un poco más hacia a la derecha del punto de fusión de los puertos de ambos pueblos existieron –hoy no sé si seguirán existiendo- restos de una ermita. Y, no puedo citar por estar fuera de donde habitualmente trabajo, algún autor habla de que por esas latitudes vivieron su vida consagrada las Señoras Pobres, que de esa forma se llamaron las Clarisas hasta que se canonizó Santa Clara de Asís.

Villamiel tuvo el conocido Puerto del Hocino. Corta la más abrupta cara sur de Jálama hasta unirse a la Dalmacia en la finca de Carvajales, término de El Payo, donde existió un parador de buenas dimensiones.

Perales del Puerto siempre estuvo pegado a la vía romana. Acebo y Gata, Villasbuenas y Torre de D. Miguel uniéndose al de Gata alcanzarían después la Dalmacia. Descargamaría y Robledillo de Gata, cada pueblo con el suyo, llegaban a Ciudad Rodrigo por Sahugo y Martiago y salvando el río Águeda.

¿Por cuál de ellos recaló en esa ciudad Fray Francisco de Asís? Lo ignoramos. Por cualquiera de ellos encontraría bellísimos paisajes, fuentes, zigzagueantes regatos, ríos, cielos limpios en los que navegaban sol y luna que lo invitaban a alabar al autor de tan maravillosa naturaleza.

Este Hermano Universal destacó entre los que llegaron al Sepulcro y despertaba por doquier admiración por el estilo de vida que vivía y el anuncio que hacía del Evangelio. Muchos que oyeron y vieron iniciaron el camino de la conversión.

AUSENCIAS Y LIMITACIONES.

Tampoco tenemos personajes que dejaran, antes o después, su arte destacado, música, ni versificador celebrado como Gonzalo de Berceo… Mientras nuestras tierras seguían ocupadas o envueltas en las tensiones de batallas y asedios reconquistadores, otras, especialmente las del Duero para arriba, estaban viviendo etapas de mucha creatividad: música que alababa a Dios en los monasterios; éstos se multiplicaron por el norte y Castilla, León y Galicia; igual ocurría con las catedrales que subían con la influencia de la arquitectura cisterciense. Los que transitaron en aquellos años por el Camino Francés habían podido observar la evolución y se pasa del bien aplomado románico al elevado, estilizado y vertical del gótico o la nueva visión de lo gótico renacentista. Otro tanto ocurría en los talleres de escultura en los que varían las formas. Se desarrollan, con las aportaciones de los que llegan, el folklore y la gastronomía. Son múltiples las atenciones a los peregrinos resolviéndose las dificultades hidrográficas con puentes hasta góticos. Se perfilan actuaciones de auténticas obras de misericordia en albergues y hospitales. Esas actuaciones físicas ofrecidas y practicadas tuvieron tal dosis de caridad en algunos creyentes que nos dieron santos como San Juan de Ortega, Santo Domingo de la Calzada y otros.

No queda otro remedio que reconocer que nuestras catedrales no sobresalen en el conjunto de las españolas; fue desapareciendo el monacato que había comenzado muy bien. Y no llegaron ni clunyacienses, cistercienses, premostratenses… Los hospitales, en algunas partes llamados de peregrinos, son un poco tardíos. Todo giraba en estas latitudes en torno a la Reconquista y su final. Pero enseguida se desviarían actividad y responsabilidad al Nuevo Mundo. Muchos extremeños marcharían allá deseando mejorar su situación. Este éxodo y la Mesta que vino con prisas y sus peculiares leyes y privilegios no fueron propicios a que los de la Lusitania se recuperaran y revindicaran. Parece que ha sido siempre nuestro sino.

SEGUIMOS COMPARANDO.

La psicología de los peregrinos es plural. Las circunstancias del Camino son cambiantes. La gente peregrina pregunta y busca núcleos urbanos, lugares de espiritualidad, centros de atención sanitaria, facilidades de aprovisionamiento, etc. Caminos, pueblos, calzadas y senderos secundarios estaban bien y sacrificadamente aprovechados. Sobre todo en años compostelanos. A veces las vías estaban mal cuidadas, se tropezaba con corrientes fluviales no fáciles de vadear. Ante esto algunos que ya hemos citado sintieron urgencias interiores para hacer viables caminos y ríos, facilitar lugares de descanso y curas, conservar puentes o levantar nuevos. Por su trabajo aumentaron los albergues, aparecieron grandes hospitales, locales que facilitaban la oración y sacramentos ermitas en los campos, templos parroquiales -Frómista, Sta. María de Eunate- y otros muchos.

Volvamos los ojos a lo nuestro. Sólo restos del románico. Alguna portada en Alcántara, Hoyos; canecillos pegados a alguna cornisa que se deshace como en el mismo Alcántara, concatedral de Cáceres y poco más. Recuerdos vivos, por unas o por otras razones y que genuinamente perteneciesen al Camino no han quedado, que sepamos. En esto, como en otros elementos, la invasión y larga permanencia agarena suspendió, prácticamente acabó, con la rica vida visigótica que había tenido un maravilloso periodo de eficaz y amplia expansión.

Nuestra provincia y diócesis puede exhibir restos visigóticos en templos parroquiales y ermitas: Casas de Millán, Ibahernando, Basílica de Alcuéscar, ermita de Santa Olalla, buenos capiteles en Santa María de la Asunción de Brozas, etc.

Una primera conclusión es que a pesar de las dificultades existió el Camino de Santiago por la Vía de la Plata o por la Vía de la Dalmacia. En segundo lugar es que hay que atender a los restos arqueológicos, topónimos, advocaciones, leyendas, tradiciones y otras circunstancias que por lo menos nos dejen imaginar.

Revisamos el nomenclátor de la diócesis Cauriense buscando las parroquias que tienen a este Hijo del Trueno como titular. En algunos casos se nota la influencia de la Orden de Santiago. Pero opino que la mayoría son por devoción o por influjo del Camino o Caminos que surcaron el territorio de nuestra diócesis: Tenemos las siguientes: Santiago de los Caballeros de Cáceres, Santiago de Carcaboso, Santiago de Coria, Santiago de Estorninos, Santiago de Marchagaz, Santiago de Pozuelo de Zarzón, Santiago de Salvatierra de Santiago, Santiago de Santiago del Campo, Santiago de Santibáñez el Bajo y Santiago de Villa del Rey. Con estas precisiones: Uno lo tiene como el nombre del pueblo y al mismo como titular de la parroquia –Santiago del Campo-, otro lo tiene como nombre del pueblo y no es titular de la parroquia -Santiago de Alcántara-. Unos más y otros menos pero relativamente cercanos a la Vía de la Plata y alguno muy cercano a la frontera. Españoles y portugueses en la conversación ordinaria la llaman la Raya.

También he visto el listado de la pequeña diócesis de Ciudad Rodrigo muy relacionada con Portugal y tiene siete dedicadas al mismo Apóstol y muy arrimadas a la frontera lusa. ¿Qué está indicando esto? ¿Hubo un Camino con total impronta hispano-portuguesa? Con más tiempo tendríamos que haber revisado los correspondientes a Badajoz, Huelva, Salamanca, Zamora y León.

Otras influencias las imponían las mismas vías. Los que han hecho al Camino cayeron en la cuenta que muchos pueblos y entidades hicieron sus apellidos del Camino y la Calzada: Rabanal del Camino, Virgen del Camino, Santo Domingo de la Calzada, Espinosa del Camino, Rabé de la Calzada, Hornillo del Camino. Boadilla del Camino, Calzadilla de la Cueza, San Nicolás del Real Camino, Trobajo del Camino, Bercianos del Real Camino, San Miguel del Camino, San Martín del Camino, Tabacal del Camino.

La diócesis tiene Aldeanueva del Camino. Ni se cita. Discutieron los feudales. Uno para que fuera Calzada de Montemayor. Otro para que nominara Casas de Béjar. Por fin convinieron que el mismo núcleo quedara en Calzada de Béjar que fue de la diócesis hasta 1958.

Indicamos en su momento que buen número de peregrinos dejaban los caminos oficiales. Lo hacían para caminar en soledad, buscar lugares de oración y recogimiento, contemplar claustros o monasterios en construcción o terminados y que impulsados por Cluny se construían en parajes estratégicos. Igualmente lo hacían atraídos por nombres de resonancias mitológicas, líricas e históricas; montes y ríos, tradiciones y leyendas. Monasterio emblemático es el de Irache, principios del s. X. Hemos de reconocerlo. No existen entre nosotros nombres con la carga sentimental e histórica que estos que seguidamente citamos: Nájera, Najerilla, Oja, Santa María la Real, Santo Domingo de la Calzada, Santo Domingo de Silos, Suso, Montes de Oca, Sierra de la Demanda, Belorado y otros cercanos o algo más retirados del eje del Camino. Si, buscaban esos y otros monasterios porque ya circulaban escritos e interpretaciones de Sicardo, Obispo de Cremona, sobre los claustros.

Para él, con más o menos arte, los claustros tiene cuatro lados de los cuales el 1º) representa el desprecio de sí mismo; el 2º) desprecio del mundo; el 3º) representa el amor al prójimo y el 4º) el Amor a Dios.

Algunos de esos claustros expresan figurativamente tales afirmaciones. Las llamativas iconografías en capiteles y ojivas están proyectadas con inteligencia catequética y realizadas con maestría refinadas en entalladores inspirados.

Una gran mayoría entraba a visitar la Iglesia de San Juan de Ortega en Burgos levantada por el mismo santo cumpliendo una promesa. En la capilla de San Nicolás contemplaban a la protagonista de una bonita leyenda del Camino «El Rayo de la Anunciación «. En el s. XII la construyó el Santo Juan de Ortega y en ella, dicen, que se alean bellísimamente dos cosas: a) la precisión astronómica; b) sutileza teológica. Dicen también que en los dos equinoccios del año (21 de marzo, primavera) y (22 de septiembre, otoño), un rayo de sol penetra el templo proyectando su luz en el capitel de la Anunciación de la Virgen. Y remata la leyenda afirmando que nunca se expresó ni explicó tan bella y simplemente el dogma de la Inmaculada.

Sigue el obispo cremonense: «Cada lado tiene su hilera de columnas, ya que el desprecio de sí mismo tiene como consecuencia la humillación de la mente, la aflicción, la humildad de la palabra, siendo la paciencia base de todas las columnas.

Historiadores y arqueólogos creen que la basílica de Santa Lucía del Trampal presidía la vida de un monasterio de época visigótica. No tiene razón de ser una pieza así en descampado. ¿ Cómo sería su claustro si es que lo tuvo? El de Idhana de Velha, en Portugal, son un conglomerado de celdas al lado oeste aunque pegando a la basílica.

No olvidar que más allá de la de Alcuéscar, hacía la Vía de la Plata, existe una ermita dedicada al Sr. Santiago. Si conociéramos la fecha de su erección daría muchas luces par este tema.

De todas formas si las tierras emeritenses despiden la Vía con una Nava de Santiago las cacereñas saludaban a los peregrinos que llegaban del sur con esa avanzadilla de la ermita aludida y siguiendo encontrarían a Santiago de Bencali. Hay que observar que cercanas a las carreteras de Cáceres a Mérida y a Badajoz y acercándose a la ciudad existen diversas edificaciones sugerentes: Santa Olalla, San Benito, monasterio visigótico y hospedería -¿hasta cuando su actividad?- Y otros reutilizados, de índole civil y militar, con claro sentido de defensa de caminos.

Dado lo pragmáticos que eran los romanos a la hora de planificar redes viarias y proyectos hidrográficos no se contentaría sólo con poner miliarios.

Las largas distancias en Extremadura hacen suponer que habría lugares de descanso y protección en el Camino Mozárabe.

La horda agarena estabilizada muchos siglos en la Lusitania y Bética acabaría con muchas edificaciones o se las apropiaría para otros fines. El hecho es que poco nos ha llegado. Elementos sueltos y trabajos arqueológicos podrían ayudar a recomponer el cañamazo religioso extremeño. Es verdad que con aguas pasadas no muelen los molinos, pero ayudan a descubrir el curso que llevaron.

HACIA CORIA POR TIERRAS DE LA ENCAMISÁ.

Seguimos sobre la base de las pocas noticias llegadas a nosotros, en la diócesis, del Camino del Apóstol. La relevancia de la Vía de la Plata le valió la identificación con el Camino de peregrinación. Casi en exclusiva. A lo mejor era de esa forma. No todos, sin embargo lo ven así. Buen Camino era el que resultaba de la bifurcación en Alconétar e iniciándose desde el Puente de Guadancil la Dalmacia. Pasando el pequeño puerto protegido por el Castillo de Portezuelo y sobre todo a partir del s.XVI los peregrinos que fueran por esta vía se interesarían por la devoción, tradición y leyenda de la Encamisá. Más o menos, sería una primera etapa a la ciudad episcopal Cauriense.

Reanudada la marcha por Moraleja a Perales donde la Vía se hace puerto y por ser largo y escarpado culminada la ascensión y entrando en la provincia salmantina ¿no sería un albergue lo que después evolucionó y se agrandó y se llamó el Parador, hoy totalmente en ruinas, de Carvajales?… Coronada la ascensión del Puerto se penetraba en los límites de otra diócesis visigótica, si como dice el historiador Sánchez Cabañas (1530), Ciudad Rodrigo fue la antigua Caliabria y llegaría a Salamanca, ambas sufragáneas de Mérida. Dada la poca rigurosidad y la indefinición de las fronteras preguntamos ¿no habría algún camino hispano portugués que fuese hacia Galicia con entradas y salidas, ya por tramos portugueses, ya por tramos españoles? De Ciudad Rodrigo ¿no saldría alguna otra vía para Guarda con la que siempre ha mantenido estupendas relaciones?

OTRAS Y DISTINTAS CALZADAS

Son datos y preguntas: El sorprendente Puente de Alcántara, el mejor del Imperio Romano que se mantiene en pie, ¿no estaría exigiendo por sí mismo una buena calzada que facilitase la unión entre un punto de partida importante y otro de llegada no menos importante? Además de tener otras conexiones. ¿No dice nada otro gran puente, eclipsado por la majestuosidad del alcantarino, a pocos kms. de él, situado para unir España por Piedras Albas con Portugal por Segura? Y que la calzada llevaría al tampoco lejano y que daba acceso sobre el Río Ponsul a otra sufragánea emeritense como era Idhana a Velha.

Ante el puente de Julio Cayo Lácer algunos hacían derivar una conexión que atravesaba la Vía de la Plata desde las proximidades de los campamentos de Cáceres. No se ha insistido mucho. Han sido historiadores y arqueólogos lusos y algún español los que han investigado. Producto de ello son sus hipótesis e indicaciones. De Córdoba partía una vía que por Castuera llegaba a Medellín. Dejando atrás los pueblos de las Torres cacereñas cruzaba la Vía de la Plata unos Kms. más abajo de Cáceres. Aproximadamente por las ermitas y edificios antes aludidos. Dejando después a la derecha Malpartida de Cáceres rozaba los aledaños de Arroyo de la Luz y se metía por las llanuras de Brozas surcadas por el Río Jumadiel con su derruido puente pero manifiestos los sillares romanos que lo sostuvieron, y proseguía hasta el repetido Puente de Alcántara. Por los puentes antes reseñados sobre los ríos Eljas y Ponsul llega a la ciudad de Egitania –actualIdhana a Velha- y luego hasta el Puerto de Cale (Oporto) y Brácara (Braga).

Los trazados romanos fueron realizados con visión comercial y militar al mismo tiempo: Pero como en el mismísimo palacio imperial tampoco pudo impedir que por estas vías llegara el anuncio del Reino. Y formar parte del camino llamado Portugués para terminar como todos en el Sepulcro del Apóstol. La diagonal desde Córdoba a Oporto hacía más corto el Camino para desde allí por Tuy llegar a Santiago. Es cuestión de mirar el mapa peninsular.

HOSPITALES Y VIEIRAS

Muchos pueblos tenían hospitales. Más o menos elegante el edificio en poblaciones de importancia. Humilde edificio en las pequeñas. Pero no eran en ningún caso ni aproximación al hospital actual. «Eran pequeños edificios que tenían las poblaciones para albergar a enfermos pobres y peregrinos», afirma Dª María del Carmen Fuentes Nogales[6] que ha estudiado el de los Caballeros de Cáceres, clara alusión a Santiago. Situado en las cercanías de la Puerta de Mérida, pero intramuros de Cáceres. El sentido apuntado es el que tuvo su fundador. Demuestra, por otra parte, que el Camino era activo porque activa era la Vía de la Plata y la que cruzaba y venía desde Córdoba.

Otra referencia que aporto aquí, con nombres incluidos, es el Hospital de Santiago de Brozas, situado en la calle de Santiago. Tan punto de referencia era Santiago en esa Villa que la puerta del medio día de la iglesia de Sta. María de la Asunción se llama puerta de Santiago. Ignoro si el Santiago de la calle lo tomó del hospital o viceversa. Debió ser un edificio importante a juzgar por lo que ha sobrevivido del mismo, la capilla, reutilizada sucesivamente para diversos fines. Creemos que es un aporte relacionado con la vía a la que nos estamos refiriendo.

EN LA SIERRA DE GATA

En la bella comarca serragatina conocemos tres celebraciones que atestiguan la gran importancia adquirida por el Hijo del Zebedeo en ella. Todo viene relacionado con el Sepulcro, aquí como en toda España.

Tenía gran celebración en Cilleros, comparable con la del patrón del pueblo que es S. Blas. Según mis indagaciones existía en su templo parroquial buena talla del Apóstol Santiago. Se procesionaba el día 25 de julio, solemnidad del mismo.

La talla parece que desapareció hace ya algunos años, quemada, por estar carcomida. Como la religiosidad popular necesita materializar la sencilla devoción de las gentes al carecer de imagen y faltar la procesión ha decaído.

Mejor suerte ha tenido la de la Villa de Gata. A Santiago allí se considera el patrón popular, Es masiva la asistencia a la procesión por las empinadas calles con la imagen del Sr. Santiago y lo mismo a la misa celebrada en el artístico templo parroquial que posee dicha villa.

Al otro extremo de la misma Sierra de Gata y más cerca de la frontera portuguesa se encuentra Villamiel. Relacionados con Santiago ofrecemos algunos datos y argumentos.

Según el Lic. D. Domingo Domené: «en el cerro de Montcalvo –creemos que ese nombre es corrupción de Montalbo, monte blanco- se había fundado en fecha imprecisa un convento de monjas terceras franciscanas, llamado Santiago de las Dueñas»[7].

Las mismas monjas, como indicamos anteriormente, pasados los años pidieron ser trasladadas de convento porque el de Santiago estaba totalmente en descampado. Acepto, favorablemente, la petición el Visitador General de la Orden Franciscana y procedió al traslado en 1528. A dicho convento llevó frailes de la Tercera Orden de San Francisco. Por diversas razones se abandonó este convento. Los frailes, con el mismo nombre de Santiago, hicieron convento en el lugar del Acebo[8].

La titular de la parroquia es Santa María Magdalena. Según el mismo autor «en su honor se celebraban las ferias de julio en el s. XVII». Y no como ahora que «por ignorancia están dedicadas a Santiago, santo que no tiene ninguna imagen»[9].

Mi opinión varía un tanto en esto.

  1. La fiesta de Santa María Magdalena decayó litúrgicamente y hoy de ella sólo se tiene lo que se denomina «memoria obligatoria». De Santiago en cambio, con imagen o sin ella, conserva la máxima importancia litúrgica que se conoce como «solemnidad» y así ha llegado hasta nosotros.
  2. No tengo claro que no tuviese imagen. En la llamada «sala honda» de la torre, desde un ventanal interior, en la escalera de caracol, que llevaba al cuerpo de las campanas, contemplamos de niños muchísimas veces, sin que podamos concretar 8 ó 10 imágenes de talla y que con motivo de unas obras realizadas en el templo parroquial se vendieron. De esto hará unos cincuenta años. Allí podría haber alguna imagen de Santiago.
  3. Y siendo la fiesta o memoria litúrgica de Santa María Magdalena el 22 de julio y la solemnidad de Santiago el 25 del mismo mes bien podrían haberse iniciado las ferias y demás festejos el día de la santa y concluirse el día del santo.
  4. El hecho es que lo de Santiago sigue y lo de Santa María Magdalena la gente no cae en la cuenta si el párroco de turno no lo avisa. El que suscribe, efectivamente, nunca vio la procesión del santo y tampoco de la santa, que tiene buena talla en lo más alto y central del retablo.

Desde tiempo inmemorial en Villamiel se han venido celebrando los toros en Santiago. Mejor antes que ahora. Y hay que ver lo que significan los toros en una fiesta. Que se lo pregunten a los taurómacos y taurófilos. Es de antropología. Ver a los mozos arreando el ganado bravo con caballos y distribuyendo para las capeas de la mañana y la que precedía al toreo y muerte del toro o toros de la tarde, pues digo que ver a aquellos mozos era alegría popular. Ellos sabían que alegraban a sus vecinos y de los pueblos comarcanos. Sabían que eran parte integrante de una gran fiesta. Nos llevaría muy lejos con la mitología, antropología, religiosidad popular…

Otro dato que, a más de uno, le puede resultar baladí, pero que a mi juicio hay que valorarlo desde la celebración litúrgica. En una fiesta y para ella se suele usar la mejor ropa litúrgica que posee la parroquia. Pues bien, la mejor casulla que posee la Parroquia de Santa María Magdalena es una casulla roja, muy cercana a las del XVI, no hace mucho restaurada. Según la ordenación litúrgica el rojo lo usan los celebrantes en las memorias, fiestas y solemnidades de los Mártires. En todo lo de Santa María Magdalena sólo se usa el blanco de santa mujer. El patrón canónicamente erigido de este pueblo es el Papa que renunció al pontificado, Celestino V, o Pedro Celestino entra en el grupo denominado de los Pastores y se usa el blanco y no el rojo. No vemos más razón que esa casulla roja, de categoría, era para celebrar la gran solemnidad del Patrón de España, mártir como los demás apóstoles del Señor.

Acebo con su convento franciscano trasladado de Villamiel, pero conservando como titular a Santiago, Gata con sus solemnes fiestas en honor del mismo y Villamiel con los hemos reflexionado despiden terrenos y sierras de Extremadura y nos saludan otra vez con Santiago en el primer pueblo salmantino, El Payo, que perdió sus preciosos apellidos de Valencia de Flores, y que más cercano a la frontera tiene por titular al glorioso apóstol de su sencillo templo parroquial.

Son datos sueltos. De más o menos valor. Pero que pueden aumentar y fundamentarse más y más. No se puede despreciar la toponimia, tradiciones o leyendas que a veces nos hacen esbozar una sonrisa en un mundo tan tecnificado.

No quisiera concluir sin manifestar lo que en mis retinas de niño quedó grabado. También en Villamiel teníamos hospital. El hospital estudiado por Dª María del Carmen Fuentes Nogales y que citamos arriba. Ignoro si estaba dedicado a alguien o tenía nombre. Siempre se llamaba simplemente el hospital. Mandados por el párroco D. Agustín Hernández varios muchachos acompañamos a un peregrino al hospital. Venía con su sombrero y vieira en él. Bordón y calabaza. Era pobre el edificio pero acogía a los peregrinos, que vete tú a saber por qué se desviaban hasta estos pueblos nada destacados en los jaleados caminos. O ¿era por alguna razón que se nos escapa ahora?

Fue la primera vez que yo vi a un peregrino y las vieiras o veneras.


NOTAS:

[1] Carta Pastoral del Arzobispo de Santiago en el Año Santo Compostelano 2004. Mons. D. Julián Barrio y Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela que abrió la Puerta Santa del primer Xacobeo del Tercer Milenio 2004.

[2] Artículo de Javier Navarro que afirma que la carta se conserva en pergamino, fecha del 15.II.1.266, en el Archivo de la Colegiata. Alguien me facilitó dicho artículo pero sin concretar dónde se ha publicado.

[3] Elenco tomado de Documentos Alfa y Omega, 21.

[4] Eugenio Escobar Prieto «Reseña Histórica de los Conventos Fundados en la Diócesis de Coria». Separata del B.O. del Obispado, págs. 4-5.

[5] Domingo Domené, Villamiel: 1610-2010, IV Centenario de la Cofradía del Santísimo Sacramento, pág. 16. Edición no venal.

[6] Mª del Carmen Fuentes Nogales: «Hospital de los Caballeros (Cáceres) fundado por Diego García de Ulloa, el Rico. Memoria Eclesiae, págs. 339-348.

[7] Domingo Domené «Villamiel:1610-2010. IV Centenario de la Cofradía del Santísimo Sacramento», pág. 16 (No venal).

[8] Idem pág. 16

[9] Idem pág. 19.

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